El globo rojo en la lluvia, de Liniers, es una pequeña historia de vida cotidiana presentada con los dibujos característicos del autor. Las protagonistas son dos hermanas (se ve que inspiradas en sus hijas): Clemi, la pequeña, y Matilde, la mayor. Esta despierta a Clemi un sábado y le propone cosas. Pero es un día de lluvia y Clemi no responde bien al entusiasmo de Matilde por salir y mojarse. Pero se acaban poniendo botas, sacando un paraguas, dando gritos, viendo un arco iris, haciendo volar un globo rojo —«tienes que probar cosas nuevas», Clemi, le anima Matilde…—. Relato lleno de simpatía que denota espíritu de observación de los juegos infantiles y de cómo la mayor intenta dirigir a la pequeña. La historia se cuenta, al modo de los cómics, con cuatro, cinco o seis expresivos dibujos a tinta y acuarela en cada página, excepto dos o tres páginas en los que solo hay uno y una doble página: la que presenta el momento culminante del juego.
Liniers. El globo rojo en la lluvia (The Big Wet Balloon, 2013). Barcelona: La casita roja, 2016; 31 pp.; ISBN: 978-84-945769-2-8. [Vista del libro en amazon.es]
¿De qué color es?, con texto de Suzanne Gottlieb, es otro álbum extraordinario ilustrado por Vladimir Bobri en los años sesenta. Muestra bien los colores, de modo tan sencillo y elegante que parece que cualquiera podría hacerlo. En cada página izquierda se hace una pregunta: ¿Qué es de color rojo? ¿Qué es de color morado? ¿Qué es de color azul?, etc. En esa misma página figura una respuesta y alguna imagen —«Hay muchas cosas de color rojo: las manzanas, las frambuesas y el fuego caliente y luminoso de la chimenea» es la de la primera y se ve una gran manzana roja—, y en la página opuesta, sobre un fondo con el color correspondiente, otra imagen con un niño llamado Jonny en ella —«El cielo se pone rojo al atardecer, cuando Jonny vuelve a casa por el bosque»—. Los textos de la autora son claros y nada enfáticos por lo que suenan igual de bien hoy que hace sesenta años.
Vladimir Bobri. ¿De qué color es? (What is Red?, 1961). Texto de Suzanne Gottlieb. Barcelona: Alba, 2017; 22 pp.; trad. de Concha Cardeñoso Sáenz de Miera; ISBN: 978-84-9065-338-8. [Vista del álbum en amazon.es]
Aún bajo los efectos de la lectura de Chica en guerra cayó en mis manos un libro que tenía en listas desde hace tiempo: El cobertizo que alimentó a un millón de niños: la extraordinaria historia de Mary’s Meals, de Magnus Macfarlane-Barrow. Es asombroso que, en medio de una desgracia tan grande como fueron las guerras que hubo al desmembrarse Yugoslavia, una de sus consecuencias fuera el nacimiento de Mary’s Meals. una institución que, cuando se publicó el libro, daba comidas a más de un millón de niños en 1200 escuelas en países como Malawi, Somalia, Liberia o Haití.
El libro cuenta los acontecimientos que condujeron al autor a ponerla en marcha. En 1992, cuando tenía 25 años, estando en un pub de Escocia y viendo noticias de la guerra de Bosnia, decidió, junto con su hermano, recolectar alimentos y mantas para llevarlos allí, cosa que hicieron llenando un jeep y pidiendo permiso en sus trabajos respectivos. A su regreso vio que habían recibido muchas más donaciones y que el cobertizo en el que habían acumulado los alimentos estaba completamente lleno. Así que se tomó un año para gestionar todos esos donativos… Puso en marcha entonces Scottish International Relief (SIR) para prestar ayuda en el conflicto yugoslavo…, pero unas cosas llevaron a otras y, durante un viaje a Malawi en 2002, surgió la idea de la que nació Mary’s Meals.
