Cuando a Patricia MacLachlan le pidieron un libro acerca de la escritura compuso Word After Word After Word, un relato más o menos inspirado en sus experiencias de visitas a colegios para charlar con los niños. En él se cuenta que una escritora, Ms. Mirabel, pasa varias semanas intentando ayudar a chicas y chicos de 9 o 10 años a desarrollar su talento para escribir: les lee textos literarios que les pueden estimular, les indica cómo escribir puede cambiar sus vidas, intenta inspirarles para que cuenten sus propias historias. Aparte de mostrar algunas escenas de los alumnos y su profesora con la escritora, el relato presenta luego las conversaciones que, después de clase, mantienen Lucy, Henry, Evie, Russell y May. Aunque la narradora, Lucy, piensa que no tiene nada interesante que... Leer más
He leído muy poco a Brandon Sanderson a pesar de ser uno de los escritores de referencia y más leídos en los últimos años en los géneros de aventuras fantásticas y de ciencia-ficción. He leído sin embargo su libro Curso de escritura creativa, que me ha parecido excelente por su sentido común y su claridad, aunque no conozco bastantes ejemplos que pone, de sus propias obras o de obras de colegas a los que admira. El contenido se basa en los cursos de Escritura Creativa que viene dando desde hace décadas y son explicaciones del proceso de construcción de sus novelas. Su interés es revelar cuáles son las destrezas de un oficio en el que no le mueven intenciones literarias sino narrativas: trata de enseñar como conseguir relatos que «funcionen» y se vendan bien. En esta... Leer más
He disfrutado y he tomado muchas notas de Estilo rico, estilo pobre, un libro de Luis Magrinyà cuyo contenido se indica en las palabras del subtítulo «guía para expresarse y escribir mejor». Se habla en él de «buenos y malos usos del lenguaje» poniendo muchos ejemplos, entre los que abundan los que se refieren a experiencias de traductores como es el mismo autor. Siempre se agradecen mucho reflexiones y comentarios como estos, avalados por tantos años de trabajo, y más todavía si el texto es divertido y su ironía, siempre cordial, se dirige también contra los propios errores del autor en el pasado. De las muchas notas que tomé, selecciono dos para poner aquí. La primera tiene que ver con uno de los objetivos del libro, el de definir en qué consiste lo que llamamos... Leer más
Algunos trucos de composición literaria que Borges confesaba: — «un viejo truco literario, el truco de simular que no sé absolutamente nada sobre muchas cosas, de modo que el lector crea en las otras». —«En un relato me permito hacer (…) observaciones menores, de vez en cuando, a fin de evitar referir una historia totalmente desnuda o despojada». —«Supongo que todos los escritores tienen que , ya que si cuentan una historia improbable de una manera improbable, eso es decididamente descorazonador». —«Yo creo que uno debería narrar los hechos como si no los entendiera del todo, puesto que así es la realidad. Si ustedes exponen un hecho dado y luego aseguran no saber nada en absoluto acerca de un segundo elemento, eso hace del primero un hecho real, ya que le... Leer más
Algunas ideas de Borges sobre la creación literaria que aparecen en El escritor y su obra. —«En general, un escritor, creo yo, no comienza con una idea abstracta. Comienza con una imagen que —circunstancia— viene a él. Creo que Kipling dijo que a un escritor le estaba permitido hacer fábulas y no saber cuál era la moraleja de esas fábulas. Esto se repite en los demás. El escritor propone símbolos. En cuanto al sentido de estos símbolos, o a la moraleja que pueda sacarse, esto es asunto de la crítica, de los lectores, y no la suya». —«No creo que sea posible encontrar nuevas metáforas. Creo que hay metáforas que corresponden a afinidades verdaderas entre las cosas. Podríamos citar un montón de metáforas en que se trata de la vida y el sueño, de la muerte y... Leer más
Tres textos de Borges acerca del trabajo literario. Tomo uno de Con Borges. El autor hace un comentario revelador acerca de cuánto trabajo había detrás de su capacidad para la broma y el comentario ingenioso: «Observo cómo se prepara para una charla que debe dar en el Instituto Italiano de Cultura. La ha memorizado frase por frase, y repetido párrafo por párrafo, hasta que cada vacilación, cada aparente busca de la palabra correcta se haya asentado sonoramente en su cerebro. “Mis discursos públicos son como la venganza de un tímido”, dice riendo». El otro está en El aprendizaje del escritor. Allí le preguntan cuánto tiempo elabora un poema en su cabeza antes de comenzar a dictarlo. Y Borges responde: «Naturalmente, hago borradores mentales que voy probando. Yo... Leer más
