Mucho mucho, de Helen Oxenbury y Trish Cooke, es un relato acumulativo con una secuencia que se repite varias veces. Empieza con el bebé y su madre que, se nos dice, «no estaban haciendo nada (…) cuando ¡DING DONG!»; entonces los dos se miran y preguntan «¿Quién será?»; y en la dobles páginas siguientes primero se presenta el visitante, que luego juega con el bebé, hasta que todos juntos esperan a que suene de nuevo el timbre de la puerta. Así se irán incorporando a la historia la tía Biba, el tío Didi, la abuela y la nona, el primo Kay Kay, hasta que… Se puede apreciar bien en esta muestra del álbum que figura en la página de la editorial. En cada doble página hay una imagen a todo color que ocupa una página y las palabras, sobre fondo blanco, están en la otra,... Leer más
Entre los libros infantiles hay muchos cuyas pretensiones no son pasar a la historia sino mucho más modestas: hacer que los lectores pequeños lo pasen bien, ayudarles a convertir una minicontrariedad en un reto, proponer a los adultos lecturas compartidas con los niños que pueden ser «dramatizadas» para volverlas más atractivas y divertidas, proponer un relato que abra nuevas posibilidades de ser prolongado… Es el caso de Si te pica un mosquito, de Christian Inaraja y Jordi Gastó: unas instrucciones elementales, que habrá que comprobar si son o no eficaces, con cosas que puedes hacer si te pica un mosquito. El texto está compuesto por pareados elementales, cada uno en una página, que van debajo de imágenes de un protagonista con aires de Pinocho haciendo lo que se dice:... Leer más
El señor Búho, de Jacqui Lee y Libby Walden, es un álbum divertido e interactivo, digamos que a lo Hervé Tullet en Un libro. Tanto el señor Búho como los demás seres del bosque con los que se relaciona son personajes graciosos. El texto se dirige al lector haciéndole propuestas: «¡Da tres palmadas para apagar el sol!» (pues, si no, el Búho no se despierta); «Inclina el libro para que el señor Búho se acerque a charlar con doña Polilla» (pues el Búho está en un extremo de una rama y la Polilla en el otro)… Los fondos son negros, como corresponde a la vida que lleva el personaje. Hay páginas cortadas que, al pasarlas, dan lugar a nuevas escenas en la misma doble página. Jacqui Lee. El señor Búho (This is Owl, 2019). Texto de Libby Walden. Madrid: Bruño, 2019; 42... Leer más
Después de Juego de letras, otros dos muy buenos álbumes para prelectores: Animales y Frutas, con ilustraciones claras y amables de Oscar Villán y textos sencillos y eficaces de Antonio Rubio. En la primera doble página de Animales vemos y leemos «Caracol caracol cocodrilo» y en la siguiente «tortuga elefante pingüino»… La misma estructura se repite dos veces más, con los caracoles y el cocodrilo parece que persiguiendo a los demás animales... En cada doble página de Frutas vemos una fruta y su árbol acompañadas por un octosílabo elemental y sonoro. De los dos cuartetos el primero dice: «La manzana / en el manzano; la cereza / en el cerezo; la castaña / en el castaño; las frutas / en el frutero». Oscar Villán. Animales (2019). Textos de Antonio Rubio.... Leer más
En el mundo de los álbumes para pequeños se intentan libros originales que no suelen ser divertidos para sus destinatarios, y se hacen libros divertidos que tienen poco de originales. Pero también los hay que cumplen las dos condiciones, como Niña gato agua pato y Niño huevo perro hueso, de Ellen Duthie y Daniela Martagón, dos álbumes frescos y resultones que no sabría comparar con otros editados en castellano. Aunque a priori diríamos que son para prelectores, los he compartido con unos amigos adultos que han disfrutado mucho con ellos e incluso han discutido sobre cuál es el mejor: unos preferían, con mucho, el primero, mientras otros apostaban, sin duda ninguna, por el segundo. En cada uno la sucesión de imágenes, con unas figuras sintéticas a lo Dick Bruna, va... Leer más
