Clic, del ilustrador ecuatoriano Roger Ycaza, es un sugerente álbum sin palabras que podríamos calificar de «bedtime», pues los protagonistas están en pijama y la historia comienza y termina con la niña leyendo en la cama, pero cuyo contenido puede ser aplicable a otras situaciones y momentos de lectura compartida entre adultos y niños. En la cubierta vemos a un gato que observa desde la ventana y la historia comienza cuando un padre pulsa un interruptor de la habitación de su hija, que está leyendo en la cama mientras el gato está de espaldas mirando por la ventana. La niña y el gato se van con el padre: pasan junto a unos tiestos que se transforman en una exuberante selva con toda clase de seres; luego cambian su atuendo de exploradores por el de piratas y viajan por el... Leer más
He puesto en la página varias secciones y categorías de álbumes que se ocupan de la vida cotidiana —de la vida escolar, de aspectos varios de la vida familiar, de un aspecto concreto como las relaciones con los abuelos, de las historias para contar o compartir antes de dormir...—. En general, hablar de vida escolar o de vida familiar —igual que hablar de aprendizaje, de convivencia, de emociones…— se puede hacer no sólo de los álbumes elegidos sino de muchísimos otros. Una de las categorías en las que continuamente aparecen álbumes divertidos y eficaces, es la mencionada en último lugar más atrás: la de los que presentan relatos bedtime, o para antes de dormir; uno de ellos de hace ya tiempo, magnífico, es Buenas noches,... Leer más
Un año de buenas noches, un álbum poético de la ilustradora noruega Lisa Aisato con texto de Haddy Njie, una cantante y periodista también noruega cuyo padre es de Gambia, apunta en dos direcciones: inducir al sueño y hablar de las estaciones del año. Cada una de ellas se presenta, primero, como una niña dormida mientras transcurre la estación que la precede, y, luego, cuando despierta, se muestra su actuación en el mundo. En cada doble página figuran dos pareados y, al cabo de tres escenas, una estación da paso a la siguiente con un texto que se repetirá y que, la primera vez, dice: «Después del invierno llega la primavera / Siempre es así, se van siguiendo / Durante la primavera, el verano duerme, / como tú, que pronto estarás durmiendo». Los textos tienen calidez,... Leer más
Porque sí, de Isabelle Arsenault y Mac Barnett, es un álbum que podemos llamar bedtime, pues se sitúa en el momento en que la niña protagonista está ya en la cama, pero se centra en cómo su mente está en ebullición con deseos de saber y de tener respuestas. La historia se cuenta con dobles páginas alternas. En unas, en tonos grises y negros, en las que vemos a la niña en la cama y a su irónico y displicente padre en la puerta de su habitación, se plantean preguntas: «¿Por qué es azul el océano?» y «¿Qué es la lluvia?» son las dos primeras. En otras, ya en color, se presentan las respuestas poéticas e imaginativas que da el padre: a la primera que «…los peces toman sus guitarras, cantan tristes canciones y lloran lágrimas azules», y a la segunda que «las... Leer más
Quien ya conozca los anteriores álbumes de la paloma, de Mo Willems, supondrán con facilidad cómo será No dejes que la paloma se acueste tarde. De nuevo el lector verá la enorme capacidad de la protagonista para encontrar argumentos a su favor: «¡no estoy cansada!», «¡de hecho, me apetece montar una fiesta de perritos calientes!»; «hay un programa de pájaros interesante en la tele»; «¿sabes? Nunca tenemos tiempo de hablar»; «¡Oh! ¡Tengo una idea genial! ¡Podríamos contar estrellas!»... Es excelente también la doble página con ocho viñetas en las que figuran más intentos de la paloma: «Ahora en China es de día», «¡Mañana sí que me iré a la cama temprano!», «Mi conejito también quiere quedarse»… No falta el momento en que lo intenta de nuevo con un... Leer más
Diez cerditos luneros, de Carll Cneut y Lindsay Lee Johnson, es un buen álbum bedtime: por su miniargumento, por estar contado con magníficos versos (apropiados para leer en voz alta), y por sus excelentes ilustraciones. El texto empieza: «La luz de la luna llena / baña la noche serena / y ha embrujado a diez cerditos / con su magia de hada buena». A continuación vemos a los diez somnolientos cerditos aprovechar que su madre se ha dormido para salir por la ventana y ponerse a jugar bajo una luna resplandeciente. Pero cuando unas nubes ocultan la luna y un búho ulula y un zorro acecha, se asustan. La narración en verso es excelente. Las ilustraciones tienen muchos detalles en los que fijarse. Los personajes son graciosos y cada cerdito está individualizado por sus vestidos y... Leer más
