El grito ¡sálvese a los niños!, dice Chesterton, es «una especie de expediente desesperado para tiempos de pánico», algo propio de los naufragios cuando se considera necesario separar a los niños de los padres. Ahora bien, «este grito de “sálvese a los niños” contiene en sí la odiosa implicación de que es imposible salvar a los padres» o, dicho de otro modo, que muchos millones de personas han de ser ignoradas y dadas por perdidas. El planteamiento mejor quizá sea otro: el de que «a menos que se salve a los padres no se puede salvar a los hijos», que no se puede enseñar civismo a los niños si los padres no son ciudadanos, que nadie les podrá transmitir aquello que les salvará si los padres no lo saben primero. Además, «es vano salvar a los niños porque no... Leer más
Peter Drucker: «El prototipo de la organización moderna es la orquesta sinfónica. (...) La orquesta funciona porque sus doscientos cincuenta músicos tienen la misma partitura, todos subordinan su especialidad a la tarea común y todos tocan sólo una pieza de música en un momento dado». Peter F. Drucker. «La sociedad de las organizaciones», en La sociedad... Leer más
No es necesario insistir en que J. D. Salinger es un autor clave. En el comentario que hago a El guardián entre el centeno, en el apartado «¿Saber lo que me gustaría ser?», hago notar una conexión entre un texto clave de Chesterton en Ortodoxia, con el contenido central de aquella novela y con el de El señor de las moscas, de William... Leer más
En un libro citado días atrás encontré un elogio que, al proceder de alguien que no habla a la ligera, para mí redimensionó a Janusz Korczak, el autor de un interesante, aunque no fácil, libro infantil: El Rey Matías I. El comentario es éste: «Figuras tan grandes como las de Janusz Korczak y la madre Teresa han demostrado en estos tiempos nuestros cómo se puede realizar el verdadero ser de la paternidad o la maternidad aun sin serlo biológicamente». Joseph Ratzinger. El Dios de los... Leer más
Saturados como estamos de muchas ficciones ambientadas en la Edad Media que no respetan, siquiera mínimamente, la realidad histórica de aquella época, puede ser saludable recordar La espada y la rosa, una novela juvenil que hace unos años firmó Antonio Martínez... Leer más
Ian McEwan, uno de los mejores novelistas actuales, como conocen quienes han leído Expiación y la reciente Sábado, tiene un libro infantil, de gran calidad, titulado En las nubes. En él queda claro que McEwan también sabe meterse dentro del mundo imaginativo de un... Leer más
Se ha publicado hace poco en castellano La jardinera, de David Small y Sarah Stewart, un álbum gráficamente magnífico que cuenta muy bien una historia encantadora. Esta vez sí que algunos lectores, como yo mismo, lamentarán que la editorial haya optado por un formato mediano y no por un formato grande, con el que las ilustraciones resaltarían mucho más, como... Leer más
Henri J. M. Nouwen, sacerdote y profesor en universidades norteamericanas, se trasladó en los últimos años de su vida a El Arca, Daybreak, Toronto, una institución que cuida enfermos mentales. Su libro titulado El regreso del hijo pródigo - Meditaciones ante un cuadro de Rembrandt tuvo y sigue teniendo una extraordinaria difusión, que revela que su autor ha sabido tocar las fibras más profundas de muchas personas. Las consideraciones del autor sobre la parábola original y sobre el cuadro de Rembrandt se entrecruzan con reflexiones sobre su propia vida y sobre la vida del pintor. Este juego de espejos resulta muy luminoso: el autor se reconoce a sí mismo e induce al lector a verse también como un hijo pródigo, que siempre necesita aprender a volver; y como un hijo mayor... Leer más
Chesterton: «La controversia auténtica, nítidamente expresada y delineada ante un auditorio común, se ha vuelto muy rara en nuestra época, porque el polemista sincero es, ante todo, un buen escucha. El entusiasmo realmente candente jamás interrumpe; oye las razones del adversario tan ansiosamente como un espía que prestara atención a los proyectos del enemigo». G. K. Chesterton. «El nuevo hipócrita» en Lo que está mal en el mundo (What´s Wrong with the World, 1910). De la p. 677 a p. 871, en Obras completas, tomo I; Barcelona: Plaza & Janés, 1967; 1676 pp.; trad. de Mario... Leer más
