En Ilustratour 2012, el mes de julio, entrevistaré a Nina Christensen, una especialista danesa en literatura infantil. Así que, aprovechando la ocasión, pongo aquí a Ole Lund Kirkegaard, un autor del que, tiempo atrás, seleccioné dos libros: La aventura volante de Hodia y Tarzán de... Leer más
Una novela gráfica, casi sin palabras, excelente: La ventana, del taiwanés Sean Chuang. Es un relato a la vez duro y esperanzador, un alegato contra los conflictos bélicos pero sin darse aires de alegato, contado con ritmo tranquilo y de forma muy... Leer más
A Jiménez Lozano le parece «muy claro que el lenguaje de diseño de hoy está absolutamente reducido a instrumento y comunicación, y para él las imágenes y los símbolos no existen, y hay que repetir que no son comprendidos, si se los oye o se los lee. El lenguaje se torna cada día más abstracto y, por lo tanto, más fácil de manipular y de hacerle decir incluso lo contrario de lo que dice. Y, para comprobarlo, sólo es preciso pensar en el lenguaje políticamente correcto, del que ya decía Tucídides que se utilizaba para nombrar los crímenes de otro modo. Un lenguaje simbólico y lleno de imágenes no permite estos jueguecitos verbales o encubrimientos de realidades a veces terribles». Ese lenguaje simbólico y con imágenes es el propio de un buen relato, que «debe ser... Leer más
En un artículo sobre Ibsen decía Chesterton que la religión es una rara y definida convicción acerca de lo que nuestro mundo es realmente, mientras que la superstición es sólo la aceptación sensata de lo que obviamente es. Los campesinos cuerdos y los cazadores sanos son supersticiosos porque son sanos y están cuerdos: la superstición nace de un razonable temor a lo desconocido y, por tanto, puede ser vista como el lado creativo del agnosticismo. Mientras el hombre supersticioso ve con claridad que el universo es algo que ha de ser temido, el hombre religioso mantiene, paradójicamente, que el universo es algo en lo que podemos confiar. El temor es, ciertamente, la cosa más obvia y, por eso, el temor de Dios es el comienzo de la sabiduría…, pero no el final. En otros... Leer más
Con los claros acentos autobiográficos de todas las narraciones de Thomas Wolfe, en Una puerta que nunca encontré se presentan cuatro textos titulados, cada uno, con una fecha: octubre de 1931, de 1923, de 1926, y abril de 1928. En el primero, el narrador está con un anfitrión rico, acerca del que ironiza y a quien le cuenta su vida en el barrio armenio de Brooklyn. En el segundo se centra, sobre todo, en su regreso a su ciudad natal cuando su padre ha muerto hace ya un tiempo. En el tercero habla del tiempo que vivió en Inglaterra y es el único de los relatos con acentos algo distintos y con momentos divertidos. El cuarto se corresponde con la época en la que vivió en una calle donde había un gran almacén al que llegaba y de donde partía cada día una flota de camiones. Son... Leer más
John Grisham terminaba el primer libro de Theodore Boone con el caso resuelto pero con el juicio en los tribunales a la espera. El secuestro no continúa con aquel caso sino que viene a ser un paréntesis. April Finnemore, la amiga de Theo, desaparece por la noche sin dejar rastro y después de una última conversación telefónica con él de la que no se deducía que pudiera suceder nada semejante. Donde la policía no acierta sí lo hará Theo, ayudado por su tío Ike y un compañero de clase. Para quien no hubiera leído el primer libro la narración contiene todas las aclaraciones necesarias sobre Theo, su familia y los ambientes en los que se mueve. Aunque no tenga una especial tensión, el relato es entretenido y quien esté atrapado por el estilo propio del autor y por su... Leer más
Julius Blom, del finlandés Bo Carpelan, es un libro con un protagonista característico de muchos relatos infantiles nórdicos: sereno, reflexivo, educado... Es como un estereotipo que supongo que será real e ideal al mismo... Leer más
El visor, basado en un texto de Gary Crew, es el primer álbum ilustrado de Shaun Tan. Tristan, un chico curioso que busca y al que le gustan los objetos extraños, un día encuentra una caja con multitud de artefactos para aumentar, enfocar e iluminar. Y, entre ellos, está un curioso visor que, al ponerlo en marcha, resulta ser como una especie de «caja negra» visual de la historia de la humanidad. Tanto la historia como las imágenes tienen un punto misterioso e inquietante, al menos para quien acceda por primera vez al mundo propio del ilustrador. Los autores explican, al final, algunos pormenores sobre la realización y contenido del álbum, en sí mismo un producto «menor», pero que tiene interés para quienes, como yo, aprecien la imaginería futurista-surrealista de... Leer más
