La primera parte de La canción del pájaro toc, de Anna Font y Fran Pintadera, que se titula «El pájaro toc», presenta al protagonista en un poema inicial que, tal como vemos en la imagen, nos habla de que vive en una jaula de metal. Luego se suceden poemas en una segunda parte titulada «La jaula y la canción» y en una tercera llamada «Una melodía contagiosa». Cada una de las partes contiene 6, 7 y 7 poemas, que son breves, tienen versos rimados y un tono amable, y hablan de darle la libertad a los pájaros toc… Cada doble página contiene un poema con su ilustración correspondiente. El ritmo y las rimas de los versos facilitan la lectura compartida con los pequeños. A quien este tema le atraiga especialmente se le puede recomendar también Tom y el pájaro. Anna Font. La... Leer más
Asombrados, de Raquel Marín y Javier Sobrino, es un álbum amable acerca de un niño y una niña que descubren que han perdido sus respectivas sombras y se ponen a buscarlas. La historia es sencilla, está bien contada e ilustrada; de varias referencias, una a García Márquez, se deduce que su ambiente podría ser el de un pueblo colombiano. No es un álbum rompedor, ni en su argumento, ni en su texto con toques poéticos, ni en sus ilustraciones bien compuestas con figuras y escenarios como esbozados y en colores suaves, pero es eficaz, porque consigue dejar en el lector los sentimientos que buscan poner de manifiesto los autores: los del nacimiento de una amistad y, tal vez, del descubrimiento de un amor incipiente. Raquel Marín. Asombrados (2022). Texto de Javier Sobrino. Llanera... Leer más
Al leer ¿Adónde van los ángeles de nieve?, el primer libro infantil de Maggie O’Farrell, es inevitable pensar en Sigo aquí, una colección de historias reales sobre momentos en los que la muerte les rondó a ella o a sus hijos. En este caso la autora irlandesa habla, en tercera persona, de una niña, Sylvie, que un día sorprende a un misterioso ángel hecho de nieve deambulando por su habitación. El ángel se sorprende de que la niña le vea, pues eso no debería suceder, y después de hablar con ella decide avisar a su madre. Luego sabremos que la niña estaba muy enferma y que, gracias a que su madre se despertó a tiempo, pudo llevarla a un hospital y curarse. Sylvie no pensó que lo vivido había sido un sueño y nunca olvidó la conversación con el ángel, y para volver a... Leer más
En su momento leí el elogio que hacía Ana Garralón de Terciopelo: Historia de un ladrón, un relato de Silvana D’Angelo con imágenes preciosistas de Antonio Marinoni, lo incluí en mis listas, y al fin he podido leerlo hace poco. El narrador es un ladrón de guante blanco, que se define a sí mismo como un caballero ladrón (igual que Arsenio Lupin), que nos cuenta su recorrido por una casa ricamente decorada, mientras evita encontrarse con el matrimonio y los dos hijos, a quienes ve y oye mientras busca lo que desea. Alternan dos tipos de dobles páginas: unas, que llevan párrafos de texto en una franja blanca en la parte superior, contienen imágenes que nos muestran al ladrón a lo largo de un pasillo al que dan las puertas de las habitaciones de la casa —se aprecia bien la... Leer más
Tractor viene conmigo, de Halina Kirschner, Finn-Ole Heinrich y Dita Zipfel, es un álbum de argumento diferente a los habituales que también se puede incluir entre los que tratan de las huellas emocionales que puede dejar en un niño cualquier desarraigo de su hogar. Su narrador es un chico que vive en el campo con su familia y, al comienzo del álbum, le dicen que se van a mudar a la ciudad pero él dice que «¡Tractor viene conmigo!» Y, a lo largo del relato, con parrafadas cada vez más largas, va señalando las cualidades de Tractor y que no se marchará sin él. Las dobles páginas contienen, normalmente, ilustraciones que las ocupan por completo pero a veces hay varias pequeñas que muestran lo que indica el narrador y también hay imágenes de una sola página. El relato recoge... Leer más
