Explica Chesterton que un truco propio de la literatura sentimental es el de describir detalles tales como el de los ojos de la chica la primera vez que él la vio (a una distancia enorme, por cierto), el de mencionar el encanto de rasgos que nadie sabe muy bien qué significan como «el andar ligero»... Sin embargo, los grandes escritores actúan de otra manera: «Dante, al ver a su dama en las alturas, se sintió como un monstruo legendario que, al probar una comida extraña, se había convertido en un dios. Y Homero, que se contentó con dejarnos escuchar las quejas de los troyanos contra la causa de la guerra de Troya, y después el gran silencio, lleno de luz y comprensión, que se abatió sobre ellos cuando Helena se asomó a la muralla». G. K. Chesterton.... Leer más
A propósito de algunas explicaciones psicológicas que salpican no pocos relatos, he aquí un comentario de Chéjov: «Un psicólogo no debe pretender que entiende lo que no entiende. Es más, un psicólogo no debe dar la impresión de que entiende lo que nadie entiende. No seamos charlatanes y digamos con franqueza que en este mundo no se entiende nada. Sólo los imbéciles y los charlatanes creen comprenderlo todo». Antón Chéjov. Sin trama y sin final: 99 consejos para escritores (Senza trama e senza finale: 99 consegli di escritura, 2002) . Barcelona: Alba, 2005; 103 pp.; col. Alba clásica; edición de Piero Brunello; trad. de Víctor Gallego Ballestero; ISBN: 84-8428-253-8.... Leer más
Dice Dámaso Alonso: «Los antiguos conocían un secreto: que el arte omite siempre». Y Adam Zagajewski: «Según cuentan, Stendhal dijo que la literatura es el arte de seleccionar y que su primer mandamiento es "laisser de côté", dejar de lado lo innecesario». Y David Mamet: «Para mí lo que distingue realmente a un escritor serio de otro que no lo es, es su capacidad de prescindir de cosas». Dámaso Alonso. Poesía española: ensayo de métodos y límites estilísticos. Adam Zagajewski. La razón y las rosas, en En defensa del fervor (Obrona żarliwości, 2002). Barcelona: Acantilado, 2005; 215 pp.; trad. de J. Sławomirski y Anna Rubió; ISBN: 84-96489-15-9. La frase de David Mamet está en el libro de José María Aresté, Escritores de cine (2007). Barcelona: Espasa,... Leer más
Acabo de leer los libros de Marianne Curley titulados El círculo de fuego y la trilogía LOS GUARDIANES DEL TIEMPO. Como son bastante flojos hay quienes me preguntan cómo es posible que triunfen... Pero yo no tengo la respuesta, aunque sí se me ocurre al respecto que también yo leí con pasión las novelas de aventuras de Karl May y Emilio Salgari, y sólo cuando volví a ellos muchos años después me di cuenta de sus numerosos fallos. Es decir, creo que a nadie debería sorprenderle que un lector joven lea y disfrute obras que, con criterios de calidad, valen poco. Supongo, por tanto, que la cuestión tiene bastante que ver con el «quidquid recipitur ad modum recipientis recipitur»: con que hay un tipo de libros que alguien joven lee siempre con interés; con que si alguien... Leer más
Enganchando con una nota de hace unos días, un excelente álbum: El astrónomo, de Loren Long, a partir del poema de Walt Whitman «When I heard the learn'd... Leer más
«A veces una enunciación contundente arroja una luz más deslumbrante que un discurso más complejo. Por ejemplo, cuando Baudelaire dice que “la verdadera cultura no consiste en el gas, ni en el vapor, ni en cualquier otro invento, consiste en disminuir los efectos del pecado original”. O cuando dice Flaubert que las edades de la humanidad han sido paganismo, cristianismo e idiotismo; y Eliot cuando avisa que de que “el humanismo es una ilusión porque desconoce que los hombres no soportan mucha realidad”. Son contundencias que revelan una verdad radical. Luego puede tomarse esa verdad con las precauciones o disimulos o torcimientos que se quiera, pero así son las cosas». Un día como hoy, a ese texto de José Jiménez Lozano en Advenimientos, yo le añadiría otra cita... Leer más
Adam Zagajevski: «A la pregunta de si la música europea tiene un centro, si, en otras palabras, hay alguna obra o un fragmento que sea el corazón “absoluto” de la música, B. respondió: Sí, por supuesto, el aria “Erbarme Dich” de la Pasión según san Mateo, de Bach». Adam Zagajevski. En la belleza... Leer más