Otra categoría de álbumes bedtime: los relatos con aires y protagonistas propios de cuentos folclóricos que, naturalmente, también están orientados hacia un somnoliento final. Es el caso de los tres Cuentos de mamá osa que narra e ilustra Kitty Crowther, que por otro lado también se podrían agrupar con los que tienen protagonistas osos en la misma situación, como ¿No duermes, osito?, o con los que hablan de que muchos animales en la naturaleza se van a dormir a la misma hora, como A Child's Good Night Book. El libro comienza cuando el osito le pide a su madre que le cuente tres cuentos que, por otra parte, ya conoce bien. El primero, sobre la guardiana de la noche, la que va avisando a todos los animales del bosque que hay que dormir aunque, al final, ¿quién la avisa a... Leer más
Hablé, hace unos días, de que hay un tipo de relatos bedtime que son historias extravagantes para dramatizar —cité Canción para dormir a las fieras, pero también podría ser No nos podemos dormir— y otro que son historias para perder cualquier miedo a la oscuridad e incluso disfrutar con ella —cité Duermevela y otro ejemplo es Switch on the nigt—. Hoy le toca el turno a otras que intentan inducir el sueño hasta físicamente, como lo era El gran bostezo, y como lo es Veinte bostezos, de Lauren Castillo y Jane Smiley. El relato presenta, primero, a la protagonista y su familia un largo día jugando en la playa —y las imágenes nos muestran actividades muy variadas—. Y, después, cuando llega el momento de que Lucy se meta en la cama, da un gran BOSTEZO. Pero también... Leer más
Otro tipo de álbumes para leer, mostrar o compartir antes de dormir, puede venir representado por Duermevela, de Ramón París y Juan Muñoz-Tébar. En este caso el libro no apuesta por el dinamismo de la historia ni por la sonoridad del texto sino por una sucesión de imágenes amables y sugerentes, adormecedoras podríamos decir. Una niña, Elisa, no se duerme por la noche y salta por la ventana «a dar una vuelta por Duermevela», un misterioso territorio; en el jardín, en compañía de un oso hormiguero llamado Estebaldo, pasea, curiosea y mira, hasta que le entra el sueño. En las ilustraciones, contra un fondo negro, se aprecian, en la oscuridad, una naturaleza exuberante y el cielo estrellado; en ellas sobre todo destacan el rostro de la protagonista y su entorno más próximo,... Leer más
Se podrían hacer varios subgrupos entre los álbumes preparados para contar a los niños, o para compartir con ellos, en los momentos previos a dormir. Uno sería el formado por aquellos que se apoyan no tanto en las imágenes como en un texto pensado para ser leído y, si es el caso, actuado. A él pertenecería Canción para dormir a las fieras, de Paula Carbonell y José Antonio Perona. El álbum se abre con unas «Instrucciones para dormir fieras» que ofrecen varias opciones: leerlo simplemente, jugar de modos que se sugieren, contar y cantar… La historia es graciosa y a ella van llegando, e interactuando entre sí, un cocodrilo, una mariposa, una serpiente, un tigre, un elefante, un mono, un tucán, un flamenco y un oso. Las ilustraciones económicas presentan unas figuras... Leer más
Igual que otros álbumes de Gilles Bachelet, Un cuento que... se dirige más bien al adulto (a ciertos adultos en particular) que al niño, por más que pueda considerarse un relato para compartir con los pequeños en el momento de irse a dormir. Lo que vemos al pasar las hojas es, en cada página izquierda, que una mamá o un papá leen un cuento a su bebé que, a su vez, tiene su peluche; y, en la página derecha, una ilustración sobre qué tipo de cuento están leyendo: un cuento que protege, un cuento que brilla... Pero tanto los progenitores como sus hijos son de distinto tipo: osos panda, morsas, cigüeñas..., pero también extraterrestres, excavadoras…, y finalmente un padre y un bebé humanos, hasta doce. Todas las escenas se parecen entre sí y todas están excelentemente... Leer más
