Uno de los mejores libros leídos en el año que termina fue La mentalidad trágica, de Robert Kaplan. En él, a partir de una experiencia personal triste —sufrió la dictadura de Sadam Hussein y le pareció la peor que había conocido, apoyó por eso la invasión de Irak por los Estados Unidos, se arrepintió después al ver las consecuencias que provocó, y tuvo una depresión—, explica que «nunca antes había sido tan necesario como ahora pensar con mentalidad trágica», esa mentalidad que nos hace darnos cuenta de que no hay sustituto para el orden y que por eso hay que aprender a temer el caos, esa mentalidad que nos da comprensión y autoconocimiento, temor al futuro y conciencia de las propias limitaciones y de las limitadas opciones a nuestro alcance. Para este fin, sigue... Leer más
En el pasado he leído muchos textos de Alexis de Tocqueville, e incluso hace años comencé pero no acabé La Democracia en América. Ahora, gracias a la recomendación de un amigo, he leído una biografía suya firmada por André Jardin, que me ha parecido magnífica. En el epílogo se indica cómo la reputación de Tocqueville fue muy grande durante su vida, luego sufrió un oscurecimiento de varias décadas y, a partir de 1930, volvió a crecer. En las circunstancias históricas de aquellos años se puso de manifiesto el gran acierto con el que Tocqueville supo ver los peligros que han de afrontar las sociedades democráticas: decía que en ellas hay gérmenes que, «abandonados a su libre crecimiento, debían producir la sumisión indefinida de la inteligencia, el materialismo de... Leer más
Hablando de los cambios que se han dado en los Estados Unidos a lo largo del último siglo, y en concreto en las últimas décadas, se lamenta John Lukacs de lo siguiente: «La militarización de la imagen de la presidencia norteamericana comenzó en torno a 1980, con Reagan, de quien no había constancia de que hubiera hecho el servicio militar, y que había pasado la Segunda Guerra Mundial en Hollywood. (…) Cuando Ronald Reagan era saludado por el personal militar, él devolvía el saludo llevándose la mano derecha a la frente, con una sonrisa feliz que indicaba que le gustaba hacerlo. Este hábito impropio e innecesario fue adoptado por los sucesores de Reagan, incluidos Clinton y sobre todo George W. Bush, que nada más bajarse del avión plantaba su alegre saludo. Es un gesto... Leer más
Un episodio interesante de la biografía de Cicerón sucedió cuando, por consejo de Catón, decidió abandonar Roma porque sabía que se iba a dictar una ley que lo exiliaría. «En el momento de dejar la Ciudad, Cicerón había subido al Capitolio, donde había consagrado, en el tiempo de Júpiter, una estatua de Minerva que le era particularmente preciada. Lo había hecho porque, para él, Minerva era la que podía salvar a Roma, era la “guardiana de la ciudad”. Un símbolo cuyo significado deja ver un aspecto del pensamiento político pero también religioso de Cicerón. Roma, abandonada en manos de la tiranía, iba a entrar en el ciclo fatal descrito por los filósofos, el equilibrio de la Ciudad se había roto. Sólo el espíritu de sabiduría, que es el de Minerva,... Leer más
Borges: «Qué disparate que el gobierno reparta el dinero que saca de impuestos en premios a las letras y a las artes. Puede convenir al destino de un hombre, pero ¿qué tiene que ver eso con las artes? ¿Qué relación puede haber entre el gobierno y las artes? Eso viene del tiempo de los mecenas». Bioy: «Y empalma con el tiempo del socialismo, del gobierno que se mete en todo. Es una combinación de pasado y futuro». Adolfo Bioy Casares. 30 de diciembre de 1957, en Borges (2006). Barcelona: Destino, 2006; 1663 pp.; col. Imago Mundi; edición al cargo de Daniel Martino; ISBN:... Leer más
En Los cañones de agosto se cuenta que, cuando Alemania envió un ultimátum a Bélgica para que aceptasen sin lucha la ocupación de su país, uno de los presentes en la reunión ministerial, resumiendo los sentimientos de todos, dijo: «Si hemos de ser aniquilados, que sea con gloria». Y la autora continúa: «En 1914 la palabra “gloria” se pronunciaba sin inhibiciones de ninguna clase, y el honor era un concepto familiar en el que la gente creía». En Cinco días en Londres, mayo de 1940, se indica cómo, en la reunión decisiva del Gabinete inglés, el 28 de mayo, uno de los presentes recuerda que Churchill dijo: «si al fin nuestra larga historia está condenada a terminar, es mejor que termine no con una rendición, sino con nuestra muerte en el campo de batalla». Y un... Leer más
