Consideraciones de Ursula Le Guin sobre las distopías de moda: «Las oscuras distopías de moda (…) eluden el compromiso con el sufrimiento humano y las posibilidades genuinas. La narrativa imaginativa que admiro (…) amplía el (…) entendimiento moral. Ello puede hacerse en un tono (…) ingenuo y esperanzado (…) o mediante construcciones» complejas y sofisticadas; «pero siempre es reconocible el mismo impulso: llevar a imaginar un cambio. No conoceremos nuestra propia injusticia si no podemos imaginar la justicia. No seremos libres si no imaginamos la libertad. No podemos exigir que alguien intente alcanzar la justicia y la libertad si no ha tenido la oportunidad de imaginar que se pueden alcanzar». Más adelante critica Le Guin la obsesión de los redactores de textos... Leer más
Las novelas que componen El Dador no hablan de rebeliones armadas o de acciones contra el poder, sino de las actitudes de fondo de los personajes y de las cosas que cada uno puede hacer. En ellas queda claro que las deficiencias no nos definen: «”enorgullécete de tu dolor”, le había dicho siempre su madre . “Eres más fuerte que los que no tienen ninguno”». Queda también clara la importancia de poner al servicio de los demás los dones que tenemos, incluso a costa de la propia vida: cada una de las novelas conduce a sus protagonistas a un momento crítico de ese tipo. Pero, en especial, todas reivindican la fuerza del amor familiar y de la bondad. La segunda novela, En busca del azul, habla de los lazos de Kira con su padre desaparecido y con... Leer más
Las cuatro novelas que componen la serie que comienza con El Dador tienen tramas intensas que se centran en los problemas interiores de sus protagonistas. Son libros que se desarrollan con calma, en ocasiones con una cierta solemnidad, que están bien escritos, con frases cortas y las descripciones justas. Igual que muchos relatos de ciencia-ficción tienen mucho de cuentos de advertencia, pues buscan hacer pensar en qué futuro queremos o nos espera. Son buena literatura juvenil, por su calidad literaria y narrativa, porque tienen argumentos tensos de los que atrapan a un lector mínimamente atento, y porque presentan chicos y chicas reflexivos en momentos críticos. No son relatos cómodos para todos los lectores porque su confección responde a criterios literarios y no a la... Leer más
En lo que yo conozco diría que El Dador es la mejor distopía juvenil moderna, con diferencia sobre las demás. No sé hasta qué punto Lois Lowry la escribió pensando en prolongarla o no con otros relatos —a primera vista diría que no—, pero, sea como sea, lo cierto es que luego la continuó con En busca del azul, El Mensajero y El hijo. Años atrás leí la segunda: me sorprendió que fuera tan diferente de El Dador, por más que viera semejanzas de fondo; y me sonaba extraño que, para mostrar las peculiaridades del modo de hablar de algunos personajes, en la traducción al castellano se usasen modos asturianos de decir. Pero como Lowry es una muy buena escritora decidí leer seguidas las cuatro: ha sido una buena experiencia. Resumo hoy los argumentos de las novelas dos, tres y... Leer más
Dentro de las distopías de moda las hay con un planteamiento inicial interesante que luego, por distintas razones, no se desarrolla bien. Normalmente, me parece, a los autores y editores les ha faltado tiempo y paciencia para condensar el relato y reducirlo a sus proporciones justas. O, vistas las cosas al revés, han aplicado la solución comercial de moda que pide prolongar la idea en tres o cuatro volúmenes (lo cual casi nunca significa más trabajo sino menos). Un ejemplo de lo anterior es El corredor del laberinto, un relato con una buena idea de partida que, por tanto, al transformarla en película (parece ser que) mejora: eso se cuenta bien en este comentario titulado «Véala antes de leerla». Otro ejemplo de libro con una potente idea inicial es Vuelven, de Jason Mott. El... Leer más
El cementerio de barcos, de Paolo Bacigalupi, es una distopía más pero algo mejor que otras. Mundo futuro. Golfo de México. Playa de Bright Sands. Antiguos petroleros y mercantes encallados o hundidos. Mucha gente malvive trabajando como desguazadores. Nailer, de 17 años, pertenece a una cuadrilla de adolescentes que se ocupan de sumergirse para llegar a lugares difíciles y recuperar algunos materiales como las conducciones de cobre. Su padre, Richard, es alcohólico y, en ocasiones, es extraordinariamente violento con él. Encuentra un cierto apoyo en su jefa, una chica un poco mayor llamada Pima, y en la madre de Pima, Sadna, una mujer sensata y fuerte. Un día Nailer se ve atrapado en un depósito de petróleo y tiene un accidente. No puede trabajar unos días y, además, hay... Leer más