Vale la pena leer la narración de los pasos que dieron el autor y su esposa, y toda su familia, para conseguir fondos y ayudas para sus proyectos. Sus acentos son positivos —la palabra favorita de MacFarlane es «esperanza» y no se detiene a explicar las contrariedades— pero son fuertes sus descripciones de la miseria y del dolor de los niños en muchos lugares. Hace notar que hay palabras y expresiones necesarias, como refugiados o personas desplazadas, que sin embargo pueden acabar representando inexactos estereotipos en la mente de quienes no están en contacto directo con quienes sufren esas situaciones. En su búsqueda de donativos, y a la vista del enorme crecimiento de sus actividades, habla de un peligro del que le advirtió un donante: «haz que tus valores sean tus objetivos, no hagas que tus objetivos se conviertan en tus valores».
Magnus Macfarlane-Barrow. El cobertizo que alimentó a un millón de niños: la extraordinaria historia de Mary’s Meal (The Shed That Fed a Million Children, 2015). Barcelona: Planeta, 2016; 318 pp.; trad. de Román Fabra Rivière; ISBN: 978-84-08-16516-3. [Vista del libro en amazon.es]
No hace mucho hablé de Yugoslavia, mi tierra, de Goran Vojnović. Ha salido hace poco Chica en guerra, de Sara Nović, otra novela, que también puede calificarse de periodística y testimonial sobre la guerra entre Croacia y Serbia, pero que a mí me ha parecido más convincente. Está distribuida en cuatro partes. En la primera, «Han caído los dos», la protagonista y narradora, Ana Jurić, tiene diez años y vive en Zagreb: cuenta que su hermana pequeña está muy enferma y la preocupación de sus padres por ella; luego, que a su alrededor van sucediendo cosas que no comprende, pues sufre primero reacciones de rechazo y odio; después, cómo ve que sus padres mandan a su hermana a Estados Unidos para que la puedan tratar médicamente; y, finalmente, cómo la guerra los alcanza de... Leer más
De todos los relatos del Oeste que publicó Elmore Leonard he comentado brevemente aquí las novelas Hombre y Que viene Valdez y los quince relatos cortos contenidos en El tren de las 3,10 a Yuma y otros relatos del Oeste. A ellos se han de añadir los quince reunidos en Los cautivos y otros relatos del Oeste: todos se leen bien, todos tienen lugar en Arizona y Nuevo México entre 1870 y 1880, y, tal como indica el prologuista, son incluso mejores que los de la primera recopilación: hay en ellos más variedad de personajes y situaciones. El más largo, Los cautivos (The Captives, 1955), que fue una película famosa en su momento, habla de un tipo, Pat Brennan, al que recoge una diligencia que termina en manos de unos asaltantes: Brennan tiene que lidiar con uno un tanto psicópata y... Leer más
A la reciente nueva edición de Un paquete parlante se suma ahora la de Los secuestradores de burros, otro libro de Gerald Durrell que no había comentado aquí. Se desarrolla en una isla griega y sus protagonistas son una niña y un niño ingleses que veranean allí. Cuando llegan y hablan con su amigo Yani, un chico huérfano que debe dinero al alcalde, un tipo al que nadie aprecia, hacen un plan para obligar al alcalde a pagar un rescate: secuestrar los burros de la isla. El relato, aunque no tiene la brillantez de otras obras del autor, se basa en una idea simpática, está bien contado, y se lee con gusto. Los que siempre se fijan en estas cosas criticarán las actitudes de los ingleses veraneantes y de sus hijos hacia los campesinos. Es más objetable, sin embargo, que la... Leer más
La fea costumbre de Conejo y La pelma del nido, de Julian Gough y Jim Field, son los primeros dos libros de una serie protagonizada por una osa bondadosa y un nervioso conejo. Se podrían alinear con otros de parejas formadas por dos animales humanizados de tamaño y talante desiguales, como Elefante y Cerdita o El oso y la liebre, pero en Osa y Conejo el desarrollo de la narración con palabras es mayor. En el primer libro citado se hacen amigos: cuando Osa sale al exterior de su cueva, alarmada porque le falta su comida, decide hacer un muñeco de nieve y Conejo, que es quien se la ha birlado, decide hacer otro; luego, un lobo amenaza a Conejo y Osa le ayuda; y nos enteramos de la fea costumbre de Conejo. En el segundo vemos a Conejo insatisfecho con todo, y más con el insoportable... Leer más