Conducir es fácil, de Fernando Pérez Hernando, es un álbum que, al abrirlo, presenta un volante que se ha de agarrar por ambos lados. Luego, el lector ha de seguir las instrucciones que le va dando el texto: girar a la izquierda, girar a la derecha, etc. Al final, si supera todas las pruebas, bastante fáciles, el lector se gana su permiso de conducir. En la línea de Un libro, de Hervé Tullet, el autor demuestra el poder de sugerencia de los libros con una broma simpática. Es sencilla, sí, pero, que yo sepa, es original. Además, es fácil comprobar cómo los lectores que al principio exclaman ¡vaya bobada!, siguen el juego hasta el final sin parar de reír. Fernando Pérez Hernando. Conducir es fácil (2012). Madrid: A Buen Paso, 2012; 32 pp.; col. Ilustrados; ISBN-13:... Leer más
Una observación de Jiménez Lozano acerca de lo que podemos esperar de la literatura: «La literatura como crítica sociológica o política, como “arma cargada de futuro” que decían los camaradas de la poesía, no va más allá de comportarse con un componente de lucha en ese sentido social y político, y pienso que para eso hay otros medios que son los adecuados. Los griegos ofrecían las tragedias como “catarsis” a su público, pero este ya no es el caso. A nuestro mundo no le importa nada de nada y, con frecuencia, todo eso de las denuncias son un bla-bla-bla de politiquería y negocio. Adorno decía que todo lo que en política no es teología es negocio, y algo así puede decirse de la literatura. Lo que cabe esperar es que si se cuenta lo injusto de algún modo... Leer más
En el mundo de la literatura infantil se suele discutir qué autores son los que conectan con los niños y cuáles no, qué historias comprenden mejor y cuáles no. Chesterton decía que los niños pueden disfrutar con todo, incluso con una guía telefónica: eso es el reino de los cielos, disfrutar las cosas sin comprenderlas. Para ejemplificarlo señalaba que, cuando era niño, recitaba de memoria versos de Shakespeare, sin enterarse de lo que decía pero fascinado por sus resonancias sonoras y épicas: por eso, concluye, se podría decir que Shakespeare es un autor para todas las edades. En cambio, señalaba, eso no se puede afirmar de otra clase de poetas, y ponía como ejemplo a Milton, cuyo estilo controlado no es tan fácil que lo aprecie un niño: no es que un niño no pueda... Leer más
Dos observaciones de Jiménez Lozano sobre Dostoievski: —«Dostoievski pertenece al orden de escritores que dejan una decisiva huella en uno, lo que no significa que arrase o colonice ni nuestro pensamiento ni nuestra sensibilidad o gusto estético. Ningún escritor se apoderó jamás de las ánimas de los lectores como él, ninguno las ha trastornado tanto, ninguno las ha hecho bajar de tal modo a los infiernos o sentir la pureza de la inocencia y la belleza del mundo. Ningún otro escritor ha logrado que la vida de un lector suyo quede escindida entre un antes y un después de haberse encontrado con sus libros». —«El crítico y amigo de Dostoievski, Nikolái Strájov, le dice que tiene su escritura un gran inconveniente, y éste es el de que posee... Leer más
Al leer Un perro llamado Vagabundo recordé otro relato mejor, Pobby y Dingan, de Ben Rice, que también intentaba lidiar con presencias sobrenaturales que se perciben pero se... Leer más
Soy feliz, de Jimmy Liao, viene a ser un catálogo de preocupaciones, formuladas de modo amable y humorístico, como con la intención de relativizarlas y verlas de modo positivo. A lo largo de sus páginas asistimos a multitud de momentos de la vida, unos realistas y otros imaginativos, donde aparecen inquietudes de toda clase: unas muy tontas, otras más serias, otras trascendentes; unas de niño, otras de joven, otras de adulto. Se formulan a veces en primera persona, por la misma figura que vemos en la imagen; a veces en segunda, como por parte del adulto que ve al niño de la ilustración y se dirige a él; a veces en tercera por parte de un narrador externo. Normalmente cada escena muestra una preocupación. Algunas ilustraciones ocupan la doble página completa, otras los dos... Leer más
