Dick King-Smith, el autor de Babe, el cerdito valiente, es un maestro de las historias sobre animales, pues logra imaginar y reflejar sus reacciones y sus relaciones con los hombres sin caer nunca en la ñoñería. E, incluso cuando los relatos tienen toques de fantasía, sabe hacerlos creíbles. Un relato recién publicado en español, no tan conseguido como otros pero, en cualquier caso, eficaz y simpático, es El caballo de agua. En la década de 1930, en Gales, Kirstie y Angus encuentran un extraño huevo en la playa: lo llevan a casa y nace un «kelpie» o caballo de agua, al que llaman Crusoe. Como crece muy rápido deben, primero, buscar la forma de que los extraños no lo vean y, más tarde, encontrarle una vivienda definitiva... ¿tal vez el lago Ness? Dick King-Smith. El... Leer más
Entre los álbumes de Tony Ross que conozco, el que más me sigue gustando es Hipersúper Jezabel. En una entrevista de hace pocos meses en CLIJ él mismo da las razones de su eficacia: «un libro tiene que tener un buen principio y un final todavía mejor. Debe empezar con algo interesante que está pasando y terminar con un... Leer más
Tengo a la espera de leer Teresa de Ávila y la España de su tiempo, de Joseph Pérez (Algaba, Madrid, 2007). Entre tanto, un día como hoy se puede recordar la excelente y documentada biografía de Marcelle Auclair, con la que disfruté hace tiempo, sin dejar de recomendar en primer lugar las obras originales de la autora. Y se puede citar un pequeño texto de Christian Bobin que me gustó: «San Juan de la Cruz (...) habla como muchacho, con esa impaciencia de ir hacia lo general, lo abstracto, lo metafísico. Es un hombre, por consiguiente quiere lo construído, lo sólido. Santa Teresa de Ávila, por su parte, se desliza como una trucha, ríe, salpica». Marcelle Auclair. Santa Teresa de Jesús (La vie de Sainte Therese D´Avila, 1950). Madrid: Palabra, 1993, 9ª ed.; 516 pp.;... Leer más
En un texto breve que da título a una colección de artículos, Italo Calvino ensaya distintas definiciones de clásicos. A mí me gusta, sobre todas, esta: «Un clásico es un libro que nunca termina de decir lo que tiene que decir». En consecuencia, «los clásicos son libros que cuando más cree uno conocerlos de oídas, tanto más nuevos, inesperados, inéditos resultan al leerlos de verdad». También me parece muy certera la afirmación de que «es clásico lo que tiende a relegar la actualidad a la categoría de ruido de fondo, pero al mismo tiempo no puede prescindir de ese ruido de fondo». O, al revés, de que «es clásico lo que persiste como ruido de fondo incluso allí donde la actualidad más incompatible se impone». Italo Calvino. Por qué leer los clásicos... Leer más
Un buen relato, aunque sin fanatismos, es el de Retrato de una familia turca, de Irfan Orga. El autor, nacido en 1908 en Estambul y trasladado a Inglaterra en 1941, rememora su vida: años de niñez en una familia acomodada, fallecimiento de su padre durante la primera guerra mundial, desgracias sucesivas y empobrecimiento progresivo de su familia, desgaste físico y psíquico de su madre, estudios y entrada en el ejército. Relato costumbrista y nostálgico, de los que muestran otros mundos al lector, escrito con cuidado aunque la traducción es mejorable. Un epílogo del hijo del autor explica más circunstancias de su vida. Irfan Orga. Retrato de una familia turca (Portrait of a Turkish Family, 1950). Casiopea, 2001; 318 pp.; trad. de Víctor Alcázar Nebot; ISBN:... Leer más
La biografía sobre Solzhenitsyn de Joseph Pearce me ha parecido excelente. Siguiendo el arco de la vida del escritor ruso —familia, estudios universitarios de física y matemáticas, juventud en sintonía con la ideología comunista, participación en la segunda Guerra Mundial, nueva comprensión de la vida y conversión en claro paralelismo con Dostoievski, obras literarias, expulsión de la Unión Soviética, estancia en Vermont, regreso a Rusia—, Pearce presenta un buen resumen de la historia de las últimas décadas de Rusia. Además, gracias a las conversaciones personales con el autor y sus hijos, completa un buen dibujo de la personalidad de un Solzhenitsyn al que le da una talla de profeta. Como siempre que se lee algo relacionado con la historia de la URSS del siglo XX es... Leer más
