He puesto datos de nuevas ediciones de Mary Poppins (en un libro que también incluye Mary Poppins vuelve), de Voy a portarme muy bien, libro que en su anterior edición se titulaba ¡Oh, no, Lucas!, y de una versión en board book de La sorpresa de Nandi.
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Rectificaciones (nuevas ediciones, 2019-2021) ● Rectificaciones (nuevas ediciones) | 12 diciembre, 2020
Gramática de la fantasía. Introducción al arte de inventar historias
Fantasía (textos sobre el género) ● ● Otros libros de no-ficción | Ensayos sobre literatura | Fantasía (textos sobre el género) | 11 diciembre, 2020
Gramática de la fantasía. Introducción al arte de inventar historias es un importante libro de Gianni Rodari, reeditado por Kalandraka, sobre la creación de relatos de fantasía. Está elaborado a partir de notas tomadas por el autor a partir de sus experiencias en visitas a colegios. En ellas, como explica él mismo en la introducción, intenta poner al descubierto las técnicas para inventar historias que otros autores y él mismo habían puesto en práctica. No representa, dice Rodari, «ni la tentativa de establecer una Fantástica en toda regla, (…) ni pretende ser una teoría completa de la imaginación y la invención, (…) ni siquiera pretende ser un “ensayo”». Será útil, concluye, para quienes creen que la imaginación debe ocupar un lugar importante en la educación, para quienes creen en la creatividad infantil, para quienes conocen el gran valor de las palabras.
Pongo a continuación algunos párrafos de los muy variados 45 capítulos del libro —pequeñas historias, explicaciones, consideraciones, etc.—, con intención de dar idea de la gran riqueza y del tono alentador de las observaciones de Rodari.
En el 13, «Construcción de una adivinanza», se pregunta y se responde: «¿Por qué a los niños les gustan tanto las adivinanzas? A primera vista diría que es porque representan la forma concentrada, casi emblemática, de su experiencia de conquista de la realidad. Para un niño, el mundo está lleno de objetos misteriosos, de acontecimientos incomprensibles, de figuras indescifrables. Su propia presencia en el mundo también constituye un misterio por aclarar, un acertijo por resolver, dándole vueltas con preguntas directas e indirectas. El conocimiento llega, a menudo, en forma de sorpresa».
En el 15, «Los cuentos populares como materia prima», habla de los Grimm, Andersen y Collodi como los grandes libertadores de la literatura infantil de la función edificante que se le asignaba en sus orígenes; de Andersen como el primer creador del cuento contemporáneo y como un autor «imbatible cuando se trata de dar vida a los objetos más dispares, con efectos de “extrañamiento” y de “amplificación” absolutamente de manual»; de Collodi, que atribuye al niño tal como es un papel de protagonista y da nuevos papeles a personajes del cuento clásico, dice que «es imbatible en los diálogos» después de haberse entrenado durante años escribiendo malas comedias.
En el 16, «Confundiendo historias», dice lo siguiente: «Los niños, en lo que a cuentos se refiere, son bastante conservadores. Los quieren oir con las mismas palabras exactas que la primera vez, solo por el placer de reconocerlos, de aprenderlos de arriba abajo dentro de la secuencia exacta, de volver a sentir las emociones del primer reencuentro, en el mismo orden: sorpresa, miedo y satisfacción. Necesitan el orden y la seguridad: el mundo no debe alejarse demasiado bruscamente del cauce por el que, con tanto esfuerzo, han empezado a recorrerlo».
En el 33, «El niño como protagonista», explica: «Ya sé que el futuro casi nunca es tan bonito como un cuento. Pero eso ahora da igual. Mientras, dejemos que el niño se envuelva de optimismo y fe para afrontar la vida. Y, por otro lado, no olvidemos el valor educativo de la utopía. Si no imagináramos, a pesar de todo, un mundo mejor, ¿quién se atrevería a ir al dentista?».
En el 38, «El niño que escucha cuentos», indica que «escuchar un cuento es como un entrenamiento. El cuento tiene para el niño la misma seriedad y verdad que el juego: le sirve para participar, para conocerse, para medirse. Por ejemplo, para medirse frente al miedo. Todo lo que se dice sobre las consecuencias negativas que podrían llegar a tener para el niño los “horrores” que aparecen en los cuentos (…) depende de las condiciones en que el niño encuentra, por así decirlo, al lobo. Si es la voz de la madre quien lo evoca, en la paz y seguridad del entorno familiar, el niño puede afrontarlo sin miedo. Puede “jugar a tener miedo” (un juego que tiene su significado en la construcción de los mecanismos de defensa), pero sabe que, para ahuyentar al lobo, bastará la fuerza de papá o un zapatillazo de mamá».