Adam Zagajewski: «No soy enemigo de la poesía libre, sabia y magnífica que sepa unir lo cercano con lo lejano, lo alto con lo bajo, lo terrenal con lo divino, una poesía que sea capaz de registrar los movimientos del alma, las reyertas entre amantes y una escena callejera en una gran ciudad, pero también oír los pasos de la historia y las mentiras de un tirano, una poesía que no nos falle cuando llegue la hora de la verdad. Sólo me enoja la poesía pequeña y pusilánime, obtusa y rastrera, una poesía que escucha servilmente lo que le sopla el espíritu de la época, aquel burócrata desidioso que revolotea a ras de tierra envuelto en una nube sucia de ilusiones». Adam Zagajewski. «Contra la poesía», En defensa del fervor (Obrona żarliwości, 2002). Barcelona:... Leer más
A Handful of Authors contiene 37 artículos de Chesterton de tema literario que habían sido publicados en distintos medios. Los recopiló y publicó, después de su muerte, su secretaria Dorothy Collins. Hay unos pocos sobre cuestiones genéricas, como la poesía, el espíritu de Londres, o las novelas históricas. En otros trata puntos que había tocado ya, o que tocaría, en las biografías correspondientes de Browning, Dickens, Stevenson, o Blake. La mayoría comenta obras o cuestiones propias de autores ingleses, también citados por él en otros sitios, como Shelley, Thackeray, Meredith, Gilbert, Jacobs, Newman, Lewis Carroll, Edward Lear… O como Tennyson, a quien califica como un espléndido imitador de las mejores imitaciones, un hombre que «podía haber sido algo más que... Leer más
Un segundo ejemplo de «serie juvenil distópica» —la que, ahora mismo, parece destacar más—, es la que se inició con Divergente, la primera novela de Veronica Roth —que la escribió con 22 años—, que continúa con Insurgente, recién publicada en los EE.UU. y que no he leído, y a la que parece que seguirá una tercera entrega en 2013. Una Chicago del futuro está dividida en cinco facciones: Cordialidad, Abnegación, Osadía, Erudición, Verdad. Cuando llegan a los 16 años todos han de participar en la Ceremonia de la Elección: en ella confirman que desean seguir en su facción o bien que desean ser trasladados. Los nuevos incorporados pasan, en sus facciones respectivas, por un periodo de aprendizaje, y los que no superan las pruebas son expulsados y pasan a ser una... Leer más
Cuando los libros de Harry Potter triunfaron, en las novelas juveniles proliferaron los jóvenes magos adolescentes; cuando lo hicieron Crepúsculo y sus secuelas, las ficciones se llenaron de vampiros, hombres-lobo y demás híbridos con problemas amorosos; ahora que Los juegos del hambre ha impuesto una nueva moda, le toca el turno a las series a caballo entre la fantasía y la ciencia-ficción que han dado en llamarse «distópicas», es decir, ambientadas en futuros difíciles y conflictivos. Un ejemplo es el libro primero de una nueva serie: Después de la nieve, de S. D. Crockett, que se sitúa el año 2059, en la sexta edad del hielo y en un mundo controlado por un poder dictatorial. El confuso narrador, un chico de 15 años llamado Willo, comienza su relato haciéndonos saber... Leer más
Un perro llamado Vagabundo es la primera novela de su autora, Sarah Lean. A partir de un día en el que su colegio promovió un día de silencio patrocinado —unos voluntarios no hablan en todo el día y sus compañeros recaudan fondos, curiosa fórmula por cierto—, la muy habladora y revoltosa Cally se queda en silencio durante semanas, por lo que todos a su alrededor empiezan a preocuparse. La razón para su silencio, como al principio queda claro, es que su madre ha muerto hace poco, ella la echa mucho de menos, e incluso tiene como apariciones suyas algunas veces, pero su padre no quiere ni oír hablar de la cuestión: «es hora de que olvidemos el pasado y dejemos de inventar cuentos tontos. Es hora de crecer». A todo esto, el padre de Cally también decide que se cambien de... Leer más
En relación a los álbumes que tratan de ayudar a comprender la naturaleza, tal vez los mejores sean aquellos que, simplemente, presentan de forma simpática y amable algunos rasgos propios de los animales. Un buen ejemplo , de hace tiempo, es Stelaluna, de Jannel... Leer más