Tony Judt: «Cualquier compromiso con una decisión política tiene que ser triangulada mediante tres cuestiones diferentes. Una de ellas es la cuestión consecuencialista. ¿Estamos seguros de que las consecuencias de una determinada opción no son peligrosas, ya sea directamente o como ejemplos y precedentes? En segundo lugar, está la cuestión realista: ¿qué nos reporta a nosotros? Esto debe tenerse en cuenta porque la política trata, al fin y al cabo, de gobierno, y de generar unos resultados que presuntamente beneficien a quienes han emprendido la acción. Pero la delgada línea que separa el realismo político del cinismo moral es muy fácil de cruzar… Y la tercera pregunta debe ser: ¿lo que se va a hacer es algo bueno, correcto o justo, independientemente de mis dos... Leer más
Me parece sugerente y luminosa esta idea de Zygmunt Bauman: «El primitivo Gran Hermano, aquel sobre el que escribiera George Orwell, presidía fábricas fordistas, cuarteles militares y una infinidad de otros panópticos grandes y pequeños, del tipo de los de Bentham y Foucault. Su único deseo estribaba en no dejar salir a nuestros antepasados y en devolver al rebaño la oveja descarriada. El Gran Hermano de los reality shows televisivos se preocupa exclusivamente de dejar fuera —y, una vez fuera, fuera para siempre— a los hombres y a las mujeres sobrantes: los no aptos o menos aptos, los menos inteligentes o los menos entusiastas, los menos dotados y los menos ingeniosos. Al viejo Gran Hermano le preocupaba la inclusión, la integración, disciplinar a todas las personas y... Leer más
José Jiménez Lozano: «Fiesta de los Santos Inocentes. Bien miradas las cosas, el rey Herodes dio algo así como una idea sobre los plazos para matar niños —de dos años para abajo—, y aquella matanza fue legal como todos nuestros abortos de plazos de hoy; pero si hubiera sido progresista del todo no hubiera andado con plazos: liquidación libre. Y se ve que los césares de hoy siguen teniendo los mismos propósitos que los antiguos y, desde luego, son mucho más temibles porque tienen muchos más medios técnicos con apariencia de portentos o juegos mágicos. L., por ejemplo, que es un pianista polaco, contó a J. que el abuelo de un amigo suyo salió un día de su casa en un pueblo a arar la tierra y, cuando volvió, ya no había pueblo. Sólo unas cuantas huellas de él. Y... Leer más
Una de las ideas que desarrolla Marcello Pera en Por qué debemos considerarnos cristianos es que vivimos en lo que llama un «Estado ético totalitario»: un estado que crea los derechos, establece lo que está bien y fija los mandamientos y las prohibiciones. Esto se ve, por ejemplo, en que el Estado se «muestra severo con los cinturones de seguridad de los coches e indulgente con la eutanasia; obligado a garantizar la salud de los ciudadanos y libre de decidir sobre su vida; atento a su sepultura, pero dispuesto a anticiparla; atento con las dietas alimentarias pero tolerante con una “módica cantidad” de droga; disponible para reconocer los derechos de los animales, pero complaciente con los que violan a los seres humanos, y cosas así. Hasta la paradoja suma y conclusiva: que el... Leer más
Poco a poco, en los últimos años, he ido leyendo libros históricos y ensayísticos de Hilaire Belloc. No todos: porque son muchísimos, porque algunos tratan los mismos temas de forma un tanto repetitiva, porque su contundencia y sus acentos pedagógicos no siempre lo hacen simpático. Pero sí muchos: su dominio de la historia es abrumador, su elocuencia es formidable, y no hay duda de su sinceridad aunque a veces parezca que combate el sesgo de unos con su propio sesgo. Como Chesterton, pero con menos tacto, Belloc era un personaje que opinaba libremente y razonaba bien sus opiniones, y que no se dejaba intimidar en un ambiente donde las opiniones dominantes no eran las suyas. Su pensamiento acerca de cuestiones políticas y sociales lo formuló, sobre todo, en tres obras que... Leer más