En Sobre la escritura se reúnen citas de Francis Scott Fitzgerald tomadas en su mayoría de su correspondencia pero, también, de sus novelas. Pongo algunas frases que he anotado sobre literatura en general y sobre cuestiones de técnica narrativa. —«Las dos historias básicas de la literatura son Cenicienta y Jack, el cazagigantes: el encanto de las mujeres y la valentía de los hombres». —Una de las maravillas de la literatura: «uno descubre que sus anhelos son universales, que no está solo, aislado del mundo». —«Para los verdaderos artistas, el precursor de un estilo es infinitamente superior a quien se ocupa de refinarlo». —«Contar las cosas extraordinarias como si fueran normales te introducirá en el arte de la ficción». —«Da lo mismo que escriba... Leer más
Más comentarios de José Jiménez Lozano en Impresiones provinciales acerca de la comprensión de sí mismos que tienen algunos escritores. «Es un vacuo romanticismo seguir hablando de los genios incomprendidos que pasan necesariamente hasta por el calvario del hambre, pero a quienes se reserva la gloria inmortal del futuro. ¿Para qué la querrían incluso estando vivos? Porque probado está que no hace inmortal a nadie, y la gloria o la fama también mueren en una “seconda morte”, como decía Petrarca. Toda carne perece como la hierba convertida en heno, pero también todo nombre y memoria de él acaban, lógicamente». «Laurent Seksik, en un relato novelado cuyo título e historia es Los últimos días de Stefan Zweig, habla de una visita a Bernanos, y éste dice, según... Leer más
Comentario de José Jiménez Lozano en Impresiones provinciales acerca del papel de los escritores: «Me resulta ajena y extraña la idea o concepción teológica del escritor que tiene, por ejemplo, Bernanos, pero me resulta más ajena y extraña aún, e incluso un poco cómica, la idea y concepción metafísica del escritor y de la escritura que tiene Gottfried Benn. Para mí la poesía no tiene ningún rango metafísico, ni ninguna “significación sacramental”, como dice Benn. Por esta vez, al menos, estoy más cerca de Claudel, que decía: “La belleza literaria de mi obra no tiene para mí más significación que la que podría encontrar un obrero, consciente de que ha realizado bien su tarea; yo sencillamente lo he hecho lo mejor que puedo; de ser carpintero me habría... Leer más
De las notas heterogéneas de Julio Ramón Ribeyro recogidas en Prosas apátridas, dos párrafos sobre su personal opción por una forma de escribir cercana y directa o, si se quiere, por una escritura cuyo único brillo sea el de la sencillez. Una. «Literatura es afectación. Quien ha escogido para expresarse un medio derivado, la escritura, y no uno natural, la palabra, debe obedecer a las reglas del juego. De ahí que toda tentativa para dar la impresión de no ser afectado —monólogo interior, escritura automática, lenguaje coloquial— constituye a la postre una afectación a la segunda potencia. Tanto más afectado que un Proust puede ser un Céline o tanto más que un Borges un Rulfo. Lo que debe evitarse no es la afectación congénita a la escritura, sino la... Leer más
John Gardner: «Una de las características elementales de todo el buen arte (…) es la concordia de los medios y los fines, de la forma y la función. La condición sine qua non de la narrativa, en lo que a la forma se refiere, es que necesita del tiempo. No podemos leer toda una novela en un instante; a fin de ser coherente, a fin de funcionar como una experiencia necesariamente unificada, y no accidentalmente temporal, la narración debe tener cierta fluidez en su desarrollo». Otro rasgo fundamental se deriva de que, dentro de cualquier obra de ficción, un elemento «puede ser apropiado o no en función de tan solo dos criterios: es apropiado a la obra de ficción en tanto objeto artístico sin referencia alguna a la realidad, o bien es apropiado cuando lo comprobamos frente a... Leer más
John Gardner: «La buena narrativa origina en la mente del lector un sueño vívido y continuo. Es “generosa” en el sentido de que es completa y autónoma: responde, explícita o implícitamente, a cualquier pregunta razonable que el lector se pueda plantear. No nos deja en suspenso, a menos que la propia narración justifique su inconclusión. No hay en ella juegos absurdamente sutiles, como si su autor hubiera confundido el narrar con hacer rompecabezas. No “pone a prueba” al lector exigiéndole que posea algún tipo especial de conocimientos sin el cual los acontecimientos carecen de sentido. En resumen, busca satisfacer y agradar, pero sin rebajarse para conseguirlo. Tiene categoría intelectual y emotiva. Es elegante, y afectiva con concisión; es decir, no hay en ella más... Leer más
