Un millón de puntos, del diseñador gráfico alemán Sven Völker, es un álbum de números que atrae por la sencillez aparente de su concepción y sus atractivas ilustraciones. En cada doble página se muestran números de tres formas: con números, con letras, y con puntos; y los números a los que se dedica cada doble página van en progresión aritmética. Así, la primera doble página es 1, un árbol; la segunda es 1 + 1 = 2, dos árboles; la tercera, 2 + 2 = 4, cuatro frutos en los árboles; la cuarta 4 + 4 = 8, 8 frutos en el suelo; y todo cambia ya desde la quinta, que presenta 8 + 8 = 16, un escarabajo visto desde arriba con 16 puntos negros; la sexta, 16 + 16 = 32, una tostadora de pan que tiene 32 puntos rojos, etc., hasta llegar a las últimas cifras, de 524.288 y 1.048.576, con una página que se despliega en cinco hojas.
El álbum atrae a cualquier lector por la curiosidad de seguir el hilo para ver cuál es la siguiente sorpresa, y por las ilustraciones elegantes en formas simples y colores planos. Puede ser estimulante y apropiado para ciertos lectores pequeños por lo que, con toda naturalidad, les enseña de los números y de los tamaños de las cosas. También he leído en algunos sitios que puede ser una forma de presentar a los niños el puntillismo de Seurat (excesivo me parece, pero si sirve…).
Sven Völker. Un millón de puntos (A million dots, 2019). Barcelona: Océano Travesía, 2019; 44 pp.; ISBN: 978-607-557-132-4. [Vista del álbum en amazon.es]