Se cuenta, en una antigua leyenda judía, que «el profeta Jeremías y su hijo consiguieron hacer un día un hombre vivo mediante una correcta combinación de vocablos y letras. El hombre formado por el hombre, el gólem, llevaba escritas en la frente las letras con las que se había descifrado el secreto de la creación: “Yahvé es la verdad”. El gólem se arrancó una de aquellas letras que en hebreo componen esa frase, y entonces la inscripción pasó a decir: “Dios está muerto”. Horrorizados, el profeta y su hijo preguntaron al gólem por qué razón había hecho eso, a lo que el nuevo hombre respondió: “Si vosotros podéis hacer al hombre, Dios está muerto. Mi vida es la muerte de Dios. Si el hombre tiene todo el poder, Dios no tiene ninguno”». Y, continúa el autor,... Leer más
Uno de los autores que, incluso en sus obras menos conseguidas, siempre vale la pena es Charles Dickens. Aquí se puede recordar el principio de Tiempos Difíciles, cuando un funcionario público, una especie de inspector, advierte al director de un colegio: «Tenéis que suprimir por completo la palabra imaginación. La imaginación no sirve para nada en la vida. En los objetos de uso o adorno, rechazaréis lo que está en oposición con lo real. En la vida real no camináis pisando flores; pues tampoco caminaréis sobre flores en las alfombras». Y sí, esa clase de gente, «economistas utilitarios, maestros de escuela en esqueleto, comisarios de realidades, elegantes y agotados incrédulos, charlatanes de tantos credos pequeñitos y manoseados», siguen existiendo... Leer más
Algunos relatos de fantasía (y de autoayuda) de hoy tienen una deuda clara con el popularísimo relato de los sesenta y setenta titulado Juan Salvador Gaviota, de Richard BACH, todo un prototipo de las historias que, al tiempo que realizan sugerentes invocaciones —a la libertad, al amor, a la felicidad, etc.—, dejan de lado otros aspectos básicos de las mismas realidades —la responsabilidad, la fidelidad, el esfuerzo, etc.—. Aunque contenía propuestas vitales de interés, además de sus planteamientos incompletos, era un relato caracterizado por contener una buena porrada de lemas vacíos que animan mucho pero no dicen nada, de juegos de ingenio verbal que condensan los juicios en forma de sentencias enigmáticas que dejan a la mente dando vueltas durante un rato. Por cierto,... Leer más
No conozco ninguna selección en castellano de las tiras cómicas de Walt KELLY. Y, sin embargo, su personaje POGO es toda una referencia de la que beben otros dibujantes posteriores, y el fue quien nos descubrió al... Leer más
Otro álbum con valor histórico (y que además puede interesar a los productores de naranjas), recientemente publicado, es El huevo del sol, de Elsa Beskow. De nuevo es una historia de seres pequeños que viven en los bosques: un hada, un duende, diversos... Leer más
Simon Schama, un profesor inglés afincado en los EE.UU., volcó en su libro Los ojos de Rembrandt un trabajo de décadas. Su obra va más allá de cualquier biografía convencional y de cualquier reconstrucción histórica de toda una época, en este caso la Holanda del siglo XVII. Al margen de las observaciones que los muy expertos puedan hacer a sus comentarios históricos y artísticos, es difícil sustraerse a la impresión de que pocas veces se han conjugado tan bien rigor académico y amenidad, precisión técnica y atención al lector común. Después de doscientas páginas dedicadas a Rubens, «el parangón», a su vez una gran biografía y análisis de la obra del «príncipe de los pintores y pintor de los príncipes», Schama enfoca su objetivo hacia Rembrandt y cuenta su... Leer más
Chesterton: «Si yo tuviera que escoger entre la plutocracia y la piratería, decididamente preferiría la piratería; porque esta clase de crimen necesitaba alguna clase de virtud. El pirata que se enriquecía en alta mar no podía, al menos, catalogarse entre los cobardes; el pirata actual que se enriquece a costa de los altos precios, puede ser tanto un pirata como cualquier otra cosa indigna de este mundo. Además, el antiguo pirata era continuamente perseguido por la ley, y es evidente que no está en el Parlamento dictando la ley». G. K. Chesterton. «Sobre la abstinencia total», Charlas (Generally Speaking, 1928). De la p. 1091 a la p. 1283, en Obras completas, Barcelona: Plaza & Janés, 1967; 1676 pp.; trad. de José Luis de... Leer más
