Tres pequeños monos, de Emma Chichester Clark y Quentin Blake, comienza presentando a Hilda Snibbs, una mujer que tenía tres pequeños monos: Tim, Sam y Lulú. Por cuatro veces ocurre algo parecido que se inicia con una doble página que contiene seis escenas: en la primera se ve a Hilda que sale de casa y advierte a los monitos que se porten bien, en las demás se ve a los monitos haciendo de las suyas; y en la siguiente doble página se ve cuando Hilda vuelve y encuentra su casa hecha un desastre. Pero la quinta vez, cuando Hilda regresa, todo está en orden y los monitos no aparecen. Álbum con una historia graciosa —en línea de otras de Blake con seres estrafalarios como protagonistas— y una realización gráfica muy eficaz, que presenta muy organizadamente a unos... Leer más
Buenas noches, de Vladimir Bobri y Charlotte Zolotow, es un elegante álbum bedtime de 1958 que se lee y se contempla hoy igual de bien que ayer y cuyo contenido recuerda el de A Child's Good Night Book. A la izquierda figura un texto en letras mayúsculas grandes y a la derecha una ilustración magnífica. En cada doble página se presenta la forma de dormir de un animal: osos, palomas, peces, polillas, caballos, focas…, y otros seis animales más. La última doble página comienza con «Pero los niños y las niñas…». En la contracubierta se dice que el álbum tiene un texto entrañable y sosegado y así es: no sólo al texto sino a todo el álbum se le pueden aplicar esos calificativos. Vladimir Bobri. Buenas noches (Sleepy Book, 1958). Texto de Charlotte Zolotow. Barcelona:... Leer más
Este comentario sobre tres álbumes de Akiko Miyakoshi, junto con el pequeño video que lo acompaña, da mucha idea del encanto y la gran calidad que tienen sus ilustraciones a carboncillo. La merienda en el bosque tiene como protagonista a Kiko, una especie de Caperucita, a quien su madre manda junto a su abuela: al atravesar el bosque acaba en una casa con toda clase de animales, que le dan pasteles y la ayudan a llegar a casa de su abuela. Concierto de piano trata sobre un concierto escolar en el que una niña, Momo, vestida de rojo, debe tocar el piano: pero está nerviosa mientras llega su turno y una ratoncita la llama para que toque ante un público de ratoncitos… Regreso a casa presenta a un pequeño conejo que, cuando vuelve con su madre a su casa, cansado de jugar, al final... Leer más
Ingela P. Arrhenius, una conocida diseñadora sueca, es autora de Animales, un libro de gran formato cuyas páginas son como (y pueden ser convertidos en) extraordinarios pósteres de distintos animales. Cada uno va en una página distinta y se nombran con una tipografía coherente con la forma en que se representan: la s de Serpiente es la misma que vemos en su figura, la c de Cerdo es el rabo del cerdo que se representa, las letras de Cebra tienen rayas verticales, etc. Otros dos libros para prelectores de la autora, en los que se aprecia bien su querencia por el estilo retro de los años 50 y 60, son ¿Dónde está el señor búho? y ¿Dónde está la señora gallina? En ellos, para responder a cada una de las preguntas que se van haciendo distintos animales que miran desde la... Leer más
Wendel y los robots, de Chris Riddell, es un álbum divertido: las imágenes del autor tienen mucha chispa y el pequeño argumento, aunque suene conocido (a uno protagonizado por Frank Einstein), también es simpático. El ratón Wendel, un inventor muy desordenado, crea un robot de limpieza para que lo ayude y lo llama Clanc (en inglés Clunk). Pero Clanc comete algunos fallos así que lo desecha y crea el Wendelbot, otro robot más avanzado. El problema será que resulta ser demasiado concienzudo y al grito «¡Ordenar! ¡Ordenar!» se hace con todo el taller. Wendel huye y se reorganiza, con Clanc y todas las piezas que antes había desechado, para presentar batalla. Los ricos dibujos expanden la historia en muchas direcciones. A veces hay escenas a doble página pero casi todo... Leer más
