Vacaciones, de Blexbolex, es un enigmático álbum, casi sin palabras, magníficamente pensado, de los que gustan muchísimo a quienes siguen de cerca la narrativa propia de los álbumes y de los que, precisamente por su sofisticación constructiva, puede atraer menos a quienes desean relatos más fáciles. El lector tiene una referencia del contenido en el texto de la contracubierta: «Las vacaciones estaban a punto de terminar. Lo tenía todo, el sol, los campos, el jardín y el lago, sólo para mí. Pero entonces, el abuelo invitó a ese patán…». Al empezar la lectura está claro que los protagonistas son: una niña, el abuelo y un elefante pequeño, el patán al que se refiere la niña. La historia progresa por medio de ilustraciones que ocupan una o dos páginas en las que, a... Leer más
Una idea que gana fuerza en los álbumes es la de ¡Qué aburrimiento!: la necesidad de tiempo para descubrir las cosas que nos rodean y asombrarnos con ellas. De lo mismo trata, tal vez de una manera más cercana para muchos lectores pequeños porque pueden verse más reflejados en los personajes, Un gran día de nada, de Beatrice Alemagna. Una niña y su madre pasan unos días de vacaciones y mientras la madre trabaja, la niña no para de matar marcianos en su tableta mientras piensa en todo lo que le habría enseñado su padre si estuviera con ella. Cuando, empujada por su madre, sale a dar un paseo por el bosque, durante un tiempo que parece otoñal, se le cae al agua la tableta... Cuenta la historia, en primera persona, la niña. Se conduce bien la narración hacia los momentos en... Leer más
El afán de transmitir mensajes educativos en historias dirigidas a los más pequeños a veces causa problemas. Decirle a un niño pequeño que ha ser él mismo puede parecerle confuso. Decirle que un león puede ser él mismo (es decir, no ser feroz, componer poesía, hacerse amigo de una pata y no comérsela), también puede ser difícil de comprender (en especial si uno sabe algo de cómo son los leones de verdad). El protagonista de Cómo ser un león, de Ed Vere, es un león llamado Leonard con una actitud ante la vida como la de Ferdinando el toro y que, cuando recita una poesía a los otros leones, los conmueve y los convence de que no hay una única manera de ser un león. Esto último es lo más difícil de creer: que los demás leones se dejen persuadir tan rápidamente con... Leer más
Un (mal) ejemplo de cómo intentar exprimir al máximo un éxito lo tenemos en El libro de los colores de las ceras y El libro de los números de las ceras, dos álbumes en cartoné para prelectores basados en El día que los crayones renunciaron, de Oliver Jeffers y Drew Daywalt. Pero, en este caso, no son libros nuevos con los mismos personajes sino, tal como se indica en los datos editoriales, álbumes construidos a partir de las ilustraciones del álbum original. En el primero se cuenta y se muestra lo que cada una de las ceras ha coloreado y, en la última doble página hay un dibujo con todos los objetos y seres pintados en las páginas anteriores. En el segundo se nos enseña la caja de las ceras vacía y se dice al lector que las busque: las diez aparecen en las páginas... Leer más
La casa de las cuatro estaciones, de Roger Duvoisin, es un álbum de hace muchas décadas que conserva toda su frescura. Una familia compuesta por el padre, la madre, un niño y una niña, salen en busca de una casa, la eligen, la compran y empiezan a realizar arreglos en ella. Se plantean de qué color pintarla y cada miembro de la familia prefiere una opción distinta, de acuerdo con las distintas estaciones. Pero cuando van a comprar los botes de pintura sólo les venden rojo, azul y amarillo, y entonces el padre les hace una demostración de cómo, mezclando esos colores, pueden obtener los demás que desean, y además les muestra que si los mezclan todos obtienen el blanco... Con figuras sintéticas expresivas, tan características de la mejor ilustración de las décadas centrales... Leer más