Me Aburro es otro estupendo álbum de Shinsuke Yoshitake que a los niños más reflexivos les gustará y a muchos adultos les encantará. En él vemos a un protagonista que reflexiona sobre qué cosas le aburren y qué cosas no, al tiempo que teoriza sobre sus descubrimientos. Así, al principio se pregunta qué es lo que hace que algo sea aburrido, por qué nos aburrimos, qué significa estar aburrido. Se dice a sí mismo que algo divertido que se repite puede ser aburrido, se pregunta si no será que lo que aburre es estar en el mismo sitio, si quizá lo que nos divierte son los cambios o que los lugares estén llenos de cosas, o si lo que nos aburre es que las cosas no salgan como queremos. También se plantea si todo lo podemos clasificar en aburrido o divertido, descubre que gracias... Leer más
Las palabras que se llevó el viento, de Mónica Calvo y Paloma Sánchez Ibarzábal, es un álbum de amor a los relatos y a las palabras. Se nos cuenta que el padre de Susi le cuenta cuentos cada noche y un día tiene que hacer un viaje. Entonces, esa noche, el viento entra en la habitación de Susi, se lleva las palabras que usaba su padre, y Susi sale a buscarlas. El relato juega con el atractivo que siempre tienen los juegos de palabras: cómo se producen cambios de sonidos y significados con mínimos cambios, cómo a Lobo se le pone de sombrero la G de Gorro y se transforma en G-Lobo cómo Noventa se transforma en No-venta. Atraen las imágenes, que tienen intensidad y colorido (y en las que, me dice un amigo diseñador, destacan los usos tan variados del negro), y que pasan de los... Leer más
Hoy, de Julie Morstad, es un álbum que sigue lo que hace una niña durante todo un día. En sucesivas dobles páginas los textos y las imágenes nos van presentando las preguntas que, ante la perspectiva de lo que viene a continuación, se hace, o hace al lector, la protagonista. Así, a la hora de levantarse, «¿Qué hago hoy?, ¿A dónde voy?, ¿Me quedo cerca de casa o me voy de paseo?»... Pero, antes que nada… «¿qué me pongo? ¿Tú que te pondrías? ¿Y cómo te gustaría peinarte?»... Y el desayuno, y que a dónde te gustaría ir hoy (y vemos opciones como a tu propio jardín, a la cancha de hockey, al museo, a dar un paseo por el bosque, al skatepark, a tomar un helado, de picnic, a nadar…). La confección del álbum es excelente y busca propiciar tanto la reflexión del... Leer más
Tenía pendiente poner aquí un comentario a El jardín de Abdul Gasazi, el primer álbum de Chris Van Allsburg, publicado por primera vez en castellano, en México, hace dos años. Su estilo, dibujos detallistas a lápiz y en blanco y negro, se debe a que esa era la forma en la que, como escultor, siempre dibujaba: en principio no fue una decisión estilística. A un chico llamado Alan le pide una vecina que cuide unas horas a su perro Fritz, muy revoltoso. El chico consigue retenerlo durante toda la mañana para que no muerda nada y oculta su gorra porque Fritz tiene particular querencia por ella. Sale luego a dar un paseo con el perro, que se escabulle y entra en el jardín de Abdul Gasazi, mago jubilado, a cuya entrada un cartel prohíbe terminantemente la entrada de perros. Alan... Leer más
Baja de esa nube, de Mar Azabal y Germán Machado, podríamos asemejarlo argumentalmente a Distinta, citado hace unos días. La protagonista y narradora es una niña que cuenta cómo, en distintas ocasiones, le dicen que baje de las nubes, y en cada caso la vemos absorbida por su imaginación de distintos modos. Al final nos dice que tiene debajo de su cama una escalera por la que trepa cada noche cuando su madre la deja en su cama (un toque que me ha recordado En el desván). Este momento narrativo explica que el libro venga encuadernado por el lado largo y se abra verticalmente. La narración es amena y también son sugerentes las ilustraciones. Además, como se indica en esta cálida reseña, algunas escenas reflejan escenarios locales que, a ciertos lectores, les ayudarán a sentirse... Leer más