Igual que álbumes anteriores de Ingela P. Arrhenius, Quien busca, encuentra es un libro para prelectores bien compuesto. Son diez dobles páginas, la primera de presentación en la que un niño invita al lector a recorrer algunos establecimientos, y las nueve restantes, con varias solapas que se levantan en cada una, muestran una Panadería, una Pastelería, una Pescadería, la Peluquería Cool, un Museo, un Circo. Las escenas están representadas con claridad y las figuras, con cabezas y caras redondeadas, aparecen todas sonrientes. Ingela P. Arrhenius. Quien busca, encuentra (Qu’est-ce qui se cache dans cette drôle de ville?, 2015). Barcelona: Combel, 2017; 22 pp.; trad. de Diego de los Santos; ISBN: 978-84-9101-199-6.... Leer más
Al leer ¡El lobo no nos morderá!, de Emily Gravett, me vino a la cabeza enseguida un álbum de argumento semejante: Comer un lobo, de Vincent Bourgeau y Cédric Ramadier. Gravett presenta tres graciosos cerditos, uno vestido como domador, otra como bailarina y otro como mago de circo, que presumen de lo bien entrenado que tienen a su lobo: lo hacen subirse a un taburete, le colocan un lazo enorme, lo hacen pasar por un aro, etc. Y alardean de que pueden conseguir que el lobo haga cualquier cosa pero que no les morderá. La idea es buena, pues está bien advertir a los cerditos que los lobos son lobos, pero argumentalmente no es el mejor álbum de Gravett, pues no añade nada nuevo al juego de invertir papeles en los cuentos populares, o al de fingir que los inviertes. Pero los... Leer más
Hay ilustradoras cuyos dibujos sobre niños en movimiento son magistrales, como por ejemplo Jan Ormerod, Shirley Hughes o Helen Oxenbury, que recuerde ahora. En la misma liga juega también Taeeun Yoo, como se puede comprobar en ¡Eres un león! Posturas de yoga para niños. Es un album que algunos presentan como «yoga para prelectores» y otros plantean como una forma útil para estimular habilidades motoras de los más pequeños. Para mí, y creo que para la mayoría, el atractivo del álbum es, por un lado, la gracia sensacional que tienen los dibujos de los niños ensayando posturas de león, de mariposa, de perro, de serpiente, de rana, de gato, de montaña; y, por otro, la misma sencillez del enfoque (sin necesidad de pensar para nada en el yoga) a la hora de ayudar a los... Leer más
¡Oh! Un libro con sonidos es, igual que otros de Hervé Tullet, un álbum para interactuar con él y disfrutar. Y, de paso, para entender cómo funcionan los ritmos musicales. Al pulsar en los círculos azules hay que decir «¡Oh!»: un pequeño «¡Oh!» si el círculo es pequeño, un gran «¡Oh!» si el círculo es grande. Después de hacer practicar al lector distintos ritmos y posibilidades, entran en escena los círculos rojos que se llaman «¡Ah!» Y vuelven a proponerse distintas relaciones entre círculos azules y rojos. Más adelante llegan los amarillos: «Wuau». A un amigo con conocimientos musicales le pareció un libro extraordinario… hasta la mitad: no le gustó el nombre de los círculos amarillos —él hubiera preferido un sonido tipo «¡ih!»— y cree que,... Leer más
El libro que hace clap, de Madalena Matoso es un álbum para prelectores que presenta y propone sonidos repetidos, uno o dos en cada doble página. Los primeros son «Plas, Plas» y vemos a un tipo con unos platillos; luego son «Muac, Muac», junto a unas caras de mujer y de hombre besándose; viene después «Toc Toc Toc» al lado de un tipo en una puerta… En ocasiones en la doble página figuran dos sonidos y no uno, como es lo habitual: junto al «Tin» de un chica con un triángulo tenemos el «Bzzz» de una abeja… Las alegres y como geométricas ilustraciones muestran personajes dibujados con líneas esquemáticas y colores vivos. Pero, tal como esta entrada explica magnífica y extensamente, lo sustancial es que se trata de un álbum «de acción»: es un libro para... Leer más
