Andanzas de un flautista llamado Tristrás es, como viene siendo habitual en Iban Barrenetxea, un relato con argumento y elementos típicos de los cuentos populares, escrito con lenguaje rico, repleto de personajes e incidentes divertidos, y acompañado de unas excelentes e idiosincráticas ilustraciones, 4 que ocupan dobles páginas y 8 de una sola página.
Un flautista pelirrojo, Tristrás, viaja de pueblo en pueblo por el reino de Floristania. Unas tétricas y bromistas brujas, Griselda, Grimelda y Grunilda, se le presentan un día como sus tres madrinas y le dan regalos mágicos como la irrompible maroma del gigante Barbarán, «tan corta o tan larga como necesites», y la candela de Celifema, una «luz que revela lo que permanece oculto por encantamiento o maleficio», a la vea que le anuncian que no podrá escapar a su destino de hacer frente a un dragón que amenaza el reino.
Se suceden los episodios y van apareciendo toda clase de seres y personajes. Me gustó especialmente una persecución por callejuelas y entre los puestos de un mercado que acaba poniendo al lado de Tristrás un misterioso pavo. Pero quien acaba brillando con luz propia es Nina, una niña librera de lo más descarada y graciosa. Ella se describe como una «polímata» (palabra que le dice a Tristrás que la puede buscar en el diccionario), aunque más adelante le aclara que «disipar las sombras de la superstición mediante las luces del conocimiento debe ser la meta de una buena polímata». Y, cuando Tristrás le cuenta sus desconcertantes aventuras, ella lo tiene claro: «Un huérfano, tres madrinas, objetos mágicos, un rey desaparecido en el bosque… ¡Superevidente!»
Iban Barrenetxea. Andanzas de un flautista llamado Tristrás (2021). Madrid: Nórdica, 2021; 208 pp.; col. Nórdica infantil; ISBN: 9788418930126. [Vista del libro en amazon.es]