Me han llegado a la vez dos elegantes y sugerentes álbumes de Sozapato: Distinta, con texto de Beto Valencia, editado en España, y Debajo de hoy, un libro acordeón editado en Ecuador. Como la protagonista de su álbum anterior, Matilde, la de Distinta es también una niña cuya imaginación, muy rica, le sirve para evadirse de las realidades grises que la rodean y para tener un mundo interior propio. El título enfatiza la diferencia entre la forma de estar en el mundo de la heroína y las de quienes tiene alrededor. La estructura del relato es alternar una o dos páginas con personajes en variados escenarios de una vida cotidiana gris, en las que las palabras van en una franja blanca inferior, con una página «luminosa» en la que vemos en acción la imaginación de la heroína y... Leer más
Soy de la opinión de que hay un exceso de libros sobre cuestiones emocionales que, con frecuencia, tienen demasiadas pretensiones. Hay otros más modestos en sus objetivos que, aunque me parece discutible que las cuestión que tratan «merezcan» álbumes en formato grande y tapa dura, sí me interesan porque me gustan aspectos de su confección gráfica y porque pienso que tal vez sean útiles para los educadores. Dos ejemplos. Lo que de verdad me gusta, de Pauline Martin y Astrid Desbordes, continúa con las andanzas de un personaje de otros álbumes de las autoras llamado Archibaldo. Vemos que pierde al tenis y que piensa que no sirve para nada. Entonces su madre le lleva a dar un paseo y le hace ver que el pájaro no se plantea que no sirve para nada porque no puede nadar, y más... Leer más
Se podría hacer una lista de los álbumes sobre las cosas que pueden pasar en un parque, como Voces en el parque o La merienda en el parque... A ellos habrá que sumar Payasa en el parque, de Cristina Pérez Navarro y Marisa López Soria, que trata de una niña que, cuando va al parque, mira en torno suyo —una pareja que se abraza, una pata que parece regañar a un patito, un niño y un perro, una hormiga…—, y eso le sirve para hilar reflexiones, «al solecico». La niña se pone, al poco de comenzar, una nariz roja de Payasa pues «le gustaba hacer monerías». Se indica, no se dice por qué, que a Payasa le han dicho que es diferente y ella, después de sus experiencias en el parque, termina contenta, «sin acabar de descifrar el misterio» de que todos somos «criaturas únicas... Leer más
Nina y Antón, de Alejandra Estrada y Antonio Ventura, es un álbum que presenta la relación entre una niña y su gato: mientras la niña hace y dice cosas cuando lee un cuento, el gato se mueve a su alrededor y, mentalmente, hace sus observaciones. La minihistoria es amable y se desarrolla sin énfasis alguno, tal como nos imaginamos que podría ser. Esto viene subrayado por los dibujos realistas, que tienen calidez, son sugerentes, y hacen simpáticos y cercanos a los personajes. Esta reseña, con algunas imágenes, presenta bien el atractivo del álbum. Alejandra Estrada. Nina y Antón (2018). Texto de Antonio Ventura. Pontevedra: Kalandraka, 2018; 48 pp.; col. Libros para soñar; ISBN: 978-8484642947.... Leer más
La azotea, de Manu Callejón y Laura Gamero, es un álbum de los que hablan del mundo interior e imaginativo de una niña de modo amable. La narradora empieza diciéndonos: «Mi lugar preferido es la azotea de mi casa». Nos enseña su perro Pelusa, objetos que hay en su azotea; nos habla de lo que hace, ve e imagina desde allí; nos dice a qué más le gusta jugar y que solo hay una cosa que, a veces, la frena. Las ilustraciones son alegres y están bien compuestas. Todo se desarrolla en escenarios urbanos, bien representados, y está conseguido el momento en el que una página desplegable presenta el momento mejor de lo que nos cuenta la protagonista. Manu Callejón. La azotea (2016). Texto de Laura Gamero. Madrid: La Tribu, 2016; 38 pp.; ISBN: 978-84-942583-4-3.... Leer más