En el 39, «El niño que lee cómics», Rodari explica que se requiere una intervención muy activa de la imaginación para llenar los vacíos entre una viñeta y otra, pues la acción puede comenzar en la primera viñeta y concluir en la siguiente saltando todos los pasos intermedios, y el lector ha de imaginar el recorrido de cada uno de los objetos desde la disposición primitiva hasta la nueva. Si el cine es escritura, la historieta es taquigrafía, por lo que, para un lector de seis o siete años, es un trabajo lleno de operaciones lógicas y fantásticas. Se podría decir que, con frecuencia, el interés principal del niño en la historieta no está tanto en sus contenidos como en la forma, en hacerse dueño del procedimiento: disfruta del trabajo de la propia imaginación, más que de las aventuras del personaje.
En el 44, «Imaginación, creatividad, escuela», un resumen de fuentes que ha consultado, aclara que «la presente “gramática de la fantasía” (…) no pretende ser una teoría de la imaginación infantil (faltaría más…), ni una recopilación de recetas, sino que es, en mi opinión, una propuesta más que añadir a otras que puedan existir con el objetivo de enriquecer el entorno en el que crece el niño (casa o escuela, da igual)».
Gianni Rodari. Gramática de la fantasía. Introducción al arte de inventar historias (Grammatica della Fantasia, 1973). Barcelona: Ediciones del Bronce, 1996; 178 pp.; trad. de Mario Merlino; ISBN: 84-8300-066-0. Nueva edición en Pontevedra: Kalandraka, 2020; 196 pp.; trad. de Andrea Carroggio y Ana Díaz-Plaja; ISBN: 978-84-1343-013-3. [Vista del libro en amazon.es]
Cartas de la prisión y de los campos
Memorias, Diarios, Epistolarios ● ● Otros libros de no-ficción | Comunismo | Libros autobiográficos | Memorias, Diarios, Epistolarios | 10 diciembre, 2020
He leído hace poco Cartas de la prisión y de los campos, el asombroso y conmovedor epistolario de Pável Florenski a su familia desde los campos de Siberia donde fue internado. Recojo, a continuación, algunos textos que apunté.
En las cartas a su hija le hace muchos comentarios sobre literatura. Entre sus muchos elogios a Pushkin, un día le dice que revisaba hasta diez veces sus manuscritos «buscando una plena exactitud del pensamiento y una plena perfección del sentido». Otro día le habla de Balzac para explicarle cómo no describe cosas y personas, sino que los presenta; cómo hace representaciones iluminadas desde el interior por una luz propia, igual que las naturalezas muertas de la pintura holandesa; cómo no busca hacer fotografías ni ofrecer impresiones subjetivas al modo del impresionismo, sino mostrar las cosas mismas en su propio ser. Otra vez se refiere a Turguéniev, tan importante para la literatura rusa, a quien califica de creador pero no un artesano, por su elegancia y sus torpezas, «pero hasta el sol tiene manchas».
A sus hijos, a todos, les hace comentarios sobre la forma de afrontar sus estudios. A su hija le señala un día que estudie con tranquilidad, paso a paso, lo que le resulte comprensible, que aprenda matemáticas como quien aprende fragmentos musicales y que haga de las matemáticas «una costumbre del pensamiento» aprendiendo a ver la geometría y las fórmulas en la realidad. A su hijo le tranquiliza: «conserva la calma, no te preocupes y trata de aprovechar siempre lo que tienes y de hacer lo que puedas en cada momento». Otra vez, a su hija, le anima a que aprenda música pero que su móvil no sea la vanidad y el amor propio, «que sustituyen la realidad por la propia persona», y que piense que el trabajo siempre da frutos aunque sean distintos de los que se esperaban.