El dragón Zog, de Axel Scheffler y Julia Donaldson, es un álbum divertido en la larga tradición irónica que abrió El dragón perezoso. Zog es un pequeño dragón que asiste a su colegio y ha de aprender las habilidades características de los dragones: el primer año volar, el segundo rugir, el tercero arrojar fuego, capturar una princesa en el cuarto año y salir a combatir contra caballeros deseosos de liberar princesas en el quinto. En cada una de las primeras pruebas tiene un accidente del que sale ileso gracias a una voluntariosa chica que aparece por allí. En la cuarta, es la misma chica la que se ofrece a ser la princesa (Pearl en el original, Alelí en la traducción española). Y en la quinta… El argumento es simpático y los versos que acompañan las imágenes son... Leer más
Adam Zagajewski: «Leyendo a los escritores contemporáneos, amargos e irónicos, me hago esta pregunta: ¿por qué tenemos que volver de nuevo a Nietzsche? Porque parece que no cabe duda de que ellos proceden de Nietzsche, los fascinó ese gran estilista, ese grande, magnífico saboteador. Y me hago también esta pregunta: qué hay al otro lado, más allá de la inquietud, más allá de la tristeza, inspirada e irónica. Porque, después de todo, no se trata —sólo un niño podría razonar de esta manera— de que, a un lado, se encuentren esos profundos, guasones y agudos genios, y, al otro, exclusivamente la rutina, la mediocridad, la cotidianidad, trajes grises, poetas poco interesantes, el tedio de la ortodoxia y el parlamento, el tedio de los pintores académicos, pastores de voz... Leer más
Quien esté interesado en conocer más cosas de Dickens, los hechos de su vida y las posibles vinculaciones entre ellos y los incidentes que aparecen en sus novelas, puede leer la ordenada biografía escrita tiempo atrás por Peter Ackroyd y que se ha publicado en castellano no hace mucho. Aparte de las cuestiones personales, en ella se tratan con amplitud los pormenores de la confección de sus obras, de sus relaciones con editores e ilustradores, de las aventuras editoriales a las que se lanzó, de sus viajes y sus giras para leer teatralmente algunos tramos de sus obras. Ackroyd habla de aquellos asuntos en los que Dickens abrió camino: así, con Las aventuras de Pickwick revolucionó la forma de vender y presentar la ficción narrativa, no porque la fórmula fuera desconocida sino... Leer más
El puño invisible, de Carlos Granés, es un valioso ensayo que muestra una panorámica del origen y la evolución que han sufrido las vanguardias artísticas y culturales a lo largo del siglo XX. En capítulos cortos el autor presenta los representantes y las ideas de fondo de cada una y apunta también algunos de sus resultados. Así, y entre otras cosas, el autor hace notar la «delgada línea roja que separa el terrorismo cultural del terrorismo real» y cómo las soflamas de algunos intelectuales como Breton o Sartre, «sobre todo las del segundo, fueron combustible de absurdas carnicerías en Latinoamérica». Habla de personajes que, después de intentar derrocar al sistema, se pasaron a él con armas y bagajes con la intención de ganar cuanto más dinero mejor. Explica cómo... Leer más
Los interesados en George MacDonald agradecerán conocer el rico ensayo filosófico y teológico que le ha dedicado Ricardo Aldana. En él se subraya que tuvo gran influencia sobre Chesterton, un lector niño fascinado por La princesa y los trasgos; sobre Tolkien, a quien también cautivaron ese libro y su continuación La princesa y Curdie, y que además tomó de los escritos de MacDonald parte de sus ideas para su famoso ensayo acerca de los cuentos de hadas; o sobre C. S. Lewis, cuyo regreso a la fe cristiana comenzó a partir de la lectura casual de Phantastés, y cuya devoción por MacDonald lo llevó a convertirle en protagonista de su relato El Gran Divorcio. También se comentan las obras de MacDonald que Lewis consideraba más destacadas: Phantastes, La princesa y los trasgos, La... Leer más
Un libro excelente, que tenía en lista para leer desde hace tiempo pero que se había ido quedando atrás: Una vaca, dos niños, trescientos ruiseñores, de Ignacio Sanz. El relato está basado en dos sucesos de la vida del poeta chileno Vicente Huidobro. Para su viaje a Europa en 1916, en el trasatlántico Tierra del Fuego, hizo embarcar a una vaca para que sus hijos pequeños tuvieran leche fresca en el trayecto. Y para su regreso a Chile, siete u ocho años después, lleva trescientos ruiseñores, pues pretende poblar con ellos Chile, y pide a sus hijos, Vicentito y Nela, que los cuiden durante la travesía. El libro atrae porque lo que se cuenta es verdaderamente singular, y porque lo hacen muy bien tanto el narrador en tercera persona que se ocupa de la primera parte, como los... Leer más
