En su momento me impresionó la lectura de El poder de los sin poder, de Václav Havel. Me dejó un recuerdo vivo de la valentía con la que Havel formulaba su oposición al sistema totalitario en el que vivía y cómo denunciaba un mundo basado en la mentira y proponía vivir en la verdad. Leído ahora de nuevo, he visto su valor testimonial, tanto por ser una descripción excelente de lo que ocurría entonces en su patria, como por ser un ejemplo admirable de valor cívico, visto el momento en el que se publicó su libro. Pero, también, me han parecido de actualidad permanente sus consideraciones de fondo: porque muchos se mueven aquí y ahora con los mismos planteamientos ideológicos que denunciaba, porque los poderes políticos que conocemos maniobran de un modo parecido a los del... Leer más
Cuando leí la novela que puse ayer sobre la muerte recordé un texto de Jiménez Lozano acerca de las representaciones de la muerte en el Barroco porque, pensé, esa clase de novelitas que vuelve a la idea del «polvo serás pero polvo enamorado» de Quevedo, y no es capaz de ir un poco más allá, tienen algo o mucho de autoengaño... Hablaba ese texto del entusiasmo de aquella época por las calaveras, que aparecían en cuadros como si fueran un reloj para medir tiempo-eternidad y para suscitar «todas las meditaciones barrocas o hamletianas sobre el sentido de la existencia. Pero —seguía el autor— el Barroco adornó con finísimas telas recamadas en oro estos cráneos, los encerró incluso en relicarios de oro y piedras preciosas, colocando éstas a veces en las mismas cuencas... Leer más
Según Gombrich, a la hora del estudio de la historia «la elección no está entre el conocimiento del pasado y el interés por el porvenir (…). Está entre la búsqueda de la verdad y la aceptación de la falsedad. Pues toda comunidad se empeña en tener lo que G. J. Reiner llama “el relato que debe contarse” sobre su propio pasado, y, cuando decae el saber histórico, se produce una invasión de mitos». En otro texto de varias décadas después decía que «el relativismo cultural ha conducido a que nos deshagamos de la más preciada herencia de toda la obra de erudición, la pretensión de estar comprometidos en una búsqueda de la verdad». Señalaba que, «al hablar del hombre uno no tiene que perder de vista al viejo Adán, ese viejo Adán que insiste en la satisfacción... Leer más
Gombrich: ¿Por qué el artista debería preocuparse de la historia del arte? «Mi breve respuesta me temo que suene muy moralista. Porque la verdad es mejor que la mentira. Y un mito que se exalta como mito no merece un nombre más cortés que ese: mentira. Pero no estoy de acuerdo con los terribles simplificateurs que dividen nuestra mente en mitades, una para la racionalidad dedicada a la ciencia y la utilidad, y la otra para el arte y los sueños. El hombre es uno. Si hay alguien que necesite recuerdos sin deformar, es el artista de nuestro mundo. Los necesita y hace uso de ellos, lo mismo si quiere continuar la tradición o enfrentarse a ella. Su obra es como un motivo en una sinfonía, que aumenta de significación y emoción con lo que ha pasado antes y lo que venga luego. Y se... Leer más
Otra observación de Newman en Perder y ganar, que aparece al principio con ocasión de una conversación entre dos jóvenes universitarios, muy apropiada para épocas electorales: «Cuando alguien se acerca por primera vez al mundo de la política o de la religión, se enfrenta a todo aquello como un ciego que de pronto recibiera la vista y se pusiera ante un paisaje. Tan lejana le parecería una cosa como otra: no hay perspectiva. La conexión de un hecho con otro, de una verdad con otra, el influjo de los hechos sobre las verdades y de las verdades sobre los hechos, quién precede a quién, qué puntos son primordiales y cuáles secundarios, todo eso los dos amigos tenían que aprenderlo todavía. Y ni siquiera eran conscientes de su ignorancia en ciencia tan nueva. Es más, para ellos... Leer más