La portada de Triángulo, de Jon Klassen y Mac Barnett, nos anuncia que estamos ante un álbum minimalista. Y así es: en las imágenes simples, en la historia que se cuenta, en las palabras que se usan. Triángulo, que vive en una casa triangular con puerta triangular, decide ir a gastarle una broma a su amigo Cuadrado. En el camino pasa junto a triángulos pequeños, medianos y grandes, luego por formas sin nombre, y después junto a cuadrados pequeños, medianos y grandes. Y finalmente llega a la casa cuadrada de Cuadrado. Después de la broma, Cuadrado sale corriendo tras Triángulo. Álbum para prelectores muy bien compuesto. Las imágenes —con texturas y en tonos apagados característicos de Klassen— tienen guiños visuales fácilmente identificables, las figuras son... Leer más
Otro tipo de álbumes para leer, mostrar o compartir antes de dormir, puede venir representado por Duermevela, de Ramón París y Juan Muñoz-Tébar. En este caso el libro no apuesta por el dinamismo de la historia ni por la sonoridad del texto sino por una sucesión de imágenes amables y sugerentes, adormecedoras podríamos decir. Una niña, Elisa, no se duerme por la noche y salta por la ventana «a dar una vuelta por Duermevela», un misterioso territorio; en el jardín, en compañía de un oso hormiguero llamado Estebaldo, pasea, curiosea y mira, hasta que le entra el sueño. En las ilustraciones, contra un fondo negro, se aprecian, en la oscuridad, una naturaleza exuberante y el cielo estrellado; en ellas sobre todo destacan el rostro de la protagonista y su entorno más próximo,... Leer más
Se podrían hacer varios subgrupos entre los álbumes preparados para contar a los niños, o para compartir con ellos, en los momentos previos a dormir. Uno sería el formado por aquellos que se apoyan no tanto en las imágenes como en un texto pensado para ser leído y, si es el caso, actuado. A él pertenecería Canción para dormir a las fieras, de Paula Carbonell y José Antonio Perona. El álbum se abre con unas «Instrucciones para dormir fieras» que ofrecen varias opciones: leerlo simplemente, jugar de modos que se sugieren, contar y cantar… La historia es graciosa y a ella van llegando, e interactuando entre sí, un cocodrilo, una mariposa, una serpiente, un tigre, un elefante, un mono, un tucán, un flamenco y un oso. Las ilustraciones económicas presentan unas figuras... Leer más
Son muchos los libros infantiles que hablan del amor a los árboles. Así, álbumes relativamente recientes acerca del tema, sin buscar mucho, son Árboles, El árbol de la escuela, Las cuatro estaciones desde el gran árbol. A ellos hay que sumar El despertar del árbol, de Dídac P. Lagarriga y Albert Asensio, un álbum con una pequeña guía de lectura al final. No es tanto una historia como unas escenas para hacer notar la vitalidad y la belleza de los árboles en un bosque, desde que acaba el invierno hasta que vuelve de nuevo. Son magníficas las ilustraciones realistas, cálidas y sugerentes, con niños que juegan entre y con los árboles, como para inducir a los lectores a comportarse igual. Y otro más, sensacional y muy diferente de cualquiera de los álbumes mencionados,... Leer más
Igual que álbumes anteriores de Ingela P. Arrhenius, Quien busca, encuentra es un libro para prelectores bien compuesto. Son diez dobles páginas, la primera de presentación en la que un niño invita al lector a recorrer algunos establecimientos, y las nueve restantes, con varias solapas que se levantan en cada una, muestran una Panadería, una Pastelería, una Pescadería, la Peluquería Cool, un Museo, un Circo. Las escenas están representadas con claridad y las figuras, con cabezas y caras redondeadas, aparecen todas sonrientes. Ingela P. Arrhenius. Quien busca, encuentra (Qu’est-ce qui se cache dans cette drôle de ville?, 2015). Barcelona: Combel, 2017; 22 pp.; trad. de Diego de los Santos; ISBN: 978-84-9101-199-6.... Leer más