¡Oh! Un libro con sonidos es, igual que otros de Hervé Tullet, un álbum para interactuar con él y disfrutar. Y, de paso, para entender cómo funcionan los ritmos musicales. Al pulsar en los círculos azules hay que decir «¡Oh!»: un pequeño «¡Oh!» si el círculo es pequeño, un gran «¡Oh!» si el círculo es grande. Después de hacer practicar al lector distintos ritmos y posibilidades, entran en escena los círculos rojos que se llaman «¡Ah!» Y vuelven a proponerse distintas relaciones entre círculos azules y rojos. Más adelante llegan los amarillos: «Wuau». A un amigo con conocimientos musicales le pareció un libro extraordinario… hasta la mitad: no le gustó el nombre de los círculos amarillos —él hubiera preferido un sonido tipo «¡ih!»— y cree que,... Leer más
Al leer Elogio de las familias sensatamente imperfectas, de Gregorio Luri, un libro lleno de sentido común en el que su autor dice a los lectores expresamente que «los únicos especialistas que hay en sus familias son cada uno de ustedes», me han venido a la cabeza dos cosas. Una, respecto al contenido, que hablando de la educación de los hijos a cargo de una madre inexperta decía Chesterton que hay trabajos tan importantes que los tiene que hacer uno mismo aunque los haga mal. Otra, respecto al autor, lo indicado en la nota que titulé A quién hacer más caso: la importancia de «hacer más caso a los juicios de los que parece que han atendido con más cuidado». Después de unos breves capítulos de presentación —«No hay familias perfectas», «Por qué no hay familias... Leer más
En bienvenidosalafiesta: notas del mes de febrero. He puesto varios álbumes antiguos excelentes, unos editados recientemente por primera vez como Los tres manzanos o El chaleco de Ratoncito, y otros que han vuelto al mercado en buenas ediciones como la serie que componen Lluvia de cocodrilos, Sopa de pollo con arroz, El uno era Juan y Miguel, un cuento muy moral. De los libros antiguos reeditados de nuevo me alegra especialmente la nueva edición de Bambi. Un libro sensacional, cien por cien regalable a todos los entusiastas de la gran pintura, es Cuaderno del Prado. En libros para jóvenes: notas del mes de enero. En medium he puesto comentarios extensos a Como una novela, La experiencia de leer, Cómo aprendemos a leer y Havel. Una... Leer más
Una buena idea transformada en un libro que atrae la curiosidad: Lost in translation. Un compendio ilustrado de palabras intraducibles de todas partes del mundo, de Ella Frances Sanders. En él se presentan 50 palabras que expresan algo que no tiene una equivalencia exacta en inglés, que es el idioma original del libro, aunque tampoco en castellano. En la izquierda va una explicación de la palabra, si es sustantivo, adjetivo o verbo, y el idioma en el que se usa; y en la derecha figura la palabra, una descripción breve de lo que significa, y una ilustración. A veces no está conseguido el equilibrio necesario en las ilustraciones: algunas palabras no se leen bien. De los idiomas geográficamente cercanos a nosotros hay algunas palabras alemanas, alguna galesa y portuguesa, y varias... Leer más
Empanada de mamut, de Tony Ross y Jeanne Willis, cuenta que un cavernícola llamado Gor va poniendo de acuerdo a todos sus amigos para cazar un mamut: Hur (Huraño) le proporciona una lanza; For (Forzudo) le cava una fosa; Barb (Barbudo) le construye un carro; Por (Portento) le fabrica una olla; Pir (Pirado), prepara la hoguera. Y, con todo preparado, allá van a cazar el mamut. Historia graciosa en su desarrollo, tanto gráfico como argumental, en la que se van repitiendo los pasos y algunas frases riman, y que tiene un desenlace inesperado (para quienes no conozcan álbumes previos de los autores). Como he dicho más veces, lo mejor es leer el álbum para disfrutar, y olvidarse de las lupas de aumento que a unos les hacen leerlo como si fuera una defensa del vegetarianismo y a otros... Leer más
