Vladimir Lébedev fue un pintor soviético que ilustró muchos libros infantiles con un estilo que alguien definió como «expresionismo colorista-popular». De su figura se habla en el Catálogo de la exposición Vladímir Lébedev (1891-1967), que tuvo lugar en varios museos españoles el año 2012. En él, aparte de la reproducción de todas las piezas de la exposición y de un aparato bibliográfico extenso, se contienen una biografía suya contra el telón de fondo de su época, comentarios extensos acerca de sus caricaturas y carteles, y una explicación de su contribución a los libros ilustrados infantiles. En este último apartado se hace referencia, sobre todo, a sus colaboraciones con Samuel Marshak, y se reproduce un álbum suyo titulado Las aventuras de Chuch-Lo, el... Leer más
No había visto hasta hace poco una cuidada edición en castellano, con buenos prólogos explicativos y aclaratorias notas finales, de dos relatos significativos del modo de hacer, y del pensamiento e intereses, de Rodolphe Töpffer: Monsieur Crépin (1837) y Monsieur Pencil (1840). El primero ataca ciertos métodos educativos fraudulentos y la pseudo-ciencia de moda en su época; el segundo tiene intenciones de sátira política y se puede considerar que Monsieur Pencil tiene algo del propio Töpffer. En ambos se ve su estilo característico, de dibujos apresurados y textos irónicos, así como su concepción de lo que llamaba «literatura en estampas». Viene bien saber que su autor componía estas historias como un pasatiempo y estaba lejos de imaginar la importancia que un medio... Leer más
Algunas veces se cita, como primer libro-álbum singular, Sobre dos cuadrados (1922), del diseñador gráfico El Lissitzky (1890-1941). Y, con ocasión de algunos álbumes experimentales, a veces se habla del trabajo que hizo Warja Lavater (1913-2007), una diseñadora suiza que preparó unos álbumes acordeón que narran cuentos clásicos por medio de símbolos. En la bibliografía de su voz de Wikipedia se remite a lugares donde se pueden consultar varios álbumes completos como, entre otros, Blancanieves y Cenicienta. No sé decir cuánta fue la influencia real de estas obras en los libros infantiles posteriores. En cualquier caso, me parece significativo que quienes sabían mucho de nuevas formas gráficas y han dejado álbumes memorables no pensaron nunca en experimentar con el... Leer más
Como los libros citados ayer son todos ingleses y norteamericanos no viene mal recordar a ilustradores centroeuropeos de comienzos del siglo XX, de los que creo que no se ha editado nunca nada en España, y que también pusieron las bases de los modernos álbumes ilustrados: Gertrud Caspari y Ernst... Leer más
El primer autor que concibe y publica libros que enseñan acompañando el texto con imágenes: Comenius. Uno de los primeros narradores con imágenes: William Hogarth. Uno de los primeros teóricos de la narración con imágenes y texto: Rodolphe... Leer más
Incluyo en la página breves fichas de dos personajes que, además de su importancia por otras razones, tuvieron un peso particular en la historia de la literatura infantil: Thomas Bewick y William Morris. Del segundo señalo una observación interesante que le dedica Chesterton en Varied Types: por un lado, dice ahí que debemos estarle muy agradecidos por su empeño en embellecer las vidas cotidianas y en reconocer, y hacer que todos reconozcan, la belleza de todos los oficios; por otro, explica que sus limitaciones derivaban de que, aunque buscaba reformar la vida moderna, la odiaba en vez de amarla: con toda su salud y su energía, dice Chesterton, Morris no tuvo el valor supremo de hacer frente a la fealdad de las cosas, no se dio cuenta de que si la Bella se hubiera comportado como... Leer más
Muchos ilustradores de ahora tienen a sus predecesores más ilustres entre los grandes caricaturistas de la vida política y social del XIX. Entre ellos, en Francia sobresalieron J. J. Grandville y Honoré... Leer más
Winslow Homer fue un gran acuarelista norteamericano con un talento particular para captar escenas de vida al aire libre llenas de movimiento y dinamismo. No fue un ilustrador de libros infantiles pero su influencia en ilustradores posteriores será grande, y la identificación de su obra con el mundo de niños y jóvenes que refleja la literatura popular norteamericana merece ser tenida en cuenta. Como explica Robert Hughes, una «idealización de la infancia recorrió América en la década de 1870, en gran medida como reacción contra la guerra. La pintura norteamericana se inundó de pequeños rubicundos comiendo arándanos, y de sus hermanos mayores, vestidos con harapos extrayendo savia de arce o desollando mapaches. Los niños de Homer, aunque sensibleros en ocasiones, son mejores;... Leer más
Cuelgo hoy las fichas de dos ilustradores-dibujantes históricamente importantes para la literatura infantil: el inglés George Cruikshank y el norteamericano Garth... Leer más
Además de un gran ilustrador, el norteamericano Frederick Stuart Church fue un paisajista excepcional. Obtuvo un gran éxito de crítica y público, en 1857, con su óleo Niágara, de 107 por 229 cm, «una pintura sobre la fuerza (...) no aparece ni una sola persona y las obras del hombre parecen bastante insignificantes. (...) En las cataratas, subraya la pintura, no te comunicas con los demás turistas, te ves confrontado a la creación de Dios y, a través de ella, a su mente. El arco iris sugiere una América prístina que se eleva de la catarata, una promesa de la renovación americana en marcha. La equivalencia del Niágara con el diluvio indicaba una negación de la caída, una especie de bautismo cósmico: temas poderosos y recurrentes para los americanos del XIX». Pero si la... Leer más
