San Martín de Tours, de Regine Pernoud fue un libro que leí hace años porque me causaba curiosidad que el personaje fuera el patrono de mi ciudad y tuviera tanta presencia en muchos lugares. Al respecto se puede leer su voz en la Wikipedia francesa, mucho más completa que otras pues no en vano más de cuatrocientos pueblos y unas cuatro mil parroquias francesas están dedicadas a él. Como no recordaba bien algunas cosas y tenía pocas notas he vuelto a leerlo y he contrastado una idea con la que me había quedado en mi lectura primera: que es uno de esos libros que ayuda a entender muchas más cosas del origen de nuestra sociedad de las que uno podría pensar. San Martín (316–397) es uno de los escasos personajes del siglo IV de los que se ha escrito su biografia, un libro que... Leer más
El regreso del hijo pródigo. Meditaciones ante un cuadro de Rembrandt, de Henry J. M. Nouwen, cayó en mis manos hace unos quince años, poco después de leer Los ojos de Rembrandt y de ver Solaris de Tarkovski. Supongo que ambas cosas influyeron en el gran impacto que me causó. En cualquier caso pienso que su valor está mucho más allá de mis preferencias personales y por eso lo pongo aquí. Al principio se dice que el libro tiene tres protagonistas: «un cuadro del siglo XVII y su autor, una parábola del siglo I y su autor, y un hombre del siglo XX en busca del significado de la vida». Es decir: Rembrandt y su cuadro El regreso del hijo pródigo; Jesucristo y la parábola en la que se basa el cuadro; y el autor, un sacerdote y profesor en universidades norteamericanas. En el... Leer más
Pasados bastantes años he vuelto a leer Preguntas sobre Dios, de André Frossard. En capítulos cortitos el autor trata muchos temas que tienen su origen en más de dos mil preguntas que alumnas y alumnos del último curso de bachillerato le formularon por escrito. El esquema de cada capítulo es el mismo: primero se formula la pregunta o la objeción de modo extenso, luego hay un «sin embargo» que remite a una experiencia personal o a un comentario bíblico o teológico, y a continuación viene la respuesta que, normalmente, tiene acentos más bien existenciales y poéticos. Debo decir que tenía un recuerdo muy bueno de este libro que, por un lado, he visto refrendado pero que también, por otro, se ha redimensionado. Una de las objeciones que ahora veo, aunque ciertamente forma... Leer más
Tiempo atrás puse una breve nota sobre El Bajísimo, la fascinante y singular biografía de san Francisco de Asís escrita por Christian Bobin. He vuelto a leerla y a tomar notas, ahora que conozco un poco más al autor. En realidad, aunque la narración avanza cronológicamente, contando y comentando hechos de la vida de san Francisco, lo cierto es que, como la vida de san Francisco, el libro va de intuición en intuición o de fogonazo en fogonazo. Igual que, dice Bobin, «la voz de Dios está en la Biblia bajo toneladas de tinta, como la energía concentrada bajo toneladas de cemento en una central atómica», también lo está en vidas como la de san Francisco: esto es lo que, a su modo, le interesa subrayar al autor. Para eso se apoya en algunas escenas bíblicas que comenta de... Leer más
Una cita más de Samuel Johnson apropiada para un día de Navidad: «En este estado de incertidumbre universal, donde miles de peligros se ciernen sobre nosotros, y ninguno puede asegurar que el bien que persigue no es un mal disfrazado, o si el próximo paso le guiará a una existencia segura o a la destrucción, nada puede proporcionar ninguna tranquilidad racional, sino la convicción de que nada en realidad está gobernado por la casualidad, sino que el universo está bajo la perpetua superintendencia de quien lo creó; que nuestro ser está en manos de una bondad omnipotente, para quien lo que a nosotros nos parece casual está dirigido en última instancia por fines benévolos y misericordiosos; y que en última instancia nada puede dañar a quien no se excluye del favor... Leer más
Ya que hoy es Navidad cuento una minianécdota que va bien con la fecha. En una catedral gallega, hace pocos meses, vi de refilón y oí a mis espaldas cómo una chica joven hablaba con otra mayor preguntándole algo y, por lo que se ve, tratándola de usted, a lo que la señora contestó en voz bien alta lo siguiente: «Pero trátame de tú, filliña, trátame de tú. Yo siempre digo que si Dios es para mí lo más grande del mundo y yo siempre le trato de tú, y eso no es faltarle al respeto y a Él no le parece mal, cómo me van a tratar a mí de... Leer más