El valor de la gran ficción, dice John Gardner, no es «meramente que nos entretiene o nos distrae de nuestros problemas, no sólo que amplía nuestros conocimientos de las gentes y los lugares, sino que también nos ayuda a saber en qué creemos, aparte de reforzar nuestras cualidades más nobles y conducirnos a sentir ciertas inquietudes ante nuestras faltas y limitaciones». Y, del mismo modo que al lanzador de cuchillos en el circo no le puedes disculpar con un «nadie es perfecto», «para el escritor no tiene el menor sentido recordar que “también Homero se dormía algunas veces”. Salvo en los ejemplos más triviales, Homero no se duerme nunca. (…) Los críticos más sesudos a veces sostienen que, en el arte, los criterios siempre son relativos, pero todas las obras... Leer más
Señala John Gardner que «los errores que de veras resultan ofensivos en una hipotética obra de arte son las pifias graves en el razonamiento, como cuando se introduce una idea o un suceso que debería cambiar el resultado de la trama, pero que se olvida o ni siquiera se llega a reconocer como lo que es en realidad». También indica, en otro momento, que, con algunas excepciones que se pueden dar cuando un escritor usa un narrador que no es fiable, «en las buenas obras de ficción, el lector nunca tiene que volver sobre una frase para averiguar qué es lo que quiere decir. Puede leer dos veces una frase simplemente porque le gusta, o bien porque, no por un error del autor, se le va momentáneamente la atención a otra parte, meditando tal vez en las implicaciones de mayor calado... Leer más
John Gardner: «Hay hombres malos que escriben libros buenos, de eso no cabe duda, pero la razón de que sea así consiste en que cuando escriben son mejores que cuando golpean a sus esposas y a sus hijos. Cuando escribe, el hombre de mal carácter, además impetuoso, tiene tiempo de reconsiderar cada paso. El proceso de la ficción le ayuda a decir lo que tal vez no hubiese dicho esa misma noche caso de estar en la taberna. Los hombres buenos, por otra parte, no tienen por qué escribir forzosamente libros buenos. La bondad y la sinceridad no son sustitutos de una dedicación rigurosa al proceso de la ficción». John Gardner. El arte de la ficción: apuntes para el oficio de jóvenes escritores (The Art of Fiction, 1983). Madrid: Ediciones y Talleres de Escritura Creativa Fuentetaja,... Leer más
En una entrevista le pidieron a Borges que eligiera un novelista y respondió: «Joseph Conrad. No ha habido ninguna vacilación. No puede haber vacilación». Bien, no hay que tomárselo al pie de la letra pues Borges se contradijo a veces en este tipo de afirmaciones y reconocía sin problemas que sí, que se contradecía. Sea como sea, una explicación de su querencia por Conrad, y de que calificase El corazón de las tinieblas como «acaso el más intenso de los relatos que la imaginación humana ha labrado», se puede ver en el último párrafo de un texto en el que el mismo Conrad compara Juventud y El corazón de las tinieblas: «Más ambiciosa en su alcance y más extensa en su narración, El corazón de las tinieblas es tan auténtica en lo esencial como lo fue Juventud. Es... Leer más
Algunos comentarios de Borges sobre cierta literatura moderna y, en concreto, sobre algunas obras de Joyce, al que se ve que no tiene mucha simpatía: —Uno de tipo general: «Pienso que uno de los pecados de la literatura moderna es que tiene demasiada conciencia de sí misma». —Otro, un día que propone un poemita verso para indicar un caballo que corre, se aleja, se pierde de vista: «Un caballo, un caba, un ca. Para un mosquito: Un mosquito, un mosqui, un mos. Para la luna, que asoma entre las nubes y que luego resplandece, reina del cielo: Lal, lalú, lalún, la luna». Y apostilla: «Como los libros de Joyce, son una idiotez, pero permiten el comentario de los críticos». —Otro más: «Borges “dice que Portrait of the Artist as a Young Man es una... Leer más