Al hablar de Boutet de Monvel mencioné Nuestros niños, de Anatole France, unos relatos con gracia pero que, sobre todo, revelan el talento del ilustrador francés para dar vida en el papel a niños normales de su... Leer más
Otro ilustrador extraordinariamente popular en los Estados Unidos, alumno de Howard Pyle, coetáneo de N. C. Wyeth y contemporáneo de Rockwell, fue Maxfield Parrish. Reproducciones de sus ilustraciones decoraron miles de casas durante décadas. Los mundos de fantasía pintados con suntuosidad y brillante colorido que vendrían después, en novelas y películas, le deben mucho. También puso imágenes a relatos infantiles y a «nursery rhymes»... Leer más
Otro clásico ilustrador inglés al que no hay que perder de vista: E. H. Shepard. Con las imágenes que puso a Winnie the Pooh (a la derecha, y cuya reseña introduciré más adelante), a El dragón perezoso y a una de las primeras ediciones de El viento en los sauces, estableció un nuevo estándar en la ilustración de los libros... Leer más
Ya que salió el otro día Frederic Remington, ahora le toca el turno a Norman Rockwell, otro de los ilustradores norteamericanos de referencia del siglo XX, que se ve que no cae muy bien a Robert Hughes: «Su obra se dirigía a su vasta audiencia a través de la reproducción. Sus imágenes no tienen superficie. Su minuciosa verosimilitud, así como la exageración de cada guiño, ceño fruncido, sonrisa o mueca de los rostros de sus personajes tiene la claridad narrativa carente de profundidad de la televisión . Ofrecía una Arcadia . En la América de Rockwell , los ancianos no eran arrojados como vegetales paralíticos e incontinentes a asilos por sus hijos, sino que se quedaban en casa, respetados, tomando el sol en el porche, con sus mejillas sonrosadas y eternamente activos .... Leer más
En la introducción a Heridas bajo la lluvia, de Stephen Crane, se cuenta una historia cuyo protagonista fue el pintor, escultor y dibujante Frederic Remington. Cuando estaba cubriendo la guerra de Cuba entre EE.UU. y España, y propuso volver a casa, su jefe, Randolph Hearst, le contestó: «Permanezca en La Habana. Usted ponga las imágenes, que yo pondré la guerra». Al margen de lo anterior, muchos no saben que John Ford tomó muchas escenas de sus películas del trabajo que hiciera Remington, una referencia ineludible a la hora de imaginarnos el Oeste... Leer más
Junto con Kate Greenaway y Walter Crane, el otro ilustrador inglés del XIX que pone las bases de la futura ilustración de libros infantiles es Randolph Caldecott. No conozco ningún libro en castellano con ilustraciones suyas. A la derecha, una que corresponde a La casa que Jack... Leer más
En el mundo de la literatura infantil, y no sólo en él, Walter Crane es uno de los ilustradores decimonónicos de referencia. A la derecha, una de sus ilustraciones en color para... Leer más
El mes pasado mencioné a Aubrey Beardsley con ocasión de un libro de Roger Lancelyn Green. De su vida se habla un poco en la biografía de Joseph Pearce sobre Oscar Wilde, su amigo desde 1891, y allí se indica la probabilidad de que, debido a su influencia, el estilo de Beardsley se volviera más satírico y siniestro. Lo cierto es que su aparición pública en 1893 fue comparada con la de William Blake poco más de un siglo antes y que durante unos años fue la bandera gráfica del «decadentismo» inglés. Además, el hecho de que muriera con veinticinco años, así como su conversión al catolicismo pocos años antes de su muerte, y después de haber hecho algunas ilustraciones que habían causado escándalo, contribuyeron a darle una influencia desproporcionada para su... Leer más
Otra ilustradora norteamericana, deudora de Pyle y Wyeth, que puso imágenes a muchos clásicos y que ha quedado asociada con imágenes de niños encantadores, fue Jessie Wilcox... Leer más
Uno de los discípulos más populares de Pyle fue N. C. Wyeth, a quien le debemos buena parte de las ilustraciones clásicas de muchos libros de aventuras, algunas recuperadas para el mercado español por... Leer más
Otro ilustrador histórico sobre cuya obra pictórica no conozco ningún libro en español, aunque sí haya libros clásicos de aventuras ilustrados y escritos por él, es Howard Pyle. La imaginería del cine clásico de aventuras beberá mucho de su obra y de la de otros grandes ilustradores que fueron sus... Leer más
Algunas de las mejores imágenes de vida familiar las debemos a Carl Larsson. Y también es una pena no poder encontrar ahora, en español, un libro con todas... Leer más
Arthur Rackham es otro ilustrador de referencia. Igual que comentaba cómo Gustave Doré acierta de lleno en algunas ocasiones y fracasa, en otras, cuando su estilo teatral no refleja el espíritu del texto, también el estilo de Rackham es perfecto muchas veces y no es el mejor en otras: sus ilustraciones con siluetas son magníficas, su acierto para ilustrar algunas historias fantásticas es total..., pero a pesar de su deje irónico, a veces es «blando». A uno le sobra y al otro le falta fuerza. Y es que forma y fondo van siempre... Leer más
Uno de los ilustradores decimonónicos de referencia es Gustave Doré. Es impresionante la fuerza de sus imágenes, por ejemplo cuando ilustra obras como El Quijote, o las Fábulas de LA FONTAINE, o El barón de Munchausen, o los Cuentos de PERRAULT... Sin embargo, su espectacular teatralidad, certera en novelas de fantasía, juega en su contra cuando pone imágenes a obras como La Biblia: las ilustraciones son técnicamente tan buenas como siempre..., pero no sólo no capturan sino que incluso deforman el espíritu del texto. Lo comenta de paso Chesterton en uno de sus artículos, no recuerdo dónde, y tiene... Leer más