El segundo texto que quiero poner del libro mencionado ayer, Masculino: Fuerza, Eros, Ternura, comenta la imagen modelo del padre que nos dejó Homero: «Hoy más que nunca, necesitamos de imágenes modelo. Y al hablar del padre, una de las imágenes más fulgurantes y sugerentes sigue siendo "el gesto de Héctor", el héroe troyano de la Ilíada. Se trata de una imagen muy querida y muy citada por los especialistas en masculinidad, tanto como para dar el título a un gran ensayo del psicoanalista Luigi Zoja. El episodio es famoso, de modo que lo relato brevemente: Héctor está a punto de enfrentarse a Aquiles, campeón de los Aqueos, en un duelo que va a ser fatal para él. Antes del encuentro se despide de su mujer, Andrómaca, y de su hijo pequeño, Astianacte. Estamos en el libro... Leer más
Se ha publicado una nueva edición ilustrada de Adiós, señor Chips, una novela de hace casi un siglo de James Hilton, cuyo argumento muchos recuerdan por sus versiones en cine y televisión, que tiene algo de alegato contra la mercantilización de la enseñanza, y que basa su tirón en que presenta de modo muy emotivo la huella imborrable que deja un buen profesor. Comienza cuando el señor Chipping, o Chips, profesor jubilado de griego y latín en la escuela de secundaria Brookfield, rememora episodios de su pasado. Sabremos que nació en 1848, que llegó al colegio en 1870 y siempre se sintió a gusto allí, que a los cincuenta era el decano, a los sesenta el profesor más representativo y el depositario de todas sus tradiciones, y que, en 1913, con sesenta y cinco, se retiró a... Leer más
En su momento hablé de La familia imperfecta, de Mariolina Ceriotti, y hace pocos meses se ha publicado un libro que puede considerarse su complementario titulado La pareja imperfecta: ¿Y si los defectos fuesen parte del amor? Después de una introducción, en la que la autora explica que hablar del matrimonio hoy «se parece a (…) redescubrir un fresco antiguo bajo estratos de pintura acumulados durante siglos» para conseguir que la pintura original recupere su belleza, divide su exposición en dos partes tituladas «Para volver a entenderse» —un intento de ampliar la mirada para ver las cosas con más perspectiva— y «El desafío del matrimonio» —un intento también de mostrar el verdadero significado del matrimonio—. La exposición es clara y amena, tomando pie de... Leer más
La calle de la reina Ester, de Julio Martínez Mesanza, es un libro muy jugoso, de hace tres o cuatro años pero que he leído ahora, que contiene anotaciones agrupadas en capítulos cuyos títulos dan idea de su contenido, y que normalmente son comentarios literarios o de lecturas, pero entre los que también hay reflexiones de interés sobre la vida. Pongo dos citas hoy, sobre cuestiones que podríamos llamar pedagógicas, y mañana añadiré otras dos que se refieren al arte. En el capítulo «Johnsoniana» hay una nota titulada «Pedagogía» que dice: «Preguntado cierta vez acerca de cómo había adquirido un conocimiento tan profundo del latín, Samuel Johnson respondió: "Mi maestro me azotó muy bien, señor. Sin eso, yo no habría hecho nada". James Boswell añade que... Leer más
Un libro que ha sido todo un descubrimiento: La familia imperfecta. Cómo convertir los problemas en retos, Mariolina Ceriotti Migliarese. No es parecido a Elogio de las familias sensatamente imperfectas aunque sus mensajes de fondo coincidan, pues tiene unos contenidos más amplios y la perspectiva de la autora es la quien es madre de seis hijos y tiene una larga experiencia clínica como neuropsiquiatra y psicoterapeuta infantil y de parejas. En la introducción explica que su libro trata de su «forma de trabajar con los padres» y que su objetivo no es el de «facilitar soluciones sino el de compartir un modo de pensar» y poner a sus lectores en condiciones de reflexionar y de, llegado el momento, «ser más capaces de tomar solos las mejores decisiones». Con fluidez, buen humor,... Leer más
Al leer Elogio de las familias sensatamente imperfectas, de Gregorio Luri, un libro lleno de sentido común en el que su autor dice a los lectores expresamente que «los únicos especialistas que hay en sus familias son cada uno de ustedes», me han venido a la cabeza dos cosas. Una, respecto al contenido, que hablando de la educación de los hijos a cargo de una madre inexperta decía Chesterton que hay trabajos tan importantes que los tiene que hacer uno mismo aunque los haga mal. Otra, respecto al autor, lo indicado en la nota que titulé A quién hacer más caso: la importancia de «hacer más caso a los juicios de los que parece que han atendido con más cuidado». Después de unos breves capítulos de presentación —«No hay familias perfectas», «Por qué no hay familias... Leer más