En su relato El estudiante, Chejóv cuenta el día en que Iván Velikopolski, seminarista e hijo del sacristán, vuelve a casa un día de frío, Viernes Santo. «A su alrededor todo estaba desierto y mostraba un aspecto especialmente sombrío». Piensa en la pobreza y el hambre y la ignorancia y la soledad y el sentimiento de opresión de los campesinos, existente desde siempre «y aunque pasaran otros mil años la vida no mejoraría». Pasa junto a unas mujeres que se calientan en una hoguera. Y, al arrimarse también él para calentarse, comenta cómo en una noche igual a esa el apóstol Pedro también se calentó las manos..., y recuerda su negación de Jesucristo. Observa entonces cómo las mujeres se conmueven. Luego se marcha y empieza a pensar que si se han conmovido no fue porque... Leer más
Jiménez Lozano: «Bocherini (...) escribía Laus Deo en todos sus manuscritos de música, incluidos, por lo tanto, los de divertimento, naturalmente. Los historiadores de la música, o quienes presentan una obra suya, suelen decir, por esto, que era un hombre particularmente piadoso; pero no se deduce necesariamente. Quizás no encontraba a nadie mejor a quien dedicárselo, o nadie que lo pudiera juzgar mejor, o a quien pudiera agradar más. Quizás era puro realismo el suyo». José Jiménez Lozano. Los cuadernos de letra... Leer más
En la línea de recordar relatos antiguos de autores de prestigio, como el de ayer o los citados la semana pasada de Virginia Woolf y de Henri Bosco, otro del que por ahora no se ha hecho una nueva edición, es Reventones y alambretes, de André Maurois. Este simpático relato, escrito poco después de la segunda Guerra Mundial, habla con buen humor de la fuerza de los prejuicios, y de las tonterías en las que a veces se basa la animadversión entre los pueblos y que desencadenan conflictos que luego todos lamentamos. Los protagonistas son los hermanos Doble, Edmundo y Teodorico, de nueve y diez años. El primero es muy gordo y entusiasta de las comidas, como la madre, y el segundo es muy delgado, como el padre. Se pelean continuamente pero se quieren mucho. En una excursión al campo... Leer más
Cómo se salvó Wang-Fó es un antiguo relato de Marguerite Yourcenar que había publicado hace años Alfaguara, y que ha vuelto en una cuidada edición de Gádir que, además, cuenta con unas luminosas ilustraciones de Georges Lemoine. Su protagonista es el anciano pintor Wang-Fó, un hombre con la capacidad de comunicar vida a lo que pinta. Cuando, un día, él y su discípulo Ling son conducidos al palacio imperial a presencia del Hijo del Cielo, este le reprocha que, al crecer aislado y en un palacio adornado por sus bellas pinturas, luego aborreció la realidad gris que fue conociendo. Además le dice que también envidia su capacidad de hacerse amar por la gente. Por esas razones lo condena pero no sin que, antes, termine una pintura inacabada. Historia que Yourcenar extrajo... Leer más
Un buen álbum de argumento inusual: Zap, un pez pintado, de Paz Rodero y José Morán. Su protagonista es un pequeño pez pintado «que curioseaba por todas partes buscando quién sabe qué», y sube a la superficie para seguir investigando. Entonces descubre que su inmenso mar no es más que una pequeña pecera y desea fuertemente salir de la pecera. Pero, cuando su deseo se cumple, sigue haciéndose preguntas... Las vistosas y bien compuestas ilustraciones, bien integradas con el texto, lucirían más en una edición de formato grande. El toque posmoderno de ver al propio pintor pintando viene obligado esta vez por un argumento que va más lejos de lo normal en este tipo de relatos pues el pequeño Zap se plantea cuestiones de altura: «¿Y si el Universo era un simple decorado... Leer más
Dice Chéjov: «La naturaleza humana es imperfecta, de modo que sería extraño que sobre la faz de la tierra sólo hubiera hombres justos. Creer que el objetivo de la literatura consiste en separar “el grano” de la paja de los granujas significa negar la literatura misma. La literatura artística se llama así precisamente porque pinta la vida como es en realidad. Su fin es la verdad incondicional y honrada». Y en otro momento: «Nunca se debe mentir. El arte tiene está grandeza particular: no tolera la mentira. Se puede mentir en el amor, en la política, en la medicina; se puede engañar a la gente, incluso a Dios; pero en el arte no se puede mentir». Antón Chéjov. Sin trama y sin final: 99 consejos para escritores (Senza trama e senza finale: 99 consegli di escritura,... Leer más