Después de los citados unos meses atrás, dos nuevos relatos de la serie Elefante y Cerdita de Mo Willems. En ¡Hoy voy a volar! Cerdita se propone volar mientras que Elefante, una y otra vez, le dice que no podrá; pero Cerdita es insistente y va intentándolo de un modo u otro. En Mi amigo está triste, Cerdita ve que Elefante está deprimido y busca de distintos modos alegrarle la cara. Como los previos, son álbumes simpáticos y notables tanto gráfica como argumentalmente. Los dos hablan bien de que hay que saber buscar ayuda y saber aceptarla: ¡Hoy voy a volar! explica con acierto que así podemos llegar a ser más de lo que somos, y el amable final irónico de Mi amigo está triste señala bien dónde hay que buscar parte de la solución a ciertos problemas. Mo Willems. ¡Hoy... Leer más
He puesto datos de nuevas ediciones de Un alma en el exilio, en la voz de Alexander Solzhenitsyn; de ¡Cómo mola tu escoba!; y de Ernesto y Celestina han perdido a Simeón, en la voz de Gabrielle Vincent.... Leer más
Cuaderno del Prado, de Ximena Maier, es un libro feliz. El subtítulo, «Dibujos, notas y apuntes de una ilustradora en el museo», anuncia bien su contenido, pero no la calidad de su edición y de sus imágenes, ni el entusiasmo y simpatía que respira y transmite, ni lo bien que, al desgaire, plantea cómo ha de visitarse un museo para disfrutar de su contenido. Está organizado en los que podríamos llamar capítulos, como por ejemplo «Velázquez, mon amour» o «La mejor manera de ver Goya (itinerario goyesco)», con dos o tres páginas de texto para presentarlos y varias con ilustraciones de las salas en las que se pueden ver los cuadros. Pero en medio hay también dobles páginas que cabe llamar temáticas: con cabezas, con pájaros, con comidas en cuadros que no son bodegones,... Leer más
He puesto datos de nuevas ediciones de La vuelta al mundo en 80 días —y he aprovechado la ocasión para mejorar el comentario—, La pequeña oruga glotona y Papá, por favor, consígueme la... Leer más
Otros dos álbumes primeros de Maurice Sendak (que, vistos hoy, se podrían ver como el trabajo de un autor que se prueba a sí mismo intentando los ejercicios supuestamente más sencillos de su arte antes de lanzarse a componer obras más complejas) son El uno era Juan. Libro de los números y Miguel, un cuento muy moral. Igual que dije ayer, recomiendo comparar los textos originales —de One Was Johnny, que como los otros álbumes tiene música compuesta por Carole King, y Pierre. A cautionary tale— con las versiones de Gloria Fuertes. En el segundo, por ejemplo, Pierre responde a todo con «I don't care» mientras que Miguel «a todo decía: ¡Y a mí qué! ¡Y a mí qué! ¡No me importa! ¡La vida es corta!». Maurice Sendak. El uno era Juan. Libro de los números (One Was... Leer más
Muy buena noticia la recuperación, en buenas ediciones, de varios álbumes de Maurice Sendak anteriores a Donde viven los monstruos. Dos de ellos son Lluvia de cocodrilos. Un alfabeto —tantas escenas como letras con un texto bromista en la franja inferior— y Sopa de pollo con arroz. Libro de los meses —distintas escenas, acompañadas de poemas, que representan los meses del año—. Recomiendo echar un vistazo a las ediciones originales —Alligators All Around y Chicken Soup with Rice— y comparar los textos originales de Sendak con las versiones libres de Gloria Fuertes que, con buen criterio, no se propuso respetar, siquiera mínimamente, las frases originales. Por ejemplo: la A dice: «Aquí tenéis a Coca, Coco y Cocodrilín paseando en el jardín» y en el original solo... Leer más
El chaleco de Ratoncito, de Noriko Ueno y Yoshio Nakae, es un álbum japonés de hace décadas, que se ha publicado en España recientemente y cuyo principal personaje protagoniza otras historias. En la página izquierda de la primera doble página vemos al ratoncito con chaleco rojo y, en la derecha las palabras con las que se dirige al lector: «Mi mamá me tejió este chaleco. Me queda perfecto, ¿verdad?». Con la misma estructura, imagen en la izquierda y palabras en la derecha, van apareciendo, sucesivamente, un pato, un mono, una foca, un león, un caballo elefante, que van pidiendo probar el chaleco: «Qué chaleco más bonito, ¿me lo dejas probar? Es un poco justo pero, ¿me queda bien?». El desenlace bromista enseña con amabilidad a ver lo positivo de cualquier contratiempo.... Leer más