Otra novela que tenía en mis listas desde hace tiempo y que he leído ahora: El rector de Justin, de Louis Auchincloss. Es una biografía de un personaje ficticio: el clérigo episcopaliano Francis Prescott, fundador y durante muchos años director de un selectísimo internado masculino norteamericano, San Justin Martyr. Es magnífica la forma en que se despliega la vida de Prescott: primero, a través del diario de Brian Aspinwall, un novato profesor de Justin que se gana la confianza de Prescott y de su esposa; luego, cuando un viejo amigo de Prescott, Horace Havistock, le hace llegar a Brian unos folios que había escrito él hacía tiempo; después, alternándose con el diario de Brian, los testimonios de algunos exalumnos y de una hija de Prescott. El retrato del personaje queda... Leer más
Richard Sennett: «Deberíamos sospechar de las pretensiones del talento innato, no entrenado. “Podría escribir una buena novela sólo con tener tiempo suficiente” o “sólo con poder concentrarme”, es en general una fantasía narcisista. Por el contrario, volver una y otra vez a una acción permite la autocrítica. La educación moderna teme que el aprendizaje repetitivo embote la mente. Temeroso de aburrir a los niños, ansioso por presentar estímulos siempre distintos, el maestro ilustrado evitará la rutina; pero todo eso priva a los niños de la experiencia de estudiar según sus propias prácticas arraigadas modulándolas desde dentro. El desarrollo de la habilidad depende de cómo se organice la repetición. Por eso en la música, como en los deportes, la duración de... Leer más
Se acaba de publicar una nueva edición de la novela corta de Henry James titulada El alumno. En común con Lo que Maisie sabía tiene a un protagonista niño especialmente perceptivo, Morgan, que nota y sufre cada vez más la bajeza de sus padres. Estos son los Moreen, una familia norteamericana que vagabundea por ciudades europeas de hotel en hotel haciéndose pasar por más adinerados de lo que son. La narración está filtrada por la mirada de un preceptor inglés, Pemberton, a quien contratan cuando Morgan tiene once años, y que acaba pasando varios años con él. La intriga es mínima y los sucesos escasos, pero aquí el estilo irónico y sutil de James está concentrado y, por eso, la historia puede ser más asequible para los lectores que no llevan bien las vueltas y revueltas... Leer más
Dos textos de Claudio Magris que me gustan. Uno. «El maestro es tal porque, aun afirmando sus propias convicciones, no quiere imponérselas a su discípulo; no busca adeptos, no quiere formar copias de sí mismo, sino inteligencias independientes, capaces de ir por su camino. Es más, es un maestro sólo en cuanto que sabe entender cuál es el camino adecuado para su alumno y sabe ayudarle a encontrarlo y a recorrerlo, a no traicionar la esencia de su persona». Un verdadero maestro nunca se deja llevar por «la retórica de la transgresión tan cara a los espíritus banales, que creen afirmar su propia originalidad tirando desperdicios por la ventanilla sólo porque lo prohíbe un rótulo», y sabe tratar a sus alumnos «sin altivez ni miramiento, corrigiéndoles y haciéndose... Leer más
En una nota anterior titulada Reeducación de los padres ponía una cita larga de Dostoievski relativa a que el hombre no puede «vivir sin ese algo sagrado y precioso que le aportan los recuerdos de infancia», a la necesidad que tiene de «marcar mojones en su pasado que le permitan orientarse más tarde en la vida y sacar conclusiones de conjunto», y a que, «en ese sentido, los recuerdos más intensos e influyentes son casi siempre los que se conservan de la infancia»; y, más adelante, el escritor ruso apunta cómo los padres han de tener en cuenta los recuerdos que graban en sus hijos: «Cualquier padre responsable y razonable sabe, por ejemplo, que delante de sus hijos, (...) debe prescindir de hábitos nocivos y perniciosos, y, sobre todo, no desentenderse nunca de la opinión... Leer más