Más citas de E. F. Schumacher: «Las cosas que realmente sirven para algo no han de hacerse desde el centro, no pueden ser hechas por grandes organizaciones, sino por la gente misma». «Cuanto más fuerte sea la corriente, más grande será la necesidad de una navegación habilidosa». «En todas partes la gente pregunta: “¿Qué es lo que puedo hacer?” La respuesta es tan simple como desconcertante: nosotros, cada uno de nosotros, podemos trabajar para poner en orden nuestra propia casa. La orientación que necesitamos para este trabajo no puede encontrarse en la ciencia ni en la tecnología, cuyo valor dependen en última instancia de los fines a los que sirven; pero puede todavía hallarse en la sabiduría tradicional de la humanidad». E. F. Schumacher. Lo pequeño... Leer más
En su conferencia ¿Qué es un clásico?, J. M. Coetzee analiza distintos significados de la expresión «clásico». Indica que, clásico, en términos horacianos, es un libro que ha perdurado a lo largo del tiempo. Que, en opinión de Eliot, es «un libro que soportará la responsabilidad de ser leído en una clave que tiene significado para la propia época». Que, para Zbigniew Herbert, «clásico es lo que sobrevive a la peor barbarie, lo que sobrevive porque hay generaciones de personas que no se pueden permitir ignorarlo y, por tanto, se agarran a ello a cualquier precio». Luego explica Coetzee que la interrogación al clásico, «por hostil que sea, forma parte de la historia del clásico, porque mientras un clásico necesite ser protegido del ataque no podrá probar que es un... Leer más
Una cita de José Jiménez Lozano que enlaza con una nota de hace unos días: «Gilbert Murray ha escrito en alguna parte que la lectura de los evangelios, ya sea en griego o en nuestra lengua, o la lectura de Homero, en el original o traducido, deja en nuestras mentes algo estéticamente valioso; es decir, una especie de cuadro del mundo homérico, o del Reino de Dios, aunque no podamos citar ningún pasaje. Por esto mismo la necedad que afirma que lo que importa es que los niños lean cualquier cosa, y que el caso es que lean, adquiere unos tintes verdaderamente siniestros, porque esas banales lecturas constituirán también la textura de la banalidad de la vida futura de esos pequeños lectores o escuchadores. La verdad es que, si uno no se acerca a algo serio y hermoso muy... Leer más
Otro relato recuperado por Gádir es El niño y el río, de Henri Bosco. Ambientado en Provenza, el narrador es un chico llamado Pascal que vive con sus padres en el campo. Su padre le deja libertad para todo menos para tomar el camino del río, con lo que sus deseos de ir allí van en aumento. Hasta que, al fin, va al río cuando sus padres están fuera unos días y él se ha quedado solo con su tía Martina. Pero las cosas se complican: ayuda a un chico llamado Gatzo a escapar de unos gitanos y acaba viviendo con él unos diez días en las cercanías del río. Finalmente vuelve a su casa y se averigua la historia de Gatzo. La historia tiene un excelente arranque: la tentación de marcharse del protagonista está reflejada con acierto y se transmite una tensión y expectación... Leer más
La viuda y el loro, de Virginia Woolf, es un antiguo relato que la autora redactó para el diario familiar que editaban sus sobrinos, que tiene gracia y una moraleja evidente: cuidar bien a los animales tiene premio. A la muerte de su hermano, la señora Gage, una mujer que prefiere pasar privaciones antes que dejar pasar hambre a su perro, recibe una cuantiosa herencia: una casa y 3000 libras. Pero, al ir a la ciudad donde vivía su hermano para cobrarla, los abogados le cuentan que no hay nada de lo dicho excepto un loro un tanto brusco que sólo responde «¡No estoy en casa!». Desanimada, vuelve de noche a la casa en la que se aloja pero se pierde: se orienta de nuevo porque ve un incendio a lo lejos, piensa que debe ser la casa de su hermano en la que había estado hacía poco, y... Leer más