Hay relatos que hablan, por un lado, de su misma construcción, y, por otro, del mundo interior del niño que, con su imaginación, construye un mundo propio o, visto de otra manera, de cómo un personaje decide ser protagonista y coautor de su propia historia. Al margen de sus diferencias esto es lo que tienen en común, por ejemplo, Harold y el lápiz morado, Fídibus, The Pencil, Cuando Lía dibujó el mundo, Johanna en el tren, Chester, o Imagina. Se puede añadir a ellos ahora Una historia, de Marianna Coppo. «Érase una vez una página en blanco…» es la frase que ocupa la primera doble página, y «…que enseguida dejó de estarlo» es la frase de la segunda, en la que aparecen ya cinco figuras, poco más que siluetas de varios animales. Se acaban dando cuenta de que están... Leer más
Rosa a pintitas, de Geneviève Godbout y Amélie Callot, es un álbum que cuenta un relato romántico y que, por tanto, se dirige más bien a un público juvenil e incluso adulto (pues los protagonistas ya no son muy jóvenes). Cuenta la historia de Adèle, una chica muy amable que lleva un café de un pueblo, y de Lucas, el chico que cada miércoles pone un puesto de verduras en el mismo café. Se ve que Adéle no lleva nada bien la lluvia, pues prefiere con mucho el sol. Luego se suceden algunos detalles de atención con Adèle, que ella no sabe de quién proceden, pero cualquier lector sí. El título tiene que ver con el entusiasmo de Adèle por el rosa y porque los regalos que va recibiendo son de ese color. El gran atractivo del álbum está en la calidad de las ilustraciones,... Leer más
No soy buen juez de las composiciones poéticas, y menos de las más libres, como son las de Ciudades, unos cuarenta textos de Fran Alonso sobre sensaciones o aspectos propios de la vida urbana (en una ciudad costera y lluviosa), varias acompañadas de ilustraciones de Marc Taeger. De todas ellas me han gustado los textos más sencillos, como la historia de Bartolo, el loco de los semáforos, y comparaciones o imágenes, como la de la lluvia que «parece de fideos». En conjunto me han resultado más atractivas, debo decir, las ilustraciones simbólicas y sugerentes de algunos poemas. Fran Alonso. Ciudades (2018). Pontevedra: Kalandraka, 2018; 64 pp.; col. Orihuela; ilust. de Marc Taeger; ISBN: 978-84-8464-386-9.... Leer más
Al leer ¡El lobo no nos morderá!, de Emily Gravett, me vino a la cabeza enseguida un álbum de argumento semejante: Comer un lobo, de Vincent Bourgeau y Cédric Ramadier. Gravett presenta tres graciosos cerditos, uno vestido como domador, otra como bailarina y otro como mago de circo, que presumen de lo bien entrenado que tienen a su lobo: lo hacen subirse a un taburete, le colocan un lazo enorme, lo hacen pasar por un aro, etc. Y alardean de que pueden conseguir que el lobo haga cualquier cosa pero que no les morderá. La idea es buena, pues está bien advertir a los cerditos que los lobos son lobos, pero argumentalmente no es el mejor álbum de Gravett, pues no añade nada nuevo al juego de invertir papeles en los cuentos populares, o al de fingir que los inviertes. Pero los... Leer más
El lobo con botas, de El Hematocrítico y Alberto Vázquez, continúa la línea de Agente Ricitos. Se nos cuenta que el Lobo Feroz tiene una sastrería pero no le va muy bien. Cuando le regala unas viejas botas a su sobrino Lobito, y este ve que son como las del Gato con Botas, le falta tiempo para presumir ante sus amigos. El Lobo Feroz descubre así una forma de hacer dinero: hacer más botas iguales y venderlas a todos los deseosos de tenerlas. Luego hace lo mismo con otros objetos del Gato con Botas. Pero este descubre que el Lobo Feroz está ganando dinero a su costa y decide tomar cartas en el asunto: es decir, ponerse de acuerdo con él para nuevos negocios. Son graciosas tanto la narración como las ilustraciones grandes que van en cada página. Está bien presentada la forma... Leer más