Wayne Booth: «Cuando Gógol creó a Akaky Akakievitch Bashmatchkin, el pobre oficinista de El capote prácticamente anónimo detrás de su nombre “desusado y artificial”, una víctima de la burocracia, del destino y de su propia debilidad, típico de todos los oficinistas tontos y desmañados, ya había llevado a cabo la mayor parte de su tarea retórica. Cuando además atinó con la ocurrencia de usar un abrigo como un signo de las aspiraciones, de la decepción y de la final destrucción de su héroe, de nuevo eligió el “objeto natural” más conveniente para sus propósitos. Cuando contemplamos al empobrecido Bashmatchkin, desesperadamente frío y andrajoso, ahorrando desesperadamente su dinero para comprar un abrigo que cada vez más considera en su... Leer más
Cuenta Thor Heyerdahl en La expedición de la Kon Tiki, que «ni un cielo tormentoso con baja presión, ni los vientos huracanados habrían sido más amenazadores para nosotros que el peligro de una tormenta psíquica entre seis hombres encerrados juntos durante meses en una balsa a la deriva. En tales circunstancias, un buen chiste podía ser tan valioso como un chaleco salvavidas». Además, dice Chesterton, «un buen chiste es la única cosa sagrada y definitiva que no puede ser criticada. Nuestras relaciones con un buen chiste son directas y casi divinas. Hablamos de “verle la gracia” a un chiste exactamente igual que hablamos de “ver” a un fantasma o a una visión». G. K. Chesterton. «Los papeles de Pickwick», Correr tras el propio sombrero (On Lying in Bed and Other... Leer más
Se acaba de publicar Las aventuras de Tom Bombadil, de J. R. R. Tolkien, un libro de poemas que interesará a los seguidores del autor. Es un libro bien editado, con magníficas ilustraciones de Pauline Baynes, y bilingüe, lo que es de agradecer. Yo hubiera preferido traducciones en prosa más ajustadas al texto y no las versiones versificadas que se ofrecen pero, en cualquier caso, el libro es excelente. Con ese motivo, hoy cuelgo información sobre Tolkien y hago una observación personal más, en relación a lo comentado en semanas anteriores sobre las novelas de aventuras fantásticas, y dirigida sobre todo a los adictos al género: merece la pena releer con calma unas cuantas veces El Señor de los anillos, que a fin de cuentas es la cumbre con la que se han de medir las... Leer más
Calvin a Hobbes: —Toma, hazme una foto, ¿vale? Hobbes: —Vale. Calvin: —Me sentaré con este libro tan gordo en actitud pensativa. Hobbes: —¿Para qué quieres una foto así? Calvin: —En la remota posibilidad de que decida hacer algo responsable en mi vida, necesito crear una infancia... Leer más
Existen libros infantiles muy apreciados por las personas más cercanas a los niños en sus primeros años, madres, abuelas, profesoras... Son libros afectivos, tanto en las imágenes como en el lenguaje, no del todo satisfactorios si se los enjuicia literaria o artísticamente, pero que duran y duran porque cumplen bien su función y porque los adultos que los disfrutaron cuando fueron niños, vuelven a ellos cuando son mayores y les llega el turno de compartir historias con chicos pequeños... En el mundo de habla alemana, unos eficaces álbumes para pequeños de esa clase son los que publicó la vienesa Ida Bohatta (1900-1992) en las décadas centrales del siglo. Como no estaban editados en España y tienen interés histórico, la iniciativa editorial merece ser aplaudida. Sin... Leer más
Wayne Booth: «Hay un placer en conocer la simple verdad y hay un placer en aprender que la verdad no es simple. Ambos placeres son fuentes legítimas de efecto literario, pero no pueden realizarse completamente a la vez. (...) Escribir un tipo de libro es siempre, hasta cierto punto, un repudio a otros tipos. E independientemente de la profesada indiferencia de un autor para con el lector, cada libro consigue con esfuerzo, entre toda la humanidad, aquellos lectores para los que sus efectos peculiares fueron designados». Wayne C. Booth. La retórica de la... Leer más
A raíz de que una política de su tiempo comentó un día que «debemos cuidar a los niños de los demás como si fueran los nuestros», Chesterton escribió un furioso artículo titulado El niño. En él señalaba cómo esa persona no se refirió a los casos difíciles que justificarían una intervención de las autoridades, sino que hizo una generalización desde el primer momento: daba por sentado que se ocuparía de cualquier niño como si fuese suyo, con una frase casual revelaba el «supuesto profundamente plutocrático» de que «los niños nacen bajo el poder y la protección de una clase gobernante...». El significado de la frasecilla en cuestión queda de manifiesto si observamos que «quien dice que va a tratar a los hijos de los demás como si fuesen suyos es exactamente... Leer más