Hace tiempo hablé de La granja de dinosaurios, un álbum divertido de Frann Preston-Gannon. He leído ahora otro álbum de la autora, Pepper & Poe, que, a pesar de la calidad de sus imágenes, me ha dejado mal sabor de boca. Pepper es el gato, o gata, «rey de la casa». En varias dobles páginas de presentación se nos cuentan sus costumbres de cada día de la semana y se ve que comparte casa con un perro al que le toma el pelo. Un miércoles algo cambia: llega Poe, un gatito blanco, pequeño, que causa celos y molestias a Pepper, y todo va de mal en peor aunque Poe parece incombustible… Pero, cuando cometen un desastre juntos, encuentran la forma de reforzar su amistad y de irse felices y contentos, echándole al perro la culpa de todo. Son atractivas las ilustraciones... Leer más
Hay muchos álbumes que dejan constancia de cómo es, o de qué formas puede tomar, el mundo imaginativo del niño. Uno excelente, también porque parece sencillísimo, es La línea, de Claudia Rueda. Comienza con una doble página con fondo de papel cuadriculado, como de cuaderno escolar, en la que vemos una línea y en la que leemos «Había una vez una línea…». En las siguientes dobles páginas se nos dice «que se aburrió de dar tantas vueltas / y escapó de la clase», «atravesó la ciudad», «y trepó a las altas montañas», mientras la vemos tomar las formas de lo que van diciendo las palabras… Cambia la tipografía cuando alguien sorprende a quien está trazando la línea y le devuelve a la realidad. Álbum construido con pocos elementos gráficos y mucho talento... Leer más
Este comentario sobre tres álbumes de Akiko Miyakoshi, junto con el pequeño video que lo acompaña, da mucha idea del encanto y la gran calidad que tienen sus ilustraciones a carboncillo. La merienda en el bosque tiene como protagonista a Kiko, una especie de Caperucita, a quien su madre manda junto a su abuela: al atravesar el bosque acaba en una casa con toda clase de animales, que le dan pasteles y la ayudan a llegar a casa de su abuela. Concierto de piano trata sobre un concierto escolar en el que una niña, Momo, vestida de rojo, debe tocar el piano: pero está nerviosa mientras llega su turno y una ratoncita la llama para que toque ante un público de ratoncitos… Regreso a casa presenta a un pequeño conejo que, cuando vuelve con su madre a su casa, cansado de jugar, al final... Leer más
Joseph Fipps, de Geneviève Godbout y Nadine Robert, se puede poner como ejemplo de buen álbum —por la calidad de sus ilustraciones y porque refleja bien algunas reacciones de un niño y su madre—, que no está conseguido del todo: su argumento se parece al de Donde viven los monstruos pero no tiene su elegante concisión y resulta menos concluyente y satisfactorio. Joseph, de cinco años, hace una pequeña trastada, que vemos en varias ilustraciones consecutivas, y luego leemos este comentario suyo: «Esta mañana, mamá ha vuelto a llamarme “monstruito”. Cada vez que hago una trastada, grita: “¡Menudo monstruito!”. Papá, el abuelito y Nana también me llaman así. Pero yo no me llamo “monstruito” de verdad. Me llamo Joseph Fipps”». Así que Joseph, igual que... Leer más
¡Qué aburrimiento!, de la ilustradora alemana Henrike Wilson, trata sobre un oso pequeño al que, durante siete dobles páginas consecutivas, lo vemos en el bosque, en distintas situaciones, manifestando con palabras y con sus gestos y posturas que se aburre. Hasta que, finalmente, hay cosas a su alrededor que le llaman la atención. Las imágenes son pictóricas y atractivas: el oso, que puede recordar un poco a Winnie the Pooh, es amable a pesar de su tono quejoso. No sé hasta qué punto el álbum servirá para transmitir, a los lectores pequeños, la idea tan aprovechable que hay detrás de la historia: que los momentos de «aburrimiento» son propicios para poner en marcha la imaginación, la reflexión, la observación y el descubrimiento del mundo… Desde un punto de vista... Leer más