Escrito en los años ochenta, un texto de Adam Zagajewski que me ha parecido interesante, aunque por momentos también confuso, es el titulado «Una muralla alta». En él comenta un ensayo de Milan Kundera sobre la idea que tenían de Europa quienes vivían en la Europa sovietizada. Señala que «el relativismo, esa herrumbre que ataca la verdad allí donde no le amenaza un solo peligro mortal, desaparece por completo en los países totalitarios. Aquí, la verdad, un bien inasequible, se muestra en todo el esplendor de su frescura y de su pureza como el día de la creación del mundo, y tanto es así que no le cuesta nada componer poesías y cánticos en su honor». E indica que «la Rusia soviética implantó en nuestra zona de Europa cosas de lo más diferentes. Creó confidentes,... Leer más
José Jiménez Lozano: «Es una grandeza de nuestro tiempo el que, hasta cierto punto, hayan entrado en la conciencia general la idea y el sentimiento de que un hombre es como otro hombre, y que sus diferencias son meros accidentes. Pero estas diferencias son facilidades para unos hombres y un peso o un cepo para otros, y no cabe el orgullo de nuestra propia civilización y el desprecio de otras, y lo que unos hombres conquistan es para todos, y hay obligación de ofrecérselo. No podemos decirle a un africano, sin despreciarle ni ofenderle, que los sonidos del tantán son como una coral de Bach, o la medicina europea como la suya; esto sería una burla y un insulto». José Jiménez Lozano. Los cuadernos de Rembrandt (2010). Valencia: Pre-Textos, 2010; 233 pp.; ISBN:... Leer más
Marcello Pera: «Contra el relativismo en la ciencia se pueden hacer valer los “hechos de los experimentos”: al final, ni siquiera el ptolemaico más obstinado pudo ya negar que Venus tenía fases. Contra el relativismo de las culturas se pueden oponer los “hechos de las expectativas”: al final, ni siquiera Derrida niega que, para hacer frente al terrorismo es auspiciable una decisión por parte de los organismos internacionales. Y contra el relativismo de las civilizaciones, se pueden oponer los “hechos de las preferencias”: al final, ni siquiera el relativista multiculturalista más lanzado niega que todos los hombres, si se les deja libres, prefieren vivir en condiciones de seguridad, respeto, salud, bienestar y paz» (o, como se decía tiempo atrás, no hay más que... Leer más
Robert Spaemann: «Es una norma ambigua el decir que cada uno debe hacer lo que le gusta. Puede significar que cada uno tiene que habérselas con los gustos de los demás como le apetezca, amigable y tolerantemente, o de manera violenta e intolerante. Puede también significar que cada uno debe respetar los gustos de los demás. Una tal exigencia de tolerancia limita justamente los propios gustos. Se debe dejar claro que la tolerancia no es de ningún modo, como se dice a veces, una consecuencia evidente del relativismo moral. La tolerancia se funda más bien en una determinada convicción moral que pretende tener validez universal. El relativismo moral, por el contrario, puede decir: ¿por qué debo yo ser tolerante? Cada cual debe vivir según su moral y la mía me permite ser violento... Leer más
Joseph Ratzinger: Si libertad «significa que el propio deseo es la única norma de nuestras acciones, que nuestra voluntad puede desearlo todo y que puede poner en práctica todo lo que le apetezca», surgen enseguida varias preguntas: «¿Hasta qué punto es realmente libre la voluntad?, ¿y hasta qué punto es razonable?; y una voluntad no razonable, ¿es realmente libertad?, ¿es realmente un bien? Por consiguiente, la definición de la libertad que habla del poder querer y del poder hacer lo que se quiere, ¿no habrá que completarla ligándola con la razón, con la totalidad del hombre, para que no se convierta en la tiranía de la sinrazón? ¿Y no pertenecerá también al concierto entre la razón y la voluntad el buscar luego la razón común de todos los hombres y de esta manera... Leer más
