Últimas notas que tomé de las entrevistas de The Paris Review. Umberto Eco (2008): «En cierto modo, la cultura es el mecanismo mediante el cual la comunidad nos sugiere lo que debemos recordar y lo que podemos olvidar. (…) La cultura sería inane si no ejerciera de filtro, tan inane, informe e ilimitada como internet. Si todos poseyéramos el conocimiento infinito de internet, seríamos auténticos idiotas. La cultura es un instrumento para establecer un sistema jerárquico en la labor intelectual». Ray Bradbury (2010): «En 1946, que yo recuerde, sólo había dos antologías de ciencia-ficción publicadas. … Así de escasos andábamos, así de limitado era nuestro campo de acción, y así de poco importante era todo aquello». Ray Bradbury (2010): «He descubierto que me... Leer más
Más notas que tomé de las entrevistas de The Paris Review. Octavio Paz (1991): «La inspiración y la premeditación son dos fases de un mismo proceso. La premeditación necesita inspiración, y viceversa. Es como un río: el agua solo puede fluir entre las dos orillas que lo contienen. Sin premeditación la inspiración se dispersa. Pero el papel de la premeditación —incluso en un género reflexivo como el ensayo— es limitado. A medida que escribes el texto cobra autonomía, cambia, y en ocasiones te fuerza a seguirlo». Toni Morrison (1993): «Para mí, lo difícil de escribir —una de las cosas difíciles— es hacerlo en un lenguaje que pueda funcionar en silencio y sobre la página para un lector que no oye nada. Y para que eso pase, es necesario trabajar muy... Leer más
Sigo con notas tomadas de las entrevistas de The Paris Review. Tom Wolfe (1991): «Trato de ser muy metódico y de obligarme a mí mismo a cumplir mi cuota» . «A veces, si las cosas van mal, me obligo a escribir una página en media hora, y así descubro que puedo hacerlo y que lo que escribo forzándome a escribir es casi tan bueno como lo que escribo cuando estoy inspirado. En buena medida se trata de imponerse escribir. En un ensayo maravilloso sobre cómo escribir, Sinclair Lewis explica que la mayoría de escritores no entienden que el proceso comienza precisamente cuando uno se sienta». Tom Wolfe (1991): «Con la ficción se puede obtener un gran efecto siempre que te ocupes de la realidad, que te propongas mostrar cómo funciona la sociedad, cuáles son sus engranajes.... Leer más
Más notas que tomé de las entrevistas de The Paris Review. Arthur Koestler (1984): «te fuerzas a leer con mucha atención y se abren vías de pensamiento inesperadas. Además, te sorprendes leyendo libros que normalmente no leerías». Eugène Ionesco (1984): «Yo detesto y desdeño el éxito, pero no puedo vivir sin él. Soy como un drogadicto. Si nadie habla de mí durante varios meses, experimento una especie de síndrome de abstinencia». Derek Walcott (1986): «Me imagino que todos los artistas y escritores, justo antes de empezar su día o su noche de trabajo, se preparan de alguna manera y, por breve que sea, ese momento tiene algo votivo, humilde y, en cierto sentido, ritual. (…) Cualquier intento serio de hacer algo valioso es ritual. (…) De la misma manera... Leer más
Tercera entrada con notas que tomé de las entrevistas de The Paris Review. Isaac Bashevis Singer (1968): «Una regla era que, aunque los hechos nunca quedan obsoletos, las explicaciones siempre acaban perdiendo vigencia. Cuando un escritor trata de explicar demasiado, cuando trata de psicologizar, agota su tiempo antes de empezar a narrar la historia». Isaac Bashevis Singer (1968): «Creo en los milagros en todos los ámbitos de la vida menos la escritura. La experiencia me ha demostrado que en esto de escribir no hay milagros. La única forma de producir buena literatura es trabajar duro». Stephen Spender (1980): «El crítico siempre piensa que tiene que aplicar sus conocimientos, que pueden ser vastos, y las normas críticas que ha extraído de su estudio de obras del... Leer más
Continúo poniendo notas que tomé de las entrevistas de The Paris Review. Ezra Pound (1962): «Me gusta la frase de Eliot: “Ningún verso es libre para quien lo quiere hacer bien”». Ezra Pound (1962): «El mal lenguaje creará necesariamente mal gobierno, mientras que el buen lenguaje no creará necesariamente un mal gobierno». Ezra Pound (1962): «Nunca se obtendrá claridad mientras existan esas palabras genéricas, mientras cada palabra la usen veinticinco personas de veinticinco maneras distintas». Evelyn Waugh (1963): «Para mí la literatura no es un estudio psicológico de personajes, sino un ejercicio en el uso del lenguaje, y eso es lo que me obsesiona. No tengo ningún interés en los aspectos técnicos de la psicología. Lo que me interesa es el drama, el... Leer más