Casi todo el mundo conoce la historia de la rana que, si la echas en una olla de agua caliente, inmediatamente salta fuera; pero que si la echas en una olla de agua normal, y luego, poco a poco, vas calentándola, la rana se va sintiendo superagusto, tan calentita y, cuando se quiere dar cuenta, está completamente cocida. He vuelto a pensar en eso al leer La quinta ola, de Rick Yancey, primera entrega de una nueva distopía, en la línea de las que últimamente son habituales en las colecciones de literatura juvenil: las que presentan mucha violencia sin un marco claro de referencia moral y de las que presciden de cualquier consideración acerca de si es sensato dedicarnos a juguetear imaginativamente con situaciones tan imposibles como extremas. El punto de partida es una... Leer más
Se acaba de volver a publicar Nosotros, de Yevgueni Zamiatin, tal vez la primera distopía sobre un mundo dictatorial. Escrita en Rusia en 1921, se publicó en Inglaterra en 1923, y a Rusia no llegó hasta 1988. Orwell se inspiró en ella para escribir 1984 y todo parece indicar que también lo hizo Huxley para Un mundo feliz, por más que dijera que no la conocía. Pero, por su tono más aséptico y su estructura más esquemática, tengo la impresión de que Nosotros ahora se lee mejor que sus continuadoras. Los hechos se narran mediante textos del Periódico del Estado y las anotaciones de un ingeniero, llamado D-503, constructor de la nave Integral. Al principio es una persona completamente adaptada en su mundo, gobernado por el Bienhechor, aunque advierte: «voy a ser totalmente... Leer más
Después del citado ayer, otro libro que da idea de la facilidad con la que Michael Grant puede armar historias complicadas es Olvidados, la primera novela de una serie de seis libros de fantasía y ciencia-ficción de los que se han publicado los cinco primeros en los EE.UU. (El título original es Gone: no sé si Olvidados responderá a lo que narran las otras novelas). En el pueblo californiano de Perdido Beach y sus alrededores ocurre algo extraño: desaparecen repentinamente todos los mayores de quince años y los chicos que quedan intentan organizarse. Hay varios grupos: uno, en torno al sensato Sam Temple; otro, en torno a Orc, el matón; otro, en torno a Caine Soren, un chico de un colegio cercano que se hace con el dominio de la situación. Pronto se descubre que hay quienes... Leer más
Delirium y Pandemonium, de Lauren Oliver, son dos novelas muy muy parecidas a las mencionadas de Ally Condie: se publicaron con pocos meses de diferencia y tienen hilos narrativos calcados, con una chica protagonista que también es corredora, que también descubre poesías clásicas prohibidas, y acaba en medio del triángulo amoroso habitual del subgénero. Un Estados Unidos donde el amor se considera una enfermedad: delirium. Por esa razón, a los 17 o 18 años los jóvenes sufren una operación que les cura de esa enfermedad. Cuando le faltan 95 días para ese momento, Lena conoce a Alex, un chico que resulta ser un «inválido»: así se conoce a quienes no están curados y, al menos en principio, deberían vivir en la llamada Tierra Salvaje. Todo cambia y Lena empieza a... Leer más
Juntos y Caminos Cruzados, de Ally Condie, son la primera y segunda entregas de una trilogía distópica más, de las que siguen el esquema básico de El Dador, que por lo que voy viendo sin duda es la mejor novela juvenil del género. Juntos presenta un mundo futuro donde la Sociedad lo controla todo: qué hacer, qué ver, qué leer, cómo actuar… Cuando llega la edad correspondiente, hay una ceremonia en la que a cada chica o chico se le asigna una pareja. A Cassia, la narradora, le toca su amigo de la infancia, Xander, con el que se lleva muy bien. Pero, por un error, también por un momento se le dice que su pareja es Ky, otro chico misterioso de su calle. A partir de ahí, y de otros acontecimientos que afectan a sus padres, Cassia se replantea cosas y ve que su mundo no es tan... Leer más
Una vez mencionadas algunas novelas juveniles distópicas, puede venir bien echar una mirada hacia atrás. El rasgo argumental más característico de Los juegos del hambre es el de ser un concurso televisivo, seguido con pasión por la gente, donde los protagonistas jóvenes compiten hasta la muerte. No pocos comentaristas han hecho notar que ya Stephen King basó dos novelas suyas antiguas —de las que publicó con el seudónimo de Richard Bachman— en lo mismo: La Larga Marcha y El fugitivo. Ambas tienen lugar en un mundo futuro dictatorial donde la televisión es un instrumento de control. En la primera no se indica el año y la segunda tiene lugar en 2025. Como suele suceder con las novelas de ciencia-ficción del pasado, se comprueba pronto que los avances técnicos que se... Leer más
El corredor del laberinto y Las pruebas, de James Dashner, son las dos primeras novelas de una trilogía de ciencia-ficción. En la primera un chico de dieciséis años llamado Thomas aparece, sin recordar nada de su pasado, en el Claro, un lugar rodeado por muros donde viven unas decenas de chicos que, como él, llegaron tiempo atrás, uno al mes, en sus mismas condiciones. Tom ve que cada uno tiene allí un trabajo adaptado a sus condiciones y que, algunos, los corredores, entran cada día en el Laberinto, un lugar fuera del Claro que cambia continuamente, para intentar hacer un mapa que les permita saber cómo escapar. Es un lugar peligroso pues allí han de hacer frente a los Laceradores, una especie de robots de lo más dañinos. Pero, poco después de la llegada de Tom, llega una... Leer más