Robert Spaemann: «Tener una convicción significa considerar falso lo contrario de dicha convicción. El respeto a las convicciones ajenas es algo más que una forma de hablar sólo cuando significa: respeto las convicciones de una persona aunque las considero falsas o considero probable que sean falsas. Pero los motivos de este respeto han de estar enraizados en la propia convicción, han de ser parte integrante de la propia convicción; de lo contrario la tolerancia se sostiene sobre pies de barro, a saber, únicamente sobre las formas de hablar dominantes. Lo que funda la tolerancia, al mismo tiempo, la limita. No respetamos cualquier convicción, y tampoco permitimos actuar a cualquiera conforme a su convicción; de lo contrario, todo mandato y prohibición legales estarían sujetos... Leer más
Cuenta Natalia Ginzburg en uno de sus ensayos que propuso a la editorial en la que trabajaba que se tradujese al italiano Juventud sin Dios, de Ödön von Horvath, aunque luego descubrió que los derechos los tenía ya otra editorial. Cuando lo leí recordé que no había incluido todavía ese libro aquí: su núcleo, la decisión de una persona de arrostrar las consecuencias de la verdad y, luego, las consecuencias que tiene su comportamiento en los demás, es tan actual hoy como... Leer más
Pienso que tiene razón Allan Bloom (a quien cito casi literalmente hasta el final) cuando sostiene que hoy, desacreditado el machismo, abundan los moralistas que se han propuesto la tarea positiva de que los hombres sean cariñosos y sensibles —y para eso invaden las escuelas, la psicología popular, la televisión y el cine—, intentando reeducarlos para que acepten los elementos «femeninos» de su naturaleza. Los hombres tienden a soportar esa reeducación con cierta hosquedad, pero aplicadamente, para conservar la paz con sus esposas y amigas y para evitar el oprobio de ser etiquetados como poco sensibles o lo que sea. Pero este planteamiento termina fracasando porque, en un mundo individualista, no se puede forzar a nadie a ser altruista, y menos aún pueden hacerlo aquellos... Leer más
En Cartas del diablo a su sobrino, después de que Orugario manifestase su temor a que las personas inteligentes lean los libros de sabiduría de los antiguos y pudiesen así llegar a descubrir vestigios de la verdad, el maestro Escrutopo le tranquiliza indicándole que tal posibilidad es pequeña. En realidad, le dice, (modifico un poco el texto), «la única cuestión que con seguridad no se plantearán nunca será la que trata sobre la verdad de lo leído; en cambio se formularán preguntas acerca de las influencias y dependencias, acerca de la evolución del correspondiente escritor, acerca de su influencia histórica, etc.». Así, comentaba el entonces cardenal Ratzinger, «la cuestión acerca de si lo expresado por el autor es verdadero, y hasta qué punto lo es, sería una... Leer más
Robert Spaemann: «Los mayores crímenes del siglo XX, la ejecución de millones de hombres, no sucedieron porque esos hombres fueran supuestamente malos sino porque, según se decía, eran objetivamente perniciosos, es decir, porque dada su pertenencia a una clase o a una raza, se hallaban en una relación antagónica respecto de los hipotéticos intereses de sus verdugos. El relativismo, que prohíbe —si se hace pretendiendo darle validez universal— denominar malos a los actos de esos verdugos, no sería sino la definitiva traición a las víctimas. Quien dice que también se puede matar a la propia madre —dice Aristóteles señalando los límites del discurso— no merece argumentos sino reprimendas». Robert Spaemann. Felicidad y benevolencia (Glück und Wohlwollen, 1989).... Leer más