Buenas noches a todos, de Chris Haughton, es un álbum bedtime de lo más clásico (como una mezcla de argumentos y personajes de, por ejemplo, A Child's Good Night Book y ¿No duermes Osito?). Se pone el sol y todo el mundo tiene sueño, como se nota en los animales que se asoman detrás de los árboles y arbustos: los ratones, las liebres y los ciervos tienen sueño. También Oso Muy Grande lo tiene, pero no así el revoltoso Oso Pequeño, que habla con los ratones, las liebres y los ciervos, a ver si quieren jugar con él. El autor usa el mismo estilo y los mismos tonos de otros álbumes suyos, aquí con luces nocturas. Los pasos del relato están bien medidos y los personajes son simpáticos y amables. Chris Haughton. Buenas noches a todos (Goodnight Everyone, 2016). Santander:... Leer más
Gracias y buenas noches, de Patrick McDonnell, es un album bedtime cuyo argumento me ha recordado La campeona mundial de mantenerse despierta, de Sean Taylor y Jimmy Liao, aunque las imágenes de McDonnell, tan sencillas como acostumbra, tengan poco en común con las de Liao. Los protagonistas son una niña, de nombre Marga, y sus muñecos Clemente, un conejo, Juan, un elefante, y Aldo Alejandro, un osito con un globo. Antes de acostarse, los muñecos practican el baile de la gallina, hacen un concurso de caras chistosas, jugaron a las escondidillas, y muchas más cosas… Finalmente, todos quieren que Marga les cuente un cuento. Hay simpatía, amabilidad, comportamientos típicos, y un buen toque final: Marga hace una lista, con sus juguetes, de todas las cosas buenas por las que... Leer más
Buenas noches, de Vladimir Bobri y Charlotte Zolotow, es un elegante álbum bedtime de 1958 que se lee y se contempla hoy igual de bien que ayer y cuyo contenido recuerda el de A Child's Good Night Book. A la izquierda figura un texto en letras mayúsculas grandes y a la derecha una ilustración magnífica. En cada doble página se presenta la forma de dormir de un animal: osos, palomas, peces, polillas, caballos, focas…, y otros seis animales más. La última doble página comienza con «Pero los niños y las niñas…». En la contracubierta se dice que el álbum tiene un texto entrañable y sosegado y así es: no sólo al texto sino a todo el álbum se le pueden aplicar esos calificativos. Vladimir Bobri. Buenas noches (Sleepy Book, 1958). Texto de Charlotte Zolotow. Barcelona:... Leer más
Este comentario sobre tres álbumes de Akiko Miyakoshi, junto con el pequeño video que lo acompaña, da mucha idea del encanto y la gran calidad que tienen sus ilustraciones a carboncillo. La merienda en el bosque tiene como protagonista a Kiko, una especie de Caperucita, a quien su madre manda junto a su abuela: al atravesar el bosque acaba en una casa con toda clase de animales, que le dan pasteles y la ayudan a llegar a casa de su abuela. Concierto de piano trata sobre un concierto escolar en el que una niña, Momo, vestida de rojo, debe tocar el piano: pero está nerviosa mientras llega su turno y una ratoncita la llama para que toque ante un público de ratoncitos… Regreso a casa presenta a un pequeño conejo que, cuando vuelve con su madre a su casa, cansado de jugar, al final... Leer más
El barco de Camila, de Jirina Marton y Allen Morgan, es un relato amable y sugerente, apto para leer, para mostrar y para compartir. A Camila su padre le cuenta una historia justo antes de dormir. En ella, una niña llamada Camila sale a navegar por el río, al final del día, y encuentra por el camino a un cuervo, una vaca, unos gatitos, y cada uno aporta algo al viaje hasta que llegan al mar. Las ilustraciones son eficaces y evocadoras. Las repeticiones, en las escenas y en los diálogos, son recursos que hacen más familiar la historia y ayudan a fijarlo y recordarlo mejor. Lo explica bien esta reseña extensa que, además, hace otras sugerencias para sacarle más partido aún al álbum. Jirina Marton. El barco de Camila (Nicole’s Boat, 1987). Texto de Allen Morgan. Barcelona:... Leer más
