¡Deprisa, deprisa!, de Clotilde Perrin, es un álbum simpático, bien construido, que parcialmente vuelve a incidir en la importancia de que los niños no lleven unas vidas aceleradas y sepan pararse a mirar alrededor (como Espera o Un camino de flores). El libro se abre con una «Cita para los mayores» —«La vida es una intensidad, el tiempo una medida» (Pascal Quignard) y una «Cita para los pequeños» —«¡Deja de meterme prisa, que no he acabado de jugar!» (Hélène, mi hija). En primera persona, una niña cuenta cómo comienza el día, de modo muy apresurado, levantándose, desayunando, yendo al colegio, montándose primero en un autobús para una excursión al campo, luego en una lancha y después en un avión… que pierde pues, dice, «una vez más no he sido lo bastante... Leer más
Las resistencias a ir por primera vez al colegio es uno de esos pequeños problemas infantiles que con frecuencia se presentan. Un álbum de los que lo plantean y ¿resuelven? es el de Mamá va al cole y una solución semejante da ¡Ni en sueños!, de Beatrice Alemagna. En este caso la protagonista es una pequeña murciélaga, Pascualina, a la que, cuando sus padres le dicen que debe ir a la escuela, no quiere oír ninguno de los argumentos —irás como todo el mundo, aprenderás mil cosas, harás amigos…— y termina gritando que no irá ¡ni en sueños!..., expresión que volverá a emplear al final pero con un sentido totalmente distinto. La historia gusta por la simpatía y expresividad de las figuras, las de los murciélagos y las de otros animales del bosque, y por la calidad y... Leer más
9 kilómetros, de Gabriela Lyon y Claudio Aguilera, es un álbum excelente: tiene unas ilustraciones cálidas, exuberantes, bien compuestas, que van de acuerdo con el tono sereno y los escenarios del relato. Este cuenta un largo paseo de un niño hasta que llega a su escuela: en las dos primeras dobles páginas se ve, a vista de pájaro, cómo sale de su casa cuando aún está oscuro; en las siguientes, el chico va contando al lector, en primera persona, cosas que piensa y cálculos que hace mientras las imágenes lo muestran cuando pasa por debajo de cercas y atraviesa bosques, campos y ríos… En el trayecto hay pájaros que ve o que le observan: al final del álbum se indicará, en una doble página, qué pájaros del sur de Chile son exactamente. También, en otras dos dobles... Leer más
Ratones en la escuela, de Natalia Colombo y Xosé Manuel González Barreiro, continúa la serie que comenzó con Ratones de casa y Ratones de viaje. Unos textos en estrofas de cuatro versos, rima consonante y palabras encadenadas, acompañan unas graciosas ilustraciones donde vemos a un montón de ratoncitos ir a la escuela y tener diversas actividades allí —por ejemplo, «jugando con platos / quedó la vajilla / rota en mil pedazos», y en clase de plástica «alguna criatura / se baña en pintura»—. Es un libro amable, apropiado para quienes sientan simpatía particular por los ratones y para quienes conecten bien con este tipo de historias de un grupo de personajillos revoltosos. Es también un libro que, como muchos otros de hoy, presenta y aplaude el espíritu de juego de... Leer más
¡Qué animales!, de Nicholas Allan, es un álbum de hace ya veinte años que se acaba de publicar en una nueva edición. Es una historia bien armada, para dar un mensaje que, siendo evidente, parece siempre necesario: el narrador es un pequeño elefante, Tomás Trompa (excelente traducción-adaptación de Billy Trunk), que va por primera vez al colegio; allí no conecta con sus compañeros: el cocodrilo, el sapo, el leopardo, la mofeta, etc.; cuando lo dice al volver a casa, su padre se conecta con él a internet y le anima a escribir cosas sobre sus gustos y demás, y esto da lugar a que alguien desconocido, que también es «gris, orejón y narigón», le responda positivamente…; así que todo avanza hasta el momento en que Tomás conoce a su nuevo amigo. Los personajes son amables,... Leer más