Cuenta Dostoievski a un amigo que se propone visitar los lugares de su primera infancia y adolescencia, y el interlocutor se pregunta qué recuerdos tienen, si es que tienen alguno, los jóvenes de hoy. Y el escritor sigue: «Que los niños de hoy también tienen recuerdos sagrados no tiene ninguna duda, pues de lo contrario se habría secado la vida viva. El hombre no podría vivir sin ese algo sagrado y precioso que le aportan los recuerdos de infancia. (...) Puede tratarse incluso de recuerdos penosos y amargos, pero hasta los sufrimientos vividos se transforman después en algo sagrado para el alma. El hombre, en general, está hecho de tal manera que ama los sufrimientos que ha padecido. Además, la necesidad le lleva a marcar mojones en su pasado que le permitan orientarse más... Leer más
Wayne Booth: «He oído decir que las dos preguntas que normalmente hace cualquier tutor de Oxford son: “¿Qué quiere usted decir?” y “¿Cómo lo sabe?” Dudo que sea cierto —ninguna universidad puede ser tan buena—...». Wayne C. Booth. Retórica de la ironía (A Rethoric of Irony, 1974). Madrid: Taurus, 1989, 2ª ed.; 368 pp.; col. Persiles; trad. de Jesús Fernández Zulaica y Aurelio Martínez Benito; ISBN:... Leer más
En Lo que hacen los mejores profesores universitarios, de Ken Bain, se recogen las conclusiones de una investigación realizada en los Estados Unidos. Quizá sea un poco repetitivo y algo enfático pero está muy bien. Como suele suceder en estos casos, se subrayan mucho algunas obviedades que luego resulta que no lo son tanto: esos profesores conocen su materia extraordinariamente bien, dedican tanta atención a su investigación como a su docencia, confían en sus alumnos y los tratan con amabilidad y exigencia, evalúan sus logros y rectifican si es necesario... Ken Bain. Lo que hacen los mejores profesores universitarios (What the Best College Teachers Do, 2004). Valencia: Universitat de Valencia, 2007, 2ª ed.; 229 pp.; trad. de Oscar Barberá; ISBN:... Leer más
Luigi Giussani: «Hoy más que nunca es el ambiente, con todas sus formas expresivas, el educador o deseducador por excelencia. Por eso la crisis se perfila, en primer lugar, como ignorancia que hace a los mismos educadores colaboradores, quizá inconscientes, de las deficiencias del ambiente, y, en segundo lugar, como deficiencia de vitalidad en la actitud educativa, que lleva a no combatir con suficiente energía las influencias negativas del ambiente». Luigi Giussani. Educar es un riesgo (Il rischio educativo, 1977, revisado en 1995). Madrid: Encuentro, 2006; 138 pp.; trad. de José Miguel Oriol; ISBN:... Leer más
Hace unos días colgaba un texto de Allan Bloom acerca de cómo los jóvenes que «han asistido a una escuela de relaciones condicionales», tienen luego dificultades para entender la gran literatura clásica. Y apuntaba que, sin embargo, en otro momento del mismo libro Bloom hace unas consideraciones que se podrían considerar opuestas: es cuando indica que si un libro como El guardián entre el centeno es el favorito de muchos estudiantes se debe a que apoya la propia interpretación de sí mismos que tienen los jóvenes, y a continuación dice que tal preferencia revela la necesidad de ayuda que tienen para que su interpretación sea mejor y afirma que un educador tiene ahí el hueco para mostrar a los estudiantes que hay libros poderosos que seguramente pueden orientarles... Leer más
Cuando se le pidió a Albert von Szent Gyorgyi (1893-1990), premio Nobel húngaro-estadounidense que revolucionó la Fisiología, que explicara sus logros, dijo que el mérito era de su maestro, un oscuro profesor de una universidad de provincias de Hungría. «Cuando me doctoré», dijo Gyorgyi, «propuse estudiar la flatulencia, no se sabía nada de ella y aún sigue sin saberse nada». «Muy interesante», dijo el profesor, «pero nadie ha muerto nunca de flatulencia. Si usted consigue resultados -y es un “si” importante- es mejor que los consiga en algo que represente una diferencia». «Por eso», añadió Gyorgyi, «me dediqué al estudio de la química corporal básica y descubrí las enzimas». Y sigue Drucker: «Cada uno de los proyectos de investigación de Szent Gyorgyi fue... Leer más
Contando una mini-anécdota de un rabino judío, que no creía en el respeto del sábado pero que indicó a uno de sus discípulos que lo cumpliera pues él sí creía, Claudio Magris dice: «El maestro es tal porque, aun afirmando sus propias convicciones, no quiere imponérselas a su discípulo; no busca adeptos, no quiere formar copias de sí mismo, sino inteligencias independientes, capaces de ir por su camino. Es más, es un maestro sólo en cuanto que sabe entender cuál es el camino adecuado para su alumno y sabe ayudarle a encontrarlo y a recorrerlo, a no traicionar la esencia de su persona». Un buen maestro, sigue Magris, no escarnece la ortodoxia codificada, «según la retórica de la transgresión tan cara a los espíritus banales, que creen afirmar su propia originalidad... Leer más