Al comienzo de La esfera de Medusa, el título que continúa La torre y la isla, los protagonistas logran escapar de la Corporación Dédalo con ayuda de dos misteriosos gemelos, Deimos y Aedh. Ya en Nueva Alejandría son capturados por Dédalo de nuevo pero vuelven a escaparse y llegan a su cita en Medusa, una ciudad sumergida, donde conocen más cosas de su origen futuro (sí, está bien escrito). Como en el primer relato, los autores usan el lenguaje con cuidado y son pocas las veces que se les escapan frases explicativas del estilo «como es lógico», o lugares comunes tipo una «expresión indefinible»; hay un esmerado trabajo de construcción de una historia tan articulada; las descripciones son claras, sugerentes y (casi) nada enfáticas. Por tanto, a pesar de los aspectos... Leer más
El narrador de El fantasma de Thomas Kempe dice: «Para James, la televisión tenía muchas ventajas, y una de ellas era la de que hacía ruido continuamente y suavizaba situaciones que podían ser insoportables en silencio». Y es que la televisión no es sólo uno de los ladrones de tiempo grises a los que se enfrenta Momo sino también uno de los ladrones del silencio que necesitamos para enfrentarnos responsablemente a las... Leer más
Un álbum magistral: el que los los rusos Andrei Duguin y Olga Dúguina confeccionaron hace unos años a partir de un texto de Arnica Esterl que recrea un cuento tradicional: Las plumas del dragón. Eso sí, no cualquier público puede saborear plenamente sus ilustraciones pictóricas a doble página, desbordantes de símbolos y detalles, que homenajean a los artistas del... Leer más
Cuenta Paul Valéry: «En el Louvre, cierto día, recorría con Degas la galería principal. Nos paramos ante un importante lienzo de Rousseau que representa magníficamente una avenida de robles enormes. Tras un rato de admiración señalé con qué minucia y qué paciencia había ejecutado el pintor, sin perder nada del efecto de las masas de follaje, un detalle infinito, o producido la ilusión del mismo lo suficiente para hacer pensar en una labor infinita. —Es soberbio, dije, pero qué aburrimiento hacer todas esas hojas... tiene que ser un fastidio terrible... —Calla, me dijo Degas, si no fuera aburrido no sería divertido. El hecho es que ya casi nadie se divierte de manera tan laboriosa, y yo no había hecho más que traducir ingenuamente la creciente... Leer más
«¿Qué es un “clásico”? ¿Por qué pervive a lo largo del tiempo, en distintas lenguas y en sociedades cambiantes?», se pregunta George Steiner. Y se responde: Detrás de «un “clásico” de la literatura, de la música, de las artes, de la filosofía» no hay alguien a quien leemos o escuchamos sino alguien que nos lee o nos escucha. «El clásico nos interroga cada vez que lo abordamos. Desafía nuestros recursos de conciencia e intelecto, de mente y de cuerpo (gran parte de la respuesta primaria de tipo estético, e incluso intelectual, es corporal). El clásico nos preguntará: ¿has comprendido? ¿has re-imaginado con seriedad?, ¿estás preparado para abordar las cuestiones, las potencialidades del... Leer más
Una mujer anciana dice a una maestra que conoció años atrás: «La gente de mediana edad comete una equivocación cuando se cree que puede mejorar. No puede hacerlo si no tiene corazón. Y las otras mejoras no importan. No son personas reales, sino sólo pobres imitaciones que intentan parecerse a los anuncios. (...) Se lo aseguro, esa gente era más feliz cuando tenía sus hijos pequeños y luchaba y era auténtica gente de pueblo y no meros turistas. ¿Qué opina usted, señorita Knightly, de todo ese ir arriba y abajo de un lado para otro? (...) Una cosa sí que sé: nuestros mejores años son aquellos en los que trabajamos más y seguimos adelante aunque apenas podamos ver el camino». Willa Cather. En Los mejores años, relato contenido en Los libros de cuentos. Barcelona: Alba,... Leer más
