Combatir el autoritarismo es una de las líneas argumentales con más tradición en la LIJ. Los libros que tratan de la cuestión suelen ser, más bien, libros para educadores: son ellos los que deberían leerlos para entender de qué modo tan irracional, y a veces injusto, mandan o corrigen a los niños. Uno más que añadir a la lista es ¡De aquí no pasa nadie!, de Bernardo P. Carvalho e Isabel Minhós. Un general pone a un soldado al borde la página izquierda para impedir que nadie ocupe la página derecha. Las páginas derechas permanecen en blanco mientras las izquierdas van poblándose de gente que intenta pasar y no entiende por qué no puede hacerlo: el soldado a todo responde que sólo cumple órdenes. Hasta que a un niño se le escapa una pelota que pasa al otro lado y el guardia entonces se ablanda.
Es magnífico el uso de la separación entre páginas como un elemento básico de la trama. Las figuras, muy coloridas, son como de dibujos infantiles con lápices o ceras. Es sencilla, y por eso eficaz, la forma en que se apunta que se han de dar buenas razones para imponer una prohibición. Diría, sin embargo, que presentar a un general como el enemigo-dictador es un estereotipo antiguo (arraigado en la mente de quienes somos mayores y más bien propio de las décadas centrales del siglo XX); o, si se quiere, que las amenazas reales de personas con comportamientos dictatoriales, para los destinatarios actuales de libros infantiles como este son otras y toman otras formas (al menos en nuestra sociedad, supongo que, por ejemplo, en Venezuela no).
Bernardo P. Carvalho. ¡De aquí no pasa nadie! (Daqui ninguém passa!, 2014). Texto de Isabel Minhós Martins. Barcelona: Takatuka, 2017; 34 pp.; trad. de Patric de San Pedro; ISBN: 978-84-16003-77-8. [Vista del libro en amazon.es]