Nieve, de Kaori Tajima, es un elegante álbum bedtime. Su composición es sencilla y eficaz: primero una doble página en la que vemos un bosque con un lecho de hojas rojas en el que caen copos de nieve, y dos animales, el conejito blanco protagonista y otro; después, otra doble página en la que el conejito observa cómo el otro animal se refugia. Los copos de nieve van en aumento y los cuatro animales, a los que se ve pero no se nombra, se refugian, uno en su nido, otro en su refugio, otro en su madriguera, y otro en su guarida. Cuando ya todo está blanco y no hay nadie a su alrededor, el conejito parece sentirse perdido... Las palabras que acompañan las imágenes son las justas. La única frase que los distintos animales repiten antes de ocultarse es la de «¡estoy tan... Leer más
Dos años después de Felices sueños, camiones grandes y pequeños, Tom Lichtenheld y Sherri Duskey Rinker volvieron a triunfar con Que duermas bien, pequeño tren, otro álbum bedtime con rasgos parecidos al primero y, también, un éxito entre los entusiastas de los trenes de juguete. Vemos un tren de mercancías antiguo que atraviesa las praderas por la noche y, cuando se para, entran en acción toda clase de operarios (monos, liebres, camellos, jirafas, canguros, elefantes, osos, pingüinos, tortugas, dinosaurios…), que se ocupan de cargarlo ordenadamente aunque, también, con las originalidades propias de los distintos animales. Tanto el texto con las imágenes son humorísticos y conectan bien con el lector. No conozco la versión original pero la castellana está redactada... Leer más
¡Buen viaje, bebé!, de Beatrice Alemagna, es un elogiado libro bedtime de los que parecen sencillos de hacer. Se narran, con buen humor y sentido de juego, las rutinas propias del momento de irse a la cama del niño como si fueran las mismas de un viaje para el que hay que prepararse con cuidado: escoger las cosas que se llevan, sin olvidarse del libro preferido; asearse y ponerse el traje apropiado; despedirse de papá, mamá y el gato, etc. Las figuras son amables y las escenas están bien compuestas, como es habitual en la autora. Beatrice Alemagna. ¡Buen viaje, bebé! (Bon voyage, bébé!, 2013). Barcelona: A buen paso, 2015; 26 pp. en cartoné; trad. de Lara Meana; ISBN: 978-84-942854-8-6.... Leer más
Felices sueños, camiones grandes y pequeños, de Tom Lichtenheld y Sherri Duskey Rinker, es un álbum bedtime con mucho encanto inspirado en los históricos La casita o Mike Mulligan and his Steam Shovel, de Virginia Lee Burton. El narrador del álbum va despidiéndose —«hasta mañana», «que descanses bien»—, de la Señora Grúa, la Hormigonera, el Señor Volquete, el Amigo Bulldozer, la Excavadora…, mientras las ilustraciones presentan primero escenas de cada una de las máquinas, con tonos rojizos del atardecer, haciendo su última tarea del día, y después otras con tonos oscuros de la noche cuando se retiran a descansar y dormir. No conozco la versión original pero la castellana está redactada con unos versos amables que suenan bien. Las ilustraciones, en pastel,... Leer más
Besos para papá, de David Legge y Frances Watts, es un libro para pequeños, que puede resultar en exceso dulzón para unos pero que será encantador para otros. En él, un oso pequeño malhumorado no quiere dar un beso de buenas noches a su padre y este le va proponiendo distintas alternativas... Las ilustraciones son muy vistosas por su colorido, porque se apoyan en un dibujo realista de gran calidad, y porque resaltan la expresividad de unos personajes que resultan superabrazables. He leído un comentario a este libro en el que una lectora decía que no le gusta que el pequeño use continuamente la palabra «¡no!», pero, ¿por qué no?, ¿acaso debería decir sí cuando desea o cuando debe decir no? David Legge. Besos para papá (Kisses for Daddy, 2005). Texto de Frances... Leer más
A los álbumes bedtime como A Child's Good Night Book o El gran bostezo, entre otros, se une ahora Mamá, no puedo dormir, de Manuela Olten y Brigitte Raab, que también intenta inducir el sueño haciendo notar cómo duermen los animales. En este caso vemos cómo la madre intenta que la niña duerma explicándole cómo duermen los leopardos, las cigüeñas, los peces, los murciélagos, etc. La estructura es perfecta para un álbum: doble página con una escena con la madre y la niña en la página izquierda y una representación de lo que cuenta la madre a la derecha, y una doble página consecutiva con la composición de lugar que se hace la niña y sus intentos patéticos para dormir… La disposición de los bloques de texto está bien integrada en la composición de las dobles... Leer más
