Si en una nota previa elegía textos de Un largo etcétera que ponen de manifiesto la creatividad lingüística de los niños, en esta pondré otras relacionadas con la costumbre del autor de contarles historias a sus hijos. Se podrían llamar «lecciones para, o reflexiones de padres cuentacuentos»: —El reproche: cuando uno intenta contar cuentos a veces surgen problemas...; —La vaca solidaria: en esta entrada, casi mi favorita de Un largo etcétera, se ve un choque entre dos estilos a la hora de contar cuentos...; —Y se cayó: cuando un niño experimenta por primera vez los poderes curativos de las narraciones; —Vivo en conversación: reflexión de adulto sobre el mundo interior del niño; —Cuatro trazos: reflexión de adulto: ¿por qué en tantos cuentos... Leer más
Añado dos cuentecillos jasídicos más de Martin Buber, estos del libro titulado Los maestros continuadores. En el infierno «El rabí de Apt dijo a Dios: “Señor del mundo, sé que no tengo virtud ni mérito por los cuales después de mi muerte puedas enviarme al paraíso con los justos. Pero si piensas arrojarme al infierno entre los malhechores, recuerda por favor que no puedo llevarme bien con ellos. Por lo cual te pido que saques a todos los perversos del infierno, de modo que puedas enviarme allí”». Amargo, no malo «Enseñó el rabí de Kobryn: Cuando un hombre sufre no debería decir: “¡Esto es malo! ¡Esto es malo!” Nada de lo que Dios impone al hombre es malo. Pero es justo decir: “¡Esto es amargo!” Porque entre las medicinas hay algunas que están... Leer más
Ya que recordé, hace unos días, los Cuentos jasídicos de Martin Buber, pongo dos textos breves más, tomados del libro titulado Los primeros maestros: Lo peor «Rabí Shlomó preguntó: “¿Cuál es la peor cosa que la inclinación al mal puede lograr?” Y él mismo respondió: “Hacer que el hombre olvide que es hijo de un rey”». La pregunta de las preguntas «Antes de su muerte, Rabí Zusia dijo: “En el mundo venidero no me preguntarán: ‘¿Por qué no fuiste Moisés?’ Me preguntarán: ‘¿Por qué no fuiste Zusia?’”». Martin Buber. Cuentos jasídicos: los primeros maestros (Die Erzäblungen der Chassidim, 1949). Barcelona: Paidós, 1993; dos volúmenes, 242 y 187 pp.; col. Paidos Orientalia; trad. de Ana Mª G. de Cantor y de Luis Justo, revisión de... Leer más
Hace tiempo puse aquí varias notas con breves cuentos jasídicos. Éstas: Corazón y cerebro, Cosas que podemos aprender, La primera página, Quizá, Esconderse (1). Las recuerdo después de leer, y para recomendar vivamente un artículo: Joyas sin... Leer más
Flaubert: «He leído estos días los cuentos de hadas de Perrault; son encantadores, encantadores. ¿Qué me dices de esta frase: “La habitación era tan pequeña que la cola de aquel bello vestido no podía desplegarse”? Enorme en cuanto al efecto, ¿no? Y esta otra: “Vinieron reyes de todos los países; unos en sillas de manos, otros en cabriolés y, los más alejados, montados en elefantes, tigres, águilas”». Gustave Flaubert. En una carta de 1852 a Louise Colet, Sobre la creación literaria: extractos de la correspondencia de Gustave Flaubert. Madrid: Ediciones y Talleres de Escritura Creativa Fuentetaja, 1998; 243 pp.; col. El oficio de escritor; selección, prólogo y traducción de Cecilia Yepes; ISBN:... Leer más
Este comentario de Stanislaw Lem está muy bien: «Cualquier niño es capaz de leer el ingenuo cuento de La Cenicienta, pero, sin sofisticaciones y sin Freud, ¿cómo verlo como un ballet de perversión ideado por un sádico para masoquistas? Hoy, el rebatir que todo lo obsceno está oculto subliminalmente en los cuentos de hadas sólo muestra tu ingenuidad. Por consiguiente, diríamos que (...) el caprichoso comportamiento de Hamlet surge a partir de que Shakespeare incorporaba en la obra muchos elementos distintos de versiones anteriores. (...) En general, podemos ennoblecer una obra o tacharla de superficial, dependiendo del telón de fondo que le otorguemos en el escenario de nuestra mente como lector. Tampoco se trata de un telón de fondo pasivo, sino de un sistema de referencias en... Leer más
