Ya que hoy es Navidad cuento una minianécdota que va bien con la fecha.
En una catedral gallega, hace pocos meses, vi de refilón y oí a mis espaldas cómo una chica joven hablaba con otra mayor preguntándole algo y, por lo que se ve, tratándola de usted, a lo que la señora contestó en voz bien alta lo siguiente: «Pero trátame de tú, filliña, trátame de tú. Yo siempre digo que si Dios es para mí lo más grande del mundo y yo siempre le trato de tú, y eso no es faltarle al respeto y a Él no le parece mal, cómo me van a tratar a mí de usted».
25 diciembre, 2014