He aprendido cosas con El poder del arte, de Simon Schama, una obra preparada para mostrar la obra cumbre de ocho pintores famosos en una serie de televisión de la BBC, a pesar de la decepción que me han causado algunos comentarios irónicos y «sobreinterpretativos» que no vienen a cuento. Del capítulo dedicado a Picasso, centrado en el Guernica, una cita: «Esto es lo que debe lograr todo el gran arte: impactar en nuestra perezosa rutina. El Guernica combate el hábito verdaderamente mortífero, enfermedad de nuestros tiempos y de los suyos, de acostumbrarnos a los actos violentos y perversos, de bostezar cuando contemplamos una matanza en la pantalla: ¡ya lo he visto!; ¡venga, otra cosa!; ¡no estropeemos el placer que nos da el arte! No fue creado para entretener. Fue... Leer más
Northrop Frye: «La crítica (literaria), como la religión, es uno de esos campos infraacadémicos donde una gran cantidad de personas siguen disfrutando de libertad para dar rienda suelta a sus ansiedades, en lugar de proceder al estudio del tema. Cualquier mención que se haga de este hecho puede provocar la respuesta: “Por supuesto, usted no entiende lo importantes que son nuestras ansiedades”». Northrop Frye. El camino crítico: ensayo sobre el contexto social de la crítica literaria (The Critical Path, 1971). Madrid: Taurus, 1986; 149 pp.; col. Persiles, serie Teoría y Crítica literaria; trad. de Miguel Mac-Veigh; ISBN:... Leer más
En Diario de un escritor, Dostoievski habla con entusiasmo de Infancia, adolescencia y juventud, de Tolstoi, a la que califica de «estudio psicológico sobre el alma infantil de una gran profundidad y admirablemente escrito», centrado en un muchacho que «pertenece a ese tipo de familias de la nobleza medio alta de las que el conde Tolstoi, siguiendo el legado de Pushkin, se ha erigido de manera plena en historiador y poeta». En ese mismo libro Dostoievski explica cómo su interés en otro tipo de chicos dio lugar a su novela El adolescente: «Hace tiempo que me he propuesto escribir una novela sobre los niños rusos de hoy, y desde luego también sobre sus padres y sobre sus actuales relaciones mutuas. El esquema está listo y pensado de antemano, como debe hacer siempre un... Leer más
Ya que salió citado ayer, he aquí una breve ficha de Milton Caniff, un histórico dibujante al que los entusiastas llaman el Rembrandt de los cómics, no por los guiones obviamente, de quien se recuerda, sobre todo Terry y los... Leer más
Los Hermanos Negros, de Lisa Teztner, fue una interesante historia dickensiana de los años cuarenta, apoyada en hechos reales, que no tuvo eco cuando se publicó en España. Hace pocos años el ilustrador suizo Hannes Binder preparó una novela gráfica basada en ella: redujo el texto y realizó unas excelentes ilustraciones como grabados en blanco y negro, basadas en los escenarios de la novela. Esta versión, que obtuvo importantes premios y que ha recibido muchos elogios, acaba de ser publicada en español. En mi caso hubiera preferido la novela original completa, pues creo que la versión abreviada pierde mucho, pero por supuesto acompañada por los dramáticos claroscuros a lo Milton Caniff que ha preparado Binder. Hannes Binder. Los Hermanos Negros (Die Schwarzen Brüder, 2002).... Leer más
Hay muchos relatos infantiles que tratan sobre libros a los que, a veces, los adultos acuden con la esperanza de que animen a leer a los niños o, al menos, les acerquen un poco a los libros. Uno de los mejores que conozco es C. El pequeño libro que no tenía nombre, de José Antonio... Leer más