Caracol, ¿dónde estás? es un álbum de Tomi Ungerer de los años sesenta que se ha publicado en España recientemente. Es una sucesión de imágenes sin texto que casi todas ocupan la doble página salvo algunas que van en una sola página. Las primeras son un tipo con un trombón, un marinero en una barca sobre las olas, un juglar tocando la guitarra…, etc. El lector ha de responder, en cada imagen, a la pregunta del título, que es la única frase de todo el texto. Como cualquiera espera de Ungerer las imágenes son graciosas y coloristas, y están bien compuestas. Lo que importa, puesto que no hace falta una gran agudeza visual para reconocer la espiral de la concha del caracol, es la idea de ser un álbum pensado para compartir y divertirse con los lectores pequeños a la vez que... Leer más
Tomar y Dar, de Lucie Félix es un libro para prelectores en el que se hace una propuesta que tiene la gran ventaja de que se explica por sí misma. Al lector se le dice que tome una pieza de una página derecha y la coloque en el hueco que verá en la siguiente página izquierda. El juego responde a las acciones complementarias que se indican en la parte superior de las páginas: Dar y Tomar, Romper y Construir, Abrir y Cerrar, Aparecer y Desaparecer, Descubrir y Cubrir, Encender y Apagar, Dispersar y Reunir. El adulto que comparta el libro con el pequeño puede ir enriqueciendo su vocabulario al nombrar los objetos que van mostrándose a lo largo de las páginas. (Pocos libros más apropiados para una editorial que se llama Metafísica del tercer milenio) Lucie Félix. Tomar y dar... Leer más
Comer un lobo, de Vincent Bourgeau y Cédric Ramadier, no es tan genial como ¡Que viene el lobo!, pero es un álbum excelente por su inteligente sencillez, tanto argumental como compositiva. Es, en principio, un relato para prelectores, pero es, en realidad, una historia para quienes hayan oído ya unas cuantas sobre cerditos y lobos. En la primera doble página el cerdito protagonista se pone frente al lector y le dice que «siempre es la misma historia: al final, es el lobo el que se come al cerdito»; y en la segunda el héroe sonriente nos dice que «¡hoy soy yo el que va a comerse al lobo!». Así que nos acabaremos encontrando con un relato que cierra un círculo: hubo un tiempo que se contaron relatos con cerditos ingenuos y lobos astutos; vino luego la moda de contar relatos... Leer más
¡Ya llegó! y ¿Pequeño o Grande? son dos pequeños libros apaisados de Hervé Tullet para prelectores cuyo aspecto externo, con hojas de tamaño creciente, pica la curiosidad. En la cubierta de ¡Ya llegó! vemos un pequeño coche que luego, al ir pasando las páginas, atraviesa distintos lugares hasta llegar a su destino. En ¿Pequeño o Grande? la cubierta muestra una sucesión de peces pequeñitos de iguales dimensiones pero, al abrir la primera página, entre ellos vemos un pez más grande que luego va creciendo según devora pececitos y pasamos las páginas. Son libros ingeniosos y de contenido elemental, pues casi no hay palabras sino sonidos onomatopéyicos —como «Brumm, brumm», o «Mmm, Ñam»…— que un adulto puede teatralizar al leer el libro en voz alta, o al... Leer más
QuiénQuéQuién, de Olivier Tallec, es uno de esos álbumes para prelectores al que algunos le colocarían enseguida la etiqueta «cualquiera podría hacerlo». En formato apaisado, en las dobles páginas sucesivas, hay una pregunta en relación a varios personajes que aparecen alineados en cada una: ¿quién desea dar miedo?, ¿quién ha comido la mermelada?, etc. Libro sin pretenciosidad alguna que cumple bien su función: proponer un juego elemental de observación, de aprender a fijarse: a reconocer reacciones sencillas en las expresiones o posturas, a observar los indicios que proporcionan el aspecto, los gestos, las manchas o el vestuario. Las figuras son graciosas y de las «adivinanzas» sí que se podría decir que son posibles para cualquiera. Olivier Tallec.... Leer más
¡Que viene el lobo!, de Vincent Bourgeau y Cédric Ramadier, es un álbum divertido e inteligente para prelectores. Es de los que, bajo una sencillez aparente, propone un juego metafictivo posmoderno al modo de, por ejemplo, Un libro, de Hervé Tullet. Al principio, mientras vemos a lo lejos un lobo, las palabras dicen «Ahí viene el lobo… - ¡Rápido! ¡Pasa la página y te librarás de él!». Y en sucesivas dobles páginas el lobo se acerca más y más, mientras se van proponiendo acciones al lector para que huya o lo evite, como la de inclinar el libro para que el lobo se caiga… Un detalle constructivo infrecuente: que la narración comienza en la portada y termina en la contraportada (como, de los álbumes citados aquí en las últimas semanas, And the train... Leer más