Álex y el ratón de cuerda, de Leo Lionni, es un relato que se puede alinear con los que hablan de las relaciones entre los juguetes y sus dueños pero su argumento va más lejos. Cuando hablan y comparan sus modos de vida, el ratón Álex siente cierta envidia de Guille, el ratón mecánico, tan querido por Ana, la niña de la casa. Guille también le cuenta que hay un lagarto que puede transformar a un animal en otro diferente y Álex va a verlo con la intención de pedirle que lo convierta en un ratón como Guille. El lagarto le dice que, para eso, ha de conseguirle una piedra morada y Álex la consigue. Pero entonces ve que a Guille lo han colocado en una caja de juguetes viejos para tirar… Álbum compuesto con collages alegres y coloristas, como es habitual en el autor, y... Leer más
Elefante y Cerdita son dos personajes creados en 2007 por Mo Willems que han protagonizado una serie de veinticinco libros para prelectores. Se han publicado en castellano hace poco dos: ¿Puedo jugar? y ¡Estamos en un libro! En el primero, una pequeña serpiente les pide a Elefante y Cerdita jugar con ellos a la pelota y al principio no saben cómo solucionar que la serpiente no tenga brazos. En el segundo, Cerdita le hace notar a Elefante que alguien les está mirando: ¡un lector!; y a partir de ahí, Elefante va de emoción en emoción. La primera historia habla bien de amistad y la segunda podría compararse a otras metafictivas semejantes (como, por ejemplo, Sin título, un libro unos años posterior). Está bien definida la personalidad de los dos: por un lado, Elefante tiene... Leer más
Otro libro que Kalandraka vuelve a publicar en una excelente edición: El libro de los guarripios, de Arnold Lobel. Contiene treinta y ocho limericks sobre cerdos y cada uno se acompaña de una ilustración que, a veces, es una sola imagen pero, en otras ocasiones, se compone de dos o tres en secuencia vertical. Aunque no sea el mejor de los libros del autor, sin duda sus imágenes sí son comparables con las de otros y Lobel sabe hacer que los cerdos en imágenes sean siempre chistosos. Sin embargo, los limericks son desiguales en gracia, un asunto que, en este caso, no es achacable a la excelente traducción al castellano. Tal vez, el hecho de que sean siempre cerdos limita las posibilidades: algunos limericks podrían estar protagonizados por otros animales y no se notaría la... Leer más
Tomi Ungerer publicó, en los años sesenta, varios álbumes sobre animales poco habituales en los libros infantiles. Uno de ellos fue Rufus, el murciélago que adoraba los colores. El protagonista, al ver los colores brillantes en una película al aire libre, se propuso quedarse despierto para ver los colores del día, pero tiene problemas e incluso le disparan. Un bondadoso coleccionista de mariposas, el doctor Tarturo, le acoge. La intención del autor, aparte de la dar cabida en la LIJ de su tiempo a seres que con frecuencia resultan menos simpáticos, era también la de avivar la comprensión hacia quienes son diferentes. Pero estamos ante un libro infantil: no hay que sobreinterpretar ni esa cuestión ni alarmarse porque aparezcan pistolas y rifles en una imagen. Lo más... Leer más
Mil hogares, de Carson Ellis, es un álbum amable con algo de libro informativo y mucho de bromista. Como anuncia la portada, en él vemos unas cuantas casas de distinto tipo: una en el campo, un edificio en la ciudad, un barco, una choza, un palacio, una guarida…; pero también casas de fantasía como un zapato gigante, la casa bajo el agua de los Atlántidas, …; y casas limpias, casas desordenadas, casas altas, casas bajas, etc. Las ilustraciones, en colores terrosos con toques rojos, están bien compuestas y son atractivas. Cada casa, cuya imagen suele ocupar la página completa, o incluso la doble página, se presenta con una frase sencilla que va con tipografía manual. Hay un elemento común que recorre todo el libro y una vinculación bien armada entre la página de... Leer más