Viktor Frankl: «Se dice que Dios es invisible. Y alguien me lo ha planteado alguna vez como objeción; yo le pregunté si había estado en un escenario de teatro, y le expliqué que, desde la escena, no se suele ver nada del espacio ocupado por los espectadores. A pesar de hallarse allí cientos de espectadores, uno sólo percibe una especie de gran agujero negro, pero sabe que está actuando ante el público. Lo mismo sucede con el Señor. El gran Espectador está sentado en su palco, tú no sabes dónde, no puedes verlo. Pero sabes que está allí. Entiende ante quién estás, dice la Torá. Asume tu responsabilidad de igual modo que el actor representa su papel». Viktor Frankl y Pinchas Lapide. Búsqueda de Dios y sentido de la vida. Diálogo entre un teólogo y un psicólogo... Leer más
Le pregunta su interlocutor a Viktor Frankl si rezaba en el campo de concentración y cuando le responde que sí, le repregunta si eso le daba fuerza. Esta es su respuesta: «No me atrevo a afirmarlo, y no es que con ello quiera indicar que no me ha dado fuerza. Casi diría que me sentía contento de tener fuerza para orar. Pero lo que considero oración en mi vida y para mi vida es hasta tal punto no-utilitario, que no podría decir si eso me ha dado fuerza. Orar significa para mí ver realmente las cosas sub specie aeternitatis, es decir, con absoluta independencia de mí mismo; la oración es para mí más bien una consagración, ver las cosas en una perspectiva que les confiere potencialmente un sentido, a pesar de todas las atrocidades. Cabría decir que el hombre es el ser que ha... Leer más
Quienes siguieron, años atrás, la serie El ala Oeste de la Casa Blanca, recordarán que un capítulo terminaba con una queja del presidente sobre que Dios no respondía a sus oraciones, y entonces alguien le cuenta una historia que básicamente reproduce lo que había ocurrido en el episodio, y que es la misma que Abraham Skorka dice aquí: «Se había producido una inundación, y un hombre quedó parado en el techo de su casa pidiendo socorro. Enseguida llega una canoa a rescatarlo y él se niega a subir. “Yo me quedo acá porque Dios me va a ayudar”, le dice al que remaba. Al rato aparece una lancha de los bomberos para salvarlo y otra vez no se sube: “De ninguna manera, yo me quedo acá porque Dios me va a salvar”, repite. Más tarde llega al rescate un helicóptero de la... Leer más
Un poema de Czesław Miłosz titulado Veni Creator: «Ven, Espíritu Santo, doblando (o sin doblar) la hierba, apareciendo (o no) sobre nuestras cabezas con una lengua de llamas, cuando hay la siega del heno o cuando al arado va un tractor en el valle de bosques de nogales, o cuando las nieves oprimen los abetos tullidos en Sierra Nevada. Soy sólo un hombre, por eso necesito signos visibles, me canso rápidamente de construir escaleras de abstracción. He pedido más de una vez, bien lo sabes, que una figura en la iglesia alzara el brazo para mí, una vez, una sola. Aunque entiendo que los signos sólo pueden ser humanos. Despierta, pues a un hombre, dondequiera que sea en la tierra, (no a mí, puesto que al menos sé qué es la decencia) y permite que, al mirarlo, pueda... Leer más
«Si Dios ha muerto, como no vamos a morir nosotros»: dice Jiménez Lozano que oyó ese comentario en su infancia muchas veces ante una desgracia enorme y súbita, o un accidente mortal, o «una muerte que desconcertaba. Y era algo convincente. No he encontrado nunca, más tarde, otra razón que más me convenciera». José Jiménez Lozano. Retratos y naturalezas muertas (2000). Madrid: Trotta, 2000; 203 pp.; ISBN:... Leer más
Perfecto Hombre «Jesucristo asumió nuestra naturaleza entera, hasta el extremo: murió, antes pasó hambre, sed, perdió un amigo, otro le traicionó dándole un beso, lloró, sintió cansancio, miedo, melancolía… Una vez escribió, y lo hizo como todos, sobre la arena». Enrique García-Máiquez. Con el tiempo (2010). Sevilla: Renacimiento, 2010; 72 pp.; ISBN:... Leer más
