El rey cerdo, un relato del holandés Koos Meinderts ilustrado por Emilio Urberuaga, es un álbum que deja sensaciones mezcladas. En él se cuenta que un rey tiene gran afición a comer cerdo y, cada mañana, visita la Pocilga Real para elegir uno. Un pequeño cerdo se da cuenta de lo que ocurre y piensa que no es ningún honor dar la vida por el Rey, que la vida es más que engordar, morir y ser comido… Cuando llega el momento huye y aprovecha una oportunidad para disfrazarse: ve al Rey bañarse y se viste con su ropa, por lo que la Corte, e incluso la Reina —que temían que el Rey acabase pareciéndose a un cerdo de tanta carne de cerdo como comía—, le toman a él por el Rey… La historia sigue hasta un desenlace inesperado. Se puede añadir que, el talento reconocido del... Leer más
El rey del bosque, de Rocío Martínez y Margarita del Mazo, tiene como protagonista principal a un oso, que llega a un bosque y dice a sus habitantes que las cosas funcionarían mejor con un rey. Distintos animales se van proponiendo para el cargo pero, finalmente, el oso es nombrado rey por unanimidad. Entonces el oso inunda el bosque de avisos, lo limpia, lo reorganiza y lo valla. Terminado su trabajo, convoca de nuevo a todos los animales. Relato cuyo argumento tiene una parte que me ha recordado ¡Qué ordenado!, de Emily Gravett, y una buena dosis de crítica social y política. La ilustradora muestra una vez más su versatilidad con unas imágenes que, si cuentan con orden el relato y sugieren bien muchas cosas que no se dicen con las palabras, tampoco son convencionales, por... Leer más
Combatir el autoritarismo es una de las líneas argumentales con más tradición en la LIJ. Los libros que tratan de la cuestión suelen ser, más bien, libros para educadores: son ellos los que deberían leerlos para entender de qué modo tan irracional, y a veces injusto, mandan o corrigen a los niños. Uno más que añadir a la lista es ¡De aquí no pasa nadie!, de Bernardo P. Carvalho e Isabel Minhós. Un general pone a un soldado al borde la página izquierda para impedir que nadie ocupe la página derecha. Las páginas derechas permanecen en blanco mientras las izquierdas van poblándose de gente que intenta pasar y no entiende por qué no puede hacerlo: el soldado a todo responde que sólo cumple órdenes. Hasta que a un niño se le escapa una pelota que pasa al otro lado y el... Leer más
Felicio, Rey del rebaño, de Olivier Tallec, es un álbum de tipo «político», de los que hablan del uso del poder, como La reina de las ranas o El rey de los animales. Estando en el prado, con las demás ovejas, Felicio ve una corona. Se la pone en la cabeza, se yergue para ponerse a dos patas, toma una rama como cetro, y se transforma en Rey del rebaño. Su imaginación le hace vivir toda clase de momentos y posibilidades, y si sus ensoñaciones primeras tienen lugar en el prado, luego pasan a ser en palacios dieciochescos y versallescos… (como es fácil suponer si uno mira el título del original francés). El álbum está bien construido y tiene todo el aire de una fábula clásica. Cada doble página presenta, normalmente, una escena con dos versos. En muchos momentos las... Leer más
El rey de los animales, de Miguel Tanco, es un álbum que podríamos calificar de «crítica política», como, por ejemplo, La reina de las ranas no puede mojarse los pies. Empieza cuando el León se pregunta «¿no soy yo el rey de los animales?» y decide mandar algunas cosas para que la vida sea más fácil para él. Cada doble página contiene una de las leyes que dicta: «prohibidas las cebras con rayas», «los elefantes deben perder peso», «los hipopótamos deben ir limpios», «los animales deben reducir la velocidad a 40 km por hora», etc. El planteamiento es hábil y el texto es divertido. La sucesión de las dobles páginas viene dictada por el mismo argumento. Las figuras sintéticas de los animales son graciosas y bien reconocibles. Además, en las ilustraciones el... Leer más
La reina de las ranas: no puede mojarse los pies, de Marco Somà y Davide Cali, es un relato de tipo «educativo» pensado para que los lectores se planteen la legitimidad de origen de sus gobernantes y la forma en que, tantas veces, adquieren privilegios abusivos. Cuando unas ranas están tocando y cantando juntas (tienen una orquesta de jazz), algo cae en el estanque. Luego, una rana emerge con una corona en la cabeza y alguien exclama: «¡Mirad, es la reina de las ranas!». A partir de ahí, recibe homenajes de reina y se forma una corte a su alrededor. Hasta que… El argumento es un poco simple al plantear cómo alguien puede llegar a ser rey, pero tiene su punto de realismo y es eficaz cuando pinta ciertas actitudes y comportamientos. Las ilustraciones son excelentes, no sólo... Leer más
A partes iguales, un álbum de Lina Žutautė con texto de Darabuc, trata sobre una joven que, a lo largo de un viaje, se lleva consigo a personajes con habilidades especiales llamados Brazodegorila, Orejademurciélago, Hocicodetoro y Ojodeáguila, con la promesa de que todos van «a partes iguales». Y, cuando llegan a la capital del reino, deciden participar en un concurso convocado por un rey cruel e injusto. Darabuc explica en su blog tanto los rasgos de la narración —un cuento popular recreado con más presencia de personajes femeninos, entre otras cosas—, como los de las imágenes, bien compuestas y con un estilo que cabría llamar hipersurrealista por la multiplicación de los detalles imaginativos. Para el lector niño la historia tiene además el atractivo de ver a un... Leer más
El rey el mar, de Wolf Erlbruch y Heinz Janisch, son veintiuna historias muy cortas con el mismo protagonista y parecidas reflexiones. La primera es «El rey y el mar», y todas las demás se titulan igual: «El rey y la gata», y el árbol, y la ardilla, y el perro, y la noche, y la estrella, y la sal, etc. Entre el rey y sus interlocutores hay diálogos en los que el rey aprende algo: se da más cuenta de sus limitaciones y, en general, reconoce mejor algún aspecto de la realidad. Son ideas amables y amablemente presentadas, tanto con el texto como con unas ilustraciones compuestas con la elegante sencillez que acostumbra Erlbruch. Es un libro reflexivo que, se podría decir, habla de tener una relación cordial con el entorno y de abandonar cualquier pretensión de ser uno mismo... Leer más
De otro ilustrador de referencia, Gregoire Solotareff, se ha publicado no hace mucho El rey cocodrilo. El protagonista, ya desde pequeño, se come a todo el que se le pone por delante: «Nada más salir del huevo, se precipitó sobre un pollito y se lo comió», un arranque realmente fuerte. A ese ritmo el cocodrilo acaba siendo rey del pueblo pero su capricho de cuidar a la elefanta Lila desde pequeñita para engordarla y comerla cuando sea mayor acaba cambiando sus planes: el buen humor de Lila y su sentido de la amistad transforman al rey cocodrilo. Es una historia en la línea de ¡Qué más quisieras!, esta vez no con elefantito sino con elefantita simpática como héroe, y que también trata de amistad y de arrepentimiento, como muchos relatos del autor. Gregoire Solotareff. El... Leer más