El desencanto. El despertar de un izquierdista de toda la vida, de Andrew Anthony, me ha parecido un libro con fuerza, por lo que tiene de meaculpa honrado, por el vigor de muchos argumentos, y por la información que contiene (centrada por completo en la vida del autor y en Inglaterra). La intención de Andrew Anthony es enseñar la lección de cómo se han construido las décadas pasadas muchas actitudes predominantes y opiniones desinformadas, y de cómo la realidad histórica que conocemos contradice a quienes piensan que «tener una visión de izquierdas, si esto significa algo, es estar en guardia contra las explicaciones fáciles y las opiniones populares (prefabricadas)». Y su conclusión es que si, «conceptualmente, la izquierda es un lugar humanitario e internacionalista», y... Leer más
Un texto de Václav Havel: «Soy partidario de una política apolítica. Es decir, de una política que no sea una tecnología del poder y su manipulación, ni una forma de dirección de los hombres por medios cibernéticos, ni un arte de intrigas y finalidades concretas y prácticas, sino de la política como una de las formas de buscar y de conquistar un sentido en la vida, de protegerlo y de servirlo; de una política como moral practicada, como un servicio a la verdad, como una preocupación por el prójimo auténticamente humana y regulada por medidas humanas. Es una forma muy poco práctica en el mundo de hoy y difícilmente aplicable a la vida cotidiana. Sin embargo, yo no conozco otra alternativa mejor». Václav Havel. «La política y la conciencia» (1984), uno de los... Leer más
José Jiménez Lozano: «P. me habla de la ficha artística hecha por un organismo administrativo, en la que, junto a los datos técnicos, se describe el cuadro de este modo: “Joven con alas de pájaro de rodillas ante una joven con un libro”. Y obviamente se trata de una Anunciación; lo que no está tan claro para nosotros es si la descripción de dicho documento administrativo es debida a la ignorancia general básica que ya ha escalado altos puestos de expertos, o se trata de asepsia laicista. No fuera que, escribiendo Anunciación, hubiera alguna connivencia con la superstición cristiana. Neutralidad escrupulosa entonces». José Jiménez Lozano. Advenimientos (2006). Valencia: Pre-Textos, 2006; 215 pp.; col. Narrativa Contemporánea; ISBN:... Leer más
Lo he pasado bien leyendo La pesca del salmón en Yemen, de Paul Torday, una historia que gira en torno al deseo visionario de un jeque yemení de introducir el salmón en los ríos de Yemen. Es excelente la construcción del relato, a base de correos electrónicos, diarios, memorandos, etc., que consigue ir convenciendo tanto al protagonista como al lector de que, bueno, el asunto tal vez no sea tan demencial... La historia principal está bien anudada con el retrato de la penosa vida familiar del protagonista y el incordiante hociqueo de los políticos en el asunto. Este último aspecto me ha recordado los memorables relatos de Jonathan Lynn y Anthony Jay, basados en una serie previa de la BBC, que se titularon en castellano Sí, ministro, Sí, presidente y No, presidente. Que yo... Leer más
Joseph Ratzinger: «San Agustín afirmó (…) que un Estado que se mida a sí mismo únicamente por sus propios intereses, y no por la justicia misma, por la verdadera justicia, no se diferencia estructuralmente de una banda de ladrones bien organizada —puesto que para ella el bien de la banda constituye la norma y medida de sus acciones, independientemente del bien de los demás—. Echando una mirada retrospectiva a la época colonial y a los perjuicios que dejó en el mundo, podemos ver que incluso estados muy organizados y civilizados se aproximaban de alguna manera a la esencia de una banda de ladrones, porque pensaban atendiendo solamente a lo que era bueno para ellos, y no a lo que era bueno en sí mismo. Una libertad garantizada de esta manera tiene entonces en sí misma algo... Leer más
«Una vez fueron los árboles a elegirse rey, y dijeron al olivo: Sé nuestro rey. Pero dijo el olivo: ¿Y voy a dejar mi aceite, con el que engordan dioses y hombres, para ir a mecerme sobre los árboles? Entonces dijeron a la higuera: Ven a ser nuestro rey. Pero dijo la higuera: ¿Y voy a dejar mi fruto sabroso para ir a mecerme sobre los árboles? Entonces dijeron a la vid: Ven a ser nuestro rey. Pero dijo la vid: ¿Y voy a dejar mi mosto, que alegra a dioses y hombres, para ir a mecerme sobre los árboles? Entonces dijeron todos a la zarza: Ven a ser nuestro rey. Y les dijo la zarza: Si de veras queréis ungirme rey vuestro, venid a cobijaros bajo mi sombra, y si no, salga fuego de la zarza y devore a los cedros del Líbano» (Jueces 9, 8-15). Dice Gerhard von Rad que esta... Leer más