Otro popularísimo álbum inglés para prelectores, que saca partido a una popular canción infantil que también es un juego de las madres con los bebés, es Ten little fingers and ten little toes, con texto de Mem Fox e ilustraciones de Helen Oxenbury. Sé que hay una versión bilingüe, pero no la conozco y no sé si en castellano funciona tan bien para la lectura en voz alta. Y, en mayo de 2018, se ha publicado una edición en España. El comienzo dice: «There was one little baby / who was born far away. / And another who was born / on the very next day. / And both of these babies, / as everyone knows, / had ten little fingers / and ten little toes». El mismo motivo se repite, con ligeras variaciones, cada doble página y en cada una se van mostrando niños encantadores de... Leer más
Sin título me ha hecho pensar que Hervé Tullet está dispuesto a explorar todas las posibilidades metafictivas de los álbumes para prelectores. Lo asombroso es lo bien que lo hace: sus historias funcionan bien con el lector pequeño y el lector adulto las disfruta porque, además del talento compositivo que demuestran el argumento y las ilustraciones, no hay en ellas nada pretencioso y, sin duda, son útiles para la formación literaria de los destinatarios. En las primeras guardas vemos a dos muñecos esbozados malamente, un cerdo y un hada, jugando con una pelota. En la segunda doble página miran al lector y el hada dice: «¡Eh, mira! ¡Nos están mirando!». En la siguiente, el cerdo mira hacia atrás y exclama: «¡Pandilla!, ¡Venid a ver esto!»; y el hada dice: «¡¡¡Hay... Leer más
Uno de los personajes más populares entre prelectores es el cocodrilito señor Coc, de Jo Lodge. Sus libros están bien compuestos, son simpáticos, tienen solapas y desplegables, y tratan todos los temas que uno pueda imaginar. A la derecha, portada de uno de los álbumes que ha salido este año en... Leer más
Semanas atrás hablé de cómo algunos álbumes juegan hábilmente con el paso de página para enganchar la curiosidad del lector. Algo parecido, que puede ser más espectacular incluso, sucede cuando a lo que nos muestra la página derecha se responde desplegándola y no pasándola. Es el caso de los álbumes de Josse Goffin, ¡Oh! y ¡Ah!, que acaban de volver al mercado... Leer más
Un álbum para prelectores tan sencillo como eficaz, y también antiguo, del mismo corte que ¿Dónde está Spot?, fue y es Mi zoo, de Rod Campbell. Es un ejemplo más, como otros de semanas anteriores, para los autores de nuevas propuestas gráficas: si de verdad quieren llegar a sus destinatarios, los niños, deberían tener ideas previas igualmente... Leer más
Otro antiguo álbum para prelectores que no es excepcional desde un punto de vista gráfico pero que fue, y es, un gran éxito entre prelectores porque la idea es magnífica: ¿Dónde está Spot?, Eric... Leer más
Un álbum ya desaparecido del mercado, que cité días atrás, y que es de los que fuerzan al lector a pasar la página de una forma tan elemental como brillante, fue ¿De quién es este rabo?, de Barberis. (Entre paréntesis se puede anotar que "rabo" es una palabra clave para una clasificación temática de... Leer más
En el mundo de los álbumes ilustrados Eric Carle ha seguido una trayectoria de alto nivel y de gran coherencia: todos sus álbumes tienen calidad y algunos son excepcionales. Entre otras cosas eso se debe a su sobresaliente dominio de las características específicas propias de los álbumes ilustrados, algo que algunos excelentes ilustradores y muchos editores de buena voluntad no poseen. Por eso es una buena noticia que a La oruguita glotona y La mariquita gruñona ahora se estén también disponibles para el lector español Papá consígueme la luna y El camaleón... Leer más