Los relatos que presentan a personas que han de dejar su tierra suelen hacer notar el dolor que sienten y la dureza de las situaciones por las que pasan. El mapa de los buenos momentos, de Zuzanna Celej y Fran Nuño, elige un planteamiento más suave que, sin embargo, puede ayudar a sus lectores a plantearse cuáles serían sus sentimientos si tuvieran que dejar atrás su ciudad, su país o sus amigos. Zoe, una niña que debe marcharse de su ciudad, recorre y recuerda los lugares donde ha disfrutado: su casa, la casa de sus abuelos, la escuela, la estación de tren, etc. Las imágenes muestran esos lugares, con unas acuarelas evocadoras, en tonos cálidos y como velados, y la narración con palabras acentúa el dolor de la despedida y el deseo esperanzado de poder regresar un día.
Zuzanna Celej. El mapa de los buenos momentos (2016). Texto de Fran Nuño. Pozuelo de Alarcón (Madrid): Cuento de Luz, 2016; 26 pp.; ISBN: 978-84-15784-16-6. [Vista del libro en amazon.es]
Comer un lobo, de Vincent Bourgeau y Cédric Ramadier, no es tan genial como ¡Que viene el lobo!, pero es un álbum excelente por su inteligente sencillez, tanto argumental como compositiva. Es, en principio, un relato para prelectores, pero es, en realidad, una historia para quienes hayan oído ya unas cuantas sobre cerditos y lobos. En la primera doble página el cerdito protagonista se pone frente al lector y le dice que «siempre es la misma historia: al final, es el lobo el que se come al cerdito»; y en la segunda el héroe sonriente nos dice que «¡hoy soy yo el que va a comerse al lobo!». Así que nos acabaremos encontrando con un relato que cierra un círculo: hubo un tiempo que se contaron relatos con cerditos ingenuos y lobos astutos; vino luego la moda de contar relatos sobre cerditos astutos y lobos ingenuos; ahora llega el momento de los cerditos que piensan que son astutos (no en vano les contaron tantos cuentos intentando convencerles de que lo eran) a los que la realidad devuelve al lugar que siempre tuvieron…
Vincent Bourgeau. Comer un lobo (Manger un loup, 2014). Texto de Cédric Ramadier. Salamanca: Lóguez, 2016; 28 pp., cartoné; ISBN: 978-84-945653-0-4. [Vista del álbum en amazon.es]
Un punto de los que se trata Imperiofobia y leyenda negra es el de que la defensa de los indígenas de América no la hicieron ni los humanistas ni los ilustrados, por más que fueran los últimos los propagadores del mito del Edén indígena aplastado por el malvado hombre blanco. «Ni Las Casas ni Rousseau sintieron nunca, no ya respeto, sino mera curiosidad por los indios. Para ambos todos los indios son el mismo indio».
Se supone que, hoy en día, sigue la autora, «nadie con un mínimo de cultura niega ya el papel pionero que tuvieron los legisladores y la maquinaria imperial española en el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas. Hay que colocar en su contexto y en su tiempo las ideas revolucionarias expresadas primero por los dominicos, y luego por otras órdenes. La justicia exige que se mencione a los dominicos en primer lugar, esas bestias negras de la intolerancia y la barbarie, según la imagen habitual que de ellos ha transmitido el protestantismo primero y, más tarde, la Ilustración. Muchos intelectuales y hombres de gobierno, incluidos los propios reyes, asumieron sus ideas en España. Hasta entonces nadie se había planteado que los pueblos conquistados pudieran tener derechos o que los individuos de una civilización salvaje, considerada universalmente no cristiana e inferior, fuesen también seres humanos que merecían respeto. Y esto, que ha cambiando nuestra noción de lo humano a nivel planetario es, nos guste o no, un trabajo de la Iglesia romana. En general, las iglesias protestantes no sintieron por los indios interés ni cultural ni religioso con algunas excepciones dignas de admiración».
Es decir: «fueron misioneros los que protestaron contra los abusos de los conquistadores; fueron teólogos eclesiásticos, y no humanistas, los que discutieron la justificación de la conquista española, defendieron los derechos de los Indios y sentaron la base de un nuevo Derecho Internacional. (…) El humanista español o europeo no se interesa por América y los graves problemas que este descubrimiento plantea a la conciencia cristiana, porque el Humanismo es refractario a todo cuanto no sea su propio mundo». Ni tampoco es verdadero ese croquis mental de nuestros conocimientos e ideales como sociedad que dibujó una Ilustración que, «cuando llegó a la cumbre, le dio una patada a la escalera y se negó a reconocer deuda alguna ni en conocimiento ni en pensamiento con el mundo anterior a ella, especialmente el hispano-católico».
