El gran libro de los números, contemos del 1 al 100, de Richard Scarry, es toda una referencia de los libros para prelectores. Aparte de la simpatía que siempre se desprende de las figuras y de las escenas que muestra el autor, en este álbum se puede apreciar otra de sus «marcas de la casa»: mientras que muchos álbumes de números para pequeños «enseñan» los números del uno al diez o, como mucho, del uno al veinte, Scarry no teme cansar a nadie y siempre se inclina por dar muchísima información. Al protagonista principal, el siempre sonriente Conejo Pepito, su padre le propone que juegue a contar los objetos que ve —huevos, ruedas, etc.— o las figuras de distintos animales —ratones, cerdos, etc.—; cuando alcanza el número 10 aparece una doble página de repaso de... Leer más
Otros álbumes de Leo Lionni para prelectores con la intención de transmitirles conceptos básicos son los titulados Colores, Números y Letras (este último no publicado en España, que yo sepa). En Colores aparecen tres ratones primero en azul, luego en amarillo (junto con un pollito), en verde (entre tréboles), en rojo, en gris…; y las sucesivas imágenes, en la edición española, se acompañan de un simpático pareado en cada doble página. En Números vemos a distintos ratoncitos cada uno con su número, del 1 al 10, mientras juegan entre sí —en la última escena uno de los ratones hace una foto a los otros nueve—, y también hay un pareado con cada ilustración. En Letters, un álbum sin palabras en el original inglés, los ratones muestran cuatro o cinco letras por... Leer más
Un millón de puntos, del diseñador gráfico alemán Sven Völker, es un álbum de números que atrae por la sencillez aparente de su concepción y sus atractivas ilustraciones. En cada doble página se muestran números de tres formas: con números, con letras, y con puntos; y los números a los que se dedica cada doble página van en progresión aritmética. Así, la primera doble página es 1, un árbol; la segunda es 1 + 1 = 2, dos árboles; la tercera, 2 + 2 = 4, cuatro frutos en los árboles; la cuarta 4 + 4 = 8, 8 frutos en el suelo; y todo cambia ya desde la quinta, que presenta 8 + 8 = 16, un escarabajo visto desde arriba con 16 puntos negros; la sexta, 16 + 16 = 32, una tostadora de pan que tiene 32 puntos rojos, etc., hasta llegar a las últimas cifras, de 524.288 y 1.048.576,... Leer más
Un Zorro, álbum subtitulado Un libro (de miedo) para contar, es un muy buen debut de Kate Read. Se cuenta en él cómo un zorro acecha una granja de gallinas, en sucesivas dobles páginas que muestran 1 zorro hambriento, 2 ojos astutos, 3 gallinas regordetas, 4 garras sigilosas, etc. Las ilustraciones coloristas, compuestas con collages, tienen fuerza, están bien compuestas y secuenciadas para que la tensión vaya en aumento. Ahora bien, mientras que a un lector rural de hace décadas el desenlace le puede sorprender, a un lector urbano de hoy no lo creo, pues sabe bien que no hay álbumes con zorros comiéndose a una gallina y sabe aún mejor que un zorro antiguo nada tiene que hacer ante las gallinas ilustradas de hoy. Kate Read. Un Zorro. Un libro (de miedo) para contar (One Fox.... Leer más
Hablé, hace unos días, de que hay un tipo de relatos bedtime que son historias extravagantes para dramatizar —cité Canción para dormir a las fieras, pero también podría ser No nos podemos dormir— y otro que son historias para perder cualquier miedo a la oscuridad e incluso disfrutar con ella —cité Duermevela y otro ejemplo es Switch on the nigt—. Hoy le toca el turno a otras que intentan inducir el sueño hasta físicamente, como lo era El gran bostezo, y como lo es Veinte bostezos, de Lauren Castillo y Jane Smiley. El relato presenta, primero, a la protagonista y su familia un largo día jugando en la playa —y las imágenes nos muestran actividades muy variadas—. Y, después, cuando llega el momento de que Lucy se meta en la cama, da un gran BOSTEZO. Pero también... Leer más
Otro álbum eficaz (tal vez no para todos) de Agnese Baruzzi: ¡A comer… con los monstruos!, un libro de números divertido e ingeniosamente construido. En las solapas vemos las figuras de unos cuantos monstruos, que aparecen de nuevo en la primera doble página de presentación, pero esta vez en color y con sus nombres: El monstruo de mirada extraña, El terrible Cien Ojos, El gigante de la cara rellena, etc. En las siguientes dobles páginas aparecen sus caras, en grande, y al levantar una solapa para abrirles la boca, averiguamos qué apetitosos bichos está comiendo cada uno: una araña, dos sapos, tres ballenas, etc. La doble página final muestra los distintos animales que se han comido los diez monstruos. Los textos cortos que van presentando lo que come cada monstruo están... Leer más