Después del formidable El viaje de Shackleton, William Grill ha publicado el también sobresaliente Los lobos de Currumpaw, una nueva versión de la historia de Ernest Seton que comenté ayer. El autor cuenta la historia de Lobo y su manada en tercera persona y en ese hilo narrativo incluye la vida de Seton, pero apoya el relato en una realización gráfica sugerente. A veces las palabras van unidas a unas grandes ilustraciones a doble página y, otras veces, la narración se apoya en varias ilustraciones por página, como viñetas. El autor usa lápices de colores y suele colocar a los personajes, hombres y animales, contra el telón de fondo de grandes escenarios naturales, como para subrayar su pequeñez. Hubiera estado bien que la obra de Grill hubiese incorporado las magníficos... Leer más
Secreto de familia, de Isol, es un divertido álbum de hace años que no había puesto aquí todavía. Es una historia que captura pensamientos que pueden cruzar por la mente de un niño cuando ve algo que no espera, y que le asustan tanto que no se atreve a confesarlo en alto. La niña narradora empieza diciendo: «tengo un secreto: mi madre es un puercoespín, en realidad». Llega a esa conclusión cuando un día ve a su madre por la mañana, toda desgreñada. Además, también se atemoriza cuando un día ella misma se mira en el espejo recién levantada. En fin, se siente aliviada cuando su amiga Elisa la invita a su casa pero, una vez allí, hace otro descubrimiento que la espanta… Las figuras y escenarios aparecen como esbozados, lo suficiente para sugerir al lector cómo han... Leer más
La saltinadora gigante, el primer álbum que firman juntas Helen Oxenbury y Julia Donaldson, es magnífico, como cualquiera que conozca los libros previos de las autoras podría esperar. El argumento es sencillo: cuando el conejo va a entrar en su madriguera y oye un grito amenazador — «¡soy la Saltinadora gigante y doy un miedo impresionante!»—, llama en su auxilio a un gato, a un oso, a un elefante, y a todos los detienen, a la entrada de la madriguera, las voces furiosas y burlonas de la misteriosa saltinadora gigante. La rana, sin embargo, no tiene miedo ninguno. La estructura repetitiva es eficaz, las expresiones y gestos de los personajes los hacen muy graciosos, la trama tiene suspense para el lector pequeño, el texto es simpático y apropiado para la lectura en voz alta... Leer más
¿Te acuerdas?, una narración de Zoran Drevenkar con magníficas ilustraciones de Jutta Bauer, es de esos libros que, utilizando la estructura y muchos recursos habituales en los álbumes ilustrados infantiles, trata de sentimientos adultos. Una pareja de ancianos recuerda, y las imágenes recrean imaginativamente, sucesos de cuando eran unos chicos jóvenes. Todos los párrafos de texto, relativamente largos, comienzan con un «¿Te acuerdas de cuándo…?» y evocan algo que sucedió con motivo de las excursiones que hicieron por el campo los protagonistas cuando eran niños y jóvenes. Se supone, por los dibujos, que más bien es el anciano el que recuerda. Según avanza el libro se ve que las enfermedades llegan... Normalmente, en la página izquierda van los párrafos de texto... Leer más