Un segundo ejemplo de «serie juvenil distópica» —la que, ahora mismo, parece destacar más—, es la que se inició con Divergente, la primera novela de Veronica Roth —que la escribió con 22 años—, que continúa con Insurgente, recién publicada en los EE.UU. y que no he leído, y a la que parece que seguirá una tercera entrega en 2013. Una Chicago del futuro está dividida en cinco facciones: Cordialidad, Abnegación, Osadía, Erudición, Verdad. Cuando llegan a los 16 años todos han de participar en la Ceremonia de la Elección: en ella confirman que desean seguir en su facción o bien que desean ser trasladados. Los nuevos incorporados pasan, en sus facciones respectivas, por un periodo de aprendizaje, y los que no superan las pruebas son expulsados y pasan a ser una... Leer más
Cuando los libros de Harry Potter triunfaron, en las novelas juveniles proliferaron los jóvenes magos adolescentes; cuando lo hicieron Crepúsculo y sus secuelas, las ficciones se llenaron de vampiros, hombres-lobo y demás híbridos con problemas amorosos; ahora que Los juegos del hambre ha impuesto una nueva moda, le toca el turno a las series a caballo entre la fantasía y la ciencia-ficción que han dado en llamarse «distópicas», es decir, ambientadas en futuros difíciles y conflictivos. Un ejemplo es el libro primero de una nueva serie: Después de la nieve, de S. D. Crockett, que se sitúa el año 2059, en la sexta edad del hielo y en un mundo controlado por un poder dictatorial. El confuso narrador, un chico de 15 años llamado Willo, comienza su relato haciéndonos saber... Leer más
Reseña de la trilogía que comienza con Los juegos del hambre, que me pidieron con motivo del estreno de la película, y que amplía un poco una nota que originalmente titulé Circo romano por televisión. Tiempo después escribí un artículo más extenso sobre este tipo de... Leer más
La guerra de las salamandras, de Karel Čapek, fue una novela de ciencia-ficción catastrofista publicada en 1936 y concebida como una advertencia contra el creciente ascenso del poder nazi. En ella se cuenta que el capitán J. Van Toch fue el descubridor de unas salamandras muy especiales que habitaban en una islita del Pacífico, cerca de Sumatra; y que a él se debió la idea genial de instalarlas en muchos otros sitios como fuerza de trabajo para explotar criaderos de perlas. Lo malo fue que las salamandras se reprodujeron muy rápido y aprendieron mucho... En «Demasiado tarde, o sea, ¿cuándo?», un capítulo de Lecturas no obligatorias, Wisława Szymborska comenta la impresión que le produjo su lectura hace unos pocos años y, en particular, la gran actualidad de su... Leer más
En su momento leí Los juegos del hambre, de Suzanne Collins, y ahora he leído En llamas, la continuación de la historia. En la primera se presenta una sociedad dictatorial futura donde, anualmente, son seleccionados por sorteo un chico y una chica de cada uno de los doce estados para luchar entre sí hasta que sólo quede uno vivo; esto tiene lugar en un estadio un tanto especial —con bosques y lagos y todo tipo de escenarios— desde donde los combates son retransmitidos en directo a todo el país; la protagonista y narradora, Kaniss, se presenta por su estado para sustituir a su hermana pequeña, que había sido la elegida. En la continuación, después de una introducción algo más larga, los protagonistas vuelven al estadio para competir de nuevo a muerte, pero la rebelión... Leer más
Las dos utopías futuristas más influyentes y citadas son Un mundo feliz y 1984. Leídas ahora no conservan la frescura de otras, como Farenheit 451, y se les ven mucho los defectos narrativos, pero tienen el mérito de haber planteado algunas cosas con gran agudeza y de haber acuñado expresiones que han pasado al lenguaje común. En Un mundo feliz todo el planeta está bajo un gobierno pacífico que ha eliminado la guerra, la pobreza, el crimen y la infelicidad; los protagonistas, Bernard Marx y Lenina Crowe, pasan unos días de vacaciones en una Reserva y allí conocen a John el Salvaje. En 1984 hay un único estado totalitario en el que todo discurre bajo el ojo siempre vigilante del Gran Hermano; Winston Smith, funcionario del Ministerio de la Verdad, cuya misión es reescribir... Leer más
La ciencia-ficción, si tiene calidad, es un género con un poder particular para suscitar reflexiones de calado: al colocarnos en un ambiente diferente y provocar pensamientos tipo «¿qué pasaría si...?», puede sacudirnos un poco. Es el caso de una buena narración de ciencia-ficción juvenil como El Dador de Lois Lowry, un relato que plantea con crudeza el dolor que siente un chico cuando descubre la incoherencia de los adultos y, sobre todo, de sus padres..., también cómplices de horribles crímenes en nombre de la estabilidad social y de las comodidades... Leer más