Otros dos álbumes primeros de Maurice Sendak (que, vistos hoy, se podrían ver como el trabajo de un autor que se prueba a sí mismo intentando los ejercicios supuestamente más sencillos de su arte antes de lanzarse a componer obras más complejas) son El uno era Juan. Libro de los números y Miguel, un cuento muy moral. Igual que dije ayer, recomiendo comparar los textos originales —de One Was Johnny, que como los otros álbumes tiene música compuesta por Carole King, y Pierre. A cautionary tale— con las versiones de Gloria Fuertes. En el segundo, por ejemplo, Pierre responde a todo con «I don't care» mientras que Miguel «a todo decía: ¡Y a mí qué! ¡Y a mí qué! ¡No me importa! ¡La vida es corta!». Maurice Sendak. El uno era Juan. Libro de los números (One Was... Leer más
Ojo con los números, de Aleksandra Mizielińska y Daniel Mizieliński es un álbum en cartoné sin palabras para que jueguen niños curiosos, pacientes y perseverantes. En él se suceden dobles páginas repletas de figuras de todo tipo. En cada una hay un número, del 1 al 10, en la parte superior izquierda. En cada una son muchas las figuras que la pueblan y, según se indica y el lector puede ir comprobando, hay siempre diez grupos de tantos elementos como indica el número, del 1 al 10, que hay en la parte superior izquierda. Hay también otros grupos, como a simple vista se aprecia, que pueden despistar. Aleksandra Mizielińska y Daniel Mizieliński. Ojo con los números (Mam oko na liczby, 2013). Barcelona: Ekaré, 2017; 22 pp. en cartoné; ISBN: 978-84-944959-5-5.... Leer más
Cuéntame, de Ana Palmero Cáceres, es un álbum interesante por su origen y por su originalidad. En la cestería fabricada por la etnia Ye’kuana que vive al sur de Venezuela, en las riberas del Orinoco, se repiten ciertas figuras geométricas que representan animales o motivos de la naturaleza que aparecen en sus relatos populares. Con ellos la autora ha preparado un álbum de números, hasta el diez, utilizándolos —1 jaguar, 2 serpientes, 3 armadillos, 4 monos, etc.—, cada uno en dos colores sobre otro color de fondo, cuestión que no sé si tiene que ver o no con los animales correspondientes. Al final hay unas explicaciones breves. Ana Palmero Cáceres. Cuéntame (2016). Barcelona: Ekaré, 2016; pp.; ISBN 978-980-257-379-0.... Leer más
Vuelvo a la idea y a un autor de hace unos días. Hay álbumes que son algo sosos (para lo que ahora mismo estamos acostumbrados) pero que pueden cumplir bien su función en manos de quien les sabe sacar partido, y me refiero tanto al niño lector como al adulto que lo comparte con él. Pensaba esto, una vez más, al tener entre las manos Del 0 al 20, de David Hawcock, un álbum tridimensional de formato pequeñito en el cual, al ir abriendo sus páginas, van surgiendo los números en blanco contra fondos de color. En la página izquierda vemos las siluetas de distintas figuras: un tractor, dos peces, tres pájaros, cuatro gatos… En la derecha, nada más que el número en letras mayúsculas. En principio cabría pensar que se le podrían añadir más cosas al libro, pero también puede... Leer más
Cuenta los pájaros, de Alice Melvin, es un libro de números, de uno a veinte. En distintas escenas, que a veces van en una doble página y a veces en páginas simples, van apareciendo un gallo, dos loros, tres patos, cuatro crías, cinco pájaros de tela, etc. Cada imagen se presenta con unos pocos versos que, aunque no conozco los originales, se adivina que suenan muy diferente a los originales ingleses. Las ilustraciones tienen calidad, son graciosas y, algunas al menos, recuerdan las de Pat Hutchins. Alice Melvin. Cuenta los pájaros (Counting birds, 2009). Barcelona: Corimbo, 2016; 32 pp.; trad. de Ana Galán; ISBN: 978-84-8470-539-0.... Leer más
Después de los dos álbumes de ayer, otros del mismo tipo son los de Patrick George. Hasta el momento yo he visto con calma Formas, Números y, el más reciente, Rescate animal. Todos ellos emplean el mismo recurso: entre cada dos páginas en papel va un acetato casi transparente que, al pasarlo, provoca un cambio. En Formas vemos, al principio, a un empleado de una empresa de transportes con paquetes de distintas formas —cuadrado, triángulo, rombo, etc.—, y en páginas sucesivas vemos el envío y la entrega de los distintos paquetes. En Números vemos, en cada página izquierda, unas cuantas moscas, una menos del número que aparece; pero, en la página derecha vemos otra mosca amenazada (por una araña, un pez, una planta carnívora, etc.), de forma que, al pasar el acetato,... Leer más