Tiempo después del artículo mencionado ayer escribí Atractivo e influencia de las novelas de aventuras. Preguntas que tenía en la cabeza y que intentaba responder eran: ¿Por qué a un chico joven le gusta un libro? ¿Qué cosas ha de ver en él para que lo convierta en uno de sus libros de cabecera? ¿Qué protagonistas-héroes le gustan más? ¿Cuáles son los más frecuentes o los más apreciados en las ficciones de hoy? ¿Qué concepto de valor es el más acabado? ¿Cómo influye la lectura de tales... Leer más
Antiguos y modernos héroes fue un comentario preparado con ocasión del centenario de Alexandre Dumas. En él contrastaba brevemente las novelas clásicas de aventuras con las de las últimas décadas: aunque casi siempre parto de la base de que con el paso del tiempo ganamos muchas cosas no viene mal pensar en qué perdemos con los... Leer más
Un buen librito, de hace tiempo, sobre la figura del Cid: El juglar del Cid, de Joaquín Aguirre Bellver. De este autor, fallecido hace poco, hay también unas memorias de infancia, muy bien escritas, acerca de sus años en Madrid durante la guerra civil española: La mirada de un niño. Es un relato que suma otra perspectiva de la misma época y situación sobre la que tratan El otro árbol de Guernica, Incierta gloria, Un adolescente en la retaguardia, Los cipreses creen en Dios y su continuación Un millón de muertos... Y habrá más. Joaquín Aguirre Bellver. La mirada de un niño. Novela memoria de la guerra civil (2006). Madrid: Ciudadela, 2006; 222 pp.; ISBN:... Leer más
¡Ay, no!, es un álbum que usa con sencillez y acierto la fórmula de presentar en sucesivas escenas a dos personajes opuestos que contrastan sus visiones de la vida. Las protagonistas son dos gallinas, una blanca y una negra. La blanca, en la izquierda, es una persona negativa que, ante la propuesta de la negra, en las páginas derechas, de hacer una excursión, sólo ve dificultades: «¡Ay no!», exclama, una y otra vez, ante las posibles molestias. Mientras, la negra, la responde siempre con un «¡y qué más da!». Como es habitual en Rotraut Suzanne Berner, la narrativa gráfica es clara. El argumento evoluciona hacia el momento en el que las protagonistas intercambian posiciones y actitudes. Rotraut Suzanne Berner. ¡Ay, no! (Ach, nein! Und wenn schon!, 2005). Madrid: Anaya,... Leer más
Una descripción en La muerte llama al arzobispo: «Cuando se marchaba de la roca, el árbol o la duna que lo había cobijado durante la noche, el navajo se ocupaba de borrar cuidadosamente cualquier rastro de su estancia temporal. Enterraba las brasas del fuego y los restos de comida, esparcía las piedras que había apilado, rellenaba los hoyos que había escarbado en la arena. Como era lo mismo que hacía Jacinto, el padre Latour juzgó que, así como los blancos se imponían a cualquier paisaje, lo cambiaban y en cierta forma lo rehacían (para acabar dejando al menos alguna señal o recuerdo de su estancia), en cambio la costumbre india era cruzar un lugar sin dejar rastro, como el pez en el agua o los pájaros en el cielo. El estilo indio era disolverse en el paisaje,... Leer más
Cyril Connolly: «Una de las dificultades de reseñar novelas estriba en “puntuarlas”. El ambicioso fracaso de un artista serio es claramente distinto de un logrado apaño; sin embargo, a la hora de la reseña, la primera es denigrada de todo corazón porque no funciona, la otra, porque es buena en su clase, elogiada más allá de lo debido». Cyril Connolly. Texto algo modificado tomado de «Nuevas novelas (1929-1935)», en Obra... Leer más
El misterioso caso alemán, de Rosa Sala Rose, es un ensayo erudito, escrito con brillantez, en el que se intenta explicar cómo el nazismo pudo cautivar a tantas personas cultas en la Alemania de los años treinta. O, tal como lo plantea la autora, cómo la cultura y la maldad pudieron aliarse de un modo tan destructor, cómo se acabó el ideal de la modernidad de que la cultura nos hace mejores. De modo matizado y cauteloso, la autora explica la evolución de conceptos como «Bildung» y «Kultur», «que encarnaban unos ideales éticos y estéticos a los que se atribuía una validez universal» y que fueron una inspiración y un modelo para Europa; aclara cómo fueron cambiando las mentalidades a consecuencia de la reforma protestante y los movimientos pietistas; narra el proceso... Leer más
