Flora y los pavos reales, de Molly Idle, es un álbum sin palabras semejante a Flora y el flamenco. Esta vez Flora, con un abanico, rivaliza con dos pavos reales que, a su vez, compiten entre sí. Las caras de Flora y los pavos reflejan muy bien sus sentimientos. Las ilustraciones, sobre fondo blanco, son magníficas y la composición de cada una es muy elegante y transmite bien los movimientos del baile. Los pavos despliegan sus colas con solapas que se levantan y al final dan una enorme sorpresa tanto a Flora como al lector. Molly Idle. Flora y los pavos reales (Flora and the Peacocks, 2016). Albolote, Granada: Barbara Fiore, 2018; 40 pp.; ISBN: 978-84-16985-08-1.... Leer más
A mí me suele parecer interesante cualquier relato que dé valor narrativo a los rasgos físicos de un libro como, por ejemplo, lo hacen los tres de la Trilogía del límite, de Suzy Lee. Un buen álbum, en sus ilustraciones y en su contenido, cuyo argumento se apoya también en el pliegue central, como lo hacen esos álbumes de Suzy Lee, es El muro en mitad del libro, de Jon Agee. Un joven caballero medieval se acerca, con una escalera, a un muro en cuyo lado derecho, según miramos, vemos a un rinoceronte y un tigre. El joven caballero se dirige al lector para explicarle que el muro es bueno pues protege el lado izquierdo del libro. Y, así, mientras vemos criaturas amenazadoras en la derecha, e incluso aparece un enorme ogro gigante (quien, según nos dirá el héroe, es el mayor... Leer más
Es una alegría la edición o reedición de cualquier álbum de Leo Lionni con su estilo y sus contenidos característicos. En este caso de Cornelio, un joven cocodrilo que desea erguirse y ponerse a dos patas para poder ver más lejos que sus congéneres. Además, Cornelio tiene un enorme deseo de hacer cosas nuevas y, con ayuda de un mono, aprende también a ponerse cabeza abajo y a colgarse de los árboles con la cola. Entretanto, los demás cocodrilos parecen despreciar las cosas que va sabiendo hacer. Una vez más, Lionni cuenta una buena historia de aprendizaje y tenacidad, en la que habla también de no hacer caso de las opiniones ajenas envidiosas, en la misma línea de la vieja fábula del hombre, el niño y el burro (que se cuenta en El conde Lucanor o en un álbum como... Leer más
La importancia de saber cooperar y trabajar en equipo, que salía en ¡Esta fruta es mía!, aparece también en Dos ardillas y una piña, de Jim Field y Rachel Bright. Las dos ardillas son Cyril el Espontáneo, que vive siempre al día, y Bruce el Previsor, que se preocupa de almacenar mucha comida para el invierno. Cuando ambos ven una piña comienzan a perseguirla y a competir entre sí a ver quien se hace con ella mientras los demás habitantes del bosque observan lo que ocurre y sufren las consecuencias. Las figuras son simpáticas. La historia tiene mucho movimiento. Las escenas, muy variadas, se presentan con perspectivas muy cinematográficas. Los paisajes de fondo son magníficos. La narración usa recursos de cómic: hay páginas con varias escenas consecutivas, como en... Leer más
¡Esa fruta es mía!, de Anuska Allepuz, habla de cinco elefantes, cada uno aficionado a un tipo de fruta —mangos, cocos, kiwis, plátanos, piñas—, que un día ven un árbol nuevo con una fruta deliciosa (con aspecto de pera). En la parte inferior de las dobles páginas, con letras más pequeñas, se ven cinco ratoncitos que se fijan en lo mismo —«¡Eh, mirad ESO!»— y, juntos, empiezan a subir por el árbol arriba mientras los elefantes, que siguen ocupando casi todo el espacio en las dobles páginas, van intentando conseguir la pera, cada uno a su aire, sin éxito. El álbum es excelente porque los animales son simpáticos y están bien individualizados, cada uno con su color; porque los animales y los árboles se presentan sobre fondos blancos, lo que da claridad narrativa... Leer más
