Entre los libros comentados en este mes se pueden destacar, entre los álbumes, dos tan distintos como el humorístico y sarcástico T-Rex y el poético sin palabras Selva; entre los libros de conocimientos Oceanarium; una biografía y un ejercicio extraordinario de crítica literaria, que por contenido y dimensiones no es para una mayoría de lectores, como La llama inmortal de Stephen Crane; y un libro para entendernos mejor como La pareja imperfecta.
En Libros para jóvenes he puesto comentarios a dos libros.
Dos hijas del gran terremoto (al que me referí en la nota de ayer), es una novela de Cristián Sahli que comienza presentando a sus dos protagonistas: dos amigas jóvenes de familias acomodadas de Valdivia, Chile, a comienzos de 1960. Sus vidas cambian por completo, y se separan, cuando se produce el gran terremoto del 22 de mayo de 1960. Toda la familia de Amelia fallece y su casa se viene abajo: ella se intenta rehacer empezando a trabajar como enfermera y, poco a poco, reorienta su vida. Erika, en cambio, decide huir de sus padres y de Chile junto con un joven español del que se ha enamorado: después de un accidentado viaje, donde comprueba que su novio no es quien ni cómo suponía, ha de acceder a instalarse con él en Almería. La narración sigue las vidas de cada una, en capítulos alternos, hasta que, ya en el tramo final de la novela, las trayectorias de las dos vuelven a confluir.
El relato está bien contado y transmite curiosidad e interés por el destino, tan distinto, de las dos heroínas: el que nace de las decisiones acertadas que, con titubeos, va tomando Amelia, y el que van modelando las elecciones insensatas de Erika. Por otro lado, y como sucede con las novelas bien ambientadas en otros lugares y hace tantas décadas, la historia sirve para comparar aquellos modos de afrontar la vida con los actuales.
Cristián Sahli. Dos hijas del gran terremoto (2021). Madrid: Didaskalos, 2021; 440 pp.; col. Didaskalos Literatura; ISBN: 978-8417185718. [Vista del libro en amazon.es]
Geo-gráficos, de Regina Giménez y Marta de la Serna, es un libro de gran formato con el objetivo de dar información geográfica. Tiene cinco grandes secciones: «El Universo», «La Tierra», «El Relieve», «El agua» y «El clima». En cada una, en dobles páginas sucesivas, hay entre siete y nueve apartados. Al final, una última sección, titulada «Fuentes de Datos», remite a muchas páginas webs acerca de cada cuestión.
No es un libro cuyo atractivo se apoye en ilustraciones como las de álbumes comentados otras veces, sino en que sus contenidos se presentan de forma sintética y elegante, con gráficos de distinto tipo, inspirados en atlas y libros escolares antiguos, según indica la ilustradora en una nota final. En ellos se intentan facilitar las comparaciones visuales a través del tamaño, el color y las relaciones espaciales de las figuras geométricas con las que va la información correspondiente.
Por ejemplo, y a propósito del libro que comentaré mañana, en el apartado titulado «Los Mayores Terremotos» se cuenta en un breve texto que hay unos 500000 terremotos al año, de los que notamos unos 100000 y de los cuales unos 100 causan daños; esos párrafos van acompañados de 17 círculos de distinto tamaño, cada uno conteniendo círculos concéntricos como dianas, en los que se indica el lugar y la magnitud de cada terremoto en la escala Richter: 9,5 corresponde al mayor de la historia, que tuvo lugar en Valdivia, Chile, en 1960.