En otra ocasión, con motivo de unas quejas de su hija diciéndole que en la escuela no podía estudiar con profundidad, le dice: «No es una concepción correcta de la escuela: esta debe darte las líneas fundamentales y los objetivos del saber, pero no un conocimiento profundo, que se adquiere posteriormente, mediante el trabajo autónomo». Y le repite de nuevo: «no tengas prisa, todo vendrá a su tiempo, crece tranquilamente, orgánicamente (…); trata de disfrutar lo que tienes para no lamentar después haberlo dejado escapar (…), cada momento y cada edad no son sólo un puente hacia una etapa posterior, un mero trámite, sino algo que tiene valor por sí mismo».
A su mujer le hace una magnífica observación sobre cómo entender una obra de arte: «Donde no hay composición tampoco hay comprensión, y la composición presupone un límite. ¿Qué es lo más importante en una obra de arte? El marco, el escenario, los confines temporales, el comienzo y el fin. Si no hay límites, es imposible hasta la serenidad. La capacidad de limitarse a sí mismo es la prueba de la maestría (Goethe)». En general son muchos los elogios a Goethe, a quien admira, dice, por su claridad de pensamiento y la transparencia de sus actitudes.
A su madre le habla del valor de los aniversarios y celebraciones de tipo cultural: «no hay cultura allí donde no existe el recuerdo del pasado, la gratitud hacia el pasado y la conservación de los valores, es decir, la idea de que la humanidad es un todo único, no sólo en el espacio sino también en el tiempo».
De vez en cuando hace observaciones de tipo moral. A su hijo Mik le dice: «debes actuar de manera que tu comportamiento pueda convertirse en una norma para todos (…), de manera que tu conducta, imitada por los demás, contribuya a que la vida sea, si no perfecta, al menos soportable». Y a su mujer, hablándole de su amargura por el destino trágico de Pushkin, le dice que «la vida está construida de tal modo que sólo se puede dar algo al mundo pagándolo con sufrimientos y persecuciones. Y cuanto más desinteresado es el don, más crueles son las persecuciones y duros los sufrimientos. Tal es la ley de la vida, su axioma fundamental. Y aunque interiormente seas consciente de su irrevocabilidad y de su universalidad, cuando te enfrentas con la realidad, con cada caso concreto, te quedas estupefacto, como si fuese algo inesperado y nuevo».
Pável Florenski. Cartas de la prisión y de los campos (Pisma s Dalnego Vostoka i Solovkov 1933-1937). Barañáin (Navarra): Eunsa, 2005; 310 pp.; trad. e introducción de Víctor Gallego; prólogo de P. V. Florenski; ISBN: 84-313-2292-6. Segunda edición en 2020; 312 pp.; col. Astrolabio; ISBN: 978-8431335137. [Vista del libro en amazon.es]
Lena, Theo y el mar
Libros infantiles y juveniles nórdicos ● 09 años: lectores niños | Libros infantiles y juveniles nórdicos | Narrativa: Vida diaria | Novelas de vida diaria (infantiles y juveniles) | 9 diciembre, 2020
Lena, Theo y el mar es un relato emocionante de Maria Parr que continúa Corazones de gofre.y que se presenta también con ilustraciones de Zuzanna Celej. Los protagonistas tienen dos años más y la novela va de incidente en incidente con los que se plantean y despliegan pequeños conflictos que hilan toda la historia: Lena tiene un nuevo entrenador de fútbol que no la pone de portera en el equipo de chicos; llega una chica holandesa muy amable, Birgitte, que parece coquetear a la vez con Theo y con su gran rival de clase; Lena quiere tener un hermano pero quien lo tiene, por sorpresa, es Theo; el padre de Theo está peleado con el abuelo porque quiere que sea más prudente cuando sale a pescar en su barca… La novela cuenta con un gran narrador, Theo, que como es inseguro va... Leer más
Cuando a Matías le entraron ganas de hacer pis en la noche de Reyes
Álbumes (vida familiar: varios) ● 06 años: primeros lectores | Álbumes (vida familiar: varios) | Álbumes ilustrados | 8 diciembre, 2020