Un álbum «educativo» útil: ¡Me como esa coma!, con graciosas ilustraciones de Emilio Urberuaga y textos de José Antonio Millán. Es una sucesión de ilustraciones contrapuestas en cada doble página, cada una de las cuales muestra una imagen que se corresponde con la frase que va debajo: «Perdón imposible, que cumpla su condena» frente a «Perdón, imposible que cumpla su condena»; «Los niños que llevaban escafandra se metieron en la piscina» frente a «Los niños, que llevaban escafandra, se metieron en la piscina»; «¡Mira que bonito perro enano!» frente a «¡Mira que bonito perro, enano!, etc. Al final hay unos comentarios explicativos. Emilio Urberuaga. ¡Me como esa coma! ¡Glups! parece que la puntuación es importante (2007). Texto de José Antonio Millán.... Leer más
Octubre de 1956. En la época en la que Nicolae Steinhardt trabaja de ordenanza en el Ministerio de Industria, observa el silencio que hay en los despachos mientras se mueve de un lugar a otro, y dice: «La gente se calla, todos meten las narices en los legajos y en los papeles. No se miran unos a otros. Pero se siente algo. Un silencio cargado, como en El silencio del mar, el gran libro de Vercors (en el que se ve que la dignidad no es una palabra vacía, en el que se canta la poesía del comportamiento —existe una poesía del comportamiento: fíjate en la epopeya de Roldán, fíjate en César, cuya última preocupación, herido de muerte, es cubrirse los pies con la toga—, en el que padre e hija no hablan con el invasor, por muy honrado que este sea, por muy simpático que les... Leer más
En varias ocasiones he indicado distintos motivos por los que contamos historias: en Literatura, en Gente que conocemos y gente que nos gustaría conocer, en Para una comprensión cabal de la vida, en Un animal que cuenta historias. Ahora, otro más: «Contamos historias porque, al fin y al cabo, las vidas humanas necesitan y merecen contarse. Esta observación adquiere toda su fuerza cuando evocamos la necesidad de salvar la historia de los vencidos y de los perdedores». Paul Ricoeur. Tiempo y narración I. Configuración del tiempo en el relato histórico (Temps et Récit. L’histoire et le recit, 1983). Madrid: Cristiandad, 1987; 377 pp.; serie Libros Europa; trad. de Agustín Neira; ISBN:... Leer más
Una excepción a la regla de que los relatos cortos de ciencia ficción son mejores y duran más que las novelas largas del género es Cántico por Leibowitz, de Walter Miller, «una de las novelas legendarias de la ciencia ficción», afirma el experto prologuista de la edición que cito abajo. Después de haber mencionado, semanas atrás, dos novelas situadas en un futuro postnuclear como La carretera y Mensajero del futuro, puede ser oportuno recordar esta. Su argumento tiene tres partes: la primera se desarrolla seiscientos años después de la Tercera Guerra Mundial, cuando en el mundo quedan muy pocos documentos que hayan sobrevivido a la Era de la Simplificación; la segunda sucede seiscientos años después, cuando la ciencia ha resurgido y se discute sobre la responsabilidad... Leer más
Igual que dije a propósito de Isaac Asimov, en mi opinión lo mejor del recientemente fallecido Arthur C. Clarke son sus relatos cortos, como los Cuentos de la taberna del Ciervo Blanco.... Leer más
Pocos años después de Jack London, tomó su relevo como autor popular de relatos sobre animales James Oliver Curwood, más optimista y positivo, y por tanto más popular, buen conocedor de los ambientes que trata en novelas con momentos a la vez «inolvidables y espeluznantes». Recientemente, además, ha salido una nueva edición del clásico Kazán, perro... Leer más
Entre las cualidades de El secuestro de la bibliotecaria, un libro de la neozelandesa Margaret Mahy, antigua bibliotecaria, una es muy importante para durar: conectar de lleno con quienes más hacen por prolongar la vida de los... Leer más
Anotación de Nicolae Steinhardt fechada en 1971: «No lo sabía —la respuesta de aquellos a los que se les habla de tortura, de los campos de concentración, de las cárceles, de las confesiones forzadas de los acusados, de los internamientos de políticos en manicomios—, no es una disculpa válida. Nadie está obligado a inventar la pólvora o a descubrir la teoría cuántica. Pero, por otra parte, una inteligencia elemental es un deber. Sobre todo para un cristiano, que tiene que estar siempre alerta ante las tentaciones. Y la estupidez es una tentación. Y no sólo para un cristiano. Y esto a causa de una constatación experimental objetiva: nadie sabe nada, pero todo el mundo lo sabe todo. La ignorancia, la estupidez, el paso a ciegas por la vida y por las cosas, o el paso... Leer más