El pequeño Gran Bubú, de Beatrice Alemagna, se puede leer como una continuación de ¡Buen viaje, bebé! pues su protagonista es algo mayor... En este caso, el pequeño Gran Bubú es un ser (no reconocible) que se presenta a sí mismo como un niño GRANDE, ya con ojos grandes, nariz grande, cuatro dientes…, y que presume, por ejemplo, de que cuando va a un restaurante ya solo necesita un cojín. Al final, incluso da una prueba externa de que sí es un niño GRANDE. El relato, bienhumorado en el planteamiento y en las imágenes, muchas mostrando primeros planos del protagonista, es un pretexto más para una lectura compartida y teatralizada con el niño. Beatrice Alemagna. El pequeño Gran Bubú (Little Big Boubou, 2014). Barcelona: Corimbo, 2017; 36 pp.; trad. de Ana Galán; ISBN:... Leer más
Joseph Fipps, de Geneviève Godbout y Nadine Robert, se puede poner como ejemplo de buen álbum —por la calidad de sus ilustraciones y porque refleja bien algunas reacciones de un niño y su madre—, que no está conseguido del todo: su argumento se parece al de Donde viven los monstruos pero no tiene su elegante concisión y resulta menos concluyente y satisfactorio. Joseph, de cinco años, hace una pequeña trastada, que vemos en varias ilustraciones consecutivas, y luego leemos este comentario suyo: «Esta mañana, mamá ha vuelto a llamarme “monstruito”. Cada vez que hago una trastada, grita: “¡Menudo monstruito!”. Papá, el abuelito y Nana también me llaman así. Pero yo no me llamo “monstruito” de verdad. Me llamo Joseph Fipps”». Así que Joseph, igual que... Leer más
Espera, de Antoinette Portis, es un álbum con la misma estructura de un paseo y la misma idea de fondo de Un camino de flores y de los que, al modo de Tú y yo, yo y tú, pone de manifiesto cómo la mirada fresca de los niños puede renovar la de los adultos. Vemos sucesivas escenas de un niño que va siendo arrastrado por su madre, suponemos que de camino al colegio por la mañana. En la primera escena la madre mira el reloj y díce al niño «¡Rápido!» mientras el niño se queda mirando a un perro que le sigue. En la segunda el niño se agacha y se pone al nivel del perro y se ve que la madre se ha parado. En la tercera, en una calle vemos a la madre con el móvil en la mano que dice «¡Rápido!» mientras el niño mira hacia atrás no sabemos a qué. En la cuarta el niño... Leer más
Entrega especial, de Matthew Cordell y Philip C. Stead es un álbum con argumento y dibujos chispeantes. En la primera página leemos un grandísimo «¡Oye Sandi!», un grito de un chico a una niña que se marcha con un hilo en la mano, y cuando llegamos a la portadilla vemos que la niña va detrás de un elefante al que lleva sujeto por la cola... Resulta que Sandi va a enviar un elefante por correo a su abuela. Descubre, sin embargo, que necesitaría demasiados sellos por lo que busca otra opción: pide a un amigo su avión y allí sube al elefante. Pero se estrellan cerca de un río por lo que Sandi le pide a un cocodrilo que los conduzca… Historia loca muy divertida. Uno de sus motivos, el envío del elefante, se podría comparar con Lágrimas de cocodrilo; las situaciones que... Leer más
El atajo, de David Macaulay, es un extraordinario álbum: por la calidad de sus ilustraciones, que cambian de perspectiva con total naturalidad; por la fluidez con la que se suceden las imágenes, sin ningún alarde innecesario; porque tiene un argumento divertido, nada sofisticado, que además hace pensar en cómo nuestras pequeñas acciones influyen en otros, lo queramos o no; porque su estructura narrativa es muy hábil —el autor entrecruza bien lo que les ocurre a distintos personajes y obliga al lector a volver atrás para descubrir detalles que no había captado en la primera o segunda lecturas—. Los nueve personajes se presentan en la primera página: Albert y su yegua June, Paty y su cerda Perla, el profesor Tweet, una loca conductora llamada Sybil, la desconsolada... Leer más