María Elvira Roca Barea. Imperiofobia y leyenda negra (2017). Madrid: Siruela, 2017; 482 pp.; col. Biblioteca de ensayo; prólogo de Arcadi Espada; ISBN: 978-84-16854-23-3. [Vista del libro en amazon.es]
Lo he pasado bien leyendo Bajo los montes de Kolima, un thriller de Lionel Davidson con un elogiosísimo prólogo de Philip Pullman que, al menos en mi opinión, mejor es leerlo al final pues, en caso contrario, el lector esperará más de lo que la novela ofrece. El héroe es un científico de origen indio-canadiense llamado Johnny Porter con un talento excepcional para los idiomas y para muchas otras cosas. Debe ir a un ultrasecreto instituto científico de Siberia donde su anciano director, que le conoció hace años, desea transmitirle algo antes de fallecer. Para eso ha de llegar hasta el pueblo más cercano e instalarse allí sin despertar sospechas. A lo largo del viaje hasta su meta ha de cambiar de identidad varias veces y ha de desempeñar distintos trabajos para borrar su... Leer más
Piratas del Mar Helado, de Frida Nilsson, viene precedido de premios notables y buenas críticas. Sin duda merece los elogios aunque no sea una obra lograda del todo. Se ambienta en un mundo nórdico lejano. La protagonista y narradora es una niña muy responsable llamada Siri, de unos diez años. Cuando el pirata Cabeza Blanca secuestra a su hermana pequeña Miki, para hacerla trabajar como esclava en una mina de diamantes, Siri sale a rescatarla pues su padre no puede. Los lugareños no le hacen mucho caso hasta que el cocinero de un barco, llamado Fredrik, toma partido por ella, la protege y se muestra dispuesto a ayudarla: también a su hermana pequeña la secuestró Cabeza Blanca porque él no supo cuidarla como debía. La novela merece aplausos, primero, por su ambición de ser... Leer más
Una de las pequeñas mejoras en las nuevas ediciones de los «apuntes para unas clases de álbumes ilustrados» son las referencias a un libro ilustrado al que se suele llamar precursor de otros y que se ha publicado hace muy poco en castellano: Animales animados, preparado con fotografías de Aleksandr Ródchenko y Várvara Stepánova para ilustrar unos poemas de Serguëi Tretiakov. En realidad, no fue precursor de nada pues el libro como tal no se publicó y ni siquiera lo hicieron las imágenes en la revista en la que se anunció (El nuevo frente de izquierda de las artes, se llamaba). Su edición como libro tuvo lugar, por primera vez, en Alemania en 1980. Sin embargo, tiene mucho interés (al menos para gente como yo), el hecho de que fuera un primer intento de preparar... Leer más
Otro álbum con un protagonista que es y se siente pequeño frente al mundo y a los demás: Pequeña en la jungla, de Marta Altés. Pequeña es una monita a la que gusta vivir en la jungla pero a la que se le hace un problema ser tan pequeña en una selva tan grande. Hasta que «un día tomó una GRAN decisión. Una decisión muy valiente»: trepar hasta la copa del árbol más alto. Las figuras son simpáticas y los escenarios tienen la exuberancia que cualquiera imagina de la selva. Pero el álbum es claro y legible al presentar la vegetación y los personajes sobre fondo blanco, al colocar adecuadamente los párrafos de texto, y al poner el foco en la heroína. Además, la narración tiene una estructura, semejante a la de El paseo de Rosalía, que comunica tensión al relato: un... Leer más
Otro ejemplo de cómo sacarle partido a un filón: el nuevo álbum de Emily Gravett titulado ¡Mío! y protagonizado por el oso y la liebre. Esta última encuenta una flor y no quiere compartirla con el oso, «pero al oso no le importó»; y lo mismo con otras cosas hasta que, cuando el oso no está presente, la liebre se abalanza sobre la miel de una colmena… La autora sabe dar la lección con talento gráfico y con simpatía, que es lo que hay que pedir a este tipo de minirelatos para que los lectores pequeños piensen en su comportamiento. Emily Gravett. ¡Mío! (Bear and Hare – Mine!, 2014). Barcelona: Picarona, 2017; 28 pp.; trad. de Joana Delgado; ISBN: 978-84-16648-80-1.... Leer más