El ratoncito protagonista de Blanco como nieve, un álbum con poemas de Mar Benegas e imágenes de Andrea Antinori, empieza cantando y anunciando su modo de actuar: «Soy un ratón blanco / blanco como nieve. / Solamente salgo / al ver que no llueve». Pero sale con su guitarra, se pierde y no puede volver, por lo que va entrando en en distintas casas —del Viento, el Fuego, el Agua...—, donde le proponen acertijos para dejarle ir. Y así, el héroe, físicamente tan parecido a Frederick, o a cualquiera de los ratones de Leo Lionni, acaba realizando un viaje lleno de grandes descubrimientos que termina con un feliz regreso. Las ilustraciones, alegres y coloristas, se apoyan en el blanco del papel para resaltar lo característico del personaje, y cumplen con discreción y eficacia su... Leer más
El pequeño protagonista de El lector, álbum de Lauren Castillo y Amy Hest, es un niño que, acompañado por su perro, sube a un pequeño montículo nevado, arrastrando un trineo en el que lleva un misterioso maletín de color marrón. Se hace notar que subir es un trabajo duro y la gran alegría que siente cuando alcanza la cima, que comparte jugando con su perro. Y entonces se acomodan los dos y el chico abre el maletín. Álbum de argumento sencillo, tanto de descubrimiento del mundo como de amistad entre niño y perro. El relato indica que las grandes satisfacciones a veces requieren una preparación costosa y se acaba centrando en lo que anuncia el título: en lo sabrosos que son los momentos de lectura compartida. Son evocadoras las ilustraciones, con figuras contundentes de... Leer más
Se podría hacer una lista de los álbumes sobre las cosas que pueden pasar en un parque, como Voces en el parque o La merienda en el parque... A ellos habrá que sumar Payasa en el parque, de Cristina Pérez Navarro y Marisa López Soria, que trata de una niña que, cuando va al parque, mira en torno suyo —una pareja que se abraza, una pata que parece regañar a un patito, un niño y un perro, una hormiga…—, y eso le sirve para hilar reflexiones, «al solecico». La niña se pone, al poco de comenzar, una nariz roja de Payasa pues «le gustaba hacer monerías». Se indica, no se dice por qué, que a Payasa le han dicho que es diferente y ella, después de sus experiencias en el parque, termina contenta, «sin acabar de descifrar el misterio» de que todos somos «criaturas únicas... Leer más
Igual que otros álbumes de Gilles Bachelet, Un cuento que... se dirige más bien al adulto (a ciertos adultos en particular) que al niño, por más que pueda considerarse un relato para compartir con los pequeños en el momento de irse a dormir. Lo que vemos al pasar las hojas es, en cada página izquierda, que una mamá o un papá leen un cuento a su bebé que, a su vez, tiene su peluche; y, en la página derecha, una ilustración sobre qué tipo de cuento están leyendo: un cuento que protege, un cuento que brilla... Pero tanto los progenitores como sus hijos son de distinto tipo: osos panda, morsas, cigüeñas..., pero también extraterrestres, excavadoras…, y finalmente un padre y un bebé humanos, hasta doce. Todas las escenas se parecen entre sí y todas están excelentemente... Leer más
El garaje de Gus, de Leo Timmers, es un álbum bien construido, con un argumento simpático, y muchas pequeñas bromas visuales a las que atender. Gus es un cerdo que tiene un taller mecánico. El álbum empieza cuando comienza su trabajo por la mañana y, a partir de ahí, cada dos dobles páginas suceden episodios parecidos: en una llega un cliente agobiado porque su vehículo tiene algún problema, y en la otra se marcha satisfecho con los arreglos que le ha hecho Gus. El primero es un rinoceronte, el segundo una jirafa, y luego llegan una morsa, una lora (o así), etc. Debajo de las imágenes, en cada página, hay una frase, y riman las dos de la doble página: «Hoy promete ser un día estupendo / Gus se pone a trabajar contento» es el primer pareado. Y, cuando cada cliente le... Leer más