Wayne Booth: Si usted está trabajando en equipo, cuando «disienta sobre cuestiones que no tienen ningún impacto significativo sobre la totalidad, olvídelo. Reserve su intransigencia para cuestiones de principios éticos o cuestiones fundamentales». Wayne C. Booth, Gregory G. Colomb, Joseph M. Williams. Cómo convertirse en un hábil investigador (The Craft of Research, 1995). Barcelona: Gedisa, 2001; 318 pp.; col. Biblioteca de Educación – Herramientas universitarias; trad. de José A. Álvarez; ISBN:... Leer más
Jonathan Swift es un autor que forma parte de la historia de la literatura infantil aunque ninguna de sus obras tiene nada de infantil, ni en sus intenciones satíricas ni en sus contenidos complejos ni en su escritura zigzagueante. Pero las dos primeras partes de Los viajes de Gulliver, de un gigante entre seres minúsculos y de un enano entre gigantes, versionadas o suavizadas convenientemente, son historias cercanas al gusto de los niños y están en el origen —junto con cuentos populares de personajes semejantes— de muchísimos relatos posteriores. Es una pena que ya no esté en el mercado la edición con las ilustraciones decimonónicas de Grandville, como la de la... Leer más
Quien sea un entusiasta de Jack London no debería perderse los relatos en cómic de Jiro Taniguchi contenidos en El viajero de la tundra, título de seis historias cortas publicadas entre los años 1994 y 2003. Dos están basadas en textos de Jack London; otra trata sobre una ballena jorobada; otra sobre un dibujante de cómic que comienza su carrera; otra sobre recuerdos de infancia del narrador cuando sus padres se han separado y un verano conoce a una chica; y otra sobre un oso que vuelve y un viejo cazador que va a por él porque en el pasado mató a su hijo. Poco se puede añadir a lo dicho en el comentario a Barrio lejano: es impresionante la maestría narrativa y la elegancia del dibujo de Taniguchi. Jiro Taniguchi. El viajero de la tundra (Toudo no tabibito, 2005). Rasquera... Leer más
Se puede considerar como el iniciador del subgénero tan popular de animales que corren aventuras a Jack London. Aunque sea recordado sobre todo por novelas como La llamada de lo salvaje y Colmillo blanco, con el paso del tiempo a mí me han llegado a gustar más algunos de sus relatos cortos, como varios contenidos en La quimera del... Leer más
Alasdair MacIntyre: «El hombre, tanto en sus acciones y sus prácticas como en sus ficciones es un animal que cuenta historias. Lo que no es esencialmente, aunque llegue a serlo a través de su historia, es un contador de historias que aspira a la verdad. Pero la pregunta clave para los hombres no versa sobre su autoría; sólo puedo contestar a la pregunta “¿qué voy a hacer?”, si puedo contestar a la pregunta previa “¿de qué historia o historias me encuentro formando parte?”. Entramos en la sociedad humana con uno o más papeles asignados, y tenemos que aprender en qué consisten para poder entender las respuestas que los demás nos dan y para construir las nuestras. Escuchando narraciones sobre madrastras malvadas, niños abandonados, reyes buenos pero mal aconsejados,... Leer más
Un comentario posible a la foto de la derecha es el de art234, que es donde la he visto y al que he llegado a través de vagón bar. Otro es señalar una de las razones por la que me gusta esa imagen: una figura de espaldas al espectador nos hace mirar en su misma dirección y nos hace comprender lo que vemos a través de su mirada; si esa figura es un niño nos resulta fácil imaginarnos su sorpresa y su diversión y todo el mundo interior que puede haber detrás. Y esa es la misión del arte, o una misión del arte: enseñarnos a ver de nuevo las cosas con la capacidad de asombro y el sentido de novedad de un niño... También por eso pasan los años y me sigue gustando leer (buena) literatura... Leer más
