Los asombrosos trabajos del Planeta Tierra. Entender nuestro mundo y sus ecosistemas, de Rachel Ignotofsky, es un libro de conocimientos denso: contiene mucha información, en letra pequeña, y muchas ilustraciones, también pequeñas, que acompañan el texto. Además del apartado de presentación con explicaciones generales, y del final con un Glosario y datos de distinto tipo, hay diez grandes apartados, cada uno con varios capítulos que ocupan dos páginas, dedicados a los ecosistemas de los continentes y a varios temas más —los casquetes polares, los ecosistemas acuátivos, los ciclos de la naturaleza, los seres humanos—.
Es difícil no admirarse del gran trabajo de planificación y de diseño que ha hecho la autora para integrar palabras e ilustraciones en las páginas y para condensar tanta información; en particular, son excelentes las ilustraciones descriptivas o sintéticas de cada cuestión, unas que ocupan páginas completas y muchas otras pequeñas que acompañan los textos en cada página. Cada ecosistema se explica con varias ilustraciones y unos cuantos párrafos, el último de los cuales se titula siempre «La mayor amenaza» y suele tener un tono alarmista, y algunas veces levemente esperanzador: «Debemos actuar cuanto antes…», «aún podemos enderezar la situación…», etc.
El buen diseño del aspecto global del libro, sin embargo, no arregla los problemas de legibilidad que tiene. Por un lado, las páginas tienen márgenes estrechos por lo que las líneas de texto en letra pequeña que ocupan toda la página de izquierda a derecha son costosas de leer; este problema es menor en las páginas diseñadas con dos columnas. Por otro lado, que la letra sea pequeña hace más difícil la lectura de muchos párrafos de texto que se presentan en blanco sobre rojo o en blanco sobre negro.
Con todo, para mí al menos, el inconveniente que le veo es que un libro así debería tener un tono expositivo equilibrado, que haga pensar en la complejidad de los asuntos, que anime a que se estudien a fondo, y que sobre todo evite los acentos catastrofistas de panfleto activista. Por ejemplo, en «Proteger nuestro planeta» hay recuadros de distinto tipo, con textos que tienen acentos de imperiosos mandatos morales: «¡Menos electricidad! ¡Menos coche! ¡Menos plástico!», «Los grupos ecologistas necesitan tu ayuda», «¡Habla! Haz oir tu voz. Llama a las autoridades»… (Entre paréntesis, dan pistas, creo yo, las respuestas que tres científicos escépticos dan a cuestiones de este tipo en este largo artículo; también las da, ya en relación a la elevación artificiosa del nivel de alarmismo, este texto titulado La Naturaleza no parece tan enfadada)
Rachel Ignotofsky. Los asombrosos trabajos del Planeta Tierra. Entender nuestro mundo y sus ecosistemas (The Wondrous Workings of Planet Earth: Understanding Our World and Its Ecosystems, 2018). Madrid: Nórdica, 2019; 156 pp.; col. Nórdica cómic; trad. de Blanca Gago Domínguez; ISBN: 978-8417651794. [Vista del libro en amazon.es]