Un «obstáculo en el camino de quienes pretenden escribir acerca de su infancia es la práctica, casi inconsciente, de borrar y tachar las líneas indecorosas, de retocar y colorear, de ensombrecer y falsear el cuadro. El pobre y desdichado autobiógrafo desea, como es lógico, que su personalidad resulte tan interesante para el lector como para él mismo». William H. Hudson. Allá lejos y tiempo atrás (Far Away and Lond Ago, 1918). Barcelona: El Acantilado, 2004; 325 pp.; trad. de Miguel Temprano García; ISBN:... Leer más
No es fácil, a veces, saber si algunos libros infantiles que muestran deficiencias educativas tienen como destinatarios a los niños. En general son ciertas dos cosas: que los niños no tienen la visión de conjunto que les permite dar a cada cosa su verdadero valor y eso les hace más frágiles, y que ser pequeño no es ser tonto y eso les hace comprender más de lo que parece. Dicho de otro modo: lo más importante no suelen ser los libros en sí mismos sino las condiciones personales del lector unidas a su concreto entorno familiar y social. Por eso, hablando desde lejos y en general, no es fácil juzgar sobre la conveniencia de que algunos relatos sean apropiados o no para niños: en ocasiones pueden presentarles situaciones que ellos no entienden y crearles problemas que no... Leer más
Aunque suelo hablar de libros buenos, de vez en cuando es útil poner algún ejemplo de libro patético, sobre todo si, como es el caso, a principios de febrero lleva ya 87 semanas en una de las listas de libros más vendidos del The New York Times (la de libros infantiles editados en rústica). Se trata de S.O.S., Hoot es el título inglés original, de Carl Hiaasen, una historia caricaturesca-cursi-hollywoodiense que, al menos desde mi punto de vista, tiene muchos aspectos que dan verdadera grima. El protagonista es Roy, un chico de doce años con un sentido de la ironía formidable; la chica con la que se alía es una futbolista que vence físicamente a cualquier chico (en el mercado norteamericano esto es básico y, bueno, ser hija de un antiguo jugador NBA también lo explica);... Leer más
Es difícil dar un aprobado literario a un libro para pequeños con un narrador-niño en primera persona: resulta problemático hacerlo creíble y, además, los autores suelen pasarse de graciosillos, de poéticos, de irónicos, de «colegas»... De todos modos, hay quienes, sin lograr la cuadratura del círculo que significaría resolver lo primero, sí saben evitar lo segundo. Es decir, ocupar su sitio y escribir una historia simpática, que atrae al lector pequeño y le transmite vocabulario e ideas y actitudes vitales positivas, y que rinde al lector adulto al provocarle un interior ¿por qué no?... Es el caso de Pilar Lozano con Siete reporteros y un periódico: el narrador, doce años, funda un periódico escolar al que se apuntan como reporteros varios compañeros de clase;... Leer más
El premiado álbum australiano Gato y Pez es otro ejemplo de relato del que, como el mencionado días atrás Guyi Guyi, podemos creernos el mensaje sin creernos la historia. Gato y Pez se hacen amigos y ambos se enseñan mutuamente sus modos de vivir, incluso Pez puede subir a las montañas y Gato bajar al fondo del mar. Sin embargo, a diferencia de Guyi Guyi, en este caso, para la inmensa mayoría de los lectores niños, ni los acentos poéticos del argumento ni las ilustraciones son atractivas, aunque estas sean unos excelentes dibujos que reproducen el estilo de los antiguos grabados y estén bien compuestas. Me parece a mí que un álbum así no despierta entusiasmo entre los niños y que muy escasos adultos se plantearán comprarlo. Pero es que muchos de quienes editan, juzgan... Leer más
«El arte medieval era deficiente en la aplicación de la perspectiva y la poesía siguió su ejemplo. Para Chaucer, la naturaleza es siempre primer plano; nunca representa un paisaje. Ni los poetas ni los artistas sentían demasiado interés por el ilusionismo estricto de épocas posteriores. El tamaño relativo de los objetos en las artes visuales estaba determinado más por el interés con que el artista deseaba recalcarlos que por sus tamaños en el mundo real o por la distancia. El artista medieval nos muestra cualquier detalle que quiera hacernos ver tanto si es visible como si no». En ese modo incoherente de usar la escala tiene un gran papel que la imaginación medieval no es «una imaginación transformadora como la de Wordsworth o penetrante como la de Shakespeare. Es una... Leer más