La portada de Triángulo, de Jon Klassen y Mac Barnett, nos anuncia que estamos ante un álbum minimalista. Y así es: en las imágenes simples, en la historia que se cuenta, en las palabras que se usan. Triángulo, que vive en una casa triangular con puerta triangular, decide ir a gastarle una broma a su amigo Cuadrado. En el camino pasa junto a triángulos pequeños, medianos y grandes, luego por formas sin nombre, y después junto a cuadrados pequeños, medianos y grandes. Y finalmente llega a la casa cuadrada de Cuadrado. Después de la broma, Cuadrado sale corriendo tras Triángulo. Álbum para prelectores muy bien compuesto. Las imágenes —con texturas y en tonos apagados característicos de Klassen— tienen guiños visuales fácilmente identificables, las figuras son... Leer más
Encontramos un sombrero, de Jon Klassen, es el tercer álbum del autor sobre un sombrero conflictivo, con igual estética y composición que los previos pero con un muy distinto final poético. Como para darle más contenido a la historia, el autor la organiza en tres partes: «El encuentro del sombrero», «Mirando la puesta de sol», «Vamos a dormir». Sus protagonistas son dos tortugas en un desierto. Cuando ven un sombrero abandonado a las dos les gusta pero deciden no llevárselo porque piensan que no estaría bien que una de ellas lo tuviese y la otra no. Se marchan y lo dejan, pero una de ellas, por la noche, sigue pensando en el sombrero. Si en los álbumes anteriores el problema estaba en que alguien arrebataba el sombrero a su dueño, en este se trata de saber cuál de... Leer más
Hay álbumes que intentan decirles a los niños que muchos conflictos son absurdos (lo cual no es lo mismo que decirles que todos lo son). Algunos plantean choques entre dos como, por ejemplo, Desavenencia o ¿Quién es el jefe? Otros plantean que la base de algunas guerras es estúpida, como The Butter Battle Book o Negros y Blancos. De lo mismo va el sobresaliente álbum sin palabras Waterloo y Trafalgar, de Olivier Tallec, que personaliza un enfrentamiento bélico entre dos tipos, uno de azul y otro de rojo, que se vigilan y se combaten continuamente, cada uno desde detrás de su paredón. La solución es amable y deja en ridículo la ferocidad de los enfrentamientos previos. La confección del álbum es excelente, ya desde la cubierta, las guardas y la presentación inclinada de... Leer más
Los rascacielos, de Albertine y Germano Zullo, es uno de esos álbumes que intentan sacar el máximo partido al formato vertical y cuya ironía de fondo se dirige principalmente a lectores mayores. En sus páginas enfrentadas vemos crecer dos edificios debido a que los dos propietarios compiten para ver cuál construye una casa más alta y cuál va poniéndole los añadidos más llamativos. No faltan las bromas, en las cosas que ocurren y en las cosas que dicen los personajes. En las ilustraciones, que son dibujos de línea, hay muchos detalles que harán sonreír a un lector pequeño. Pero parte del desarrollo de la historia y parte de los comentarios que se hacen sólo serán comprensibles para un lector consciente de muchas tontas vanidades y rivalidades del mundo adulto. Hay más... Leer más
La hija del Grúfalo, de Axel Scheffler y Julia Donaldson, es una magnífica secuela del álbum previo, con un argumento en el que los papeles se invierten. La hija del Grúfalo no se acaba de creer los cuentos de su padre sobre el temible Gran Ratón Malvado que les amenaza. Sale a dar un paseo nocturno por el bosque y, después de un rato, en el que todo marcha como ella piensa, encuentra un pequeño ratón, así que lo atrapa y decide comérselo. No hace falta insistir en el reconocido talento de los autores. Una vez más es oportuno recordar que hay gran diferencia entre el original inglés, en verso, y el texto castellano, sabiamente traducido en prosa. Por ejemplo: «His eyes are like pools of terrible fire, and his terrible whiskers are tougher than wire» suena muy distinto a... Leer más