En tierra de hombres, un libro de memorias de Adrienne Miller, tiene dos puntos de interés: uno, que la autora fue editora y pareja un tiempo de un escritor de culto para muchos como fue David Foster Wallace; otro, para los que no conocemos a Foster Wallace, es que fue una de las primeras mujeres editoras literarias de una revista masculina en Estados Unidos —una experiencia profesional que le da mucha munición para sus reivindicaciones feministas: «hasta que empecé a trabajar en revistas de hombres, yo entendía el feminismo solo en abstracto; no entendía por qué las mujeres, de hecho, necesitaban feminismo»—, y conoce muy bien el mundillo literario estadounidense de las últimas décadas. Esto último es lo que a mí me ha interesado más, también por los comentarios tan... Leer más
Poco después de la publicación de su novela Del tiempo y el río, Thomas Wolfe escribió Historia de una novela, unas páginas relatando cómo fue su composición. Primero explica que su novela previa, El ángel que nos mira, había provocado grandes enfados en su ciudad natal pues su libro era «lo que se suele llamar una novela autobiográfica», y aunque, aclara, «cualquier obra de creación seria es por necesidad autobiográfica» y «un novelista puede usar a la mitad de los habitantes de su pueblo para fabricar un solo personaje de su novela», la gente de su pueblo «no se mostró conforme ni apaciguada». Habla luego de que «malgastaba las horas consumido por la ira, la pena y la pasión inútil que me causaba la mala acogida del libro en mi pueblo, o bien me perdía en el... Leer más
Igual que dije hace unos días hablando de Faulkner, otro autor que tampoco conozco bien es Italo Calvino. Recientemente he leído Punto y aparte, una colección de artículos, conferencias, y otros textos escritos y publicados entre 1955 y 1980. En ellos hay comentarios sobre su forma de comprender el trabajo de un escritor que tienen interés universal. Por ejemplo, este párrafo: «el esfuerzo de buscar, de pensar, de expresarse con la mayor precisión posible, justamente ante las cosas más complejas, es la única actitud honesta y útil. Conseguir determinar las propias dudas es mucho más concreto que cualquier afirmación perentoria cuyos fundamentos se basen en el vacío, en la repetición de palabras cuyo significado se ha deteriorado por el excesivo uso». O este otro: «En... Leer más
He leído varias novelas y relatos de William Faulkner pero no la mayoría de sus obras, así que no puedo decir que lo conozco a fondo. Para dar un paso más he leído sus Ensayos y discursos, que me han interesado por lo que dicen del personaje —por ejemplo acerca de su sentido de responsabilidad hacia su gente y su país—, por los comentarios que hace sobre su forma de comprender la literatura, y por algunas críticas de libros que me han parecido brillantes. Así, en el Discurso con motivo de la recepción del Premio Nobel de Literatura, el 10 de diciembre de 1950, dice que un escritor no ha de «dejar sitio en su taller para nada salvo para las viejas certezas y verdades del corazón, las viejas verdades universales sin las cuales cualquier historia es efimera y está... Leer más
He leído con atención la colección de ensayos de Marilynne Robinson titulada en castellano Cuando era niña me gustaba leer, una selección tomada de dos libros: When I was a child I read books (2012) y The Givenness of Things (2015). El del título habla de su formación como lectora y los demás debaten cuestiones de tipo ciudadano que a ella le preocupan. Como las novelas de la autora me parecieron extraordinarias y como las entrevistas que he leído con ella también me interesaron mucho, estaba seguro de que me gustarían también estos textos, y así ha sido: son densos, ponderados, repletos de ideas, con muchas referencias filosóficas y teológicas, cordialmente irónicos. Por tanto, difíciles de reseñar y de resumir, trabajo que ahora no haré. No a muchos les atraerán pero... Leer más
