Son muchos los álbumes que presentan cómo el mundo imaginativo del niño se dispara en algunas ocasiones. Que recuerde ahora: En el desván, Mi dinosaurio, Luna y la habitación azul…; o los que aparecen en la nota Imaginación que inunda la realidad. De lo mismo trata ¡Camacadabra!, de Alejandrina Alfaro y Antonia Barros, un álbum con una edición sencilla pero con imágenes amables y un texto fluido en octosílabos sonoros.
Los dos protagonistas, cuando su madre sale, se ponen a ordenar su habitación y, en el proceso, la imaginación toma el mando. Así comienza: «Mamá se va a hacer la compra / por la mañana temprano / y antes de salir de casa / nos dice a mí y a mi hermano: / Tenéis que hacer vuestras camas / mientras yo hago los recados. / Cuando vuelva quiero todo / recogido y ordenado». Así que, mientras se ponen manos a la obra, los deseos de jugar y la fantasía de los dos empiezan a trabajar.
Mi simpatía por este álbum se debe a que, cuando es bastante normal el exceso de diseño, de recursos que sólo buscan espectacularizar el libro, o de singularidades que buscan más agradar al adulto y al experto que al niño, me ha gustado encontrarme con un álbum que tiene lo más importante que hay que tener: buena historia, buen relato, versos óptimos para leer en alto, e imágenes de las que gustan a una mayoría de niños.
Alejandrina Alfaro. ¡Camacadabra! (2016). Texto de Antonia Barros Pena. Madrid: Alén de Mingures, 2016; 40 pp.; ISBN: 9788460896241 [Vista del libro en la página de la editorial]