Hay ilustradoras cuyos dibujos sobre niños en movimiento son magistrales, como por ejemplo Jan Ormerod, Shirley Hughes o Helen Oxenbury, que recuerde ahora. En la misma liga juega también Taeeun Yoo, como se puede comprobar en ¡Eres un león! Posturas de yoga para niños. Es un album que algunos presentan como «yoga para prelectores» y otros plantean como una forma útil para estimular habilidades motoras de los más pequeños. Para mí, y creo que para la mayoría, el atractivo del álbum es, por un lado, la gracia sensacional que tienen los dibujos de los niños ensayando posturas de león, de mariposa, de perro, de serpiente, de rana, de gato, de montaña; y, por otro, la misma sencillez del enfoque (sin necesidad de pensar para nada en el yoga) a la hora de ayudar a los... Leer más
Paso a paso, de Leo Lionni, trata de una pequeña oruga que se va librando de ser comida por un petirrojo, un flamenco, un tucán, una garza, un faisán y un colibrí, haciéndoles notar que puede serles de utilidad pues sabe medir cosas, como la cola, el cuello, el pico, las patas… Hasta que un ruiseñor le pide que mida su canto y entonces la oruga tiene una idea. Relato que, a la vez que da conocimientos al lector pequeño —nombres y figuras de aves, el concepto de «medida»—, lo atrapa con un personaje pillo que sabe salir airoso de las situaciones difíciles. Y no es necesario insistir en la calidad de las ilustraciones a base de collages características de Lionni, un autor cuyos álbumes fueron, son y seguirán siendo modélicos. Leo Lionni. Paso a paso (Inch by Inch,... Leer más
He reunido en esta sección temática varios álbumes que se acercan al tema de la muerte y a ellos habría que añadir los que cito al principio de la nota Álbumes de abuelos. Un primer punto es que, aunque a los adultos este asunto suele interesarnos, pues todos nos damos cuenta de lo difícil que puede ser explicarlo a un niño cuando le toca de cerca, creo que no es adecuado acercarse a él utilizando los libros en plan píldoras medicinales y muchos recurren así a estos álbumes. Un segundo punto es que, aunque los álbumes que incluyo tengan cualidades indudables —por eso los cito—, ninguno me parece satisfactorio debido a la misma simplicidad con la que han de abordar el tema. En esta selección de relatos se toca la cuestión con más extensión, de distintas formas y con... Leer más
Nina y Antón, de Alejandra Estrada y Antonio Ventura, es un álbum que presenta la relación entre una niña y su gato: mientras la niña hace y dice cosas cuando lee un cuento, el gato se mueve a su alrededor y, mentalmente, hace sus observaciones. La minihistoria es amable y se desarrolla sin énfasis alguno, tal como nos imaginamos que podría ser. Esto viene subrayado por los dibujos realistas, que tienen calidez, son sugerentes, y hacen simpáticos y cercanos a los personajes. Esta reseña, con algunas imágenes, presenta bien el atractivo del álbum. Alejandra Estrada. Nina y Antón (2018). Texto de Antonio Ventura. Pontevedra: Kalandraka, 2018; 48 pp.; col. Libros para soñar; ISBN: 978-8484642947.... Leer más
Un día perfecto, de Freya Blackwood y Danny Parker, presenta una sucesión de escenas en las que vemos a una niña de unos seis o siete años, un niño algo menor, una niña más pequeña todavía, y un gato que participa en sus juegos y observa lo que ocurre. Los vemos desayunar, dibujar, hacer mejunjes, jugar en el campo, explorar, subirse a un árbol, jugar con el viento y volar una cometa..., hasta que se van a dormir. Es como si el álbum tratase de presentar una serie de momentos bonitos de la infancia, tal como los podría idealizar un adulto en sus recuerdos. Todo está contado con estupendos dibujos realistas realizados con lápiz y acrílicos. Freya Blackwood. Un día perfecto (Perfect, 2015). Texto de Danny Parker. Barcelona: Patio, 2017; 32 pp.; trad. de Isabel de Miquel;... Leer más