Algunas citas sobre escritores que Simon Leys recoge en Ideas ajenas: —«Lo esencial de la vida de un escritor consiste en la lista de libros que ha leído». Valery Larbaud. —«En algunas profesiones y estamentos se busca publicidad personal. No sucede lo mismo con los escritores respetables, cuya única vocación es la de expresarse, pues para ellos resulta obvio que si no han podido hacerse entender durante años de trabajo literario, no lo harán en unos cuantos minutos de conversación. Por eso, cuando vemos que se acercan para entrevistarnos, salimos huyendo». Evelyn Waugh. —«La única intervención sensata de un crítico es guardar silencio respecto a las obras que considera malas (…) El ataque hacia los libros malos no sólo es una pérdida de tiempo, también... Leer más
Seis grandes escritores rusos, de Mariano Fazio, hace un buen resumen, e incita a la lectura, de algunas obras de Pushkin, Gógol, Turguenev, Dostoievski, Tolstoi y Chéjov. De Pushkin, quien siempre se puede poner como contraejemplo a quienes piensan en que las obras rusas son largas y lentas, se acentúa que la precisión y la brevedad eran las cualidades que más valoraba: pocas novelas de aventuras más intensas y veloces que La hija del capitán, la primera novela histórica rusa. Sobre Gógol, aparte de hablar de sus relatos cortos importantes —«todos salimos de El capote, de Gógol», dijo Dostoievski—, se subraya el mensaje de fondo de Tarás Bulba: «toda cultura, si quiere ser auténticamente humana, además de venerar sus raíces debe abrirse a lo universal: una... Leer más
En un libro citado días atrás se dice que «superados los experimentos de su juventud, a Borges no le interesaba la novedad por la novedad. Afirmaba que un escritor no debía tener la descortesía de sorprender al lector». En relación a esto, unos comentarios interesantes de Borges acerca de sus «pecados de juventud», están en El escritor y su obra, unas antiguas entrevistas que le hizo Georges Charbonnier. Así, le hablan de su libro Inquisiciones y dice Borges: «Es el título de un libro de juventud. No creo que más adelante hubiera escogido un título tan extraño. Cuando jóvenes tendemos al barroquismo, buscamos la sorpresa, y como no estamos muy seguros de los propios medios, buscamos sorprender en todo». En otro momento recuerda que, siendo joven, compuso sonetos,... Leer más
De Cuadernos de un escritor, de Somerset Maugham, libro al que llegué a partir de este comentario, tomé nota de sus observaciones sobre Chéjov: «un escritor de verdadera personalidad, no una fuerza salvaje, como en Dostoievski, que sorprende, inspira, aterra y deja perplejo, sino una potencia con la cual se puede llegar a intimar. (…) Su radio de acción es grande y su conocimiento de la vida directo. (…) Con Chéjov uno no parece estar leyendo historias. En ellas no hay agudeza evidente, y cabría pensar que cualquiera hubiese podido escribirlas; pero la realidad es que nadie puede. El autor ha sufrido una emoción y tiene la facultad de traducirla en palabras para hacérnosla sufrir a nosotros también. Nos convertimos en sus colaboradores. Es imposible usar en las narraciones... Leer más
En Formas de la felicidad, comentando Mujercitas, pongo una cita de George Orwell, que tiene un tono parecido a una de Natalia Ginzburg acerca de Corazón. Está tomada de un artículo en el que habla de la honradez de fondo que había en algunas de sus lecturas de infancia. Dice Orwell que «puede que la gente de Helen’s Babies o Mujercitas sea ligeramente ridícula, pero no está corrompida. Poseen algo cuya mejor definición quizá sea integridad, o moral, fundada en parte en una beatería irreflexiva. Es de cajón que todo el mundo vaya a la iglesia los domingos por la mañana y que bendiga la mesa y rece antes de ir a dormir; para entretener a los niños se les cuentan historias de la Biblia, y si piden una canción seguramente sea “Gloria, gloria, aleluya”. Tal vez sea... Leer más
John Gardner: «Contar la verdad en la ficción puede equivaler a una de estas tres cosas: decir lo que es correcto y acorde con los hechos, esto es, una suerte de verdad trivial, aunque sea una verdad central en las obras en las que prima la verosimilitud; decir lo que, en virtud del tono y la coherencia, no parece una mentira, que es una suerte de verdad más importante; descubrir y afirmar una verdad moral acerca de la existencia del ser humano, que es la más alta de las verdades a las que puede apuntar el arte. La más alta de las verdades, según se ha dicho, nunca es algo que el artista dé por sentado. No es un punto de partida, sino una meta. Aunque el artista tenga sus creencias, igual que tantas otras personas, comprende que una de las características más sobresalientes del... Leer más
