Una devastadora acusación

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Una devastadora acusación

Una de las líneas de fuerza de la citada ¡El autor, el autor!, se condensa en un párrafo en el que se cuenta algo que le había contado a Henry James un día Flaubert «al referir con sosiego una devastadora acusación formulada por la madre del francés, y sin ánimo de negar su veracidad: “Tu manía de hacer frases te ha secado el corazón” había escrito la señora Flaubert a su hijo. Ya entonces, y aunque estas palabras iban dirigidas a otro hombre, había sentido el pequeño escrúpulo aprensivo de que algún día pudieran achacárselo a él, porque compartía con Flaubert la manía de las frases, de hacer frases de un equilibrio perfecto, una construcción intrincada, una cadencia sutil y un sentido de una densidad tan apretada como un relleno de carne».

David Lodge. ¡El autor, el autor!

 

7 octubre, 2006
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