El Caballero que no quería luchar, de Thomas y Helen Docherty, es Leo, un joven ratoncillo y caballero medieval al que sus padres incitan a luchar aunque él prefiere dedicarse a leer. Al fin hace caso a sus padres y sale a luchar, montado en su caballo Amigo, y llevándose con él una pila de libros. Encuentra primero un grifo, luego un trol y finalmente un dragón. Al principio son amenazadores pero cuando Leo les cuenta una historia o les da un libro apropiado, todos se amansan. Al dragón, por ejemplo, le dice que tiene «un libro alucinante lleno de miles de dragones impresionantes» y lo convence a la primera. Las ilustraciones son divertidas y el texto en verso también lo es, aunque no haya forma de trasladar la sonoridad del inglés a la versión española: «Leo was a gentle... Leer más
Dos ratones, de Sergio Ruzzier, es un álbum amable para los más pequeños y de construcción más compleja de lo que parece. La narración se apoya en la sucesión de las imágenes que van acompañadas, simplemente, de algunas palabras sin enlazar unas con otras: «Dos ratones / tres pastas / tres barcas, dos remos / un barquero / un nido, dos huevos / tres patitos…». Son simpáticas las figuras de los personajes, atraen sus andanzas y sus pequeñas reacciones de pillería, comodidad o enfado, y el pequeño argumento tiene tensión. En este comentario al libro hay una explicación del autor de por qué los números se limitan del uno al tres: podrían ser más sin dificultad pero la idea es repetirlos una y otra vez dejándose llevar por el ritmo de las palabras. Como suele ocurrir... Leer más
Me ha interesado Jane, el zorro y yo, de Isabelle Arsenault y Fanny Britt, porque su narrativa gráfica tiene atractivo y porque trata con serenidad algunos problemas propios de adolescentes. La protagonista, Hélène, es una chica de unos once años que piensa que está gorda por más que su comprensiva y amable madre, desbordada, intenta decirle que no lo está. Sus compañeras se meten cruelmente con ella por ese motivo y hace una vida un tanto aislada. Su evasión es la lectura de Jane Eyre, con cuyos problemas se identifica un poco, momentos en los que la narración gráfica tiene color y los perfiles de las figuras adquieren nitidez. Con motivo de un campamento colegial, en el que Hélène y otras chicas también al margen del grupo principal ocupan una tienda, Hélène ve a un... Leer más
La niña de los libros, de Oliver Jeffers y Sam Winston, es uno de esos álbumes premiadísimos y elogiadísimos. Sin duda lo merece: Jeffers es un maestro de los álbumes y Winston es un experto tipógrafo y, por tanto, de su colaboración tiene que salir algo bueno o, al menos, algo que seguro que gustará a quienes siguen el mundo de los álbumes (como yo). Además, el libro habla sobre libros y lectura para gente a la que le gustan los libros y la lectura, así que tiene los aplausos garantizados entre quienes se dedican a los libros y a la lectura (como yo también)... El relato trata sobre una niña que, «a través de un mar de palabras» llega junto a un niño solitario y le anima a vivir aventuras a través de «los bosques de cuentos de hadas», de las «montañas de... Leer más
En Un lobito muy educado, de Matthieu Maudet y Jean Leroy, el protagonista sale a cazar al bosque por primera vez (nada menos que con un cazamariposas gigante). Como sus padres le enseñaron que «la última voluntad debe respetarse siempre», hace caso a lo que le piden sus dos primeras víctimas, un conejo y un pollo, pero comprueba con disgusto que ellos no cumplen su palabra, pues son unos mentirosos y huyen. Las cosas serán diferentes con su tercera víctima: un niño. Relato cuyo argumento recuerda un poco, al menos al principio, al de Voy a comedte, y que, como él, arranca la risa debido a los buenos golpes y a la simpatía de los personajes. Funciona como una tira cómica también porque los diálogos entre los personajes se presentan en globos. Contra los fondos de las... Leer más