John Gardner: «Escribir con buen gusto, en el sentido más elevado del término, equivale a escribir a sabiendas de que una de cada cien personas que nos lea puede estar muriéndose, o puede estar asistiendo a la muerte de un ser querido; equivale a escribir de modo que nadie se suicide, que nadie desespere; escribir, como escribió Shakespeare, de modo que las personas entiendan, sientan simpatía, comprendan la universalidad del dolor y se vean fortalecidas, si no directamente animadas a seguir viviendo. Con esto no quiero decir, por descontado, que el escritor que no tenga una experiencia personal del dolor y del terror jamás deba escribir a la ligera, humorísticamente; tan sólo pretendo señalar que todo escritor ha de ser consciente de que puede ser leído por los desesperados,... Leer más
John Gardner: «En un escritor, la cordura no pasa de ser esto: por idiota que pueda ser en su vida privada, jamás hará trampas cuando escriba. Jamás olvidará que su público es, al menos en términos ideales, tan noble, tan generoso, tan tolerante como él mismo (e incluso más); jamás pasará por alto que escribe acerca de personas, de modo que convertir a sus personajes en caricaturas, tratarlos como seres por su propia naturaleza inferiores a él mismo, olvidar las razones que tienen para ser quienes son, tratarlos como animales de carga, es lo mismo que ser un pésimo artista. En un escritor, la cordura también tiene que ver con el buen gusto. El auténtico escritor tiene una gran ventaja sobre la mayoría de la gente: conoce la gran tradición de la literatura (…). Sabe de... Leer más
John Gardner: «La autoridad del gran escritor consta de dos elementos. El primero se puede denominar, en términos generales, cordura y humanidad, esto es, su valía como juez de las cosas, una estabilidad arraigada en la suma de esas cualidades completas de su carácter y personalidad (sabiduría, generosidad, compasión, fuerza de voluntad) ante la que respondemos tal como respondemos a las mejores cualidades de nuestras amistades, diciendo “sí, tienes razón, así es”. El segundo elemento, aunque también podría decir fuerza, es la absoluta confianza del escritor (no confundir con la fe ciega) en sus propios juicios estéticos y en su instinto, una confianza que se fundamenta en parte en su inteligencia y su sensibilidad —su capacidad de percibir y comprender el mundo que lo... Leer más
Es sabido que Borges era irónico, tal vez demasiado en ocasiones. Aquí, unos ejemplos: —Hablando de un tipo, «un escritor borroso», que se queja de que otra escritora lo plagia, dice: «En realidad no se lo puede plagiar, porque inmediatamente después de leerlo uno lo olvida. Habría que transcribirlo». —Un día le dicen que está en Buenos Aires otro escritor y comenta: «Como en Buenos Aires hay varios millones de personas nos queda la esperanza de no encontrarlo». —Mallea le dijo a Borges: «Yo no firmo manifiestos colectivos». Comentario de Borges: «¿Qué otros hay?». Mallea insistió: «Yo no firmo lo que escriben otros». Comentario de Borges: «Qué lástima». —Borges: «¿La penúltima puerta? Qué buen título. Mallea tiene una notable capacidad... Leer más
Samuel Johnson: «La mera observación cotidiana ofrece abundantes ejemplos de la capacidad para elaborar subterfugios y evasiones con la única finalidad de librarse de la aplastante evidencia de pruebas irrefutables, así como la oportunidad de constatar cuán fácilmente se alteran los argumentos originales o se desfiguran a conciencia los de la parte contraria, o los puntos de vista más diáfanos son envueltos en una nube de confusión precisamente por quienes defienden la postura contraria. De todos los mortales, los más seriamente infectados por esta variante de la vanidad parecen ser los que integran la raza de los escritores. Como su reputación está basada exclusivamente en su discernimiento, han desarrollado una sensibilidad exacerbada a cualquier ataque a su reputación... Leer más