Como, hasta el momento, las citas que he ido poniendo de Middlemarch son cortitas, he aquí un párrafo que da más idea de la maestría para la ironía de George Eliot: «En Middlemarch era imposible que una esposa permaneciera mucho tiempo ignorante de que la ciudad tenía una mala opinión de su marido. Quizá ninguna amiga íntima llevase su afecto tan lejos como para exponer con sencillez a la interesada los desagradables hechos que se conocían o se creían conocer sobre su marido; pero cuando una mujer con mucho tiempo libre para dar vueltas a la imaginación podía emplearla de repente en analizar algo muy desfavorable para sus vecinos, concurrían diferentes impulsos morales susceptibles de estimular su revelación. La sinceridad era uno de ellos. Ser sincero, según la... Leer más
Para responder a si hemos de relativizar todas nuestras convicciones o hemos de combatir por ellas, Robert Spaemann pone un ejemplo: si tengo la convicción de que la ablación femenina es algo malo, consideraré falsa la convicción contraria y la combatiré; de otro modo no podría considerar mi convicción como tal. Y cuando le preguntan cómo no asociar convicciones con intolerancia, explica que las convicciones son teóricamente intolerantes pero que una intolerancia teórica no implica una intolerancia práctica. Así, continúa, quien prescribe un medicamento no tiene por qué obligar al otro a tomarlo. Es decir: se puede tener la convicción de que no se puede forzar a otras personas en cuestiones de convicción. Robert Spaeman. Texto modificado de una entrevista del año 1999... Leer más
Flannery O'Connor: «Arte es una palabra que asusta enseguida a la gente, porque les parece que tiene demasiada enjundia. Pero para mí no significa otra cosa que escribir algo que tenga valor y que funcione por sí mismo. La base del arte es la verdad, tanto en la forma como en el contenido. La persona que aspira al arte en su trabajo aspira a la verdad, en sentido imaginario, ni más ni menos. Santo Tomás decía que el artista se ocupa del bien de la obra. (...) Este tipo de enfoque elimina muchas cosas de la discusión. Elimina cualquier preocupación por la motivación del escritor, salvo cuando ésta encuentra un lugar en la obra. Elimina cualquier preocupación por el lector como potencial comprador de libros. También elimina esa polémica tediosa y siempre encendida entre... Leer más
Quienes sostienen que todas las culturas y religiones son igualmente respetables y que habría que restaurarlas, por lo menos habrían de observar «las diversas religiones para ver si realmente es deseable su restauración. Si pensamos, por ejemplo, que en la consagración de la última reforma del templo principal de los aztecas en el año 1487 —y según las estimaciones más modestas— “fueron sacrificadas en cuatro días 20.000 personas, que derramaron su sangre en los altares de Tenochtitlán” (la capital de los aztecas en la altiplanicie de México), ofrecidas como sacrificios humanos al dios Sol, entonces será difícil que a uno se le ocurra exigir la restauración de esa religión. Tal sacrificio se realizó porque el Sol vivía de la sangre que brotaba de corazones... Leer más
Dice Chéjov: «La naturaleza humana es imperfecta, de modo que sería extraño que sobre la faz de la tierra sólo hubiera hombres justos. Creer que el objetivo de la literatura consiste en separar “el grano” de la paja de los granujas significa negar la literatura misma. La literatura artística se llama así precisamente porque pinta la vida como es en realidad. Su fin es la verdad incondicional y honrada». Y en otro momento: «Nunca se debe mentir. El arte tiene está grandeza particular: no tolera la mentira. Se puede mentir en el amor, en la política, en la medicina; se puede engañar a la gente, incluso a Dios; pero en el arte no se puede mentir». Antón Chéjov. Sin trama y sin final: 99 consejos para escritores (Senza trama e senza finale: 99 consegli di escritura,... Leer más