Uno de los intereses presentes en muchos álbumes para prelectores y primeros lectores es explicar a los destinatarios niños las etapas de su propio crecimiento. A eso se dirige un álbum pictórico más de Georg Hallensleben y Kate Banks: El zorrito. Su argumento es fácil: nace un zorro y al principio sólo mira; luego quiere salir pero sus padres le dicen que aún no está preparado; luego salen juntos y sus padres le van enseñando a encontrar alimentos, a reconocer el peligro, a no hacer cosas que aún no puede hacer, a ocultar rastros; el zorrito va siendo más fuerte y hábil hasta que sabe cazar solo, alimentarse solo y enterrar su comida, a esconderse en los matorrales y correr; y cuando se siente preparado y sus padres también saben que ya lo está, se marcha. La misma... Leer más
Joseph Ratzinger: «El cristianismo ocupa una posición peculiar en la historia intelectual de la humanidad. Podríamos decir que esa posición consiste en que la fe cristiana no separa ilustración y religión, no pone a la una en contra de la otra, sino que las vincula como una estructura en la que ambas han de purificarse y ahondarse mutuamente de manera constante. Esta voluntad de racionalidad, que no obstante quiebra siempre la razón para que ésta se sobrepase a sí misma —un sobrepasarse al que la razón se negaría de buena gana—, pertenece a la esencia del cristianismo». Joseph Ratzinger. Fe, verdad y tolerancia. El cristianismo y las religiones del mundo (Glaube, Warheit, Toleranz. Das Christentum und die Weltreligionen, 2003). Salamanca: Sígueme,... Leer más
Ya que, días atrás, mencioné La Divina Comedia e introduje un comentario y un ensayo biográfico sobre William Blake, traigo ahora El gran divorcio: un sueño, de C. S. Lewis. En el prólogo Lewis dice que preparó ese libro para refutar la tesis que defiende William Blake en El matrimonio del cielo y el infierno, según la cual es necesario terminar abrazando los dos extremos del mal y del bien. Lewis desea hacer notar «el gran divorcio», el abismo infranqueable que separa el cielo del infierno. Para eso construye una ficción imaginativa que tiene semejanzas con La Divina Comedia. El autor tiene un sueño y, en él, el escritor George MacDonald es su guía en un lugar donde a los condenados se les ofrece una posibilidad de arrepentimiento. Sin embargo, todos ellos se afianzan... Leer más
Un autor al que debemos las novelas de aventuras tal como las conocemos hoy: Walter Scott. Su poder se nota en que, a pesar de sus deficiencias y del paso del tiempo, muchos siguen —seguimos— disfrutando igual de su estilo entusiasta y de la poderosa elocuencia de sus personajes, un don que, decía Chesterton, distribuía siempre con imparcialidad: Scott negará el triunfo al malvado pero lo tratará seriamente y le dejará decir lo que desea... Leer más
La noche quedó atrás, de Jan Valtin, seudónimo de Richard Krebs (1904-1951), fue un «bestseller» en Estados Unidos cuando se publicó, el año 1941. Después de contar brevemente su infancia, en Alemania y en distintos lugares, pues su padre era marino, el autor narra sus peripecias desde que se afilió al Partido Comunista siendo muy joven. Durante los años veinte y principios de los treinta viajó por muchos países organizando revueltas sindicales; ya entrados los treinta, siendo ya un agitador muy conocido, fue capturado y torturado por la Gestapo; pocos años más tarde logró convencerles de su conversión al nazismo y abandonó la prisión convertido en agente doble; enfrentado luego a sus propios jefes comunistas, huyó y como consecuencia su mujer fue encarcelada por la... Leer más