Cuentos de osos, de Gustavo Roldán, no es tanto un álbum como un pequeño y chispeante relato gráfico equiparable a una larga tira de cómic. Presenta la relación entre un padre oso y su hijo, un osito decidido y enérgico como se adivina ya en la figura de la portada. El padre es escritor y en las cosas que escribe se ve que no entiende los gustos de su hijo en absoluto. El hijo sí entiende a su padre pero está un poco harto de sus párrafos poéticos, por lo que un día le hace unas correcciones en su relato sin que se dé cuenta. Sorprendentemente, por primera vez, un editor responde a su padre diciéndole que está dispuesto a publicar su historia. La tipografía cambia y aumenta cuando el narrador, el oso pequeño, se enfada, o cuando el padre habla en voz alta. Los dibujos,... Leer más
José Fragoso, un ilustrador español afincado en Estados Unidos, debuta en los álbumes con La increíblemente alucinante historia de Marcial, el niño normal. Hasta la mitad del álbum se nos explica la normalidad de Marcial. En cada página vemos un dibujo de él solo, o de él con alguien más —su perro, su profesor…—, en el que le vemos haciendo algo habitual —jugar con el perro, en clase, comiendo…—, y sabemos que tiene el pelo revuelto, qué cosas le gustan y qué no, cómo se comporta… Todo muy normal. Hasta que, se nos dice, un día empezó a darse cuenta de que las cosas que miraba ya no eran las mismas: su imaginación lo empieza a cambiar todo. Gran álbum: por sus excelentes dibujos económicos sobre fondo blanco; por la buena secuencia de ilustraciones... Leer más
Son muchos los álbumes que presentan cómo el mundo imaginativo del niño se dispara en algunas ocasiones. Que recuerde ahora: En el desván, Mi dinosaurio, Luna y la habitación azul…; o los que aparecen en la nota Imaginación que inunda la realidad. De lo mismo trata ¡Camacadabra!, de Alejandrina Alfaro y Antonia Barros, un álbum con una edición sencilla pero con imágenes amables y un texto fluido en octosílabos sonoros. Los dos protagonistas, cuando su madre sale, se ponen a ordenar su habitación y, en el proceso, la imaginación toma el mando. Así comienza: «Mamá se va a hacer la compra / por la mañana temprano / y antes de salir de casa / nos dice a mí y a mi hermano: / Tenéis que hacer vuestras camas / mientras yo hago los recados. / Cuando vuelva quiero todo /... Leer más
Hay bastantes álbumes que comienzan bien pero terminan como pueden: sus autores tienen una idea de partida buena y mucho talento gráfico pero, por la razón que sea, no han conseguido entregar unos álbumes cuyo argumento y desenlace sean plenamente satisfactorios. Esa impresión he tenido con Tina superfriolera, de la islandesa Lani Yamamoto. Su heroína es una niña que siempre tiene mucho frío, algo que se detalla con todas su rarezas, por lo que no se atreve a salir y se queda en casa cada vez más abrigada, hasta que… La edición del álbum es excelente, los dibujos de línea son elegantes y cuidadosos, las ilustraciones —todas ellas sobre fondo blanco menos algunas con fondos amarillos o naranjas…— están muy bien compuestas. Que Tina se haga un estupendo chocolate y... Leer más
Dos álbumes cuyas imágenes me han gustado pero cuyo argumento no me ha parecido bien resuelto. Un viaje nunca visto, con ilustraciones de Federico Delicado y texto de Juan Senís, habla de que, en sus viajes por el mundo, un niño llamado Daniel ve cosas que nadie ha visto antes; y luego, en su casa de regreso, aquellas cosas que vio le son muy útiles. Operación Frankestein, de Fermín Solís, habla de tres hermanos, Boris, Víctor y Elsa, que deciden fabricar un monstruo en casa y, para eso, van tomando piezas de diferentes sitios hasta que, al final, lo abandonan. Del primero son magníficas las ilustraciones y toda la primera parte, cuando Daniel ve monumentos o paisajes de una forma especial. En cambio, aunque se comprende la idea, no está nada claro, e incluso suena... Leer más