Cyrano es un álbum de los mismos autores de Babayaga. Y, como allí, las ilustraciones de Rébecca Dautremer son extraordinarias pero el texto me parece desafortunado. Algunas ironías acerca de la época no tienen especial chispa, ni aportan nada relevante al álbum —«las muchachas eran bonitas, pero no se lavaban casi nunca», por ejemplo—. Las acotaciones bromistas a las que se remite con un asterisco están fuera de lugar y, además, tienen poca gracia —«una cotilla es alguien que habla el cotillo, una lengua más afilada e hiriente que un cuchillo», es un caso—. Hubiera sido mucho mejor, pienso yo, un texto limpio y sin pretensiones que dejara todo el peso a imágenes tan asombrosas como la de la derecha. Rébecca Dautremer. Cyrano (2005). Texto de Taï-Marc Le Thanh... Leer más
...and the difference is you, escucho últimamente en la versión de Jamie Cullum. La historia universal y personal nos demuestra que algunos días todo cambia gracias a la conducta generosa de... Leer más
Unas citas del economista alemán de nacionalidad inglesa E. F. Schumacher: «La manera en que experimentamos e interpretamos el mundo depende mucho de la clase de ideas que llenan nuestras mentes. Si son insignificantes, débiles, superficiales e incoherentes, la vida parecerá insípida, aburrida, penosa y caótica». «Una educación que no consiga clarificar nuestras convicciones centrales es meramente un entrenamiento o un juego. (...) La educación, lejos de ser el más grande recurso del hombre, será un agente de destrucción, de acuerdo con el principio corruptio optimi pessima». (Una lástima, o una vergüenza, que la edición de este libro tan bueno sea tan mala). E. F. Schumacher. Lo pequeño es hermoso (Small is Beatiful, 1973). Madrid:... Leer más
Vuelve a las librerías En las nubes, de Ian McEwan. Pero, como corresponde a la editorial y colección en la que sale, no contiene las ilustraciones de Anthony Browne que venían en la edición... Leer más
Nueva edición crítica, en Cátedra, de un clásico hispanoamericano: La Edad de Oro, de José Martí, en la que también hay otros relatos del autor cubano. Como en el libro citado ayer son clarificadores los comentarios del editor: es provechoso conocer las ideas educativas de Martí y su respeto a la hora de preparar textos para... Leer más
Acaba de salir una jugosa edición crítica de Días de Reyes Magos, de Emilio Pascual. Las notas y el epílogo del editor, Toni Cassany, me han hecho comprender cosas importantes que no había pillado en mi primera... Leer más
Un cuento inglés escrito por John Ruskin: El Rey del Río de Oro, un relato que fue ilustrado por Richard Doyle, uno de los dibujantes de referencia en la... Leer más
De otro ilustrador de referencia, Gregoire Solotareff, se ha publicado no hace mucho El rey cocodrilo. El protagonista, ya desde pequeño, se come a todo el que se le pone por delante: «Nada más salir del huevo, se precipitó sobre un pollito y se lo comió», un arranque realmente fuerte. A ese ritmo el cocodrilo acaba siendo rey del pueblo pero su capricho de cuidar a la elefanta Lila desde pequeñita para engordarla y comerla cuando sea mayor acaba cambiando sus planes: el buen humor de Lila y su sentido de la amistad transforman al rey cocodrilo. Es una historia en la línea de ¡Qué más quisieras!, esta vez no con elefantito sino con elefantita simpática como héroe, y que también trata de amistad y de arrepentimiento, como muchos relatos del autor. Gregoire Solotareff. El... Leer más
Adam Zagajewski: «Frente al mundo se pueden tomar dos actitudes: uno puede declararse a favor de los silenciosos escépticos y cínicos, que, alegremente, se dedican a desdeñar los fenómenos de la vida y gustan de reducirla a sus ingredientes más menudos, evidentes y aun banales. O bien —segunda opción— puede aceptarse la posibilidad de que las cosas grandes e invisibles existan de verdad, y, sin caer en la exaltación vana ni en la retórica insufrible de los predicadores ambulantes, intentar expresarlas o, al menos, rendirles homenaje, lo que, por lo demás, no significa en absoluto que entonces vaya uno a cerrar los ojos a todo lo pequeño y bajo». Adam Zagajewski. En la belleza... Leer más
Marlon Brando decía una vez que los directores «que dan la lata son los gilipollas sin talento; creen ser el incomprendido Eisenstein, u Orson Welles, o alguien así. (...) Con esos tipos es duro trabajar». Sin embargo, de Charlie Chaplin, que le dirigió en La condesa de Hong Kong, decía que «tiene tanto talento que tienes que aguantarte. En primer lugar, él es la comedia personificada. Es un genio, un genio del cine. Un talento cómico sin igual. Ni te das cuenta de que está senil. Pero como persona es horrible. No me interesa nada». Y continúa luego: A los primeros «tienes que pararles los pies porque si no se te suben encima. Tienes que frenarles en seco. Pero has de separar esa vida personal de la vida artística. Una no tiene nada que ver con... Leer más