Sigo con lo de ayer y anteayer. «Lo más interesante en los cuentos de hadas es considerar lo que son, lo que para nosotros han llegado a ser, y los valores que el largo proceso de la alquimia del tiempo ha creado en ellos», dice Tolkien. Y, después de citar a un prologuista de una edición inglesa de los cuentos de Asbjörsen y Moe que habla de que «hemos de contentarnos con la sopa que se nos pone delante, sin desear ver los huesos del buey con que se ha hecho», continúa: «Yo entiendo por sopa el cuento tal cual viene servido por su autor o narrador, y por los huesos las fuentes o el material, aun cuando (por extraña fortuna) se llegue con certidumbre a descubrirlos. Con todo, naturalmente, no me opongo a la crítica de la sopa como tal sopa». J. R. R. Tolkien. Árbol y... Leer más
Las inversiones irónicas tan comunes en los cuentos para niños las comenta del siguiente modo Wayne Booth: «Sobre todo en un momento en que puede ganarse el reconocimiento de la crítica gracias al descubrimiento de nuevas lecturas que a nadie más se le habrían ocurrido, la tentación de recurrir a inversiones resulta difícil de resistir para algunos críticos. Cualquier afirmación puede cambiarse por su opuesta y así hacerla más “interesante”. Cualquier obra puede revisarse y hacer que los tres cerditos se transformen en malvados y el lobo en un héroe trágico». Además, «vez captado el truco, uno puede improvisar indefinidamente inversiones que podrán parecer ingeniosas a unos pocos pero que no significan nada para la inmensa mayoría. En cierto sentido están... Leer más
Martin Buber: «Preguntaron a Rabí Leví Itzjac: “¿Por qué no hay primera página en ninguno de los tratados del Talmud babilónico? ¿Por qué en cada uno empieza por la segunda?” Repuso: “Por mucho que un hombre pueda aprender, siempre debe recordar que no ha llegado siquiera a la primera página”». Martin Buber. Cuentos jasídicos: los primeros maestros (Die Erzäblungen der Chassidim, 1949). Barcelona: Paidós, 1993; dos volúmenes, 242 y 187 pp.; col. Paidos Orientalia; trad. de Ana Mª G. de Cantor y de Luis Justo, revisión de Marshall T. Meyer; ISBN: 84-7509-918-1 y... Leer más
Entre los cuentos jasídicos citados días atrás, de Martin Buber, también los hay bromistas, como el titulado De las invenciones modernas: «“Se puede aprender de cualquier cosa”, dijo una vez el rabí de Sadagora a sus jasidim. “Cada cosa puede enseñarnos algo, y no sólo lo que ha creado Dios. Lo que hizo el hombre también puede enseñarnos”. “¿Qué podemos aprender de un tren?”, preguntó dubitativamente un jasid. “Que a causa de un segundo podemos perderlo todo”. “¿Y del telégrafo?” “Que cada palabra se cuenta y se cobra” “¿Y del teléfono?” “Que lo que decimos aquí se oye allá”» Martin Buber. Cuentos jasídicos: los maestros... Leer más
A quienes me hablan con excesivo entusiasmo de autores y libros de autoayuda les recomiendo que descubran las mejores recopilaciones de fábulas y apólogos y, por ejemplo, los cuentos jasídicos que publicó hace unas décadas Martin Buber. Como este supercortito, titulado La brecha: «Rabí Méndel se preocupó de que sus jasidim no usaran nada alrededor del cuello mientras oraban porque —decía— nada debe separar el corazón del cerebro». Martin Buber. Cuentos jasídicos: los maestros continuadores (Die Erzäblungen der Chassidim, 1949). Barcelona: Paidós, 1983, 1ª reimpr.; dos volúmenes, 171 y 205 pp.; col. Paidos Orientalia; trad. de Salomón Merener, revisión de Marshall T. Meyer; ISBN: 84-7509-216-0 y... Leer más
Como es sabido, mañana es el centenario de Hans Christian Andersen, un autor que con sus Cuentos se propuso enseñarnos a ver más allá de la superficie de las cosas, a saber observar la riqueza de la realidad. Véase lo que se indica en el relato titulado Lo que se puede imaginar (Hvad man kan hitte paa, 1869), cuando un poeta se queja: «—¡Todo está escrito! —dijo él—. ¡Nuestra época no vale la pena! —¡Qué va! —dijo la mujer—. En los viejos tiempos quemaban a las curanderas, y los poetas andaban por ahí con las tripas vacías y agujeros en el codo. Esta época es estupenda, es la mejor. Pero tú no ves bien las cosas, no has afinado tu oído y nunca rezas el padrenuestro por las noches. Hay un montón de cosas de las que hacer poesía en cualquier metro que... Leer más