Irse son las memorias de infancia y juventud de Mihai Grunfeld, actualmente profesor de literatura española en una universidad de los Estados Unidos, pero que nació y crerció en Cluj, Rumania, hasta que, junto con su hermano mayor, se fugó de su país en 1969. Sus padres eran judíos y supervivientes de los campos de concentración nazis, pero apenas le contaron cosas de su pasado y no le dieron una educación religiosa judía: con su libro el autor intenta recuperar y poner en orden sus pocos recuerdos. Otro aspecto de su relato es la vida que tuvo de niño y de joven: relaciones con sus padres y con sus amigos, sus estudios y su trabajo como tornero. Pero el único tramo que, al menos para mí, tiene verdadero interés es el de los pormenores de su escapada: con ocasión de un... Leer más
Un destino por descubrir, la primera novela de Clare Vanderpool, se desarrolla en Manifest, Kansas. La narración sigue dos cursos paralelos en épocas distintas, 1918 y 1936. Es un relato un poco malabarista, de los que mantiene varias bolas en el aire, con personajes atractivos y muy perspicaces, empezando por la espabiladísima narradora protagonista. Esta es Abilene Tucker, una chica de doce años que tiene que pasar un verano en Manifest, el pueblo de su padre, cuando este ha de irse a trabajar a Iowa. En Manifest vive con el pastor Shady Howard, un tipo un tanto desarreglado pero acogedor. Abilene desea conocer el pasado de su padre, con el que ha vivido siempre vagabundeando de un lugar a otro, y va entrando en contacto con distinta gente del pueblo. Encuentra una cajita con... Leer más
Un libro magnífico: Luka y el Fuego de la Vida, de Salman Rushdie. Como Harún y el Mar de las Historias, es un viaje a un mundo de fantasía que un hijo debe hacer para salvar a su padre. Pero nadie debería pensar que es un libro más de fantasía infantil o juvenil: en muchos sentidos se puede decir que Rushdie juega en otra... Leer más
En la misma línea de los libros citados el pasado martes, pero para un público de menos edad, otros dos: ¿Negro? ¡Blanco! ¿Día? ¡Noche!: el libro de los opuestos y Los limones no son rojos, de la norteamericana Laura Vaccaro Seeger. Los dos están confeccionados con tanta sencillez como habilidad: con dibujos claros y colores contundentes, cumplen muy bien sus objetivos de ampliar vocabulario y de ayudar al lector a que afine prudentemente su espíritu de observación. El primero habla de que las cosas no son lo que parecen. En cada página hay una ventana donde se ve algo que refleja lo que indica la primera palabra —estrecho, afuera, suma, etc.—, y luego se puede desplegar en vertical la hoja para ver un dibujo que presenta justo lo contrario —ancho, adentro, resta,... Leer más
Brian Wildsmith, autor en su momento de un ABC que rompió con moldes anteriores, y, después, de muchos álbumes excelentes, es casi desconocido en... Leer más
La tercera objeción de Sócrates a la escritura tenía que ver con la pérdida de control sobre el lenguaje que significaba la palabra escrita. En realidad, el temor de Sócrates no tenía que ver con el lenguaje escrito como tal sino con que su popularización diera lugar a una comprensión superficial de las cosas. En ese sentido veía la lectura como una nueva versión de la caja de Pandora que, una vez abierta, hace perder el control de lo que se ha escrito, de quién lo lee y de cuántos lectores pueden usarlo e interpretarlo… Esto, sin duda, se parece a la avalancha de información que nos inunda hoy, a la reclamación que se nos hace a todos de que atendamos continua y parcialmente a una multitud de áreas, a la sensación que se nos transmite de que lo sabemos o podemos saberlo... Leer más
Dice Chesterton que, sin duda, es cierto que a las novelas de Dickens les falta unidad de construcción, pues es como si estuvieran compuestas a retazos, pero, a cambio, tienen una unidad de tono y de atmósfera: como la unidad de color de un cuadro. Así, si Nicholas Nickleby tiene la frescura que corresponde a un protagonista joven que se pasa la vida en las carreteras y en la calle, y si la historia central de Oliver Twist es sombría, Almacén de antigüedades tiene un aire siniestro e incluso su principal malvado, Quilp, es tan grotesco como una gárgola. La protagonista es Nell Trent, una chica de catorce años, que vive con su abuelo en Londres en una tienda de antigüedades. Lleva una existencia solitaria con casi ningún amigo de su edad, salvo Kit, un chico joven y honrado,... Leer más