Un amigo me recomendó tiempo atrás Un ángel, probablemente, de Milo Milani, un relato con un cierto parecido a El secreto del fuego, de Henning Mankell. Es menos intenso y más blando pero cumple sus propósitos. El protagonista es un ingeniero italiano que, siendo niño, sufrió las consecuencias de la guerra mundial. Se instala en un imaginario país africano y allí organiza las cosas para recoger a niños heridos o abandonados a causa de la guerra que asola el país, hasta que un día llegan soldados... La narración está estructurada en capítulos cortos y contada en tercera persona. Los acentos son explicativos y amables aunque la dureza de lo que se narra es patente: el autor parece que trata de conmover sin golpear. En conjunto es un buen intento de transmitir la dureza... Leer más
José Jiménez Lozano: «P. me habla de la ficha artística hecha por un organismo administrativo, en la que, junto a los datos técnicos, se describe el cuadro de este modo: “Joven con alas de pájaro de rodillas ante una joven con un libro”. Y obviamente se trata de una Anunciación; lo que no está tan claro para nosotros es si la descripción de dicho documento administrativo es debida a la ignorancia general básica que ya ha escalado altos puestos de expertos, o se trata de asepsia laicista. No fuera que, escribiendo Anunciación, hubiera alguna connivencia con la superstición cristiana. Neutralidad escrupulosa entonces». José Jiménez Lozano. Advenimientos (2006). Valencia: Pre-Textos, 2006; 215 pp.; col. Narrativa Contemporánea; ISBN:... Leer más
Después de debutar en el mundo de los álbumes con una maravilla como El canto de las ballenas, los álbumes de Gary Blythe que han venido después y que conozco, como El mejor de los secretos y El regalo perfecto, son más flojos, aunque sin duda en el juicio influye que aquel primer álbum fuera tan espectacular. Esos dos últimos álbumes tienen como protagonistas a muñecos —una especie de muñeca raída en el primero, un osito de peluche deteriorado en el segundo—, y ambos tratan de cómo el niño y la niña propietarios emprenden su búsqueda cuando los pierden. El primero tiene acentos más oníricos, el segundo se alinea claramente con un relato como El conejo de terciopelo. Tal vez debido a que las historias en sí mismas no son muy originales y a que tienen una deriva... Leer más
Hace más o menos un año decidí leer la Divina Comedia con calma y hasta el final, esta vez azuzado (entre otras lecturas) por un libro de Romano Guardini —citado en La representación de los ángeles y en Más sobre los ángeles—. En esas estaba cuando leí unos comentarios del prólogo que le puso Borges a una edición de Océano de 1998. En uno, que tiene que ver con citas ya colgadas aquí —Aprender a describir, Los maestros del primer plano— señala el inmenso talento de Dante para la descripción concreta: «No le basta decir que, en la oscuridad del séptimo círculo, los condenados entrecierran los ojos para mirarlo; los compara con hombres que se miran bajo la luna incierta o con el viejo sastre que enhebra la aguja (Infierno, XV, 19). No le basta decir que en el... Leer más
Intenté leer en los años ochenta la Divina Comedia pero sólo llegué a terminar el Infierno. Volví a intentarlo de nuevo en los noventa, estimulado por Lo raro es vivir, de Carmen Martín Gaite. En esa novela hay una profesora, que acaba siendo una especie de Virgilio para la protagonista, que un día sintetiza la Divina Comedia en clase: desde los infiernos «hasta llegar por fin, franqueando siete cornisas, a la ansiada cumbre de los jardines del Edén donde el poeta va a encontrar a Beatriz mirando al sol con ojos de águila y que le dice: “Te crea confusiones / tu falso imaginar, y no estás viendo / lo que verías libre de ilusiones”, un mundo transparente pero al mismo tiempo difícil de entender porque nos pilla desprevenidos, porque estamos acostumbrados al mal, un... Leer más