Natalia Ginzburg describe así su oficio como escritora: «Normalmente, no da mucho dinero, es más, para vivir siempre hay que hacer otro trabajo al mismo tiempo. A veces también da un poco: y tener dinero gracias a él es una cosa muy dulce, como recibir dinero y regalos del ser amado. Así es mi oficio. No sé mucho, digo, sobre el valor de los resultados que me ha dado y que podrá darme, o mejor dicho, de los resultados obtenidos conozco el valor relativo, aunque no el absoluto. Cuando escribo algo, suelo pensar que es muy importante y que yo soy una gran escritora. Creo que a todos les ocurre igual. Pero hay un rinconcito de mi alma donde sé muy bien, y siempre, lo que soy, es decir, una escritora pequeña, muy pequeña. Juro que lo sé. Pero no me importa mucho. Sólo que... Leer más
Dos observaciones de Jiménez Lozano sobre Dostoievski: —«Dostoievski pertenece al orden de escritores que dejan una decisiva huella en uno, lo que no significa que arrase o colonice ni nuestro pensamiento ni nuestra sensibilidad o gusto estético. Ningún escritor se apoderó jamás de las ánimas de los lectores como él, ninguno las ha trastornado tanto, ninguno las ha hecho bajar de tal modo a los infiernos o sentir la pureza de la inocencia y la belleza del mundo. Ningún otro escritor ha logrado que la vida de un lector suyo quede escindida entre un antes y un después de haberse encontrado con sus libros». —«El crítico y amigo de Dostoievski, Nikolái Strájov, le dice que tiene su escritura un gran inconveniente, y éste es el de que posee... Leer más
Adam Zagajewski: «Leyendo a los escritores contemporáneos, amargos e irónicos, me hago esta pregunta: ¿por qué tenemos que volver de nuevo a Nietzsche? Porque parece que no cabe duda de que ellos proceden de Nietzsche, los fascinó ese gran estilista, ese grande, magnífico saboteador. Y me hago también esta pregunta: qué hay al otro lado, más allá de la inquietud, más allá de la tristeza, inspirada e irónica. Porque, después de todo, no se trata —sólo un niño podría razonar de esta manera— de que, a un lado, se encuentren esos profundos, guasones y agudos genios, y, al otro, exclusivamente la rutina, la mediocridad, la cotidianidad, trajes grises, poetas poco interesantes, el tedio de la ortodoxia y el parlamento, el tedio de los pintores académicos, pastores de voz... Leer más
Parece ser que Truman Capote, «invitado a la URSS por los altos estamentos culturales de ella, apareció vestido de manera estrafalaria, con un abrigo blanco hasta los pies, y no sé qué más abalorios muy aparatosos. El diplomático americano, allí presente, se sintió obligado a decir al ministro soviético de Cultura algo así como: “¡Ya sabe usted cómo son los escritores!”, y éste contestó: “Nosotros también los tenemos así, pero no los enseñamos”». Sea como sea, Capote fue un buen escritor del que, ahora, se pueden recordar sus especiales y entrañables cuentos navideños. José Jiménez Lozano. Los cuadernos de letra pequeña (2003). Valencia: Pre-Textos, 2003; 248 pp.; col. Narrativa Contemporánea; ISBN:... Leer más
Le preguntan a Augusto Monterroso si pueden separarse la postura política del escritor y su creación literaria, y responde: «El juicio sobre la obra de cualquier escritor está siempre teñido por los prejuicios dominantes en su tiempo o en su circunstancia, o por la exigencia o la prisa con que determinadas personas bien o mal intencionadas quieren que las cosas cambien. Usted ve que Dostoievski vuelve a ser editado en su patria, y Kafka considerado, por fin, un crítico del capitalismo. Sea cual haya sido su posición frente a los regímenes en que les tocó escribir, lo que no parece entenderse es que ninguno de los dos estaba en lo fundamental descontento con ningún sistema político, sino, como todo buen escritor, como Cervantes o como Swift, con el género humano, simple y... Leer más
Una interesante respuesta de Jane Austen al bibliotecario del príncipe regente, que le había sugerido que escribiese una novela histórica: «Estoy tan poco dotada para esa clase de novela como para un poema épico. No podría sentarme seriamente a escribir una novela histórica seria en ninguna circunstancia excepto en la de salvar la vida, y en caso de que fuera indispensable continuarla sin reírme de mí misma ni de otras personas, creo que me ahorcaría antes de acabar el primer capítulo. No, debo limitarme a mi propio estilo y seguir mi camino». Leído en la obra de Stuart Kelly, La Biblioteca de los libros perdidos (The Book of Lost Books, 2005). Barcelona: Paidós, 2007; 391 pp.; trad. de Miguel Candel y de Marta Pino; ISBN:... Leer más
