Guerra de infancia y de España, de Fabrizia Ramondino, viene a ser un relato de no-ficción basado en recuerdos de niñez de la escritora, contra el fondo de la guerra civil española primero, y de la segunda Guerra Mundial después. Empieza con la llegada, a Mallorca, en 1937, de un nuevo cónsul italiano. Su hija mayor, Titita, recién nacida, que vivirá en la isla hasta el año 1945, cuando regresan a Italia, es la voz narrativa. Como resulta obvio, toda la historia es una recreación literaria de unos recuerdos imaginados: en este sentido es por un lado, «una novela misteriosa, llena de meandros, a veces excesiva», y, por otro, como dice también el prologuista, es un relato de «una finura sutil que nos habla de la memoria y de la identidad». Es una novela de mujeres, pues muchas verán como reconocibles los episodios de crecimiento de Titita, y porque hay páginas en las que toman el protagonismo, y narran historias de distinto tipo, personajes como la abuela y la criada mallorquina, Dida.
Algunos ejemplos de los contenidos y del tono del relato. Un recuerdo improbable de la narradora sobre su llegada a Mallorca: «Mis padres me depositaron en una cuna en el frescor de un cuarto. El sol se filtraba por las tablillas de los postigos y el perfume de los almendros en flor envolvía la isla con sus ráfagas, pero en el cielo se oía el rugido de los aviones que alzaban vuelo para bombardear castillos o cuarteles». Un recuerdo de la abuela, todo un personaje: «la abuela no me hablaba con monosílabos, no deformaba para mí las palabras puerilmente, no me daba órdenes, no me mimaba, sino que se dirigía a mí como si fuera una amiga. Tal vez porque ya no podía conversar con nadie más». Un recuerdo de una vivencia infantil (semejante a una que yo tengo): cuenta que se asomaba por encima del borde de un pozo «y el pozo me robaba la cara; volvía la vista atrás para ver si el árbol que el fondo del pozo había robado junto con mi cara seguía estando ahí, y pensaba: “Si el árbol sigue ahí, yo también sigo aquí”. Pero no estaba del todo segura de mi razonamiento». Un toque de buen humor de la niña cuando habla con una monja francesa: «¿Ustedes, los franceses, viven siempre en palacios y castillos? —pregunté—. Por cómo suena su lengua tenía más bien la impresión de que vivían en grutas».
Y, en mi caso, conecto especialmente con este texto del final, cuando Titita está recién llegada a Italia y anuncia las que serán sus lecturas de adolescencia y juventud:
«Los tres mosqueteros y los tres hermanos Karamázov, Gigi y Eugenia Grandet, Claudine y Anna Karenina, el conde de Montecristo y el príncipe Myshkin, la princesa de Clèves y mademoiselle de Mapuin, el capitán Fracassa y el capitán Ahab; y también piratas de Malasia, prímulas rojas, corsarios negros, negros del Narciso, monjas en fuga de los conventos, alegres comadres, cigarreras gitanas, doncellas guerreras, pecadoras impenitentes deportadas a Virginia o Luisiana; y muchos niños: Pelo de Zanahoria y Gavroche, Mowgli y Kim, David y Tristram, Alicia y Naná, Cosette y Nelly, Ombretta y Sophie; y también el asno de oro parlante, la malvada ballena blanca, el cerdo Napoleón, el albatros torpe y desmañado, la serpiente emplumada, un cuervo rarísimo, dandi y blasfemo, melancólico y desesperado, funesto y fatal, que recita un fúnebre estribillo: “Nevermore, nervermore!”; y también el barco fantasma y el ebrio, la corte de los milagros y la del rey Arturo, un piano en los Alpes, la carta oculta pero a la vista de todos y la letra A, escarlata y marcada en el pecho, molinos de viento armados y bosques en movimiento; ¡y cuántas islas! La de Pablo y Virginia y la de Robinson, la isla del tesoro, la de las hadas y la de las voces, las islas misteriosas y las benditas, la isla de las mujeres y la de los hombres. Estos son mis más queridos amigos de la adolescencia, animados e inanimados, con quienes he viajado a tierras lejanas y cuyas vicisitudes he seguido con pasión. Años después sentí la urgencia de inventar yo misma otros amigos similares y presentarlos en sociedad».
Fabrizia Ramondino. Guerra de infancia y de España (2001). Barcelona: Libros del Asteroide, 2024; 504 pp.; trad. de Celia Filipetto; ISBN: 978-8410178113. [Vista del libro en amazon.es]