A la derecha, una fotografía de Justino Diez de una escultura-homenaje que hay a la historia y a la película de El maravilloso Mago de Oz en Valladolid: una especie de andamio de cine con una casita en lo alto, el momento en que el vendaval se lleva la casa de Dorothy. Aunque a mí me gusta, pienso que no toda buena escultura pública es una buena escultura urbana, que una rotonda con mucho tráfico no es el sitio adecuado (mejor sería un parque, por ejemplo), y que los habitantes de la ciudad no están especialmente vinculados al libro de Baum o a la película basada en su obra. A mí me parece que es como dar un buen libro en un momento inoportuno a la persona inadecuada. Pero políticamente la cosa se puede plantear como una forma de introducir fantasía en la meseta castellana, o... Leer más
«Solo merece el poder quien diariamente lo justifica», dice Dag Hammarskjöld en uno de los pensamientos de Marcas en el camino, donde también figura un útil consejo para quien esa preocupación no cuenta: «Como arribista tienes un rico campo de actividad aún después de haber alcanzado finalmente tu objetivo. Puedes, en efecto, intentar siempre impedir que los demás sean mejor considerados». Dag Hammarskjöld. Marcas en el camino (Vägmärken, 1963). Barcelona: Seix Barral, 1965; 203 pp.; col. Biblioteca breve; trad. de Miguel Hernández... Leer más
Marcello Pera: «Actualmente sopla en Europa un mal viento. Se trata de la idea de que hay que tener paciencia, y los males desaparecerán por arte de magia, o de que podemos ser condescendientes con quien nos amenaza, pues al final saldremos adelante. Es el mismo viento que soplaba en el Munich de 1938. Parece un suspiro de alivio, pero en realidad es un jadeo, y podría ser un estertor. ¿De quién? De quien, no sabiendo ya bien a qué principios encomendarse, los mezcla todos en un batiburrillo retórico. De quien sabe que su popularidad está decreciendo. De quien no es competitivo en economía. De quien invierte poco en investigación. De quien piensa que el Estado paternalista y social es una institución gratuita. De quien no piensa asumir las responsabilidades derivadas de su... Leer más
Andréi Tarkovski: «La mejor relación entre la política y el arte la definió un Luis de Francia, no me acuerdo cuál, cuando dijo: “Yo hago mucho por el arte: nunca intervengo”». Rafael Llano. Andréi Tarkovski: vida y obra, volumen... Leer más
En 1862 decía Lincoln de sí mismo: «Soy muy poco dado, cualquiera que sea la ocasión, a decir nada a menos que espere que resulte algún bien de ello» (frase que se podría haber traducido mejor, por cierto). En esa dirección, afirman los editores de sus discursos, su insistencia en el perdón, el arrepentimiento, la observancia del sábado o la acción de gracias, quizá estuvieran motivadas porque intentaba evitar para su gente y su país lo que en Macbeth —la obra de Shakespeare que Lincoln prefería—, se manifestaba como el destino de quienes eran traidores sin saberlo y la triste situación de quienes temen conocerse a sí mismos. Abraham Lincoln. El Discurso de Gettysburg y otros escritos sobre la Unión. Madrid: Tecnos, 2005; 264 pp.; col. Clásicos del pensamiento;... Leer más
Escrupuloso como no suelen serlo los políticos, Abraham Lincoln dijo en su mensaje anual al Congreso del año 1862: «La ocasión está llena de dificultades y hemos de estar a la altura de la ocasión. Como nuestro caso es nuevo, hemos de pensar de nuevo y actuar de nuevo. Hemos de liberarnos a nosotros mismos y entonces salvaremos a nuestro país». Y, comentan los editores de estos discursos, que «liberar», según el diccionario del doctor Johnson y por tanto la mente de Lincoln, es un término shakespeariano que significaba tanto restaurar la libertad como liberar de la esclavitud. Abraham Lincoln. El Discurso de Gettysburg y otros escritos sobre la Unión. Madrid: Tecnos, 2005; 264 pp.; col. Clásicos del pensamiento; estudio preliminar, traducción y notas de Javier Alcoriza y... Leer más
«La sinceridad es la mejor política...», dicen los políticos cuando están en la oposición. Y, cuando alcanzan el poder, la completan: «...pero no es la única política». Se atribuye a Nixon, pero la pueden decir los de aquí al... Leer más