Después de la lluvia, de Miguel Cerro, cuenta que, debido a unas lluvias continuas e intensas, los animales del bosque han de refugiarse en una cueva. Más tarde se organizan para salir a buscar comida y bebida, y se reparten los trabajos. Pero al zorro, a pesar de sus deseos de ayudar, no le dejan hacer nada. Álbum bien planificado, con unas ilustraciones que son, a la vez, oscuras y luminosas. Son algo estáticas, pero resultan expresivas, las figuras de los animales. Tal vez la narración con palabras podría ser menos explícita y dejar que las imágenes llevasen casi todo el peso. El argumento hace pensar en cómo algunos prejuicios nos pueden hacer injustos y trae también a la mente la misma idea de Frederick, de lo que acaban aportando los poetas a la vida de todos. Miguel... Leer más
La marmota Pancha y el zorro, de Carmen Segovia y Susan Blackaby, es un álbum con un argumento semejante al de una fábula clásica pero al revés: aquí la marmota es el héroe astuto y el zorro es el rival ingenuo. Todo comienza cuando la marmota Pancha se despierta y sale al campo helado, donde tropieza con un zorro flaco y pequeño que quiere comérsela, cosa que intenta una y otra vez. Son atractivas las figuras de los protagonistas. Contra el fondo de unos paisajes nevados invernales destacan el rojo de la bufanda de Pancha y del zorro. Se cuenta el relato con ilustraciones de distinto tamaño y sin marco. Comienza siendo una historia de pícaro que confunde a su rival pero termina siendo un relato alegre de amistad y deseos compartidos de que por fin lleguen la primavera y el... Leer más
Hace unas semanas puse un breve comentario a un álbum antiguo de Pat Hutchins. Otro, compuesto del mismo modo, con colores alegres y figuras simples sobre fondo blanco, es Titch, una de esas historias que resultan muy satisfactorias porque acaban con una victoria del pequeño sobre los mayores. Todo lo que tiene Titch es mucho más pequeño que lo de su hermano y hermana mayores, Pete y Mary, cuyas bicicletas son más grandes y rápidas, sus cometas vuelan más alto, etc. Cada ilustración cuenta esto con distintos ejemplos. Hasta que, al final, de la semilla pequeña de Titch nace un árbol mucho más grande que todas las cosas que tienen sus hermanos. El álbum se apoya en la expresividad de las caras y posturas, las del pequeño Titch sobre todo, en la secuencia de cada uno de... Leer más
Recién pintado, de Puño, es un álbum que habla de un enfrentamiento tonto no entre dos personajes sino entre dos bandos (sin llegar a los planteamientos extremos de otros como Negros y blancos o The Butter Battle Book). En una ciudad llamada Tolbiac la mitad de las casas están pintadas de verde y la otra mitad de azul, pero los ciudadanos azules salen por la noche, a escondidas, a pintar casas de verde; e igual actúan los ciudadanos verdes. Hasta que, un día, el vendedor de la pintura, cuya casa estaba justo en medio de los dos lados y que, por tanto, iba siendo pintada de uno u otro color alternativamente, tiene una idea. Narración contada con dibujos más bien de cómic, con casas esquemáticas y figuras como monigotes michelín, que se puede poner como ejemplo de cómo, lo que... Leer más
¡Pato! ¡Conejo!, de Tom Lichtenheld y Amy Krouse Rosenthal, presenta una disputa entre dos interlocutores que, a diferencia de álbumes como Desavenencia o ¿Quién es el jefe?, no conduce a un enfrentamiento físico. El lector no ve a los dos personajes que discuten y sólo ve lo que ven ellos: una cabeza que a uno le parece un pato y a otro un conejo. Las observaciones de cada uno se presentan enfrentadas: uno habla en la página derecha y el otro en la izquierda. La ilustración contiene la misma figura siempre, pero con algún añadido —un trozo de pan, un trozo de zanahoria, un fondo de hierba…— que sirve para que uno u otro afirmen su postura. Álbum ingenioso en el planteamiento y en su realización: la idea es excelente y su ejecución, tan sencilla, no lo es menos.... Leer más