La misma idea de hace días, en un libro extraordinario de Christian Bobin: «Ayer fui a pagar mis impuestos. Delante de mí, había un hombre que estaba en el paro. (...). Al ver a ese hombre pensé que no soportaba a los escritores cuando hablan con cara de mártires del sufrimiento de escribir, de la dificultad de su trabajo. Un trabajo es algo que os pueden quitar un día. Conozco escritores pobres, no conozco ninguno que esté en el paro: privado de escribir —y por consiguiente de dicha, porque no hay que andarse con cuentos: escribir es una pura dicha, y cualquier otro razonamiento sobre ello es repugnante». Christian Bobin. Autorretrato con radiador (Autoportrait au radiateur, 1997). Madrid: Árdora, 2006; 144 pp.; trad. de José Areán; ISBN:... Leer más
Jiménez Lozano: «No hay que confundir una tragedia con un fracaso literario, ni hay que diferenciar tanto el esfuerzo de un escritor del de un cirujano, o de un trabajador en una cadena de producción. (...) A mi pequeño nivel de escritura, no hay sombra de épica (...). Si sale sale, y si no sale no sale, no pasa nada; lo que no pueden decir el cirujano ni el trabajador en cadena, lógicamente. ¿Todavía querrían más privilegios quienes escriben?». José Jiménez Lozano. Los cuadernos de letra... Leer más
Robert Louis Stevenson hablaba de un tipo de satírico al que «le basta con saber que las cosas no son lo que parecen, y de ello deduce que no existen en absoluto. También advierte que nuestras virtudes no son lo que pretenden, y por eso nos niega la posesión de toda virtud. Ha aprendido la lección según la cual no hay hombre enteramente bueno: pero ni siquiera sospecha que existe otra igualmente verdadera, a saber, que ningún hombre es enteramente malo. (...) Posee un olfato infalible para el mal, pero tiene las fosas nasales taponadas contra la bondad». Robert Louis Stevenson. Ensayos... Leer más
Aquí están otros dos textos más de Katherine Mansfield en Historia de un hombre casado. Uno, para poner en solfa tantos relatos de memorias: «¿Recuerdan ustedes su infancia? Yo siempre me estoy encontrando con esos relatos maravillosos de escritores que aseguran recordarlo “todo”. Yo, desde luego, no». Otro, para recordarnos la influencia del pasado en el presente, el peso de lo que hacemos hoy en lo que seremos mañana: «¿quién soy yo mientras estoy sentado tras esta mesa, sino mi propio pasado? Si lo niego, no soy nada. (...) Una cosa sí que he aprendido, en una cosa sí que creo: Nada Sucede de... Leer más
Una de las líneas de fuerza de la citada ¡El autor, el autor!, se condensa en un párrafo en el que se cuenta algo que le había contado a Henry James un día Flaubert «al referir con sosiego una devastadora acusación formulada por la madre del francés, y sin ánimo de negar su veracidad: “Tu manía de hacer frases te ha secado el corazón” había escrito la señora Flaubert a su hijo. Ya entonces, y aunque estas palabras iban dirigidas a otro hombre, había sentido el pequeño escrúpulo aprensivo de que algún día pudieran achacárselo a él, porque compartía con Flaubert la manía de las frases, de hacer frases de un equilibrio perfecto, una construcción intrincada, una cadencia sutil y un sentido de una densidad tan apretada como un relleno de carne». David Lodge. ¡El... Leer más
Me ha gustado ¡El autor, el autor! una novela sobre Henry James que firma David Lodge. Está muy bien recogida la personalidad de James contra el fondo de los ambientes en los que se movía, su sentido de la amistad y su profesionalidad obsesiva, sus deseos frustrados de triunfar en el teatro, así como su desasosiego y sus celos ante las pocas ventas de sus libros frente al triunfo de novelas de mala calidad...., y más cosas, sobre las que reproduciré algunos textos más adelante. David Lodge. ¡El autor, el autor! (Author, author, 2004). Barcelona: Anagrama, 2006; 495 pp.; col. Panorama de narrativas; trad. de Jaime Zulaika; ISBN:... Leer más
En sus memorias cuenta el crítico alemán Marcel Reich-Ranicki una minianécdota que ha llegado a ser universalmente citada pero que, afirma, le sucedió a él. Después de mucho tiempo sin verle, un día se topó con un escritor y comenzaron a charlar. El escritor hablaba sin parar y, después de una hora, se dirige al crítico: no paramos de hablar de mí, ahora vamos a hablar de usted. «Dígame, ¿qué le ha parecido mi último libro?». Marcel Reich-Ranicki. Mi vida (Mein Leben, 1999). Barcelona: Galaxia Gutemberg – Círculo de lectores, 2000; 534 pp.; trad. de José Luis Gil Aristu; ISBN:... Leer más