Un día con amigos, de Philip Waechter, comienza mostrando a Mapache, diciéndonos que, por más que leer un libro o practicar deporte o hacer una tarta a veces le ayude a no aburrirse, ahora mismo se aburre; entonces, como no tiene huevos para la tarta decide ir a pedírselos a Zorro. Pero encuentra que Zorro tiene que reparar su tejado y va a ir a ver a Tejón a pedirle una escalera, por lo que le acompaña. Tejón, ocupado en un crucigrama, necesita una palabra que Oso puede saber, así que los tres van en busca de Oso, que no está en casa. Entonces Corneja, que sabe donde está Oso pescando en el río, los conduce junto a él.
El autor tiene un talento particular para sacar partido a historias aparentemente pequeñas, como se nota en este cordial relato de amistad y buena vecindad. Las imágenes son alegres y normalmente ocupan una página cada una, salvo algunas con dos escenas consecutivas, unas con detalles de las casas de los personajes y otras con panoramas de los escenarios naturales por los que pasean. Las figuras de los personajes, siempre completas y presentadas contra los fondos de distintos ambientes, son amables y expresivas. En cada página van unas pocas líneas de texto con los diálogos de los personajes y, también, con algunos de sus pensamientos en los que manifiestan su alegría de pasarlo bien estando juntos.
Philip Waechter. Un día con amigos (Ein Tag mit Freunden, 2021). Salamanca: Lóguez, 2022; 36 pp.; col. Rosa y Manzana; trad. de L. Rodríguez López; ISBN: 9788412491418. [Vista del libro en amazon.es]