Allan Bloom: «Sólo en las naciones occidentales, esto es, en las influidas por la filosofía griega, existe cierta disposición a dudar de la identificación del bien con las formas de actuar propias. Del estudio de las culturas no occidentales se desprende que es primario, e incluso natural, no sólo preferir las propias formas y estilos, sino también creer que son los mejores, superiores a todos los demás». Y no sólo eso, sino que «el estudio científico de otras culturas es un fenómeno casi exclusivamente occidental, y en su origen estuvo claramente relacionado con la búsqueda de nuevos y mejores estilos, o, al menos, con la esperanza de poder confirmar que nuestra propia cultura es realmente la forma mejor de vida, confirmación, por cierto, que otras culturas no experimentan... Leer más
En Rechicero, una novela de Terry Pratchett cuyo protagonista es un octavo hijo de un octavo hijo de un octavo hijo, es decir, un hechicero al cuadrado o un rechicero, una fuente permanente de magia, se hacen algunas interesantes afirmaciones. Una, citada en la ficha del autor y que se puede poner en paralelo con una nota de hace unos días: que «en la bañera de la historia, la verdad es tan difícil de aferrar como una pastilla de jabón, y aún más difícil de encontrar». Otra, que «si pones demasiado potencial mágico en un solo punto (...) empujas a la realidad, ya sabes, hacia abajo, romper la realidad en el punto más frágil y ofrecer, quizá, un camino de entrada a los habitantes del plano inferior que los deslenguados denominan Dimensión Mazmorra». Terry Pratchett.... Leer más
Romano Guardini: «La verdad es una fuerza, pero sólo cuando no se exige de ella ningún efecto inmediato sino que se tiene paciencia y se da tiempo al tiempo; mejor aún: cuando no se piensa en los efectos, sino que se quiere mostrar la verdad por sí misma, por amor a su grandeza sagrada y divina». Romano Guardini. Apuntes para una autobiografía (Berichte über mein Leben, 1943-1945). Madrid: Encuentro, 1992; 190 pp.; col. Libros de bolsillo; trad. de María del Puy Alonso; ISBN:... Leer más
En el prólogo a la biografía de Dietrich von Hildebrand escrita por su esposa, el entonces cardenal Ratzinger subrayaba y comentaba una anécdota: «En el transcurso de un paseo con su hermana mayor, ella trata de explicarle —con creciente exasperación—, que todos los valores morales son relativos, y que están completamente determinados por nuestras circunstancias, por nuestro tiempo y valores concretos. El joven von Hildebrand reacciona instintivamente contra tal afirmación y arguye con vehemencia que eso no puede ser así. Al llegar a casa, su hermana pide, en beneficio propio, el apoyo de su padre, que de manera displicente dice que Dietrich sostiene tal punto de vista porque sólo tiene catorce años, por lo que Dietrich se ve obligado a defenderse haciendo notar que su edad... Leer más
He aquí un texto que Katherine Mansfield suelta, como quien no quiere la cosa, en Historia de un hombre casado (A Married Man´s Story, 1921; publicado póstumamente, inacabado). El narrador, un tipo que habla de sus relaciones con su mujer y recuerda su infancia, se pregunta: «¿Por qué resulta tan difícil escribir con sencillez —y no sólo con sencillez sino “sotto voce”— si es que me entienden? Así es como anhelo escribir. Nada de bonitos efectos, nada de arrojo. Únicamente la pura verdad, como sólo la puede contar un... Leer más
En su momento me gustó mucho Divertirse hasta morir, un análisis lúcido-pesimista de Neil Postman acerca del paso de una cultura tipográfica, o centrada en la palabra, a una cultura centrada en las imágenes. Ciertamente, algunos aspectos de aquél análisis de Postman habría que reformularlos de nuevo pues, aunque seguimos viviendo en un entorno de información fragmentaria y descontextualizada que mayoritariamente sólo vive para la diversión, la irrupción y extensión de Internet ha cambiado las cosas. Pero, con todo, siguen siendo certeras sus observaciones de que cuando una cultura se desplaza de oral a escrita, de impresa a televisiva, sus ideas sobre la verdad se desplazan con ella: todos vemos cómo la televisión proporciona una nueva definición de la verdad pues la... Leer más
