Comer un lobo, de Vincent Bourgeau y Cédric Ramadier, no es tan genial como ¡Que viene el lobo!, pero es un álbum excelente por su inteligente sencillez, tanto argumental como compositiva. Es, en principio, un relato para prelectores, pero es, en realidad, una historia para quienes hayan oído ya unas cuantas sobre cerditos y lobos. En la primera doble página el cerdito protagonista se pone frente al lector y le dice que «siempre es la misma historia: al final, es el lobo el que se come al cerdito»; y en la segunda el héroe sonriente nos dice que «¡hoy soy yo el que va a comerse al lobo!». Así que nos acabaremos encontrando con un relato que cierra un círculo: hubo un tiempo que se contaron relatos con cerditos ingenuos y lobos astutos; vino luego la moda de contar relatos sobre cerditos astutos y lobos ingenuos; ahora llega el momento de los cerditos que piensan que son astutos (no en vano les contaron tantos cuentos intentando convencerles de que lo eran) a los que la realidad devuelve al lugar que siempre tuvieron…
Vincent Bourgeau. Comer un lobo (Manger un loup, 2014). Texto de Cédric Ramadier. Salamanca: Lóguez, 2016; 28 pp., cartoné; ISBN: 978-84-945653-0-4. [Vista del álbum en amazon.es]