¿Sales a jugar?, de María Pascual, es un álbum que resultará entrañable para muchos adultos, que podrán hablar con sus hijos de los juegos infantiles de un tiempo sin aparatos electrónicos. En él vemos a once niños y niñas, junto a un perro y un gato, jugando al escondite inglés, el pañuelo, la sogatira, el balón prisionero, policías y ladrones, y el churro-va (que yo conocí como «el burro» o «huevo, pico, araña»). Hay un breve comentario introductorio a cada juego —que no es descriptivo sino que apunta brevemente cómo se juega y las tensiones entre quienes lo practican— y luego, sin palabras, sucesivas escenas que muestran lo que pasa y la distinta forma de actuar, no siempre limpia, de cada uno de los niños. Las figuras, niñas y niños cabezones de pies... Leer más
El niño Nuevo, de Lauren Child, plantea los celos del pequeño rey de la casa, Elmore Green, cuando tiene un hermanito. La narración respira el buen humor propio de la autora: Elmore, «como muchos otros niños, empezó siendo hijo único» y estaba contento, por ejemplo, porque «no había peligro de que nadie se comiera sus gominolas naranjas, porque los padres de Elmore Green NO comían gominolas». Hasta que, con mayúsculas características de Child, «LLEGÓ ALGUIEN MÁS». Las imágenes tienen también su habitual simpatía gráfica y una composición clara. La resolución es de lo más clásico y eficaz: hay asuntos donde no hay nada que inventar o donde cualquier invento lo estropearía todo. Lauren Child. El niño nuevo (The New Small Person, 2014). Barcelona: Juventud,... Leer más
Si hubiera que señalar el álbum más simpático del año seguramente le daría el premio a El día que los crayones renunciaron, con texto de Drew Daywalt e ilustraciones de Oliver Jeffers, un álbum cuya composición gráfica realza el ingenio y la gracia de una idea y un texto muy conseguidos. El relato comienza cuando, un día, en la escuela, Duncan iba a sacar sus crayones para dibujar y encontró un montón de cartas con su nombre. A continuación, cada doble página contiene, en el lado izquierdo, la carta de cada crayón —con sus quejas, porque Duncan lo usa mucho o lo usa poco, y sus susceptibilidades, porque, por ejemplo, el naranja reclama ser el verdadero color del sol y no entiende cómo Duncan ha podido usar el amarillo…—, y en la derecha se ven los dibujos de... Leer más
Señor Minino es un álbum sin palabras que demuestra, una vez más, la capacidad imaginativa y la maestría compositiva de David Wiesner. Un gato negro pasa por delante de un pequeño juguete que tiene forma de nave espacial. Hay un zoom luego al interior de la nave y vemos a sus tripulantes, unos seres con túnicas que bien podrían estar en un cómic de Flash Gordon, que se ve que han tenido problemas: están como mareados y algo pasa con su nave. Esos personajillos salen de su nave y se refugian del gato en un hueco, detrás del radiador, junto a unos insectos que, en las paredes de donde viven, han pintado las aventuras de sus enfrentamientos anteriores con el gato. Uniéndose a ellos intentan arreglar la nave y eludir el acecho del gato. Relato de los que habla de que a... Leer más
Gato rojo, Gato Azul es un gran debut en el mundo de los álbumes de Jenni Desmond. La autora domina el medio y construye bien su historia, un buen relato de celos y rivalidad, pero también de amistad y aprendizaje. Gato Rojo y Gato Azul vivían en la misma casa, uno en el piso de abajo y otro en el piso de arriba. Siempre se peleaban entre sí pero Rojo deseaba ser tan inteligente como Azul y Azul deseaba ser rápido y ágil como Gato Rojo. Se suceden los intentos infructuosos de cada uno de ser como el otro… hasta que ven la forma de aprender uno del otro. Pero… Álbum que tiene frescura. La narración, que combina escenas de todos los tamaños, está bien llevada y tiene mucho dinamismo. Tanto las figuras de los personajes como los escenarios donde se les ve son como esbozos... Leer más