En «Arte de injuriar» habla Borges de algunas tradiciones satíricas. Una es la de combinar palabras áridas con otras efusivas como usar «verbos burocráticos o tenderos» para hablar de la obra de un artista, como despachar o expender una obra. Otra es «la inversión incondicional de los términos», como decir que «la película era muy ingeniosa según me dijeron cuando desperté». Otra es la del cambio final brusco, como decir de alguien que «es un sacerdote de la Belleza, un verdadero artista, un imbécil». Otra más es la simulación de que a uno le apenan los errores del adversario, como indicar que, «lamentablemente, su historia es copiosa como un mamotreto». Luego están las enumeraciones donde unas palabras contaminan a otras: «un tonto, un lord, un abogado, un... Leer más
Gómez Dávila decía que es «inútil explicarle una idea al que no le basta una alusión». Y Borges, más explícitamente, lo dice así: «Cuando escribo, no pienso en el lector (porque el lector es un personaje imaginario) ni pienso en mí (quizá porque yo también soy un personaje imaginario), sino que pienso en lo que quiero transmitir y hago cuanto puedo para no malograrlo. Cuando yo era joven creía en la expresión. Había leído a Croce, y la lectura de Croce no me hizo ningún bien. Yo quería expresarlo todo. Pensaba, por ejemplo, que, si necesitaba un atardecer, podía encontrar la palabra exacta para un atardecer; o, mejor, la metáfora más sorprendente. Ahora he llegado a la conclusión (y esta conclusión puede parecer triste) de que ya no creo en la expresión. Sólo... Leer más
Dos ideas de Ernst Jünger acerca del estilo literario: —«Un estilo que repite o imita es sospechoso, aunque resulte encantador. Ésa es la ventaja de los epígonos y los decadentes: la ola hace más espuma en popa que en proa». —«La lectura se dificulta con palabras que están pasadas de moda, también con provincialismos que sólo se usaban en el entorno de un pueblo. En cambio, resultan menos molestos los descuidos y los saltos de una idea a otra, más bien dan vida, como una catarata. Asimismo frases que son tan sencillas como logradas. Mirando por la ventana mientras llueve: Les branches minces enfilent des gouttes de pluie. Buena también: “La tormenta sacude un árbol sin frutos como un titán ciego”». Ernst Jünger. 12 de enero de 1986 y 3 de mayo de 1986, en... Leer más
David Mamet: «Heredamos de los soviéticos y sus satélites la concepción totalitaria del teatro (por ejemplo, Brecht). Esto es: el teatro (la tragedia, el drama, la comedia, la farsa) no existe para hacer pasar un buen rato al público, mediante el desarrollo de una trama, sino para enseñar o reforzar diversas verdades universales no suficientemente puestas de relieve. Tales verdades, por lo común, se basan en el supuesto intelectual de que un conjunto de humanos es bueno y el otro malo: los obreros son buenos, los capitalistas son malos; las mujeres son buenas, los hombres son malos; los enfermos son buenos, los sanos son malos; los gays son buenos, los heteros son malos. Obsérvese que si invirtiéramos el paradigma (los heteros son buenos, los gays son malos) quedaría clara la... Leer más
David Mamet: «La tarea del dramaturgo consiste en llenar la sala donde se representa la obra, y la tarea del director y los actores consiste en que nadie levante el culo de su butaca. Punto. (…) El propósito del teatro no es instruir, mejorar, explayarse. Es entretener. Un gran artista del entretenimiento puede recibir y, por tanto, transmitir alguna comprensión insólita y profunda de la naturaleza humana, o incluso del destino de los hombres (lo que es decir que puede hacer algo más que entretener). Pero eso no es necesariamente mejor que el entretenimiento». Bien, y «¿cómo se hace para entretener al público? ¿Cómo se hace para que empiece a preguntarse qué ocurrirá a continuación? Se hace mediante la estructuración de una trama. En esto consiste el teatro, y... Leer más
David Mamet: La «obra con víctima» «tiene un significado definible (tal y tal grupo padecen opresión, y las personas bienintencionadas deben aprender a superar sus prejuicios y acudir en su ayuda), pero es un significado que halaga al público más bajuno (qué listo eres: tú ya sabías que los sordos también son personas…), llamándolo elevado (¿no estás orgulloso de ti mismo? Yo, que soy el autor, estoy orgulloso de ti) y hace que el público salga del teatro convencido de tener razón y ratificado en su potencial para la violencia (¿Cómo es posible que esa depravada maestra de escuela no se diera cuenta de que los sordos son también personas? Mira, me gustaría…). Estas obras temáticas son, pues, una forma suavizada de la propaganda, que no propone los puntos de vista... Leer más