Robert Spaemann: «La diferencia entre la clase de religión y la clase de ética radica en que en la clase de religión, cuando merece tal nombre, lo ético está inserto en un determinado contexto de vida histórico que se funda en una fe en la revelación; inserto en una comprensión dramática del mundo que se articula en conceptos como “caída”, “redención”, “pecado”, “perdón” y “resurrección”. La clase de ética prescinde de tal contexto de la historia de la salvación. Pero eso no significa que deba prescindir de la religiosidad en cuanto constante antropológica y adoptar el punto de vista del ateísmo práctico o del agnosticismo, el punto de vista del “etsi Deus non daretur” . Si fuera ese el caso, entonces habría que apartar de la clase de ética la... Leer más
Joachim Jeremias: «En ningún sitio se descubre tan claramente como en la oración el estado de descomposición y de malestar interior en que se encontraba el mundo helenista —sobre todo el próximo Oriente— en la época del Nuevo Testamento. La oración del mundo griego, incluso antes del periodo helenista, no conoce todo ese carácter de seriedad, de temor lleno de respeto que se comprueba en la oración bíblica. Nos lo demuestra un ejemplo: en la época de la comedia antigua las parodias de la oración constituyen uno de los tópicos del género: las encontramos particularmente en Aristófanes (446-385 a.C.): bufonescas, inmorales, ridículas y hasta obscenas, estas oraciones se insertan en la trama de la acción para suscitar las carcajadas del público. (...) Más tarde, en... Leer más
Gerhard von Rad: «“El necio se irrita contra Dios” (Proverbios 19, 3). posteriormente esta misma idea se formula con mayor profundidad teológica: “Piensa el necio: ‘No hay Dios’” (Salmos 14, 1). El ateísmo práctico se ve como una necedad. Esta valoración moral, e incluso teológica, de un conocimiento imperfecto, más aún, de un conocimiento rechazado, refleja una de las concepciones antropológicas más interesantes de todo el Antiguo Testamento». Gerhard von Rad. Sabiduría en Israel (Weisheit in Israel, 1982). Madrid: Cristiandad, 1985; 408 pp.; trad. de D. Mínguez Fernández; ISBN:... Leer más
Otro poema de José Miguel Ibáñez Langlois, esta vez tomado de El libro de la Pasión: «Jesús es el más siervo de los siervos 13 Jesús está lavando los 24 polvorientos pies esos pies del oriente llevan mugre auténtica del oriente no son los pies hermosos de Adán y Eva por el paraíso son los pies de la historia son las extremidades del animal caído que camina pecando por el polvo que peca de los pies a la cabeza con el mundo al revés entre sus párpados a sus pies está Dios lavando sus pies con las propias lágrimas oh vosotros que pasáis por el camino decid si hay una flor un ángel una mosca más humilde que Dios no es humilde el pequeño que se inclina ante el grande sino el viceversa el Eterno se ha puesto de rodillas tiene manos de madre para los pies... Leer más
Hay libros que son como la espuma y libros que son como las grandes corrientes marinas. Uno de los últimos, para mí el libro más poderoso del año, es Jesús de Nazaret, de Benedicto XVI. Al final, en él se dice que Jesucristo se describe a sí mismo con siete imágenes, «y el que sean precisamente siete no puede considerarse una casualidad: Yo soy el pan de vida, la luz del mundo, la puerta, el buen pastor, la resurrección y la vida, el camino la verdad y la vida, la vid verdadera». (...) «Detrás de todas (ellas) se encuentra en definitiva esto: Jesús nos da la “vida”, porque nos da a Dios. Puede dárnoslo, porque Él es uno con Dios. Porque es el Hijo. Él mismo es el don, Él es la “vida”». Benedicto XVI. Jesús de Nazaret – Del Bautismo a la Transfiguración... Leer más
Algunas frases de Jean Guitton en Mi testamento filosófico. «Si Dios fuese fácil, estaría al alcance de la mano. No sería trascendente y no sería Dios. Pero si Dios es Dios, hay una desproporción entre él y nosotros. No es de extrañar que, para verlo, tengamos que ponernos de puntillas sobre la punta del espíritu». «Me gustaría poder deducir la existencia de Dios a partir de mí. Compruebo que es imposible. En este sentido, me duele. Pero si creyese así, no creería en Él, y el Dios al que me adheriría no sería Dios. Así, pues, no poder creer de esa manera me ayuda a creer». «Mis razones para creer son mis razones para no creer en las razones para no creer». «Mis certezas tienen sus raíces en mi duda. Mi duda es una conciencia de mi debilidad y de mi... Leer más
