Mujeres excelentes, de Barbara Pym, es una comedia costumbrista inteligente y muy divertida, que vuelve al mercado español. En ella no importa tanto el argumento como el retrato de los personajes a través de una sucesión de incidentes menores y de diálogos agudos.
Londres, poco después de la segunda Guerra Mundial. La protagonista y narradora es Mildred Lathbury, una mujer de poco más de treinta años, soltera, que trabaja en labores asistenciales y es una de las principales colaboradoras de su párroco anglicano, «mujeres excelentes». El relato comienza cuando se instalan, en su misma casa, el matrimonio Napier, formado por una antropóloga y un oficial de la Marina, y cuando, en la casa del párroco y su hermana, alquila un apartamento una mujer joven, viuda de un pastor, «que presentaba trazas muy concretas del tipo más fiable»…
Los ambientes y personajes que se retratan coinciden con aquellos en los que vivió la escritora. Su narración es elegantemente autoirónica, amable siempre y cómica en muchos momentos. En ella se suceden los encuentros de unos y otros, con invitaciones frecuentes a tomar el té o a comer y cenar; y se presentan los problemas del matrimonio Napier, el trato entre Mildred y un antropólogo llamado Everard Bone, y la relación entre el párroco y la viuda. En relación a esto último la narradora nos advierte pronto que, en cuanto la conoció, pensó que iba «demasiado bien vestida para ser viuda de un pastor (…), acordándome de otras muchas a las que había conocido».
Barbara Pym. Mujeres excelentes (Excellent Women, 1952). Barcelona: Anagrama, 1985; 256 pp.; col. Panorama de narrativas; trad. de Jaime Zulaika; ISBN: 978-8433930682. Nueva edición en Barcelona: Gatopardo, 2016; 320 pp.; trad. de Jaime Zulaika; ISBN: 978-8433930682. [Vista del libro en amazon.es]