En La muerte llama al arzobispo, una poderosa novela basada en hechos y personas reales, Willa Cather cuenta la historia de Jean Latour y Joseph Vaillant, dos amigos desde la niñez en Francia que llegan a ser obispos en los Estados Unidos, donde atienden y organizan la diócesis de Santa Fe a mitad del siglo XIX. También aquí las figuras de los protagonistas son muy atractivas. Así, del padre Vaillant se dice que era un hombre cuyo destino era romper lazos, «decir adiós y adentrarse en lo desconocido», y cuya máxima era que «si lo primero que haces es rezar, luego encuentras tiempo para todo». En otro momento se le califica como uno de esos hombres que «añadía brillo a cualquier grupo humano en el que caía, lo mismo una cabaña navaja que una aldehuela mejicana de chozas... Leer más
Al comentar la escena inicial de Los novios, Umberto Eco hace notar por qué Alessandro Manzoni inicia su novela con una larga descripción del lago Como y dice: «Si intentáramos leer este fragmento con la vista puesta en un mapa veríamos que la descripción avanza asociando dos técnicas cinematográficas, zoom y cámara lenta. No me digan que un autor del siglo XIX no conocía la técnica cinematográfica: lo que ocurre es que los directores de cine conocen las técnicas narrativas del siglo... Leer más
Relatos como el citado de La aventura formidable del hombrecillo indomable, usan una fórmula característica: escenas sucesivas unificadas por el protagonista y vinculadas por un hilo narrativo que podríamos calificar de disparatado. A esta clase de argumentos de «nonsense» les hace falta un personaje simpático, imaginación y talento gráfico, como se ve, por ejemplo, en A la playa, un álbum sin palabras de Thomas Docherty. Al protagonista, que desea ir a la playa y se viste para la ocasión, sólo le falta..., un avión, un velero, un camión, un camello, un poco de arena, el mar, un amigo...; y, para volver, un barco, un helicóptero, una bici, un tractor... Las ilustraciones graciosas y bien compuestas tienen una notable capacidad de conexión con cualquier lector fantasioso.... Leer más
He aprendido mucho al leer Sabiduría en Israel, un denso estudio de Gerhard von Rad sobre los libros sapienciales del Antiguo Testamento: Proverbios, Job, Eclesiastés, Eclesiástico y Sabiduría. Explica el autor que los antiguos maestros de Israel llevaron a cabo su actividad intelectual con una gran «amplitud de miras, para la cual era imprescindible (...) un “corazón franco”, una “mente abierta como las playas junto al mar” (1 Re 5, 9). Es ésta una expresión espléndida de lo que constituía la tarea y, al mismo tiempo, el presupuesto del humanismo israelita». Habla también de cómo «un amplio sector de conocimientos fundamentales sobre la constitución del mundo y la esencia de la vida no se podían expresar entonces más que en forma poética; de modo que la... Leer más
«Me gusta más hacer que el espectador imagine con la ayuda de un ruido, ya que cada vez que puedo reemplazar una imagen por un ruido, lo hago. Y lo hago cada vez más». Y, más adelante, continuaba Robert Bresson: «El oído es mucho más creativo que el ojo. El ojo es perezoso; la oreja, por el contrario, inventa. En todo caso, es mucho más atenta, mientras que el ojo se contenta con recibir, salvo en los casos excepcionales en que inventa, pero entonces es que recurre a la fantasía. El oído es un sentido mucho más profundo, y muy evocador. (...) Lo bueno del sonido es que deja libre al espectador. Y hacia eso es a lo que debemos tender: dejar lo más libre posible al espectador». En una entrevista de Jean Luc Godard, el año 1966, a Robert Bresson. La... Leer más
Respecto a otras novelas, Willa Cather cambia de acentos en Una dama extraviada. Aquí la protagonista es Marian Forrester, una mujer que «tenía el poder de sugerir cosas mucho más bellas que ella misma, igual que el perfume de una única flor puede invocar toda la dulzura de la primavera». En segundo plano está su marido, el capitán Daniel Forrester, un hombre mayor al que todos ven al principio como un lastre para su mujer, aunque cuando fallezca será patente que, en realidad, era su ancla. El capitán Forrester, comenta el narrador, era uno de los soñadores que había conquistado el viejo Oeste, uno de aquellos «aventureros de corazón pródigo, cuya falta de sentido práctico rayaba en la magnificencia; una hermandad de caballeros, fuerte en el ataque pero... Leer más