En Imperiofobia y leyenda negra, cuando explica la realidad de la Inquisición en España y cómo, con el tiempo, se ha convertido en un mito capaz de evocar un mundo que nunca existió, María Elvira Roca dedica un apartado titulado «Los ojos del señor Inquisidor» a comentar el duradero impacto que han tenido algunas representaciones literarias de esa figura. Es un punto en el que se ve cómo algunos aspectos de la leyenda negra han sido asumidos por todos, incluidos los españoles, y que la autora redimensiona con datos y comparaciones ilustrativas. El tenebroso Inquisidor apareció por primera vez en Don Carlos, de Schiller, de quien lo tomó luego Dostoievski para su relato El Gran Inquisidor, incluido en Los hermanos Karamázov; a partir de esos modelos, Umberto Eco fabricó el... Leer más
En un capítulo de Bresson por Bresson que se titula «familiaridad con una sobrenaturalidad palpable» se reproduce una larga conversación de Robert Bresson con Jean Guitton acerca de su película El proceso de Juana de Arco. Dice Bresson al principio: «Voy a decirle lo que más me llamó la atención cuando releí, con miras a la película, las actas del proceso de condena de Juana de Arco. Su juventud, su magnífica insolencia ante los príncipes de la Iglesia y los sabios dispuestos a enviarla a la hoguera (“¡Siguiente pregunta!”; “Esto no concierne a vuestro proceso”; etc.). A lo largo de aquellos interminables interrogatorios, de los cuales ella salía menos agotada que sus inquisidores, me la imagino lanzando sus réplicas obstinadas desde ese nivel superior que... Leer más
En las últimas semanas he releído, rápido, Archipiélago Gulag, de Alexander Solzhenitsyn. He comprobado que, a estas alturas, por sus continuas referencias a personas y hechos de la historia de la represión en la Unión Soviética, puede ser un libro difícil para quien no tenga un particular interés en la cuestión, y desagradable a más no poder para cualquier heredero mental de Lenin y sus sucesores. He vuelto a recordar su tono ágil y sus ramalazos de humor negro: «El jefe de la escolta estaba intrigado: “¿Y a ti por qué te han echado veinticinco años?”. “Pues, por nada”. “¡Mentira. Por nada, lo que te cae son diez!”». Un buen resumen de su contenido, para quien no lo conozca, está en la correspondiente voz de Wikipedia. Dos citas de interés: «¡La... Leer más
En una de las entradas recogidas en Un largo etcétera, titulada «Ritmos», se habla de que tanto el comienzo del curso académico como el comienzo del año natural «juegan juntos a crear los ritmos de los años, como en un poema el ritmo del verso y el de la frase, distintos y entrecruzados gracias a los encabalgamientos. Otros ritmos de la vida que encuentran correspondencias con los del poema son los ritos (el puente de la Inmaculada, la Navidad, el Miércoles de Ceniza, la salida procesional de todos los años, Pentecostés, la operación salida, etc.), que harían las veces de rima. Y los aniversarios íntimos, rimas internas. Los cumpleaños funcionan de un modo parecido a la cesura y ya sabemos que “sin cesura ni censura / no hay buena literatura”.... Leer más
Hace años, una temporada en la que leí muchos álbumes en pocos días, vi por encima Los últimos gigantes, de François Place. Tal vez por verlo junto con otros no lo aprecié todo lo que merecía: aunque pensé que los dibujos eran extraordinarios no me interesó la historia. Pero he vuelto a leerlo y verlo ahora con más calma, en una nueva edición conmemorativa, y tengo más claros mis motivos para la impresión que me causó entonces. Un antropólogo llamado Archibald Leopold Ruthmore que ha encontrado un mapa o algo así en un diente de gigante, decide viajar en busca de los gigantes y sale de Inglaterra el año 1849. La primera parte del relato es su arduo viaje hasta dar con los gigantes, la segunda es su vida con ellos y sus descubrimientos sobre sus peculiaridades, la... Leer más
Las ALAS del AVECEDARIO es un rico poemario de Antonio Rubio con vistosas ilustraciones de Rebeca Luciani. Son poemas con diferentes estructuras, ritmos y tonos, cada uno de los cuales está dedicado a un ave siguiendo el abecedario. Por ejemplo, el comienzo del primer poema es este: «Empieza avestruz con ave. / Eso cualquiera lo sabe. / ¿Pero es ave? / Si no vuela, / aunque sus alas extienda. / Tiene patas de escalera / para dar grandes carreras». Luego siguen el Búho, el Cuco, el Dodo…, el Herrerillo, «acróbata amarillo», el Mirlo «mirlibustero», hasta llegar al Zorzal un «ave cabal». Muchos van acompañados, en la página opuesta, de una magnífica y exuberante ilustración. En esta entrevista el escritor y la ilustradora cuentan más cosas de su trabajo. Antonio Rubio.... Leer más