Cuando a Matías le entraron ganas de hacer pis en la noche de Reyes, de Kiko da Silva y Chema Heras, es un álbum con un argumento gracioso: Matías se va a la cama pronto porque su padre le dice que los Reyes no dejan juguetes a los niños que están despiertos, pero a media noche se despierta, oye que los Reyes están hablando del tren de juguete que les ha pedido, y no se atreve a levantarse a pesar de las ganas… Relato bienhumorado, con una mirada que a la vez es traviesa e inocente. Las ilustraciones son oscuras, pues todo se desarrolla de noche, con unas oportunas líneas de contorno temblonas y figuras ondulantes y un poco deformes. Kiko da Silva. Cuando a Matías le entraron ganas de hacer pis en la noche de Reyes (Cando Martiño tivo ganas de mexar na Noite de Reis, 1999).... Leer más
Flores inventadas. Ficción botánica para colorear y soñar
Álbumes (libros-juego: tridimensionales, especiales) ● 12 años: lectores adolescentes | Álbumes (libros-juego: tridimensionales, especiales) | 5 diciembre, 2020
Si los libros que ha publicado hasta el momento Echeve son singulares y excepcionales —aquí hablé de Plan B, en su momento cité también Mar—, el último, Flores inventadas. Ficción botánica para colorear y soñar, lo es más todavía. En las páginas derechas se presentan, con dibujos en blanco y negro, 15 flores más o menos imaginadas —Margarita transparente, Azucena geométrica, Orquídea de corazones, etc.—, y en las izquierdas van acompañadas de unos textos ingeniosos y literariamente magníficos —de cada flor se habla de Familia, Floración, Descripción, Usos, Hábitat y costumbres, Amenazas—. Como se puede esperar del autor, es un libro con tipografía y diseño pensados para que sea muy legible y agradable a la vista. En este enlace se da información: se ven... Leer más
Un cuento de Navidad para Le Barroux
Navidad (relatos) ● Navidad (relatos) | 4 diciembre, 2020
Un cuento de Navidad para Le Barroux, de Natalia Sanmartin Fenollera, es una historia compuesta, como se explica en la contracubierta y en la dedicatoria, a petición de la abadesa de un monasterio benedictino francés. La autora, que abre su relato con dos páginas en las que se contienen algunas invocaciones a la Virgen y una cita de san Bernardo, desea hablar del misterio de la vida y del misterio de la muerte de modo poético y sugerente pero sin abusivas simplificaciones: «las “perspectivas sin explicación” forman parte del efecto literario» decía Tolkien. Los dibujos a carboncillo de la norteamericana Michaela Harrison —que me han hecho pensar en las ilustraciones de Maurice Sendak en Al otro lado, una historia que nada tiene que ver con esta pero que también habla de un... Leer más
El gran rompecabezas
Novelas de profesor ● 15 años: lectores jóvenes | Narrativa: Vida diaria | Novelas de amor juvenil | Novelas de profesor | Novelas de vida diaria (infantiles y juveniles, españolas e iberoamericanas) | 3 diciembre, 2020
Como he dicho ya más veces, entre las novelas para y sobre adolescentes abundan las llamadas «novelas de profesor»: relatos contados por alguien con experiencia en el trato con jóvenes, con personajes que intentan componer el rompecabezas de sus vidas cuando pasan por momentos críticos —con frecuencia el del primer enamoramiento, a veces otros conflictos personales o familiares—, y en los que los autores pretenden como poner a los lectores enfrente de un espejo para que vean que sus inquietudes las han tenido antes otros y así ofrecerles caminos de salida esperanzadores. Como corresponde a la biografía y a la formación de sus autores, suelen ser novelas escritas con cuidado, en las que los diálogos y las consideraciones que se hacen son como destilados de horas de... Leer más
Mi Lazarilla, Mi Capitán
Álbumes (convivencia: paseos) ● 09 años: lectores niños | Álbumes (convivencia: paseos) | Álbumes ilustrados | 2 diciembre, 2020
Que recuerde ahora, dos álbumes excelentes que cuentan un paseo urbano entre padre e hija y entre madre e hija, en el que los dos protagonistas van haciendo distintos descubrimientos, son Un camino de flores y Espera. A ellos se les puede sumar otro con igual hilo y con un contenido semejante: Mi Lazarilla, Mi Capitán, de María Girón y Gonzalo Moure. La narradora es una niña con problemas de visión, cuyo padre sí está completamente ciego. Con motivo del paseo que dan hasta el colegio, la chica describe lo que ve confusamente, lo que oyen y lo que imaginan, el juego que practican de acertar coches-animales (Panda, Escarabajo, Jaguar…), etc. La prosa tiene calidad y el tono del relato es alegre. Las ilustraciones presentan cálidos dibujos de figuras realistas y escenarios urbanos... Leer más