Ya que vengo citando álbumes compuestos con la intención educativa de hacer que los niños amen la naturaleza, y con la intención crítica de hacerlos conscientes de algunos abusos, uno importante de hace tiempo es, o fue, Hey! Get Off Our Train, de John Burningham, un autor que aquí, como hace también en otros álbumes, narra ordenadamente alternando ilustraciones como dibujos —cuando presenta escenas de vida real— con otras pictóricas —para los momentos «imaginativos»—. Al principio vemos a un niño que se acuesta con su perro de peluche y, a los pies de la cama, deja un tren de juguete. A continuación presenciamos su sueño: viaja con el perro en el tren y van haciendo sucesivas paradas —con buen tiempo para un picnic, con niebla para jugar a fantasmas, con sol... Leer más
La campeona mundial de mantenerse despierta, de Sean Taylor y Jimmy Liao, es un excelente bedtime por su texto y por sus imágenes. Stella tiene que irse a la cama pero ni la cerdita Rosa, ni el ratón Amperio ni Sapo de Trapo están por acostarse, e incluso Rosa dice de sí misma que es la campeona mundial de mantenerse despierta. Así que Stella va proponiendo algo distinto a cada uno de sus juguetes para conseguirlo: a Rosa que se imagine que la almohada es un barco; al ratón, que la caja en la que le mete es un tren; a Sapo de Trapo que la cesta de los juguetes es un globo. Los personajes resultan entrañables y las ilustraciones son luminosas y están compuestas con la maestría propia de Liao. Van recuadradas la que recogen la vida normal de Stella y sus muñecos, las que... Leer más
Dice Wayne Booth que no hay mejor tema novelesco que el de un hombre bueno enfrentado a decisiones morales importantes. Ahora bien, sigue, «nuestro actual descuido de términos morales como “hombre bueno” y “hombre malo” es sin duda infortunado si nos conduce a descuidar el papel que el juicio moral juega en la mayoría de nuestra lectura de valía. (…) No podemos evitar juzgar a los personajes que conocemos como moralmente admirables o despreciables, igual que no podemos evitar juicios sobre su habilidad intelectual. Podemos decirnos que no condenamos la estupidez y la depravación, pero creemos que los hombres no deberían ser estúpidos y depravados. Podemos explicar la conducta del villano refiriéndola a su circunstancia, pero incluso explicarlo es admitir que es algo que... Leer más
En Appreciations and Criticisms of the works of Charles Dickens se recogen prólogos de Chesterton a estas obras: Sketches by Boz, Pickwick Papers, Nicholas Nickleby, Oliver Twist, Old Curiosity Shop, Barnaby Rudge, American Notes, Pictures from Italy, Martin Chuzzlewit, Christmas Books, Dombey and Son, David Copperfield, Christmas Stories, Bleak House, Child’s History of England, Hard Times, Little Dorrit, A Tale of Two Cities, Great Expectations, Our Mutual Friend, Edwin Drodd, Master Humprhey’s Clock y Reprinted Pieces. Anteriormente a este libro, Chesterton había publicado ya una biografía sobre Dickens, por lo que los comentarios que hace aquí a sus obras no son extensos y normalmente se centran en algún o algunos aspectos que le interesa resaltar. Así consigue su... Leer más
En su momento mencioné Cómo saborear un cuadro, de Victor Stoichita. Otro libro reciente del autor con el que he aprendido mucho es La invención del cuadro, un estudio de la pintura europea entre entre 1522 y 1675, desde la revuelta iconoclasta de Wittenberg, organizada por Andreas Bodenstein von Karlstadt, hasta un cuadro de Cornelius Norbertus Gijsbretchs que representa el reverso de un cuadro. En él están bien explicados los sofisticados ejercicios metapictóricos a los que se dedicaron entonces muchos pintores, como por ejemplo los cuadros de gabinetes de coleccionista; o los cuadros que a su vez contenían cuadros, o mapas, o espejos, con intención de reflexionar acerca de la condición de la imagen; o las «complicadas escenificaciones autorreflexivas» que presentaban el arte... Leer más