David Mamet, hablando de teatro: «La performance no es carne ni pescado; es la hija bastarda de la represión estalinista (obras carentes de significado) y del deconstruccionismo (obras sin texto). El deconstruccionismo y el existencialismo, en lo que se me alcanza, sostienen que no hay significado en nada, salvo el que cada individuo quiera aportar. Esto, por descontado, es una salvajada intelectual y moral, y procede de fuentes en cierto modo relacionadas. La primera, como más arriba señalamos, es la posición del artista bajo un régimen totalitario; la segunda es lo útil que resulta el deconstruccionismo a los intelectos de segunda fila. No todo el mundo puede levantar un granero, pero cualquiera puede incendiarlo. Y si tal acto no es envidia brutal sino expresión de... Leer más
José Jiménez Lozano: «Lo que según Lévinas diferencia un documento de un libro, y afirmando por eso que la Biblia es un libro y no un documento, consiste en que las significaciones del documento ya quedan agotadas en él y el libro invade o desposa la vida del lector, y su destino. Es siempre susceptible de ser reinterpretado y, por tanto, tornado contemporáneo, y el mismo libro rejuvenece al lector porque le dice siempre algo nuevo. Pero, si son así las cosas, está claro que lo peor que puede decirse de una narración es que es un documento de su tiempo, o que se recogen documentos para hacer una narración, o que ésta es un espejo paseado a lo largo del camino. Y es lo peor que se puede decir, porque entonces, al ser escritas, esas narraciones se han convertido en documento,... Leer más
Dreyer: «En una obra de teatro hay siempre un montón de pequeños detalles que no son esenciales. Y todo lo que no es absolutamente esencial bloquea el camino. Las cosas que bloquean hay que eliminarlas. Hay que despejar el camino hacia lo esencial, que está al final de la senda. Partir de un diálogo teatral deja siempre una rémora de demasiadas posibilidades accesorias. (...) Hay que podar, de modo que cada una de las palabras que se conservan tenga su importancia. Mediante esa purificación, quiero conseguir que el espectador que está allá, que sigue las imágenes, las palabras y la intriga, tenga el camino libre para llegar al final del camino». Mamet: «La mejor manera de contar una historia en el cine es con imágenes y sin palabras. (...) La mejor manera de contar una... Leer más
Continuando con lo dicho en Melodrama y tragedia y en Elecciones basadas en el contenido y en el valor, se ve que a David Mamet no le caen nada bien las películas y novelas que parecen decirnos «¿sabes valorar esta película u odias a los sordos / gays / negros? Este es el mecanismo (también consciente o inconsciente) del drama comprometido». Y sigue más adelante: «El drama lacrimógeno apela (...) a dos de los puntos débiles del espectador: un deseo de ser políticamente responsable (o estar de moda) y la intención de ser compasivo. (...) El espectador se recompensa a sí mismo por su compasión de la víctima ficticia. La compasión no le ha costado nada; al contrario, ejercitarla ha sido placentero, ha sido un entretenimiento. Aquí el espectador se ha permitido un estallido... Leer más
Me ha gustado Bambi contra Godzilla, comentarios de David Mamet sobre distintos aspectos del mundo del cine, donde dice lo que piensa sin cortarse. Como ejemplo, véanse unos párrafos del capítulo «Mujeres, escribir para ellas», que arreglo y recorto un poco: «La falta de sentimentalismo es un mérito en un escritor y distingue a los simplemente buenos de los que tienen algo que decir de verdad. No hace falta para recordarnos las creencias populares de nuestros tiempos: la publicidad ya se ocupa de eso bastante bien. El verdadero escritor no debe escribir lo aceptable, sino lo que es verdad». Eso se aplica, en particular, a la representación de las mujeres en las ficciones de hoy: «la mojigatería política y la emancipación política de las mujeres ha dado lugar a una avalancha... Leer más
David Mamet: «El melodrama distingue con toda claridad entre el bueno y el malo y dice: “Puedes elegir: al malo del sombrero negro, que es un cerdo, o al ángel del sombrero blanco, que es un santo. ¿A cuál prefieres?” Y nosotros contestamos: “Creo que me identificaré con el ángel del sombrero blanco”, y luego, al final del melodrama, nos marchamos y decimos: “Uf, cuánto me alegro de que haya ganado el ángel del sombrero blanco. ¡Me siento de maravilla!”. (...) Pero esa sensación dura hasta que sales por la puerta del teatro». En cambio «la tragedia dice: “Elige cuál quieres ser. Quienquiera que elijas, te equivocarás, y, por cierto, tampoco tenías la posibilidad de elegir. Eres simplemente humano”». Es decir, «la tragedia es purificadora porque nos... Leer más