Cómo esconder un león en la escuela, de Helen Stephens, es el tercer libro de una serie con encanto —hablé del primero en Otro león suelto y del segundo en Todos esconden algo—, y un ejemplo más de que muchos lectores leen personajes y no libros por lo que, cuando un autor o editor da con un pequeño filón, intenta sacarle todo el partido que pueda. Para quien conozca los libros previos, el argumento es fácilmente imaginable: la protagonista quiere llevar al león a su escuela pero los problemas que causa son muchos y no le dejan; hasta que, como era de esperar, sucede algo que convierte al león en un héroe y los problemas terminan. Lo mejor del álbum es el atractivo de las ilustraciones. Lo más flojo es la resolución: pocos lectores pequeños encontrarán creíble la... Leer más
Los secretos del cole: ¿adónde van las profes cuando se pone el sol?, de Éric Veillé, es otro álbum humorístico de vida escolar. En capítulos titulados, por ejemplo, «Los orígenes. ¿Cuándo apareció la primera profe?», «De camino al cole», «Los habitantes del cole», «El comedor», etc., el autor se hace preguntas del tipo «¿Qué comen las cocineras del comedor del cole?», «¿Por qué casi nunca nos dan patatas fritas?», y cosas así, y se responde, con imágenes y párrafos bromistas, unos mejores que otros pero en conjunto divertidos. Muchas de las bromas las apreciarán más algunos adultos, que podrán hacer un ejercicio de memoria y de perspectiva, y recordar preguntas y preocupaciones de los años de colegio ahora que conocen muchas de las realidades tan... Leer más
Malvado conejito es un álbum de hace unos años, digamos que de vida escolar, firmado por Jeanne Willis y Tony Ross. Así comienza: «Nunca hubo un conejo más malo que Malvado Conejito. O por lo menos eso podríamos suponer después de leer la carta que dejó sobre su cama un día al regresar de la escuela…». A continuación leemos la carta y vemos las imágenes de lo que cuenta: que ha huido de casa, que vive con sus amigos Los Conejos del Infierno, y que con ellos hace cosas como comer hamburguesas de lombrices, acrobacias con la moto, perforarse las orejas… Firma como Malvado conejito (antes llamado Copo de Algodón). Por último, los motivos del héroe se aclaran. Él álbum va en la línea de otro parecido de los autores, Odio la escuela, y, como él, está bien construido,... Leer más
Muchos de los relatos infantiles son, para sus lectores naturales, buenos ejercicios de perspectiva, formas de aprender a ver las cosas desde otros puntos de vista, oportunidades para entender mejor cómo son los demás. Se ve bien en el caso de ¡Mi maestra es un monstruo!, de Peter Brown. El protagonista, un chico revoltoso llamado Roberto, piensa que la maestra Kirby es un monstruo: le grita, le riñe, le castiga… Además, para su disgusto, Roberto coincide un día con ella en el parque. El álbum tiene mucho de cómic: el autor recurre a globos de texto para los diálogos entre los protagonistas y a multiplicar, en algunas páginas, las escenas que muestran el trato entre Roberto y su maestra. Son muy expresivos los rostros de las figuras y, como las imágenes van sobre fondo blanco... Leer más
Después de No he hecho los deberes porque…, Benjamin Chaud y Davide Cali componen un libro muy parecido e igualmente divertido: He llegado tarde porque… Un sudoroso narrador empieza contándole a su profesora que unas hormigas gigantes le robaron el desayuno y, a partir de ahí, todos los encuentros inesperados que tuvo antes de llegar al colegio —por ejemplo, con Caperucita Roja y el Flautista de Hamelín, entre muchos otros—. Salvo algunos sucesos, que ocupan dobles páginas completas, en cada página le ocurre algo al chico. Una historia del mismo tipo, por cierto, es el primer álbum del Dr. Seuss titulado And To Think That I Saw It On Mulberry Street. Benjamin Chaud. He llegado tarde porque… (A Funny Thing Happened On the Way to School…, 2014). Texto de Davide Cali.... Leer más
En The bicycle man, de Allen Say, el narrador recuerda un incidente colegial de cuando era un niño, en el Japón ocupado después de la segunda Guerra Mundial. Un día de primavera en el que se desarrollaban competiciones en su escuela —carreras de los niños, tiro de cuerda, carreras por parejas con padres y profesores, etc.—, aparecieron dos soldados norteamericanos, uno negro y uno blanco, que les entretuvieron con sus equilibrios circenses sobre una bicicleta. La historia se desarrolla con calma y es sencilla, pero tiene mucho encanto y el interés de ver y aprender que hay distintos modos de comportamiento. Los dibujos de línea son magníficos: recogen bien las actividades de los niños, primero, y las habilidades sobre la bicicleta del soldado negro después. El relato no... Leer más