Jiménez Lozano: «Bocherini (...) escribía Laus Deo en todos sus manuscritos de música, incluidos, por lo tanto, los de divertimento, naturalmente. Los historiadores de la música, o quienes presentan una obra suya, suelen decir, por esto, que era un hombre particularmente piadoso; pero no se deduce necesariamente. Quizás no encontraba a nadie mejor a quien dedicárselo, o nadie que lo pudiera juzgar mejor, o a quien pudiera agradar más. Quizás era puro realismo el suyo». José Jiménez Lozano. Los cuadernos de letra... Leer más
No sé dónde, Elie Wiesel cuenta una historia rabínica en la que «Jehel, un joven muchacho, entró llorando precipitadamente en casa de su abuelo, el famoso Rabí Baruch. Gruesas lágrimas rodaban por sus mejillas, mientras se lamentaba: mi amigo me ha abandonado, ha sido injusto y poco amable conmigo. Vamos, vamos, ¿no puedes explicármelo más despacio?, le preguntó el maestro. Sí, respondió el pequeño. Hemos jugado al escondite. Y yo me he escondido tan bien que mi amigo no ha podido encontrarme. Así pues, ha dejado de buscarme y se ha ido. ¿No ha sido antipático? El más bello escondite ha perdido su belleza porque mi amigo ha interrumpido el juego. En ese momento el maestro le acarició las mejillas, al tiempo que los ojos se le inundaban de lágrimas. A continuación... Leer más
Martín Buber: «Rabí Rafael de Bershad, el discípulo favorito de Rabí Pinjas, contó: “El primer día de Janucá expresé en son de queja a mi maestro que en la adversidad es muy difícil mantener incólume la fe en que Dios provee por cada uno de los hombres. Parece realmente como si Dios escondiera su faz de ese ser desdichado. ¿Qué puede hacer el hombre para fortalecer su fe? El rabí respondió: “El cesa de esconderse si tú sabes que se esconde”». Martin Buber. Cuentos jasídicos: los primeros... Leer más
Joseph Ratzinger: «Dejando a un lado el ropaje literario, creo que en se describe con mucha precisión la situación del hombre de hoy ante la cuestión de Dios. Nadie puede poner a Dios y su reino encima de la mesa, y el creyente por supuesto tampoco. El que no cree puede sentirse seguro en su incredulidad, pero siempre le atormenta la sospecha de que “quizá sea verdad”. El “quizá” es siempre una tentación ineludible a la que nadie puede sustraerse; al rechazarla, se da uno cuenta de que la fe no puede rechazarse. Digámoslo de otro modo: tanto el creyente como el no-creyente participan, cada uno a su modo, en la duda y en la fe, siempre y cuando no se oculten a sí mismos y a la verdad de su ser. Nadie puede sustraerse totalmente a la duda o a la fe. Para uno la fe estará... Leer más
Martin Buber: «Un hombre muy estudioso —uno de esos que se jactan de estar iluminados— que había oído hablar del rabí de Berditchev, lo visitó con el fin de discutir con él, como tenía por costumbre hacer con otros, y refutar sus anticuadas pruebas de la verdad de su fe. Cuando entró en el cuarto del tzadik, lo vio ir y venir, un libro en las manos, inmerso en un pensamiento extático. El rabí no advirtió la presencia de su visitante. Al cabo de un rato, empero, se detuvo, le echó un vistazo y dijo: “¡Pero quizá después de todo sea verdad!” El estudioso procuró en vano recobrar su aplomo. Sus rodillas se entrechocaron, pues era terrible contemplar al tzadik, como terrible había sido escuchar sus simples palabras. Pero Rabí Leví Itzjac se volvió hacia él y... Leer más
«Si "religión" significa lo que el hombre dice de Dios, y no lo que Dios hace en el hombre, el Panteísmo "es" casi religión. Y "religión" en este sentido se enfrenta a la larga con sólo un formidable oponente: el Cristianismo». Por eso, indica el mismo autor en una nota, «Si un Ministro de Educación afirma que valora la religión y al mismo tiempo toma medidas para suprimir el Cristianismo, no se sigue necesariamente que sea hipócrita o siquiera necio (...). Quizá desee sinceramente más "religión" y vea acertadamente que la supresión del Cristianismo es una necesidad preliminar para realizar su intención». C. S. Lewis. Los milagros (Miracles, 1947). Barcelona: Encuentro, 1996; 276 pp.; col. Libros de bolsillo; trad. de Jorge de la Cueva; ISBN:... Leer más