Malo, de Kathrin Schärer y Lorenz Pauli, es un álbum que usa la cubierta y la contracubierta, juntas para presentar a los personajes y dar comienzo al relato. En la portada se ven un caballo, un perro, dos cerdos, una cabra y una paloma, observando desde una valla; en la contraportada vemos a un ratón comiendo tranquilamente: a él es a quien están mirando los demás. En el interior veremos conversar a los animales: cada uno presume de ser el más malo de todos y lo intenta demostrar con una broma que tiene como víctima a otros animales de la granja. Hasta que todos ven cómo el gato acecha al ratón y temen que esa no será una travesura más... Es notable la composición de las ilustraciones, en lápices de colores y dibujos como de tiza, que muestran lo que ocurre con... Leer más
Ya he comentado alguna vez que hay ideas que son poéticas y que funcionan cuando se presentan de modo comedido pero que dejan de ser eficaces cuando se alargan en exceso. Un ejemplo de lo último, en mi opinión, es Abrazos; un ejemplo de lo primero es Tiempo de abrazar, de Patrick McDonnell. Este es un álbum con un punto cómico cuyo protagonista, el gato Jules, se siente lleno de cordialidad hacia todo el mundo, primero a sus amigos Mooch, Noddles y Earl, y luego hacia todos los seres vivos. El texto es breve y está un poco versificado. Hay una imagen en cada página y las figuras, casi siempre pequeñas, tienen la simpatía y expresividad habituales del autor. Patrick McDonnell. Tiempo de abrazar (Hug Time, 2007). Barcelona: Océano Travesía, 2018; 44 pp.; trad. de Sandra... Leer más
Björn. Seis historias de un oso, de Delphine Perret, contiene seis relatos amables y simples, digamos que minimalistas tanto en el argumento como en las imágenes, el primero en la línea de los de Sapo y Sepo y las segundas como dibujos de Sempé, por citar referencias bien conocidas. Cada relato presenta una escena de convivencia cordial entre el oso Björn y alguno o algunos de sus amigos, la comadreja, el tejón, la ardilla, el zorro, el búho, la liebre y el herrerillo. Así: «El sofá» trata de que traen un sofá a la cueva de Björn pero allí ocupa mucho espacio; «Carnaval» de cómo montan todos una fiesta de disfraces; «Nada», o de cómo se pasa el tiempo sin hacer nada; etc. En cada página se ven uno, dos o tres dibujos de línea, muchas veces de las caras de los... Leer más
Vuela, de Lesley Barnes, es un álbum excelentemente compuesto. Al abrirlo vemos que las guardas son la primera doble página de la historia: en ella figura una princesa en su habitación y las palabras que acompañan la escena dicen: «Érase una vez una joven princesa que tenía un pájaro. Cada mañana, se sentaba delante de su jaula y le pedía: canta, pajarito, canta. De aquel pico salían melodías maravillosas hasta que, un día, la princesa dejó la jaula abierta». Si levantamos la solapa que tapa la jaula vemos salir al pajarito. A continuación, en las siete dobles páginas restantes, vemos a la princesa perseguir al pajarito: por el salón de baile, por la cocina, por el desván, por todo el castillo, por el jardín... En cada escena hay alguna puertecilla o recoveco con... Leer más
Como vivimos en un mundo quejoso, en el que la mayoría de las protestas que oímos a nuestro alrededor tienen poco fundamento, vienen bien las historias de casos reales que nos hacen comprender mejor y redimensionar las cosas. Entre los álbumes en esa dirección de Jeannete Winter, uno que no había citado aquí aún es La escuela secreta de Nasreen. Una breve nota de la autora, al principio, explica los cambios sucedidos en Afganistán, en 1996, cuando tomaron el poder los talibanes y se impusieron muchas limitaciones a la vida social de las mujeres. Su historia se centra en las escuelas secretas para niñas que se pusieron en marcha entonces: a una niña llamada Nasreen, que no habla desde que sus padres desaparecieron, su abuela la lleva a una escuela secreta. En ella, la maestra y... Leer más