Manual de redacción, de Luis Ramoneda, es un libro de los que viene bien tener a mano pues presenta ordenadamente toda la información necesaria para escribir de modo correcto. Son cuatro partes: ortografía, morfología y sintaxis, palabras y frases, tipos de textos. Contiene anexos útiles (palabras inglesas de origen latino cuyo significado no es igual en castellano, las voces de los animales…). Recoge un trabajo de muchos años, que se nota en la claridad expositiva y en la elección de los ejemplos que acompañan cada explicación. Es una pena que de la edición no se puedan decir los mismos elogios que del contenido: aunque la portada es magnífica, la maquetación interior deja muchísimo que desear y parece ser, sin más, el mismo archivo del procesador de textos. Luis... Leer más
En la línea, que ahora es común, de rescatar relatos cortos de calidad en ediciones cuidadas, que incluyen nueva traducción, excelentes ilustraciones, buena integración de texto e imágenes, y maquetación holgada, se publica de nuevo el que tal vez sea el mejor relato corto de Jack London: Encender una hoguera. En la recopilación La quimera del oro se titulaba La hoguera. Al leerlo de nuevo he caído en la cuenta del problema de su protagonista, según afirma el narrador: «su falta de imaginación». Jack London. Encender una hoguera (To Build a Fire, 1908). Madrid: El Rey Lear, 2011; 69 pp.; ilust. de Raúl Arias; trad. de Catalina Martínez Muñoz; ISBN:... Leer más
Un autor de álbumes útiles para saber mirar y pensar es el mejicano Alejandro Magallanes. Dos inteligentes libros suyos son No juzgues a un libro por su cubierta: refranes y anti-refranes para toda ocasión y Dos círculos centrados. En No juzgues a un libro por su cubierta, se repite sucesivas dobles páginas con el mismo esquema. Así, en una doble página se lee «Al que madruga Dios le ayuda», y se ve un gallo cuya cabeza, a través de un troquelado, está en la siguiente doble página; en esta se ve al gallo pero asado en el plato, y se lee «No por mucho madrugar amanece más temprano». El mismo juego se repite con sucesivos refranes: el tipo de letra y el tipo de imagen son distintos y se corresponden con la idea. Incluso la cubierta y la contracubierta —«no juzgues a un... Leer más
He añadido dos de los libros de David Shannon que continúan ¡No, David!, David se mete en líos y David va al colegio, porque los tres forman un conjunto que vale la pena conocer entero, por su argumento global y por su construcción... Leer más
La primera objeción de Sócrates contra la palabra escrita señalaba la importancia que tiene analizar todas las presunciones y fundamentos intelectuales en cualquier debate. Para Sócrates la impermeabilidad del lenguaje escrito enmascaraba que su naturaleza es esencialmente engañosa. Él «creía que, al contrario que el “discurso muerto” de la lengua escrita, la lengua oral o “discurso vivo” estaba formado por entidades dinámicas —llenas de significado, sonido, melodía, énfasis, entonación y ritmo— listas para ser desveladas, capa a capa, mediante el análisis y el diálogo. Por el contrario, la palabra escrita no podía responder. La rígida mudez de la palabra escrita condenaba al fracaso el proceso de diálogo que Sócrates considera la esencia de la educación».... Leer más
Si Aventuras de Pickwick viene a ser una prolongación de los Sketches más luminosos y Oliver Twist de los más oscuros, Dickens abandonó esa fórmula con Nicholas Nickleby, una novela sobre un héroe joven y valiente, irreprochable y triunfante. Nicholas Nickleby es un chico joven que, a la muerte de su padre, ha de sostener a su madre y a su hermana: el narrador dice que eran una familia «absolutamente desconocedora de lo que se da en llamar el mundo —frase convencional que significa todos los bribones que en él existen—». Su rico tío Ralph, que tiene una baja opinión de Nicholas, le manda primero como tutor a una escuela de Yorkshire, Dotheboys Hall, dirigida por un personaje siniestro, Wackford Squeers —admirado por la odiosa profesora de Matilda—, contra el que... Leer más