El cambalache, con ilustraciones de Andrew Joyner y texto de Jan Ormerod, es un relato simpático sobre celos infantiles. Carolina, la cocodrilita protagonista, está celosa porque su madre no para de hacerle carantoñas al bebé cocodrilo. Así que un decide ir a una tienda de bebés para «hacer un cambalache», es decir, cambiar al bebé cocodrilo por uno que no babee. Prueba con un bebé panda, pero es demasiado quisquilloso para comer; un bebé elefante, que salpica demasiado; dos pequeños tigres gemelos, que son agotadores; un bebé jirafa ni se lo plantea pues su madre necesita bebés escamosos; un bebé cerdo tampoco, pues su madre adora los bebés verdes… Si el argumento y el texto son graciosos, los dibujos de los personajes y sus hazañas también lo son. Abundan las... Leer más
Dos álbumes paralelos protagonizados por un chico y su hermana pequeña: Yo puedo y Yo también, de Susan Winter. Yo puedo comienza con una ilustración a doble página donde vemos al hermano, leyendo en la página izquierda, y a su hermana mirándole desde la puerta entornada, mientras las palabras, abajo, dicen: «Mi hermana quiere hacer todo lo que yo hago». A continuación alternan dos tipos de dobles páginas: dos ilustraciones separadas y recuadradas, a la izquierda el niño y a la derecha, imitándole, la niña; o lo mismo pero con una sola ilustración que ocupa todo el espacio. Así, la primera vez dice: «Yo me puedo vestir solo» frente a un «Ella no puede»… Yo también empieza de modo parecido pero, en este caso, las palabras que acompañan la imagen dicen: «Mi... Leer más
Otro álbum que, con un planteamiento distinto, habla también de rivalidad y reconciliación: Cuando no estás aquí, de María Hergueta. Es un relato de los que, más que contar una historia, ponen de manifiesto un aspecto del mundo interior de un personaje. El niño narrador, al que vemos en las imágenes sucesivas, empieza con un «me gusta cuando no estás aquí» y luego va señalando las ventajas de que su hermana no esté. Pero, luego, en las escenas de la segunda parte del álbum, va indicando cómo todo es mucho más aburrido cuando ella no está. El planteamiento argumental es eficaz para poner de manifiesto el vaivén anímico del niño narrador. Los dibujos y las composiciones son excelentes, en sí mismas, y como vehículo para transmitir los sentimientos del niño... Leer más
Flora y el flamenco, de Molly Idle, una ilustradora que ha trabajado años en estudios de animación, es un estupendo álbum sin palabras que presenta bien una pequeña historia de amistad. En cada doble página vemos a un flamenco en la izquierda y a una niña gordita en la derecha que intenta replicar sus movimientos como de pasos de ballet. Pero el flamenco se da cuenta y, por las miradas que echa a Flora, se ve que no le gusta nada y Flora se intimida un poco. Las ilustraciones están bien compuestas y contienen sólo, sobre fondo blanco, las figuras de las protagonistas. Las dos son realistas y tienen unas caras expresivas que reflejan bien los sentimientos que van teniendo según avanza su juego de imitación y rivalidad. El álbum tiene la originalidad de que muchas figuras son,... Leer más
De Helen Cooper, una autora experta en tratar sentimientos infantiles, se acaba de publicar una nueva edición de Sopa de calabaza, un álbum cuyos protagonistas son un Gato, una Ardilla y un Pato que siempre preparan juntos una sopa de calabaza, hasta que un día pelean… La historia está bien contada, tanto con las palabras —aunque se pierdan el ritmo y los sonidos propios del original inglés— como con las ilustraciones, que tienen tonos verdes y oros que se podrían llamar otoñales. El argumento, sobre cómo los mejores amigos pueden a veces tener discrepancias, está bien ajustado a lo que pueden comprender los lectores pequeños a quienes se dirige el álbum. Helen Cooper. Sopa de calabaza (Pumpkin Soup, 1998). Barcelona: Juventud, 2012, 9ª ed.; 32 pp.; col. Álbumes... Leer más