En mi opinión, algunos relatos de Ana María Matute como Paulina, Sólo un pie descalzo, El saltamontes verde, El polizón del Ulises, alcanzan el mayor nivel que, hasta la fecha, ha tenido la literatura infantil española. Una especie de prueba de talento literario que aplico en este caso es que si, otras veces, cuando alguien repite variaciones sobre los mismos temas en libros distintos enseguida me brota un «vale, ya me lo has contado antes» y acelero el paso, no me pasó así con estos libros: los cuatro me interesaron mucho y todos los leí con... Leer más
Las aventuras de Ulises, de Giovanni Nucci, es una nueva versión resumida de la Odisea, bien contada, con tono levemente jocoso. Cumple su función: presentar con amenidad y orden los acontecimientos. Personalmente prefiero la versión de Rosemary Sutcliff, que se titula igual, Las aventuras de Ulises, pero esta puede ser apropiada para lectores de menos edad. Los dibujos coloreados que acompañan la edición no me han atraído ni me parecen los más ajustados al tipo de relato. Giovanni Nucci. Las aventuras de Ulises (Le avventure di Ulisse, 2004). Madrid: Siruela, 2007; 238 pp.; col. Las tres edades; ilust. de Chiara Carrer; trad. de Isabel González-Gallarza; ISBN:... Leer más
De Peter Schössow, un ilustrador alemán, se han publicado, en los últimos meses, El mar en calma y Viaje feliz, ¿Cómo es posible? y La ratonera, tres álbumes excelentes. Al primero, basado en unos poemas cortitos de Goethe, es al que pertenece la ilustración de la... Leer más
Jean Guitton: «Los espíritus demasiado amigos de la unidad son sistemáticos y tiránicos. Los que practican demasiado la distinción son escolásticos, preciosistas y casuísticos: sus sutilezas les extravían. Los amigos de los contrarios son escépticos, paradójicos y artificiales: lo pueden justificar todo. Es por esto por lo que el arte de juzgar que yo propongo debe permanecer al servicio de un arte superior, el de juzgar, que no tiene reglas. Es necesario poder dominar y regir sus operaciones. Y el error más sutil de la gente de pensamiento es el de llegar a ser esclavos de sus procedimientos». Jean Guitton. Aprender a vivir y a pensar (Aprendre à vivre et à penser, 1957). Madrid: Encuentro, 2006; 95 pp.; col. Bolsillo; trad. de Javier Martín;... Leer más
Explica Umberto Eco que hay lectores de primer nivel y lectores de segundo nivel: los primeros quieren saber qué sucede, los segundos desean saber cómo se relata lo que sucede. «Para saber cómo acaba la historia basta, normalmente, leer una sola vez. Para convertirse en lector de segundo nivel es preciso leer muchas veces, y algunas historias hay que leerlas un sinfín de veces». «No existen lectores exclusivamente de segundo nivel; es más, para llegar a serlo hay que haber sido un buen lector de primer nivel». Ahora bien, continúa Eco, «cuidémonos bien de entender esta distinción de niveles como si, por una parte, hubiera un lector que se conforma fácilmente, al que le interesa la historia y, por otra, un lector con un paladar estéticamente fino, interesado por el... Leer más
Igual que Pioneros, Willa Cather ambienta Mi Ántonia en Nebraska y a fines del siglo XIX, pero esta vez su protagonista es una chica de origen bohemio. Al final, así la describe su amigo y narrador Jim Burden: «Ántonia había sido siempre una de esas personas que graban imágenes en el cerebro que no se desvanecen, que se hacen más vívidas con el tiempo. En mi memoria guardaba una sucesión de tales imágenes, indelebles como las viejas ilustraciones del primer libro de texto (...). Ya no era una preciosa muchacha sino una mujer ajada, pero aún poesía ese algo que inflama la imaginación, aún podía hacer que a uno se le cortara la respiración con una mirada o un gesto que, sin saber cómo, desvelaba el significado de las cosas vulgares». Willa Cather. Mi... Leer más