Northrop Frye: «El crítico debe establecer, para una cultura a la que no le importa el pasado y que no tiene defensas frente al futuro, una línea de continuidad que ligue a la cultura presente con su patrimonio, y por consiguiente con sus herederos». En cuanto crítico histórico ha de estudiar distanciada y objetivamente las culturas desvanecidas; en cuanto crítico contemporáneo debe descubrir el peso del pasado sobre su propio mundo. Northrop Frye. El camino crítico: ensayo sobre el contexto social de la crítica literaria (The Critical Path, 1971). Madrid: Taurus, 1986; 149 pp.; col. Persiles, serie Teoría y Crítica literaria; trad. de Miguel Mac-Veigh; ISBN:... Leer más
El gigante bajo la nieve, de John Gordon, es una novela de fantasía de 1968 acerca de la magia poderosa que se oculta en unos antiguos objetos de origen celta. En una excursión colegial a un bosque, Jonquil Winters encuentra una rara hebilla y es atacada por un perro grande, pero es rescatada por una mujer, Elizabeth Goodenough, que tiene poderes extraordinarios. Cuando, de regreso en la ciudad, a Jonk la sigue acosando el perro y un tipo extraño, su amigo Bill recuerda una vieja leyenda sobre un Hombre Verde. Jonk y Bill intentan averiguar más cosas junto con su escéptico amigo Arf. Al final se ven envueltos en una pelea cósmica (es algo que suele ocurrir cuando uno tropieza con algo céltico, viene bien saberlo), en la que los tres amigos intervienen con acierto gracias... Leer más
El juego de Calder, de Blue Balliett, tiene un enfoque parecido e iguales protagonistas a El enigma Vermeer (y parece que también como El misterio de la casa Robbie, sobre Frank Lloyd Wright, novela que no he leído). El relato comienza con una exposición de móviles de Alexander Calder en el Museo de Arte contemporáneo de Chicago. A ella van Calder, Tommy y Petra con su colegio, pero no pueden disfrutarla bien a causa de su rigidísima profesora. Luego, Calder va con su padre a Inglaterra, a un pueblo llamado Woodstock, en el que también hay una escultura de Alexander Calder y un gran palacio con un enorme laberinto. Pero la escultura y el mismo Calder desaparecen un día, y Tommy y Petra, junto con la señora Sharpe, viajan allí para intentar ayudar en su búsqueda. El... Leer más
Aventuras extraordinarias de Massagran y sus continuaciones, de Josep Mª Folch i Torres, unas aventuras ilustradas de 1910, que se rehicieron en los ochenta con formato de cómic y dibujos de Josep Mª Madorell, no están disponibles en castellano ahora pero sí en catalán. En castellano, para los curiosos de la historia de los libros ilustrados y del cómic, y para quienes quieran pasar un buen rato, se pueden consultar en bastantes... Leer más
Hace pocos días he puesto reseña de dos álbumes antiguos: The Happy Day, de Marc Simont y Ruth Krauss; y Un lunes por la mañana, de Uri Shulevitz. Del segundo, porque hay edición en castellano y he visto que está en muchas bibliotecas españolas; del primero porque fue Uri Shulevitz, precisamente, quien el verano pasado habló calurosamente sobre él en un coloquio en Ilustratour. Y, como dije allí, no está de más recordar que Marc Simont es hijo de padres barceloneses y pasó parte de su infancia en España: ¿puede ser un motivo para que sus álbumes se publiquen en... Leer más
Señala Maryanne Wolf en el libro citado días atrás que Sócrates fue un vigoroso detractor de la palabra escrita frente a la cultura oral a la que pertenecía. «En primer lugar, Sócrates postulaba que la lengua hablada y la escrita desempeñaban un papel diferente en la vida intelectual del sujeto; en segundo lugar, consideraba que las nuevas —y mucho menos rigurosas— exigencias de la lengua escrita colocaban tanto a la memoria como a la interiorización del conocimiento en una situación catastrófica y, por último, propugnaba con vehemencia el papel exclusivo de la lengua hablada en el desarrollo de la moralidad y la virtud sociales». Su preocupación por los riesgos que había en el paso de una cultura oral a una literaria, sobre todo para los jóvenes, tiene un cierto... Leer más