El maravilloso MINI-PELICOSO, de Beatrice Alemagna, tiene como protagonista a Edith, o Eddie para los amigos, una niña de cinco años y medio, que cuenta que se siente mal porque todos, a su alrededor, tienen alguna habilidad o algo extraordinario, y ella no. Por eso, guiándose por una frase que ha oído confusamente a su hermana, decide buscar un regalo un tanto especial para su madre, y hace un recorrido por el barrio preguntando al pastelero, a la florista, al carnicero… Relato con encanto. Por un lado, Eddie y sus vecinos resultan simpáticos. Por otro, el argumento refleja un poco las curiosas composiciones de lugar que puede hacerse una niña y las dificultades para entenderla que a veces pueden tener los adultos. En tercer lugar, y es el gran mérito del álbum, tiene unas... Leer más
La vaca que se subió a un árbol, de Gemma Merino, trata sobre Tina, una vaca con muchas ideas que las demás encontraban muy tontas: imposible, ridículo, tonterías, le decían siempre. Pero Tina prueba y prueba. Hasta que subió a un árbol un día y encontró un dragón simpático y vegetariano (no se le ocurrió pensar que fuera un cocodrilo feo), dispuesto a ayudarla. Álbum divertido y bien ejecutado: con figuras simpáticas, ilustraciones bien compuestas, e historia con buen ritmo, combinando a veces varias imágenes en una misma doble página para condensar en ella varios momentos consecutivos. La idea de fondo es animante pero, como algunas veces he dicho, entiendo bien las exageraciones de lo correcto pero no las exageraciones de lo falso: acepto bien que de una jirafa se... Leer más
Un libro más de Maurice Sendak que sale ahora en castellano: Chancho-Pancho. El autor lo publicó al final de su vida y, como ya dije al comentar su versión de Osos, con una libertad compositiva que otros autores no se permitirían, o que a otros autores los editores no les permitirían: basta pensar en el rótulo que figura en la página introductoria y que dice «leemos libros prohibidos». El relato cuenta una fiesta de disfraces caótica que da Chancho-Pancho, al cumplir nueve años, en casa de su tía Asunción. Todo se desordena y ensucia mucho por lo que la tía se pone de mal humor cuando regresa, pero no será esa su última palabra. La narración tiene ritmo y se cuenta con sucesivas escenas coloristas y abigarradas, llenas de personajes disfrazados —también de unos... Leer más
Luna y la habitación azul, de Christine Davenier y Magdalena Guirao Jullien, es un álbum con dibujos acuarelados que recuerdan los de Sempé. La protagonista es una niña soñadora y tranquila, con un mundo imaginativo rico, pero que, como casi no habla y es un tanto solitaria, causa preocupación a los adultos. Sin embargo, el relato nos cuenta cómo, cuando va a ver a su abuela, disfruta y se siente cómoda y comprendida. Además, cuando su abuela duerme la siesta, Luna entra en el interior del papel pintado de su habitación y puede jugar libremente con Perro Rojo. Las ilustraciones son de distinto tamaño y tienen diferentes disposiciones —las hay de doble página completa, de una sola página y dos o tres en la página opuesta…— y muestran escenarios variados: playa,... Leer más
He descubierto hace poco a Komako Sakaï, una ilustradora japonesa con un don especial para retratar escenas y emociones sencillas de la vida cotidiana. Recientemente se ha publicado La pequeña Ana, una historia mínima con mucho... Leer más