Un perro y un gato, de Chené Gómez y Paula Carbonell, es un buen ejemplo de un tipo de álbumes: el que forman los basados en textos de narradores orales, donde las frases son cortas, contundentes y sonoras, para ser leídas o dichas en voz alta y, si es el caso, enfáticamente: «Un perro y un gato se conocieron. El perro dijo: ¡Guau!. El gato dijo: ¡Miau! Pero no se entendieron». Al tiempo que la historia progresa, el vocabulario aumenta: «El perro gruñía. El gato bufaba». El argumento también es una muestra de cómo algunos relatos, por medio de personajes interpuestos, sirven para que los lectores y oyentes saquen conclusiones: en este caso, acerca de los motivos nimios para los enfados y la irritación que a veces pueden brotar en la convivencia, y acerca del cauce que,... Leer más
El pequeño cuervo y la luna, de Marcus Pfister, es un muy buen álbum cuyo contenido, de dolor y petición de perdón por haberse portado mal con otro por envidia, y cuyo tipo de narrador, el de alguien que recuerda con arrepentimiento un suceso del pasado, son poco usuales. Además, su composición gráfica es... Leer más
El tigre y el gato, de Eitaro Oshima, cuenta de dónde procede la enemistad entre los tigres y los gatos, y por qué los gatos prefieren vivir en las casas y los tigres en las profundidades de los bosques. Un tigre tontorrón que no sabía cazar pide consejo y enseñanzas a un gato habilísimo que, pacientemente, le enseña cómo acercarse a un presa, cómo correr velozmente, cómo saltar desde lugares elevados... La historia es graciosa y el álbum, como tal, es clásico: la narración es buena, se apoya en unos dibujos de calidad, se distribuyen bien los textos en las ilustraciones, que siguen la secuencia señalada por el argumento. Para el lector occidental son graciosos unos animales completamente realistas pero vestidos con quimonos y un gato que, cuando cierra los ojos, los... Leer más
Desavenencia, de Claude Boujon, es un relato sencillo sobre convivencia —parecido a ¿Quién es el jefe?—, de los que juegan con la oposición entre las páginas opuestas —como Negros y blancos—. Su argumento es como el de una fábula de La Fontaine: el conejo marrón Bruno y el conejo gris Grimaldi viven en madrigueras cercanas y, al principio, se llevan bien; pero luego empiezan a discutir y sólo vuelven a unirse cuando los dos se ven amenazados por un lobo. El texto podría estar más pulido y a veces no va en la página del personaje que habla. Cuando el lobo aparece por primera vez, lo vemos en la página izquierda mientras los dos conejos pelean a lo lejos en la página derecha, pero en la doble página siguiente ataca saltando desde la derecha: así se subraya más el... Leer más
¡Ay, no!, es un álbum que usa con sencillez y acierto la fórmula de presentar en sucesivas escenas a dos personajes opuestos que contrastan sus visiones de la vida. Las protagonistas son dos gallinas, una blanca y una negra. La blanca, en la izquierda, es una persona negativa que, ante la propuesta de la negra, en las páginas derechas, de hacer una excursión, sólo ve dificultades: «¡Ay no!», exclama, una y otra vez, ante las posibles molestias. Mientras, la negra, la responde siempre con un «¡y qué más da!». Como es habitual en Rotraut Suzanne Berner, la narrativa gráfica es clara. El argumento evoluciona hacia el momento en el que las protagonistas intercambian posiciones y actitudes. Rotraut Suzanne Berner. ¡Ay, no! (Ach, nein! Und wenn schon!, 2005). Madrid: Anaya,... Leer más
Zorro, de Margaret Wild y Ron Brooks, es un álbum premiado que merece ser conocido, aunque no a todo el mundo le agradará. Y es que, argumentalmente tiene algunas cosas infrecuentes: que una historia que se dirige a un público infantil tenga un final agridulce y que se presente a un animal rencoroso como protagonista principal. Y, además, porque gráficamente, aunque tiene una fuerza poco común, no es convencional: por la técnica mixta que usa el autor y por los trazos desasosegantes de los dibujos... Esto es mayor aún en la versión original, en la cual el texto va escrito nerviosamente a mano por el mismo ilustrador, algo imposible de conservar en las versiones en otro... Leer más