A la vista de las distintas teorías educativas que han existido a lo largo de la historia, «podemos agradecer la benéfica obstinación de las verdaderas madres, las verdaderas niñeras y, sobre todo, de los verdaderos niños por conservar en la raza humana la cordura que aún le queda. Pero, en la nueva era, los formadores de hombres estarán armados con los poderes de un estado omnicompetente y una irresistible técnica científica: por fin habremos logrado una raza de condicionadores que realmente pueda dar a la posteridad la forma que se le antoje». C. S. Lewis. La abolición del hombre — Reflexiones sobre la educación (The Abolition of Man, 1943). Barcelona: Andrés Bello, 2000; pp.; trad. de Paula Salazar; ISBN: 84-95407-43-4. Hay otra edición en Madrid: Encuentro, 1994,... Leer más
Para ilustrar la necesidad de mirar al futuro se suele decir que no se puede conducir sólo mirando el espejo retrovisor. A los adultos les puede suceder con facilidad, o nos puede suceder, que no saben hablar a los jóvenes más que a través de un espejo retrovisor que sólo recoge su propia (y tantas veces deformada) experiencia personal: «pues yo a tu edad», «si yo estuviera en tu sitio», «cuando yo estaba en la universidad», y esas cosas. También no pocos escritores están anclados en sus traumitas de infancia o en su mitito del sesenta y ocho, e interpretan y desean dirigir las vidas de los niños y a los jóvenes de acuerdo con... Leer más
Afirma Paul Johnson que «las universidades son las instituciones más sobrevaloradas de nuestro tiempo. (...) Existe el mito de que las universidades son custodios de la razón. A decir verdad son invernáculos donde florece el extremismo, la irracionalidad, la intolerancia y el prejuicio, donde el esnobismo social e intelectual se cultiva casi deliberadamente y donde los profesores procuran contagiar a sus estudiantes su propio pecado de orgullo». No sé si exagera pero George Steiner también dice algo parecido: «Son los profesores (y sus asustados decanos) los que han quebrantado el "juramento hipocrático" de buscar la verdad, de proponerse lograr claridad en sus juicios, de arriesgarse a la impopularidad, cosa que un profesor tiene que hacer, aunque sea en su silencioso fuero... Leer más
«Eso es lo malo de los intelectuales, sólo quieren hablar de cosas serias cuando a ellos les apetece», se lamenta Holden Cauldfield, el protagonista de El guardián entre el centeno, hablando sobre esa clase de individuos a los que «no les gusta mantener una conversación a menos que sean ellos los que lleven la batuta. Siempre quieren que te calles cuando ellos se callan y que vuelvas a tu habitación cuando ellos quieren volver a su habitación». Son adultos que han olvidado cómo fueron ellos mismos y que no consideran relevante lo que ocupa la cabeza y el corazón de los... Leer más
En el prólogo a la Obra crítica del escritor dominicano Pedro Hernández Ureña (Fondo de Cultura Económica, 1981), Borges hacía dos comentarios interesantes. Uno, que, a diferencia de otros libros religiosos o de pensamientos, en los Evangelios no hay frases oscuras o triviales de las que, leídas al pasar el tiempo, nos parecen incompatibles con la fama y el peso del libro. Otro, una mini-anécdota, histórica o simbólica, «del judío que fue al pueblo de Mezeritz no para escuchar al predicador sino para ver de qué modo éste se ataba los zapatos. Evidentemente, todo era ejemplar en aquel maestro, hasta los actos cotidianos. Martin Buber, a quien debemos esta anécdota singular, habla de maestros que no sólo exponían la Ley sino que eran la... Leer más
Entre las sentencias de don Quijote que un amigo mío dice frecuentemente se lleva la palma ésta: «No andes, Sancho, desceñido y flojo, que el vestido descompuesto da indicios de ánimo desmalazado, si ya la descompostura y flojedad no cae debajo de socarronería, como se juzgó en la de Julio César. (...) Y advierte, ¡oh, Sancho!, que la diligencia es madre de la buena ventura y la pereza, su contraria, jamás llegó al término que pide un buen deseo». Don Quijote de la Mancha. Capítulo XLIII, 2ª... Leer más
Don Quijote a Sancho: «Has de poner los ojos en quien eres, procurando conocerte a ti mismo, que es el más difícil conocimiento que puede imaginarse». Don Quijote de la Mancha. Capítulo XLII, 2ª... Leer más