Allegro, de Alfredo Gómez Cerdá y Juan Ramón Alonso, es un relato nacido con el fin de obtener recursos para tratamientos de musicoterapia para niños. Su argumento es que mientras Alejandro, de seis años, juega al fútbol por las tardes, su hermana, de cinco, estudia música. Cuando a su hermana la operan, Alejandro se da cuenta de que deja de sonreír, y entonces lo intenta todo para que sonría. No lo consigue de ninguna manera hasta que se le ocurre una idea feliz. Al margen de que la finalidad sea buena, estamos ante una excelente historia, ingeniosa, bien escrita y llena de calidez. Tiene, además, unas espectaculares ilustraciones, alegres y certeras, que comunican más simpatía a una narración que ya de por sí es simpática. Luego, al relato y a las imágenes se les suma... Leer más
Pero ¿qué pasa?, de David McNeil y Tina Mercié, es un álbum muy vistoso y, a la vez, de apariencia sencilla. En la página izquierda, en negro, va una pregunta que siempre comienza por «Pero…» y, en la derecha, va una página desplegable que, al abrirse, muestra otra imagen inesperada. Así, frente a «Pero ¿dónde van?» vemos dos animalillos; frente a «Pero ¿qué es eso?» hay una especie de nube-globo rosácea; frente a «Pero ¿qué pasa?» se ve un paisaje tras de unas rejas, etc. La sofisticación de algunas imágenes no lo hacen un álbum para pequeños, como puede ser ¡Oh!, sino más apropiado para lectores algo mayores que ya comienzan a descubrir que las cosas no siempre son lo que parecen. David McNeil y Tina Mercié. Pero ¿qué pasa? (Mekeskispasse?, 2012).... Leer más
¿Cómo te sientes? es un álbum sencillo para lo que suele ser habitual en Anthony Browne. En sucesivas imágenes vemos a su protagonista en distintos estados de ánimo: aburrido, solo, contento, triste, enfadado, culpable, curioso, sorprendido, confiado, vergonzoso, preocupado, bobo, hambriento, lleno, somnoliento… Está siempre vestido igual y cambian su tamaño, su posición, el color del fondo, los gestos de la cara y las posturas, los contrastes con el mobiliario o con alguna otra figura (un oso de peluche, un muñeco pintado…). De lo dicho se deduce que no hay historia sino escenas que servirán al lector para sintonizar o no con Willy, si es Willy, o uno de sus hermanos. Tal vez los entusiastas de Browne se sientan un poco decepcionados por la falta de guiños o subtextos... Leer más
Un buen álbum de hace cuarenta años que se publica en español ahora: El bunyip, de los australianos Ron Brooks y Jenny Wagner. Un ser extraño sale un día de un pantano y los demás habitantes del bosque se atemorizan. El desconocido no sabe nada de sí mismo: «¿qué soy?», repite durante varias ilustraciones. El primero que le responde es un ornitorrinco: «eres un bunyip». A partir de ahí, todo contento, el bunyip va preguntando a varios animales —a un ualabí, a un emú…— a quién se parece, hasta que encuentra a un hombre que, sin pestañear, le dice que el bunyip no existe. Esto hunde por completo al héroe. Ilustraciones ricas y densas. Significativamente, menos la inicial de presentación del bosque y el pantano, y las que muestran al hombre, todas las demás... Leer más
En Sombrero, de Paul Hoppe, un niño llamado Henry pasea con su madre por el parque y ve un sombrero rojo abandonado. A continuación se imagina todos los usos posibles que tiene un sombrero como ese. Pero entonces su madre le pregunta: ¿y si otra persona necesita este sombrero? Con dibujos coloreados, propios de un caricaturista, el autor debuta en los álbumes con esta divertida historia donde se ve cómo puede dispararse la imaginación infantil. Dado el tono no importa mucho que algunas de las escenas imaginadas parece que van más allá de la edad de Henry. Su madre, de modo parecido a cómo lo hace la madre de Un mensaje para Papá Noel, es un ejemplo de cómo el adulto puede ayudar al niño a pensar en las necesidades de los demás. Aquí se puede recordar que, dice Maryanne... Leer más