¡Qué aburrimiento!, de la ilustradora alemana Henrike Wilson, trata sobre un oso pequeño al que, durante siete dobles páginas consecutivas, lo vemos en el bosque, en distintas situaciones, manifestando con palabras y con sus gestos y posturas que se aburre. Hasta que, finalmente, hay cosas a su alrededor que le llaman la atención. Las imágenes son pictóricas y atractivas: el oso, que puede recordar un poco a Winnie the Pooh, es amable a pesar de su tono quejoso. No sé hasta qué punto el álbum servirá para transmitir, a los lectores pequeños, la idea tan aprovechable que hay detrás de la historia: que los momentos de «aburrimiento» son propicios para poner en marcha la imaginación, la reflexión, la observación y el descubrimiento del mundo… Desde un punto de vista... Leer más
Historium, de Richard Wilkinson y Jo Nelson, es un álbum construido con los mismos criterios organizativos y compositivos que Animalium y Botanicum, y tiene igual buen aspecto externo e igual buena presentación —con textos escuetos e ilustraciones con aires antiguos—, pero, por lo que diré, me ha parecido un libro menos atractivo. Los autores presentan bien cuál es el trabajo propio de los arqueólogos y una «línea del tiempo» para poner en paralelo la información que van a presentar. A continuación muestran 160 objetos divididos en seis «salas»: África, América, Asia, Europa, Oriente Medio, y Oceanía. Al tener el libro entre las manos surge la pregunta de si no hubiera sido mejor que, puesto que se trata de mostrar objetos —ánforas, figuras, estatuas…—, no... Leer más
Célebres casos del detective John Chatterton, de Yvan Pommaux, es un libro que reúne tres historias del mismo protagonista que se habían publicado por separado. Chatterton es un gato detective que resuelve unos casos que se parecen mucho a Caperucita Roja —la madre de Caperucita pide a Chatterton que la busque, pues ha desaparecido—; a Blancanieves —aquí a Chatterton la madrastra le dice que descubra el paradero de su hijastra Lilia—; y a La bella durmiente —cuyos padres le dicen a Chatterton la maldición que recae sobre su hija, justo cuando está a punto de cumplir quince años, y lo contratan para que la proteja—. En su momento leí estos relatos y me parecieron brillantes desde un punto de vista gráfico: todo se cuenta con una sucesión de escenas compuestas de... Leer más
Pregúntame, de Bernard Waber y Suzy Lee, es uno de esos grandes álbumes que dan seguridad al niño y que presentan de modo genial su descubrimiento del mundo. En él vemos a un padre y a su hija pequeña —muy parecida a la niña de otros álbumes de la ilustradora— dar un paseo y atravesar un parque mientras la niña le pide a su padre que le pregunte qué cosas le gustan, qué cosas le gustan más, por qué le gustan, etc. La conversación, que viene y va entre la niña y su padre de un modo sobrio, sin blandura ni falsa poesía, atrapa bien los modos de decir insistentes de la chica y la paciencia del padre que se pliega sin más a los requerimientos de su hija. Es una forma de animar al niño lector a preguntar cosas y a preguntarse cosas; es una forma también de mostrar... Leer más
Hablé hace tiempo de Zdeněk Miler y veo que se han publicado ahora dos álbumes más, en formato pequeño y en cartoné, del mismo personaje: Topito y la sorpresa y Topito y las galletas, con relatos de Kateřina Miler. En el primero, Topito y su amigo Pinzón encierran a tres gusanos que se han comido una flor pero cuando van a liberarlos tienen una sopresa. En el segundo hacen galletas con mermelada de ciruelas e invitan a los amigos. Como es lógico en libritos para prelectores, el ilustrador se ha propuesto que sean amables, que sus héroes sean tipos activos de aspecto gracioso y que desprendan simpatía —pues no dejan de sonreír—. Topito, un personaje negro y con ojos grandes, destaca contra el fondo de una rica vegetación, y lo mismo cabe decir de su amigo Pinzón, de cara... Leer más