Robert Hughes: «Un Rodin en un estacionamiento sigue siendo un Rodin mal colocado» pero si unos ladrillos expuestos en un museo los dejamos en el mismo estacionamiento simplemente no son más que un montón de ladrillos. Robert Hughes. El impacto de lo... Leer más
A ciertos aspectos del trabajo artístico, y no sólo a ellos, se les pueden aplicar las consideraciones que una maga experta explica cuando, en relación con sus habilidades, dice que lo primero que aprende cualquier nuevo mago es «Límites». Aplicarlos, afirma, «es lo que me lleva tanto tiempo cuando tejo los hechizos. Hay que limitar el efecto de cada uno. Si uno llama a la lluvia, debe especificar una cierta cantidad para no inundar la región. Si uno hace un hechizo de destrucción para alguien o algo, tiene que poner un Límite para que esa destrucción no termine en una catástrofe generalizada que barra todo a su alrededor, incluyendo la casa y los bienes del Mago. La magia es muy pródiga en sus efectos. Los Límites son lo primero que se enseña a un nuevo mago». Barbara... Leer más
El enigma Vermeer es un relato de Blue Balliett, que cuenta con unas sobresalientes ilustraciones góticas de Brett Helquist, pero que resulta fallido. Es una pena porque podría ser bueno: la escritora construye una trama que interesa y esboza unos personajes algo diferentes a los habituales..., pero la historia necesitaría o más sencillez, o más elaboración y desarrollo para funcionar sin que chirríen los engranajes. Los problemas son varios: el relato es un puzzle complejo pero que abusa de las misteriosas coincidencias; los personajes no dan de sí lo que prometen y, aunque sean muy listos, al final resultan planos; se repite una y otra vez el recurso de que Calder, el chico, saque una pieza de su juego de pentóminos del bolsillo y eso le sugiera una palabra..., algo que, a... Leer más
Al menos en su origen, entre las series de aventuras fantásticas las hay netamente infantiles y otras claramente juveniles. Las primeras vienen a ser como películas de dibujos animados, algo que no importa mucho con tal de que todo esté bien escrito y más o menos bien resuelto. En las segundas es donde se aprecia más la factura que pasa la prisa: abundan las faltas de rigor y las simplificaciones abusivas, la estructura narrativa es poco sólida, con frecuencia se afirman estupideces con aires solemnes, en algunos casos también se recurre al tironcillo erótico. Se aprecia que hay autores sin la necesaria preparación —literaria, intelectual y vital—, para dar solidez a los mundos interiores de sus personajes, o para que las consideraciones morales propias de... Leer más
En Calvin y Hobbes: Hobbes dice: —¿No se supone que deberías estar haciendo los deberes? Calvin contesta: —No pienso hacerlos. Los deberes son malos para mi amor propio. Hobbes se sorprende: —¿Ah, sí? Y Calvin responde: —¡Claro! ¡Hacen que me dé cuenta que no sé muchas cosas! ¡Tanto énfasis en las respuestas correctas hace que me sienta mal cuando me equivoco! Luego continúa: —Así que, en vez de intentar aprender, prefiero aceptarme tal como soy. Hobbes se asombra: —¿Tu amor propio se refuerza siendo un ignorante? Calvin matiza: —¡Por favor! ¡Se dice —informativamente... Leer más
Guyi Guyi, un cocodrilito educado en una familia de patos, decide no traicionar a sus amigos de infancia cuando sus malvados colegas intentan convencerle de que lo haga. Álbum de un ilustrador taiwanés realizado con técnicas mixtas y formalmente bien compuesto. Es atractivo visualmente por sus tonos suaves y porque sus personajes resultan simpáticos. En relación al argumento se puede comentar cómo, a veces, las historias con animales humanizados pueden tener un efecto contraproducente: quien crea (y en el caso de un cocodrilo sepa con certeza) que de ciertos animales mejor es mantenerse lejos, pensará que la historia es ridícula. Eso sí, podemos creernos el mensaje sin creernos la historia, como decía Chesterton que a veces hay que hacer. Chih-Yuan Chen. Guyi Guyi... Leer más