Hay relatos que sirven para entender la importancia de recibir un empujón oportuno a tiempo como, por ejemplo, El punto, de Peter Reynolds. Otro, que no había puesto aquí todavía, y que no está editado en España, es Once Upon an Ordinary School Day, con ilustraciones de Satoshi Kitamura y texto de Colin McNaughton. Trata sobre un niño que va a la escuela y lo ve todo en tonos apagados. Pero, cuando el profesor de música, Mr. Gee, entra en clase con un fonógrafo, la imaginación del niño se llena de sueños y de color. Además, el profesor les dice que pongan por escrito lo que la música les sugiere. La historia es sencilla pero, también por eso, habla bien de la capacidad transformadora de la música y, más en general, del poder de un buen profesor para enriquecer la vida... Leer más
Odio la escuela, de Tony Ross y Jeanne Willis, es un álbum muy sarcástico. Comienza diciendo esto: «Esta es la historia de una niña / llamada Honorata Valentón, / que no quería ir la escuela / pues la odiaba con pasión». A las preguntas de un interlocutor, ella va describiéndolo todo del modo más feroz posible: «—Pero ¿acaso no te divertías? / ¿No aprendiste a leer? / —Al contrario —me decía—, / Nos torturan cada día / si tratamos de aprender». Y no sólo todos y cada uno de sus profesores fueron malvados, sino que también sus compañeros «esa bola de embusteros / Todos ellos son villanos, / son piratas, ¡son muy malos!». Como álbum es excelente: en cada doble página se representan dos, tres o cuatro escenas, todas sin recuadrar, tal vez para indicar que... Leer más
Lucas (Michael en el original), es un álbum con texto de Tony Bradman e ilustrado de Tony Ross. Es magnífico: un ejemplo perfecto de historia inteligentemente construida, en la que todo se desarrolla paso a paso, en la que todas las imágenes están tan bien pensadas que, al llegar a la penúltima, te paras y dices «¡un momento! Tengo que volver atrás para volver a mirarlas todas...». Y sencillez, sobre todo sencillez. Para estudiar. Para mí, un misterio de la traducción es por qué Michael, en el original, se traduce por Lucas. Igual que Dan, en otro álbum, se tradujo también por Lucas. Debe haber alguna querencia oculta por ese nombre que no acabo de... Leer más
Yoon y la pulsera de jade, de Gabi Swiatkowska y Helen Recorvits, es un nuevo episodio colegial de la niña coreana presentada en Me llamo Yoon. Esta vez su madre le regala, el día de su cumpleaños, un cuento sobre una niña y un tigre que la engañaba, y una pulsera de jade que había sido de su abuela y de su madre, pero el deseo más fuerte de Yoon es aprender a saltar a la comba. Cuando una niña mayor le propone cambiar la pulsera por enseñarle a jugar, Yoon accede... Relato gráficamente no tan conseguido como el primero pero la historia está bien: es realista, recoge con acierto los comportamientos de los niños y los sentimientos de la protagonista, los lector quedan con la satisfacción de que al fin la justicia triunfa y, tal vez, algunos se verán en la historia como en un... Leer más
Un álbum superdivertido: The day Jimmy´s Boa Ate the Wash, de Steven Kellogg y Trinka H. Noble. Sé que hay edición en castellano en Estados Unidos titulada El día que la boa de Jimmy se comió la ropa. Para el estudio de la técnica narrativa en los álbumes es un ejemplo poco habitual de superposición de puntos de vista: el del narrador del álbum, el de la niña narradora dentro de la historia, y el de la madre que oye la historia que le cuenta su hija; y cada uno de los tres se compone, a su vez, de lo que afirma el texto y lo que muestran las... Leer más
Entre los álbumes de Tony Ross que conozco, el que más me sigue gustando es Hipersúper Jezabel. En una entrevista de hace pocos meses en CLIJ él mismo da las razones de su eficacia: «un libro tiene que tener un buen principio y un final todavía mejor. Debe empezar con algo interesante que está pasando y terminar con un... Leer más