Alejandro Llano: «En una sociedad configurada en torno al saber, el valor de la verdad debería resultar decisivo. Porque un conocimiento falso no es en absoluto un conocimiento; y una información mentirosa es una desinformación». Y, si eso es así, y prolongando lo dicho ayer, ¿es literatura una literatura que mienta sobre la vida? Alejandro Llano. La vida lograda (2002). Barcelona: Ariel, 2003, 2ª impr.; 208 pp.; col. Filosofía; ISBN:... Leer más
«La sinceridad es la mejor política...», dicen los políticos cuando están en la oposición. Y, cuando alcanzan el poder, la completan: «...pero no es la única política». Se atribuye a Nixon, pero la pueden decir los de aquí al... Leer más
Wayne Booth: «Hay un placer en conocer la simple verdad y hay un placer en aprender que la verdad no es simple. Ambos placeres son fuentes legítimas de efecto literario, pero no pueden realizarse completamente a la vez. (...) Escribir un tipo de libro es siempre, hasta cierto punto, un repudio a otros tipos. E independientemente de la profesada indiferencia de un autor para con el lector, cada libro consigue con esfuerzo, entre toda la humanidad, aquellos lectores para los que sus efectos peculiares fueron designados». Wayne C. Booth. La retórica de la... Leer más
Hay quienes dicen que los valores de una época pueden ser enteramente distintos a los de otra. En ese caso, ¿por qué los llamamos igual? «Es lo mismo que si un hombre dijera: "los camellos son totalmente diferentes según los lugares: algunos tienen seis patas, otros ninguna; los hay con cuernos, con alas, de color verde, de forma triangular. No tienen un solo aspecto en común". La persona sensata preguntará: "Entonces, ¿qué es lo que hace que se les llame a todos camellos? ¿Qué es lo que se entiende por camello? ¿Cómo se sabe que el uno es camello y el otro también?"» G. K. Chesterton. «El ingenio de Whistler», capítulo XVII de... Leer más
En novelas que hablan de una conspiración mundial en marcha, como por ejemplo las que componen El Círculo del crepúsculo, de Ralph Isau, por decir las últimas de esa clase que recuerdo, se hacen afirmaciones sobre personajes históricos, o se les atribuyen declaraciones e intenciones que quien ha leído algo de historia sabe que no son ciertas. Por supuesto, cualquier lector de ficción no debería ignorar que si algún hecho histórico se mete dentro de la ficción, esa historia debe considerarse ficción, y más aún si como, en esos casos, en los relatos hay una clara componente no-realista. Pero un inevitable resultado de lo anterior es que algunas personas acaban teniendo una percepción equivocada de lo que sucedió. Aunque la situación parece diferente hoy, debido a que las... Leer más
Una parte de la explicación de algunos éxitos también está en lo que dice George Eliot en Middlemarch: «todo el mundo prefiere hacer conjeturas a saber simplemente la verdad porque las conjeturas llegan muy pronto a tener más confianza en sí mismas que el conocimiento, y aceptan con mucha más liberalidad afirmaciones... Leer más
En El escándalo del padre Brown dice Chesterton que «la verdad está todavía a media hora detrás de la calumnia, y nadie puede estar cierto de cuándo y dónde la alcanzará». El relato habla de cómo «la locuacidad de los periódicos y la ansiedad de los enemigos» propaga la primera versión de una historia incluso antes de que el periodista la mandase. Y, aunque fue instantáneamente corregida y desmentida por el mismo periodista en el segundo mensaje, estableciendo cómo acabó realmente la historia, eso de ningún modo mató aquella primera... Leer más
El narrador: «La verdad adelgaza y no quiebra, y siempre anda sobre la mentira como el aceite sobre el agua». Don Quijote de la Mancha. Capítulo X, 2ª... Leer más
Don Quijote: «Quiero que sepas, Sancho, que si a los oídos de los príncipes llegase la verdad desnuda, sin los vestidos de la lisonja, otros siglos correrían, otras edades serían tenidas por más de hierro que la nuestra». Don Quijote de la Mancha. Capítulo II, 2ª... Leer más