Si en una nota previa elegía textos de Un largo etcétera que ponen de manifiesto la creatividad lingüística de los niños, en esta pondré otras relacionadas con la costumbre del autor de contarles historias a sus hijos. Se podrían llamar «lecciones para, o reflexiones de padres cuentacuentos»: —El reproche: cuando uno intenta contar cuentos a veces surgen problemas...; —La vaca solidaria: en esta entrada, casi mi favorita de Un largo etcétera, se ve un choque entre dos estilos a la hora de contar cuentos...; —Y se cayó: cuando un niño experimenta por primera vez los poderes curativos de las narraciones; —Vivo en conversación: reflexión de adulto sobre el mundo interior del niño; —Cuatro trazos: reflexión de adulto: ¿por qué en tantos cuentos... Leer más
Indico a continuación varias ideas-guía que se repiten, y que se contrastan con los hechos, una y otra vez, en Imperiofobia y leyenda negra. Una, la de que «es importante, cuando se trata de opiniones y prejuicios, deslindar con el mayor cuidado causas y consecuencias. El prejuicio precede a las causas, las busca y las fabrica. No al revés. De otro modo dejaría de ser un prejuicio. No quiere decirse que invente sus justificaciones. Procede desenfocando los contextos, y mezclando verdad y mentira». Otra, la necesidad de usar el lenguaje con precisión y saber de qué estamos hablando. Por ejemplo, la autora explica que la historiografía académica no distingue mucho entre colonialismo e imperio cuando son movimientos de expansión totalmente distintos. Aclara que no se puede... Leer más
En una entrevista del libro citado hace unos días, Robert Bresson habla de su película El proceso de Juana de Arco y, al explicar que hizo un trabajo de resumen y adaptación de las actas de su proceso, pues para él un diálogo cinematográfico no es un diálogo teatral ni un diálogo novelesco, dice: «La palabra debe ser comprimida al máximo, de tal suerte que la imagen que la acompaña no provoque un pleonasmo. Suprimí los arcaísmos, no todos, conservé algunos para no empobrecer la característica tan particular de las réplicas de Juana. No expliqué nada. Dediqué mucho tiempo al trabajo preparatorio de concepción. Lo hice poco a poco, por miedo a traicionar algo. Me aparté, como de costumbre, de toda psicología teatral o novelesca (la imagen ya se encarga de... Leer más
Con motivo de las clases dadas estas últimas semanas en el Master en Álbum infantil ilustrado, he preparado unas segundas ediciones (o nuevas versiones), revisadas y ampliadas, de Una breve historia, Una posible definición y Funciones y... Leer más
Los principales protagonistas de El barco escuela Tobermory, de Alexander McCall Smith, son los gemelos Ben y Fee MacTavish, de doce años. Después de haber acompañado a sus padres oceanógrafos en su pequeño submarino durante años, les ha llegado el momento de ir al colegio que, en su caso, será el barco escuela Tobermory. Allí son bien recibidos por profesores y compañeros, que les explican muchas cosas de la terminología marinera y del funcionamiento del barco. Enseguida conocen también a quienes serán sus rivales, el presuntuoso Hardtack y sus amigos. El conflicto concreto de este relato es que, antes de comenzar el curso, algunos alumnos son contratados dos días como extras de una película de piratas y allí se dan cuenta de que algo no encaja. Después de haberme... Leer más
El debut de André François en la literatura infantil tuvo lugar en 1949 cuando puso imágenes en todas las páginas impares de El pequeño Brown, también el primer relato de la norteamericana Isobel Harris. Es una recuperación editorial que merece ser aplaudida. Por su comienzo, que no por el estilo de vida de los protagonistas ni por las ilustraciones, se podría poner en paralelo con Eloise, un relato de la misma época, pues su protagonista, el pequeño Brown, vive en un hotel de Nueva York con sus padres y, como a ellos, le gustan los ascensores, los túneles, el metro y demás. Hasta que un día, Hilda, la encargada de la limpieza, se lo lleva con ella junto a su familia, en el campo, lo que significa un montón de descubrimientos para él. El libro es ameno y tiene varios... Leer más