Regina Giménez. Geo-gráficos (2021). Textos de Marta de la Serna. Barcelona: Zahorí Books, 2021; 88 pp.; ISBN: 978-84-17374-77-8. [Vista del libro en amazon.es]
Selva, de Marina Gibert, es un álbum sin palabras de los que intentan y consiguen fascinar al observador por la exuberancia y el colorido de los escenarios que ocupan las dobles páginas completas, pero también de los que consiguen dejarlo pensativo. En él, un niño entra en una selva oscura, donde hay ojos de muy distintos animales que lo acechan, inquietantes pero al fin amables y bondadosos; la historia termina cuando el niño atraviesa una puerta por la que, como se verá, vuelve a su ciudad. Una sugerente ilustración final, que aumenta la categoría del álbum, hará reflexionar al lector acerca del poder evocador que tiene la memoria de lo vivido, en el poso que dejan en la imaginación las experiencias (vitales o lectoras) que se han tenido, y, tal vez, en el enriquecimiento... Leer más
Dentro de casa, de Nono Granero, es un álbum hábilmente compuesto y contado, ya desde lo que nos muestran la cubierta y la contracubierta, la puerta trasera y el frente de una furgoneta, cuyas claves están en la dedicatoria y en el excelente final que figura en las dos dobles páginas finales. Es un cuento acumulativo en el que un niño narrador nos habla de que entran en su habitación —la parte trasera de la furgoneta— primero un mosquito, luego dos arañas, tres pajarillos, cuatro liebres, cinco murciélagos, seis ovejas, siete vacas, y que, aunque intenta echarlos, no se quieren ir. Se cuenta lo anterior con unos versos sonoros y graciosos que figuran en páginas izquierdas, en dos recuadros del interior de la puerta, mientras las imágenes a las que se refieren las palabras... Leer más
Incorporo a las categorías de Relatos cortos y de Memorias, unos relatos de Maggie O'Farrell titulados Sigo aquí, que leí y comenté hace tiempo y en otro... Leer más
Esta buena reseña de José María Guelbenzu sobre La llama inmortal de Stephen Crane, de Paul Auster, me ahorra comentarios. Estamos ante una obra monumental de crítica literaria pues, sobre todo, Auster detalla los méritos de cada una de las obras de Crane siguiendo el hilo de su azarosa vida. El hecho de que la crítica literaria sea tan pormenorizada da mucho valor al libro y provocará el entusiasmo de un público fiel pero, sin duda, minoritario. En esta nota solo quiero dejar constancia de algunos comentarios de Auster de la novela más popular de Crane, La roja insignia del valor. Dice que «la novela bélica más famosa de nuestra literatura no es tanto un libro sobre la guerra como un análisis de los efectos de la guerra en una mente joven»: Crane la definió como un... Leer más
Oceanarium, ilustrado por Teagan White y escrito por Loveday Trinick, es un álbum más de la colección Visita nuestro museo. Como los anteriores libros de la serie, también este tiene mucha información, bien ordenada, y unas magníficas y vistosas ilustraciones, que son parecidas a las de libros anteriores, pero también distintas, porque tienen más colorido, tal vez porque lo requiere la materia, tal vez porque la ilustradora norteamericana no intenta imitar, o no tiene como modelo principal, las ilustraciones de los grandes naturalistas europeos del pasado. Después de un prólogo y una Entrada, entramos en distintas Salas, cada una con varias secciones: «Plancton», «Cnidarios», «Moluscos y equinodermos», «Artrópodos», «Peces», «Mamíferos», «Aves», «Reptiles» y... Leer más
Quien conozca álbumes previos firmados por Jeanne Willis e ilustrados por Tony Ross se puede imaginar enseguida que T-Rex, un álbum sobre un tiranosaurio despistado, que ha perdido sus gafas y que todo lo confunde, no tendrá un final disneyano convencional. En cada página hay un dibujo con algún error del héroe y, encima o debajo, van las líneas de texto sobre fondo blanco; en unos pocos casos la ilustración ocupa toda la página con los párrafos de texto integrados en ella. Las frases originales que cuentan el relato están versificadas y, en castellano, simplemente se procura que tengan cierta sonoridad. Las imágenes son graciosas, como es habitual en Ross, que habrá sonreído una vez más al poner a su álbum un desenlace sarcástico a lo Hipersúper Jezabel. Se pueden ver... Leer más