¡Quiero ir el primero!, de Richard Byrne, un álbum para compartir, tiene toques metafictivos, como es tan habitual hoy, y un hilo argumental que es un simple paseo de los personajes. Se abre la historia con un cartel que pone «Bienvenidos al principio del cuento». Cinco elefantes —Elina, Elo, Elton, Elvis y el pequeño Elfi— van a ir a la charca que hay «al final de este cuento». Elfi quiere ir delante pero, de acuerdo con las reglas de los elefantes, le corresponde ir el último. Pero a él se le ocurre dirigirse al lector para que intervenga y así le ayude a conseguir sus objetivos de ir adelantando uno a uno a los demás. La estructura del relato facilita la secuencia de las ilustraciones. Casi todas ellas ocupan la doble página, salvo algunas donde hay dos o tres,... Leer más
El viento de marzo, de Vladimir Bobri e Inez Rice, es un álbum que, como corresponde a las técnicas de impresión habituales en el año que se publicó, alterna dobles páginas en color y en blanco y negro. No me ha parecido tan conseguido como los otros dos álbumes de Bobri recientemente publicados, pero vale la pena conocerlo, pues tiene imágenes bien compuestas y presenta un pequeño relato sugerente: cómo un sombrero puede ser una estupenda «puerta de entrada» para entrar en nuevos mundos imaginativos. En la primera escena un niño recoge un sombrero del suelo, mientras al fondo vemos una casa y un paseante. Luego se pone el sombrero y esto le hace imaginarse cosas que siempre ha deseado ser: un soldado, más bien un general que desfila; un vaquero al galope; un bandido que... Leer más
En la primera doble página de Mensaje importante, de Gabriel Gay, vemos a una ambulancia que circula a toda prisa por la ciudad y, corriendo detrás, un perro que, indica el texto, sigue a su amo que va dentro. Cuando el perro llega al hospital no puede entrar a causa de una valla. Le dice a un gato que busque al niño que acaba de llegar y le transmita su mensaje: «¡Ven a jugar conmigo!». El gato llega también a un punto en el que no puede pasar y pasa el mensaje, algo cambiado, a un ratón. Y este, luego, a una hormiga; y esta, después, para entrar a través de la oreja del niño... a un piojo... Es divertido el desarrollo gráfico y argumental. Es sugerente cómo el mensaje, a pesar de todas las vicisitudes que sufre, contribuye a la curación del niño. Las ilustraciones,... Leer más
Veo, veo. Un viaje con Noé León es un álbum de la misma colección y con igual confección que otro ya citado. Se muestran trece cuadros del pintor colombiano Noé León, que ocupan casi toda la doble página, y se hilan (un poco) como si fuera un viaje. En la parte derecha de cada doble página se formula el «Veo, veo. ¿Qué ves?» Y se dan los números de varios seres que figuran en el cuadro y que el lector puede pararse a buscar. Los cuadros, con mucho colorido y aires naif, ambientados en los pueblos de la costa de Colombia, presentan bosques, pueblos, gentes, ambientes rurales, viajes en autobús y en barco... Al final hay información sobre el pintor y sobre los cuadros. Veo, veo. Un viaje con Noé León. Barcelona: Ekaré, 2018; 36 pp.; textos de María Francisca Mayobre;... Leer más
Autobusito es un álbum para prelectores que, como acostumbra Taro Gomi, es toda una lección de claridad narrativa y talento gráfico, atractiva también para muchos lectores adultos. La historia sigue a un autobús en su ruta diaria —deja en sucesivas paradas a un artista, dos turistas, un vendedor, cuatro albañiles, etc.— hasta su regreso al garaje donde pasará la noche. Las ilustraciones ocupan las sucesivas dobles páginas y las frases que van en cada una son mínimas. La composición es excelente: el autobús es blanco, como el fondo de la página y como el cielo de los paisajes, y se recorta contra los fondos urbanos que recorre. En cada imagen hay algún o algunos personajes que no se mencionan, con lo que la historia se enriquece con pequeñas subtramas que van más allá... Leer más