Tal vez la obra de Dickens que Chesterton menciona más veces en sus artículos sea la de Los papeles de Pickwick (o Aventuras de Pickwick en la edición que tradujo Galdós) y tal vez sea su personaje Sam Weller el que más veces cita. Hay que decir que no es una novela conseguida, no sólo porque su origen fue un poco accidentado y su estructura sea episódica, sino porque su desarrollo es muy desigual, pero sí que deja ver lo mejor de Dickens y sí que anunció a los lectores todas sus posibilidades como novelista. En ella se narran las aventuras de un conjunto de personajes liderados por Mr. Samuel Pickwick, un caballero rico y mayor, fundador y presidente del Club Pickwick, cuyos miembros hacen viajes por Inglaterra e informan a los demás de lo que averiguan. Pickwick cambia de... Leer más
Me ha gustado el libro de Bernard-Henri Lévy sobre Piero della Francesca que cito abajo. En él, en relación al fresco, de mediados del siglo XV, El sueño de Constantino, dice: «Equivalencias. Falsas simetrías. Armonías de conos y de postes. Piero no ve: hace. No reproduce: produce. No es alguien inspirado, entusiasta, sino calculador y metódico. ¿Arte o ciencia, de nuevo? ¿Emoción o inteligencia? Una y otra. Una porque hay otra. Emoción porque hay inteligencia. Belleza porque hay cálculo». Bernard-Henri Lévy. Piero della Francesca (1992). Gijón: Trea, 2011; 83 pp.; con el DVD Ritorno nella terra di Piero, de Nino Bizzarri; trad. de Pablo García Guerrero; ISBN:... Leer más
Un buen consejo de una lectora de la página me llevó hace unos meses a leer varios libros de Alexander McCall Smith, un escocés que nació y pasó su infancia en Zimbaue (antigua Rodesia), protagonizados por Precious Ramotswe: La primera detective de Botsuana, Las lágrimas de la jirafa, Zapatitos azules y felicidad. Hay más pero, de momento, no los conozco. El primero cuenta quién es la protagonista, una mujer de unos 35 años «de complexión tradicional» que monta la primera agencia de detectives de su país y, al hilo de casos a los que va enfrentándose, habla de su vida pasada —su infancia y juventud con su padre, Obed, ya fallecido; sus primeras experiencias profesionales como contable de una empresa; su desgraciado primer matrimonio con un trompetista y el dolor que le... Leer más
Un libro peruano de hace más de medio siglo, históricamente importante, del que no conozco edición en España: Rutsí, el Pequeño Alucinado, de Carlota Carvallo. Es un libro de fantasía pero también costumbrista y con muchas ricas descripciones de la... Leer más
Y, continuando con lo de ayer, recuerdo relatos sobre vidas de bibliotecarias cuyo entusiasmo vital y profesional deja huella y queda como una gran inspiración para otras personas: La señorita Emilia y The Library. Además, he puesto una ficha extensa del último: un álbum divertido, cálido y magníficamente... Leer más
A los álbumes que tratan sobre bibliotecarias de leyenda, como La señora de los libros, se han de añadir los dos de Jeannete Winter: La bibliotecaria de Basora y, sobre todo, Biblioburro, ambos sobre personas reales. En el primero se cuenta el afán de una mujer por salvar libros, durante la guerra de Irak. En el segundo, que se sitúa en Colombia, se habla de Luis, un hombre que, montado en su burro y cargando con libros a su otro burro, comenzó a llevarlos a niños de aldeas aisladas: un reportaje al respecto se puede ver aquí. Son relatos con textos cortos e ilustraciones coloristas compuestas con imágenes como ingenuas y, a veces, pequeños detalles que sorprenden. La fuerza de los dos está en las mismas historias: en cómo hay personas cuyo esfuerzo y tenacidad logra... Leer más
Una de las ideas que recorre Cómo aprendemos a leer: historia y ciencia del cerebro y la lectura, de Maryanne Wolf, es la de que «un sistema de clases poco estudiado divide de manera invisible a nuestra sociedad; las familias que proporcionan a sus hijos un entorno fecundo en oportunidades de lenguaje escrito y oral se alejan poco a poco de aquellas que no lo hacen o no pueden hacerlo. (…) En algunos entornos el niño de clase media oye treinta y dos millones de palabras habladas más que el niño desfavorecido. Los niños que empiezan el jardín de infancia habiendo oído y utilizado miles de palabras, cuyos significados ya han comprendido, clasificado y almacenado en su tierno cerebro, parten con ventaja en el campo de juego de la educación. Los niños a los que nunca se les lee... Leer más