Un álbum más de miedos infantiles a la hora de dormir resueltos del modo más fiable y tradicional: De verdad que no podía, de Noemí Villamuza y Gabriela... Leer más
El rebaño, de Guridi y Margarita del Mazo, recuerda un poco a La oveja número 108. Esta vez, una oveja con el número 1 afirma, en la primera doble página, que «ser oveja es fácil. Sólo tenemos que pasear, comer, dormir y ayudar a dormir». En la segunda, donde la vemos encabezando a su rebaño, dice que «cada persona tiene asignado un rebaño de ovejas diferente. Y a Miguel le ha tocado el mío. Nos llama cuando no puede dormir. Y nosotras sólo tenemos que saltar la valla»; y a la derecha, vemos a Miguel, a oscuras, con la valla en la cabeza. Ya, pero ¿qué pasa cuando una de las ovejas, la número 4, no está dispuesta, de ningún modo, a saltar la valla? Las imágenes esquemáticas, con unas ovejas cuyo cuerpo es como un gurruño, son muy eficaces. El ilustrador usa el... Leer más
¡Buenas noches, Búho!, de Pat Hutchins, es un álbum para prelectores de 1972 que ahora se publica en España. Es todo un ejemplo de cómo armar un relato con, a la vez, buen humor e inteligencia, economía y riqueza de imágenes y de vocabulario. Nada... Leer más
Hay un cocodrilo debajo de mi cama, de Mercer Mayer, es un relato parecido, gráficamente y en contenidos, a Una pesadilla en mi armario, pero con un desenlace mucho más chispeante. El niño narrador recuerda que antes no podía dormir tranquilo porque había un cocodrilo debajo de su cama, por lo que tenía que tomar muchas precauciones para subir y bajar de su cama, y que, además, ni su padre ni su madre lo sabían e, incluso, no le creían cuando se lo decía. Pero ahora ya no es así: y cuenta cómo tuvo y puso en práctica una idea brillante para expulsar al cocodrilo. Álbum bedtime gracioso aunque no sea «práctico», pues para quienes tengan un problema parecido al del héroe no será fácil imitarle. Es un buen recurso que la historia la cuente su protagonista como algo... Leer más
BedEl libro del oso, de Georg Hallensleben y Kate Banks, es un álbum bedtime con iguales rasgos a otros de los autores: las ilustraciones son cálidas y el texto es amable y apropiado para compartir. La historia es sencilla: una madre le lee a su hijo un libro cuadrado sobre un oso negro que se prepara para dormir durante el invierno; el relato mezcla la historia del oso con el diálogo entre la madre y el hijo, que también se dirigen al oso —«Duerme, oso», «Shhh…», etc.—, para indicarle qué debe hacer... Se puede poner como un ejemplo más de algo característico: de que hay autores que firman siempre unas historias muy semejantes pero, como lo hacen bien, siempre gustan. Hay quienes piensan que los escritores o ilustradores deberían intentar cosas nuevas, pero no tiene... Leer más
Te desafío a no bostezar, de Serge Bloch y Hélène Boudreau, es un álbum bedtime como, por ejemplo, The Napping House o, más parecido aún, El gran bostezo. El narrador advierte a los lectores de los peligros de ponerse a bostezar por la noche…, sobre todo porque te pueden mandar a la cama. Las ilustraciones, con figuras graciosas y eficaces, están bien compuestas, como todo lo que firma el ilustrador. La narración es simpática. Alguien me hizo notar la impropiedad del título, al menos en castellano, si pensamos en que es el niño quien lo pronuncia: sólo uno muy redicho emplearía esa expresión. Serge Bloch. Te desafío a no bostezar (I Dare You Not to Yawn, 2013). Texto de Hélène Boudreau. Granada: Barbara Fiore, 2013; 32 pp.; trad. de Carles Andreu y Albert Vitó;... Leer más
A este buen comentario de Mi papá, un álbum de Kris Di Giacomo y Coralie Saudo, acerca de un padre que no quiere irse a dormir y que ha de ser su hijo quien le anime..., no es necesario añadirle muchas más cosas. Sólo dos. Una, que es un álbum que se suma a los pocos donde se plantea la relación entre un niño y su padre, al menos comparados con los que muestran a la madre, aunque lo firmen una autora y una ilustradora. Otra, que se puede poner como ejemplo de que no es verdad que los niños no entiendan la ironía pero sí de que los niños, igual que los adultos, entienden aquellas ironías que se dan en un territorio común a quien formula la ironía y a su destinatario. Kris Di Giacomo. Mi papá (Mon Papa, il est grand, il est fort, mais, 2010). Texto de Coralie Saudo.... Leer más