«En los EE.UU., en los últimos cuarenta años, ninguno de los programas dirigidos a resolver un problema social mediante la acción del gobierno ha producido resultados significativos. Pero los organismos no lucrativos independientes (y en especial los que están en manos católicas, dice también Peter F. Drucker) han conseguido resultados impresionantes». Peter F. Drucker. En «A la ciudadanía por el sector social», La sociedad... Leer más
Una consideración tomada de Ébano, de Ryszard Kapuściński, y que a nuestro alrededor también se aplica: «La historia a menudo es producto de la irreflexión. Es una hija bastarda de la estupidez humana, el fruto de unas mentes obnubiladas, de la idiotez y de la locura. En casos tales, la escriben personas que no saben lo que hacen, más aún, que no quieren saberlo; rechazan tal posibilidad con furia y repugnancia. Vemos como avanzan hacia su propia aniquilación, cómo preparan sus propias trampas, cómo se atan la soga al cuello, con qué celo y diligencia comprueban si esas trampas y sogas son lo bastante fuertes, si resistirán y serán eficaces». Ryszard Kapuściński. Ébano (Heban, 1998). Barcelona: Anagrama, 2004, 12 impr.; 352 pp.; col. Crónicas Anagrama; trad. de... Leer más
«La conquista de la Naturaleza por el Hombre, si se realizan los sueños de algunos planificadores científicos, significa el dominio de unos cientos de hombres sobre billones de hombres. No hay ni puede haber un simple aumento de poder por el lado del Hombre. Cada nuevo poder ganado por el hombre es también un poder sobre el hombre». C. S. Lewis. La abolición del hombre — Reflexiones sobre la educación (The Abolition of Man, 1943). Barcelona: Andrés Bello, 2000; pp.; trad. de Paula Salazar; ISBN: 84-95407-43-4. Hay otra edición en Madrid: Encuentro, 1994, 2ª ed.; 96 pp.; col. Libros de bolsillo - Encuentro; trad. de Javier Ortega García; ISBN:... Leer más
El Guernica de Picasso fue la «última pintura moderna de primera magnitud que tomaba su tema de la política con la intención de cambiar la manera de entender y sentir el poder de la mayoría de la gente». Aunque con posterioridad se han producido algunas obras con referencias políticas, «la idea de que un artista, pintando o esculpiendo, puede introducir imágenes en la corriente de la opinión pública, cambiando de este modo el discurso político, ha desaparecido, probablemente para bien, junto con el ideal decimonónico del artista como hombre público». Y, sigue Hughes, «por lo que a la política de hoy se refiere, la mayoría del arte aspira a la condición de hilo musical. Proporciona la arrulladora música de fondo para el poder». Robert Hughes. El impacto de lo... Leer más
Hubo un tiempo y un mundo en el que abundaban los fanáticos de lo políticamente correcto. Gobernaba entonces un rey llamado Quimby II, que aprobó algunas leyes con un intento decidido de que todas las afirmaciones que se hicieran fueran realmente precisas. Así, «si una leyenda hablaba de un célebre héroe y decía que "todos los hombres admiraban sus proezas", cualquier bardo que apreciase su vida añadiría rápidamente "excepto un par de personas en su pueblo natal que le consideraban un mentiroso y un montón de gente más que en su vida había oído hablar de él". Los símiles poéticos quedaban estrictamente limitados a afirmaciones como "su poderoso corcel era veloz como el viento en un día bastante tranquilo, pongamos Fuerza Tres". Lamentablemente, al final Quimby fue... Leer más
Que se dicten leyes a favor de los fuertes da la razón a George Steiner en Errata – El examen de una vida (Siruela, 2001) cuando afirma que «el fundamentalismo, esa ciega embestida de simplificación, de comodidad infantil o de disciplina impuesta, avanza de manera... Leer más
Sancho a Teresa Panza: «En teniendo gobierno, (...) te enviaré dineros, que no me faltarán, pues nunca falta quien se los preste a los gobernadores cuando no los tienen». Don Quijote de la Mancha. Capítulo V, 2ª... Leer más
Don Quijote: «Quiero que sepas, Sancho, que si a los oídos de los príncipes llegase la verdad desnuda, sin los vestidos de la lisonja, otros siglos correrían, otras edades serían tenidas por más de hierro que la nuestra». Don Quijote de la Mancha. Capítulo II, 2ª... Leer más