David Mamet: «El arte que conozco con el que se puede comparar es la talla de madera. Empiezas a tallar un trozo de madera y pronto el objeto cobra vida propia. Parte de la habilidad para tallar la madera consiste en saber cuándo la madera te dice hacia dónde quiere ir. Obviamente será un pato si has empezado a tallar un pato, pero el tipo de madera determinará en gran medida el tipo de pato que será. Y al escribir dramas se da un fenómeno parecido. Empiezas con una idea, se convierte en otra cosa, y tu habilidad consiste en aprender a escuchar el propio material». Y, en otro momento, lo dice así: «Cuando escribo una obra, lo que intento es escribir esa obra. En cuanto al efecto..., no es que no me interese, pero en realidad mi cometido no es manipular al público, ya sea... Leer más
Las novelas más conocidas de Stephen King me repelen pues no me gusta ni lo gótico ni lo cruel ni lo morboso, pero no tengo dudas de sus sobresalientes cualidades como narrador y me parecen muy certeras muchas de las opiniones sobre la escritura y el trabajo del escritor que da en Mientras escribo. Por ejemplo, estas: «Una descripción insuficiente deja al lector perplejo y miope. El exceso de descripción lo abruma con detalles e imágenes. (...) La descripción arranca en la imaginación del escritor, pero debe acabar en la del lector. Para que el lector se sienta dentro de la historia, concedo más importancia al escenario y al ambiente que a la descripción de los personajes. Tampoco comparto la opinión de que la descripción física deba ser un atajo hacia la... Leer más
Jiménez Lozano: «La ideología, la sociología, la psicología, etc., no tienen que hacer nada en una narración, no sólo serían puro mobiliario, como decía la también excelente novelista norteamericana Willa Cather, sino abominables ectoplasmas para relleno, irrisorias explicaciones especulativas. El material narrativo es siempre concretísimo: el de las pasiones humanas encarnadas en unos personajes vivos y contadas en una historia». José Jiménez Lozano, en la recopilación de relatos de Flannery O´Connor, Un encuentro tardío con el... Leer más
«La única manera de escribir es considerar al lector a la misma altura que el autor», dice Cyril Connolly en «El frío elemento de la prosa», texto contenido en Obra selecta. Y luego añade que tratarle de otra manera es, por una parte, otorgar un valor a la incultura y, por otra, es ser condescendiente con el lector. La inesperada consecuencia de lo segundo, de la condescendencia con un lector al que se le trata sin esperar que haga esfuerzos, es la de azuzar en él una hostilidad contra el autor semejante a la que puede sentir un hambriento aborigen australiano hacia un gran chef que se digna servirle. No sé si ese sentimiento nacerá o no en el aborigen en cuestión (hay muchas clases de aborígenes), pero en cualquier caso es una comparación gráfica y... Leer más
Flaubert: «He leído estos días los cuentos de hadas de Perrault; son encantadores, encantadores. ¿Qué me dices de esta frase: “La habitación era tan pequeña que la cola de aquel bello vestido no podía desplegarse”? Enorme en cuanto al efecto, ¿no? Y esta otra: “Vinieron reyes de todos los países; unos en sillas de manos, otros en cabriolés y, los más alejados, montados en elefantes, tigres, águilas”». Gustave Flaubert. En una carta de 1852 a Louise Colet, Sobre la creación literaria: extractos de la correspondencia de Gustave Flaubert. Madrid: Ediciones y Talleres de Escritura Creativa Fuentetaja, 1998; 243 pp.; col. El oficio de escritor; selección, prólogo y traducción de Cecilia Yepes; ISBN:... Leer más
Paul Valéry: «Degas en ocasiones hacía versos y ha dejado algunos deliciosos. Pero con frecuencia encontraba grandes dificultades en ese trabajo accesorio para su pintura. (Por otra parte él era hombre para introducir en cualquier arte toda la dificultad posible). Dijo un día a Mallarmé: “Su oficio es infernal. No consigo hacer lo que quiero y sin embargo estoy lleno de ideas...” Y Mallarmé le respondió: “No es con las ideas, mi querido Degas, con lo que se hacen los versos. Es con las palabras”». Paul Valéry. «Poesía y pensamiento abstracto», texto de 1939 contenido en Teoría poética y estética. Madrid: Visor, 1990; 207 pp.; col. La balsa de la Medusa; trad. de Carmen Santos; ISBN:... Leer más