Actualización en noviembre de 2016. En agosto de 2014 escribí que «un álbum considerado uno de los mejores por el público inglés, que se tradujo hace años muy bien al castellano, y que merecería una nueva edición en formato grande, es Mister Magnolia, de Quentin Blake». Esa edición acaba de salir hace pocas semanas. Es un álbum de números, pues las escenas sucesivas van señalando algo que tiene Míster Magnolia —una trompeta, dos primas flautistas, tres batracios, cuatro cotorras, etc.—. Es también un relato de nonsense, con versos rítmicos y repetitivos, apropiados para leer en voz alta. Tiene además la pequeña intriga de saber qué ocurre con el misterioso paquete que recibe al principio el héroe. Y, como es de esperar, las ilustraciones tienen la soltura y... Leer más
Después de ¡Mamá! y de ¡Hippos go berserk!, otro álbum más para la miniserie de números y animales: ¡A la cola!, de Tomoko Ohmura. En la primera doble página un pájaro da la bienvenida, indica que hay que formar cola por orden de llegada, y una rana, la número 50, espera ya. En la siguiente doble página vemos una fila de distintos animales, en la que cada uno dice o hace algo, mientras el pájaro la sobrevuela pidiendo silencio. Así, durante diez dobles páginas, se avanza del animal más pequeño hasta el más grande. Hasta que, cuando llega junto al primero, el elefante, el pájaro los hace «subirse» a todos en la atracción que, suponemos, van a presenciar y disfrutar. Y, en la siguiente doble página, con solapas que se despliegan hacia cada lado, la vemos por... Leer más
Otro álbum de números —en inglés y de hace tiempo— es Hippos go berserk!, Hipopótamos enloquecidos podríamos traducir, de Sandra Boynton. Es una historia de nonsense graciosa que comienza cuando un hipopótamo llama por teléfono a otros dos hipopótamos. Luego llegan tres a su casa pero vienen con otros cuatro... y, al final, hay una inmensa fiesta con nada menos que cuarenta y cinco hipopótamos. Después, al volverse cada uno a casa e ir despidiéndose, los números vuelven a ir hacia atrás, una originalidad en este tipo de álbumes. El texto es simpático, y en las imágenes que siguen el hilo argumental, sencillas pero eficaces, se incluyen otros pequeños detalles graciosos para fijarse. El pequeño lector puede contar no sólo de acuerdo con los números que van... Leer más
Hace poco ha fallecido el ilustrador belga, de origen portugués, Mario Ramos, autor de álbumes muy eficaces para prelectores, cuyos protagonistas son, casi siempre, animales antropomorfizados. Uno es ¡Mamá!, un libro cuyo personaje central es un niño al que vemos rodeado de toda clase de animales. En las sucesivas ilustraciones va entrando en las habitaciones de la casa llamando a su mamá y, en cada una, ve una escena distinta: un hipopótamo, dos leones, tres jirafas, cuatro cocodrilos, cinco elefantes, etc., hasta diez. Las imágenes tienen colores fuertes contrastados y son claras, las figuras tienen aires propios de cómic y son amables. El pequeño lector sonreirá, pues hay buen humor en todas; también tal vez se comparará con el niño asustado, y se conocerá un poco... Leer más
La oveja número 108, de Ayano Imai, me ha recordado, por el argumento, Cuando los borregos no pueden dormir, de Satoshi Kitamura. Paula, una niña que ha intentado todos los remedios para dormir, no lo consigue. Se pone a contar ovejas pero la oveja 108 no puede saltar por encima del cabecero de su cama y bloquea el paso de las demás, aunque todas ellas y la misma Paula intentan ayudarle a saltar. Total, que debe encontrar una solución distinta. Relato gracioso. Las ilustraciones van en recuadros grandes en cada página y el texto va con las imágenes de las páginas izquierdas. Con frecuencia tanto las ovejas como Paula se salen del marco de los recuadros, un recurso que también alude a la confusa frontera entre lo real y lo soñado. Un pequeño acertijo visual completa el... Leer más
En una edición magnífica se acaban de publicar en castellano dos álbumes de Paul Rand y Ann Rand: El pequeño 1 y Chispas y cascabeles. Nunca es tarde si la dicha es... Leer más
Si hace unas semanas hablé de Paul Rand y su magnífico Little 1, hoy le toca el turno a una historia similar: Historia del uno, de María de la Luz Uribe y Fernando Krahn, un ilustrador del que también comento otros álbumes... Leer más