A paso de tortuga, de Rebeca Luciani y Boniface Ofogo, es una adaptación de un cuento popular africano. En él se habla de que, antiguamente, hombres y animales convivían en paz y armonía pero que, cuando los hombres se creyeron más inteligentes, empezaron a maltratar a los animales. Estos decidieron abandonar la aldea, puesto que no podían ya vivir con los humanos, pero entonces empezaron a pasar hambre porque no conocían el secreto del fuego, así que decidieron preguntar a la boa, un animal que nunca vivió con los hombres. Después de varios intentos infructuosos de llegar hasta ella, de animales como la liebre y el elefante, es la tortuga la que consigue una respuesta. La historia en sí misma resulta poco convincente, o ingenua si se quiere —pues el comportamiento de los... Leer más
En su momento hablé de La familia imperfecta, de Mariolina Ceriotti, y hace pocos meses se ha publicado un libro que puede considerarse su complementario titulado La pareja imperfecta: ¿Y si los defectos fuesen parte del amor? Después de una introducción, en la que la autora explica que hablar del matrimonio hoy «se parece a (…) redescubrir un fresco antiguo bajo estratos de pintura acumulados durante siglos» para conseguir que la pintura original recupere su belleza, divide su exposición en dos partes tituladas «Para volver a entenderse» —un intento de ampliar la mirada para ver las cosas con más perspectiva— y «El desafío del matrimonio» —un intento también de mostrar el verdadero significado del matrimonio—. La exposición es clara y amena, tomando pie de... Leer más
Leí Mofeto y Tejón, un relato de Amy Timberlake, atraído por la cubierta y por el deseo de ver las ilustraciones interiores de Jon Klassen (que luego resultan ser muy pocas), y, después, porque la pareja de protagonistas prometía. El comienzo me recordó al de ¡Vale, buenas noches!: dos personajes muy dispares, uno tranquilo y otro acelerado, que se acaban haciendo amigos. En este caso uno es Tejón, un «petrólogo», un estudioso de las piedras (de las que vemos muchas variedades dibujadas en las guardas), que vive en una casa grande que le ha dejado su tía, que es un tanto gruñón y a quien le gusta trabajar solo y en silencio. El relato comienza cuando se presenta en su casa Mofeto, enviado por la tía de Tejón para que ocupe una de las habitaciones libres. Pero como Mofeto... Leer más
Zackarina y el lobo de arena, de Åsa Lind, libro que continúa El lobo de arena y Las historias del lobo de arena, tiene también quince capítulos. El último de ellos, «Recoger una manzana», parece una despedida pues en él se indica que Zackarina ha crecido y que, por tanto, ya no puede introducirse por la boca de la cueva de su amigo, que decide cambiarse a una cueva mayor. Así como, en el comentario al libro anterior, decía que me sorprendía que Zackarina no jugase nunca con algún otro niño ni sentía nunca la soledad de no tener amigos o amigas reales, esta vez he visto esta cuestión de otra forma: que así la escritora se centra solo en cómo se moldea el mundo interior de la protagonista a través de la relación con sus padres y con su amigo imaginario. En «Sola... Leer más
El gran libro de los números, contemos del 1 al 100, de Richard Scarry, es toda una referencia de los libros para prelectores. Aparte de la simpatía que siempre se desprende de las figuras y de las escenas que muestra el autor, en este álbum se puede apreciar otra de sus «marcas de la casa»: mientras que muchos álbumes de números para pequeños «enseñan» los números del uno al diez o, como mucho, del uno al veinte, Scarry no teme cansar a nadie y siempre se inclina por dar muchísima información. Al protagonista principal, el siempre sonriente Conejo Pepito, su padre le propone que juegue a contar los objetos que ve —huevos, ruedas, etc.— o las figuras de distintos animales —ratones, cerdos, etc.—; cuando alcanza el número 10 aparece una doble página de repaso de... Leer más
Zona. Un libro sobre una película sobre un viaje a una habitación, de Geoff Dyer, es un libro que, cuando lo leí, me impresionó y gustó mucho, pues me interesan el cine de Andrei Tarkovsky y sus textos teóricos acerca de su arte. Es un libro inclasificable al que pongo en las categorías de Cine (ensayos) y en la de Memorias, Diarios,... Leer más
El burro flautista reúne artículos de Enrique García-Máiquez publicados entre 2011 y 2015. Tienen una introducción, «La aguja en el pajar», que se refiere a la elección de estos artículos entre muchos y que «justifica» el título: «todos estos artículos fueron ensayos y a ver si ahora suenan». Y claro que suenan: como es habitual en el autor, son agudos y simpáticos, destacan por su cordialidad y su claridad argumentativa, por su calidad literaria y por las muchas sugerencias poéticas que contienen —como, por ejemplo, la de ver en cada semáforo un árbol de Navidad conceptual («Canción de Navidad»)—. Lo explicaron, mejor que yo pueda hacerlo, esta reseña y esta otra. Como muchos de los artículos yo los había leído ya, hice un ejercicio que me ha resultado... Leer más