Robert Louis Stevenson hablaba de un tipo de satírico al que «le basta con saber que las cosas no son lo que parecen, y de ello deduce que no existen en absoluto. También advierte que nuestras virtudes no son lo que pretenden, y por eso nos niega la posesión de toda virtud. Ha aprendido la lección según la cual no hay hombre enteramente bueno: pero ni siquiera sospecha que existe otra igualmente verdadera, a saber, que ningún hombre es enteramente malo. (...) Posee un olfato infalible para el mal, pero tiene las fosas nasales taponadas contra la bondad». Robert Louis Stevenson. Ensayos... Leer más
A pesar de compartir paisanaje, de las obras de Camilo José Cela sólo me gustaron Viaje a la Alcarria y sus recuerdos de infancia titulados La rosa, el único de sus libros con el que... Leer más
Un gran libro infantil, del que oiremos hablar más durante una temporada porque, parece ser, está próxima la película correspondiente: Las telarañas de Carlota, de E. B.... Leer más
Además de un gran ilustrador, el norteamericano Frederick Stuart Church fue un paisajista excepcional. Obtuvo un gran éxito de crítica y público, en 1857, con su óleo Niágara, de 107 por 229 cm, «una pintura sobre la fuerza (...) no aparece ni una sola persona y las obras del hombre parecen bastante insignificantes. (...) En las cataratas, subraya la pintura, no te comunicas con los demás turistas, te ves confrontado a la creación de Dios y, a través de ella, a su mente. El arco iris sugiere una América prístina que se eleva de la catarata, una promesa de la renovación americana en marcha. La equivalencia del Niágara con el diluvio indicaba una negación de la caída, una especie de bautismo cósmico: temas poderosos y recurrentes para los americanos del XIX». Pero si la... Leer más
De John Burningham, uno de los grandes autores de álbumes ilustrados, no se han editado en España algunos importantes como Mr. Gumpy´s Outing (1970) y Come away from the water, Shirley (1977). Sí hay otros, muy buenos también, y a ellos se ha sumado ahora Eduardo, el niño más terrible del mundo. El argumento, como es característico del autor, contiene un mensaje no para niños sino para educadores: cuando todo el mundo le reprocha cosas a Eduardo se hace peor y peor, y cuando luego todos elogian algo de Eduardo, incluso equivocadamente, Eduardo se hace mejor y mejor. Hasta la mitad, en las páginas izquierdas se ve a Eduardo y en las derechas a distintos adultos que le increpan por algo; en la otra mitad es al revés: en la derecha se van viendo adultos que alaban a Eduardo. Tanto... Leer más
Cuenta Zagajewski una escena que presenció en un tren, cuando un chico hablaba a su padre de los nuevos modelos de coches «con un increíble fanatismo, con amor y conocimiento de causa». La voz del chico «dejaba entrever el doloroso deseo de esos vehículos, legendariamente bellos; hablaba de ellos como del unicornio. De cuando en cuando se volvía hacia su melancólico padre, arredrado por la euforia del chico, y le hacía la pregunta: “¿Comprarías ese coche si tuvieras dinero? Di, ¿lo comprarías?”. “Pues sí, claro que sí”, respondía el padre con fingido desdén, procurando calmar la inquietud de su hijo. Al mismo tiempo, una y otra vez intentaba —sin resultado alguno— distraer la atención del hijo de los... Leer más
Dámaso Alonso: «No olvidemos una verdad de Pero Grullo: que las obras literarias no han sido escritas para comentaristas o críticos (aunque a veces críticos y comentaristas se crean otra cosa). (...) Las obras literarias no nacieron para ser estudiadas y analizadas, sino para ser leídas y directamente intuidas. Ni el Quijote se creó para los cervantistas (aunque haya algún cervantista que piense de otro modo), ni el teatro de Shakespeare para la filología alemana. El árbol está ahí para recrearnos con su sombra o para alimentarnos con su fruto, o simplemente para ser una delicia de los ojos ahora que el viento graciosamente lo cimbrea. ¿Quién pensaría que nació para que desgarremos sus partes, para que las escudriñemos, para que apliquemos a su cerne el... Leer más