Los primeros escritos de Dickens, que firmó como Boz, se reunieron, en su momento, en Sketches by Boz, en cuatro secciones: «Nuestra parroquia», «Escenas», «Personajes» y «Cuentos». Por ellos desfilan personajes y escenarios de distinto tipo: aprendices, oficinistas, juzgados, periódicos, teatros, jardines públicos, licorerías… Es como un montón de material narrativo —en el que hay sátiras, pinturas, escenas, etc.—, a caballo entre la crónica periodística y el ensayo literario, donde quedan de manifiesto su energía y su poder creativo, pero también la torpeza y la ignorancia propias de su bisoñez. Es el único libro de Dickens, decía Chesterton, cuya fecha es esencial: resulta necesario decir que es su primer libro pues, igual que El misterio de Edwin Drood fue... Leer más
Sainte-Beuve: «No crean (excepto en muy pocos casos) en la improvisación: todo lo que es bueno ha debido ser previsto y pensado. Demóstenes meditaba sus discursos y hacía provisiones de exordios; el Sr. De Tayllerand preveía sus gracias con antelación, y las circunstancias se las sacaban luego de improviso; si Bonaparte, durante las revistas, sabía nombrar a cada soldado por su nombre, es que se había acostado la noche anterior estudiando a fondo lo que llamamos los Cuadros del ejército. Todo es comedia, y toda comedia ha tenido su ensayo». Charles Augustin Sainte-Beuve. Mis venenos (obra póstuma, de 1926). La Laguna: Artemisa, 2007; 133 pp.; trad. de Fátima Sainz y Maryse Privat; prólogo de Juan Malpartida ISBN:... Leer más
Reyes de la basura, de Andy Mulligan, (titulado en una nueva edición, igual que la película, Trash, Ladrones de esperanza) es un relato absorbente que me ha recordado a Slumdog Millionaire. Se ambienta en una ciudad llamada Behala (que por la historia del autor estaría en Filipinas), donde hay un gran basurero en el que sobreviven muchas personas recogiendo restos. Los protagonistas son tres chicos, Rafael Fernández, Gardo y Rata, que un día encuentran un misterioso bolso con un nombre, una llave y unas instrucciones dentro. La policía intenta recuperar ese bolso pero ellos no dicen nada y, siguiendo las pistas que tienen, acaban entrevistándose con un dirigente político encerrado en la cárcel desde hace tiempo y averiguando el origen real de la fortuna de un hombre... Leer más
Velas rojas es una novela de aventuras de 1923 firmada por Aleksandr Grin. El autor alemán Willi Fährmann publicó una versión reducida titulada El velero rojo que conserva la tensión y los acentos de romanticismo entusiasta del... Leer más
He podido ver recientemente dos álbumes antiguos que conocía por referencias y por ilustraciones aisladas: Clever Bill y The Pirate Twins, de William Nicholson. Del segundo decía Maurice Sendak que tal vez era el mejor y el más original de los primerísimos álbumes de la... Leer más
La Ardilla Miedosa por la noche, de Melanie Watt, vuelve a los mismos temas y recursos de los anteriores libros de la protagonista. Esta vez vemos que no quiere tener pesadillas por la noche: tiene todo un catálogo de los seres que no quiere que se le aparezcan y una lista de tareas para no dormirse pero, entonces, también se nos ofrece una colección de los efectos secundarios de pasar las noches en blanco… Como los relatos previos también este resulta gracioso y supongo que práctico para quienes tengan parecidas inquietudes. Otro libro de la misma ilustradora con un registro distinto es Chester, un gato presumido que interfiere con el trabajo de la autora, bastante maleducadamente, para ocupar en exclusiva el primer plano y quitárselo al ratón que, al principio, era el... Leer más
Lev Vigotsky: «El singular poder de la forma artística fue bien entendido por Tolstoi, quien señaló que toda violación de la forma, incluso mínima, acaba de inmediato con el efecto artístico: “(…) Mientras corregía el esbozo de un alumno, Briullov le dio unos cuantos toques aquí y allá y, de repente, el esbozo torpe y gris cobró vida. ‘¡Pero usted apenas lo ha tocado, y todo ha cambiado!’, le dijo uno de los alumnos. ‘El arte empieza donde empieza el apenas”, contestó Briullov, expresando así el rasgo más característico del arte"». Lev Vigotsky. Psicología del arte (edición inglesa: Psychology of art, 1971). Barcelona: Paidós, 2006; 364 pp.; col. Paidós básica; trad. de Carlos Roche; introd. de A. N. Leontiev y comentario de V.V.Ivanov; ISBN:... Leer más