Veo aquí un buen comentario a Again!, un álbum excelente más de Emily Gravett, esta vez acerca de la lectura de cuentos a los niños por la noche, con algunas originalidades interesantes. En las primeras guardas un dragoncito (llamado Cedric en la edición en castellano) se lava los dientes y se baña. En la siguiente doble página, la de presentación, el personajillo tiene un libro en la mano y está preparado para ir a la cama. La siguiente doble página parece un error, pues parece de nuevo (again) la previa pero, si nos fijamos bien, en ella vemos al dragoncito que nos guiña el ojo. Luego ya vemos a la madre dragona que le lee un cuento sobre caballeros y dragones…, y, a continuación, nuevas versiones del cuento según el personajillo va diciendo again?, again!, etc.,... Leer más
Un álbum ideal para dormilones, no editado en España, que se puede poner como ejemplo de cuento acumulativo y encadenado: The Napping House, de Don y Audrey Wood. Hay versión en castellano, La casa adormecida, que no... Leer más
La campeona mundial de mantenerse despierta, de Sean Taylor y Jimmy Liao, es un excelente bedtime por su texto y por sus imágenes. Stella tiene que irse a la cama pero ni la cerdita Rosa, ni el ratón Amperio ni Sapo de Trapo están por acostarse, e incluso Rosa dice de sí misma que es la campeona mundial de mantenerse despierta. Así que Stella va proponiendo algo distinto a cada uno de sus juguetes para conseguirlo: a Rosa que se imagine que la almohada es un barco; al ratón, que la caja en la que le mete es un tren; a Sapo de Trapo que la cesta de los juguetes es un globo. Los personajes resultan entrañables y las ilustraciones son luminosas y están compuestas con la maestría propia de Liao. Van recuadradas la que recogen la vida normal de Stella y sus muñecos, las que... Leer más
A los muchos álbumes con el tema del niño que no se puede dormir se ha de añadir otro sobresaliente: En blanco, de Lucía Serrano. Irene es una chica a la que le gusta dibujar y tiene la cabeza llena de ideas pero, cuando se intenta dormir, eso es un problema. La narración cuenta sus trucos: dejar la mente en blanco, concentrarse delante de un gran lienzo blanco, llamar a la Goma de Borrar ideas (pero como algunas está escritas con boli no se pueden borrar), imaginarse una habitación vacía, etc. Lo cierto es que todos son infructuosos hasta que... La historia de Irene se complementa o va en paralelo con la de su conejo de peluche. Narración ingeniosa y bien construida, que tiene aires de tira cómica y combina dibujos con las manchas de pinturas de ceras que hace Irene. Son... Leer más
Dos buenos álbumes de Elzbieta: ¿A dónde van los niños? y Pequeña luna. En el primero dos osos de peluche hablan acerca de los niños que fueron sus dueños y piensan si los habrán olvidado. En el segundo, a la hora de acostarse, el pequeño Bubú no hace más que mirar la luna pero va comprobando que todos los demás animales no se fijan y sólo piensan en dormir. El primero es un relato en la tradición de las relaciones afectivas entre niños y juguetes y el segundo es un álbum bedtime también con un argumento típico. Las ilustraciones pictóricas y elegantes características de la autora son óptimas para transmitir la nostalgia del primer relato y para subrayar la poesía de la situación del segundo. Elzbieta. ¿A dónde van los niños? (Oú vont les bébés, 1997,... Leer más
Igual que la semana pasada, indico dos álbumes que, con todos sus méritos, tampoco me parecen satisfactorios. Los dos son «álbumes bedtime»: Oscar y los gatos lunares, de Nicoletta Ceccoli y Lynda Gene Rymond, y Faltan 10 minutos para dormir, de Peggy Rathmann. El primero es sobre un gato, Óscar, al que le gusta subirse a lugares altos desde donde mirarlo todo y que un día llegó a la luna, donde conoce a los gatos lunares y a la vaca que saltó sobre la luna, y siente la tentación de quedarse allí y no volver con su niño. El segundo narra cómo el niño protagonista va preparándose para dormir mientras sus hámsters organizan una caótica excursión nocturna que dura los diez minutos de rigor. Del primero se puede destacar que las ilustraciones tienen efectos 3D y son... Leer más