Es tu turno, Adrián, de las autoras suecas Kristin Lidström y Helena Öberg, es una buena novela gráfica que vale la pena conocer. Trata sobre un chico que tiene problemas para hablar en público hasta que encuentra una perra, llamada Niebla, cuya presencia y contacto le serenan y le hacen capaz de vencer sus miedos; pero Niebla un día desaparece. El relato tiene lugar tiempo atrás, como se deduce de los escenarios y de que Adrián es un entusiasta del mundo del circo y de personajes como Houdini. La historia está bien contada. Las palabras del relato son del mismo Adrián. Sus dificultades no tienen origen en las personas que le rodean pues sus padres y los adultos que le rodean son atentos y amables. En la primera parte, «Antes de conocer a Niebla», vemos el mundo imaginativo... Leer más
Búscame, de Ana Palmero Cáceres, es un álbum de los que juegan a estimular el espíritu de observación del lector, confeccionado con los mismos patrones que Cuéntame. Esta vez las dobles páginas están compuestas a base de repetir muchas veces la figura de un animal —un armadillo, un pez volador, una pata, un mono sin cola y un mono de cola larga, una iguana, un escorpión, etc.—, formando diseños geométricos que bien podríamos ver en telas o alfombras, y en cada una se le propone al lector que busque alguno que no encaja bien, porque tiene otra forma, o está en otra posición, o tiene otros colores. Ana Palmero Cáceres. Búscame (2017). Barcelona: Ekaré, 2017; 28 pp.; ISBN: 978-980-257-383-7.... Leer más
Si las manzanas tuvieran dientes, de Milton y Shirley Glaser, es un álbum de 1960 que se acaba de publicar ahora. Los autores buscan expandir la imaginación de los lectores de un modo sencillo y eficaz: se ven una serie de imágenes que ilustran, con la claridad y buen diseño que uno espera de los autores, unos textos que podría firmar Edward Lear. Por ejemplo: «Si las manzanas tuvieran dientes / te devolverían los mordiscos», «Si le pones sal a una serpiente, / parecerá una rosquilla crujiente», «Si al colegio te acompañara un canguro, / llevar los libros no sería tan duro». A veces el humor descansa en la posibilidad que se plantea; otras, en la simpatía de la ilustración; y otras, en que el mismo pareado es gracioso. Milton y Shirley Glaser. Si las manzanas tuvieran... Leer más
Los cuentos entre bambalinas, de Gilles Bachelet, es un álbum homenaje a muchas obras de LIJ. En cada doble página vemos un título en la izquierda y una imagen en la derecha. Supuestamente representan todos los pasos de alguien para representar un papel en una película: «El casting», «La firma del contrato», «El vestuario», «El maquillaje», «El chequeo médico», etc. Las figuras que vemos en las ilustraciones pertenecen, todas, a cuentos, álbumes, o libros infantiles muy conocidos, como, entre muchos otros: Pinocho, Caperucita Roja, Babar, Perro azul, Gerónimo Stilton, Wally… En un apéndice final se dice quiénes son y su origen, para quienes no los reconozcan. Por su contenido y por su simpatía, ha sido un álbum acogido con entusiasmo por quienes ya conocen muchos... Leer más
Ojo con los números, de Aleksandra Mizielińska y Daniel Mizieliński es un álbum en cartoné sin palabras para que jueguen niños curiosos, pacientes y perseverantes. En él se suceden dobles páginas repletas de figuras de todo tipo. En cada una hay un número, del 1 al 10, en la parte superior izquierda. En cada una son muchas las figuras que la pueblan y, según se indica y el lector puede ir comprobando, hay siempre diez grupos de tantos elementos como indica el número, del 1 al 10, que hay en la parte superior izquierda. Hay también otros grupos, como a simple vista se aprecia, que pueden despistar. Aleksandra Mizielińska y Daniel Mizieliński. Ojo con los números (Mam oko na liczby, 2013). Barcelona: Ekaré, 2017; 22 pp. en cartoné; ISBN: 978-84-944959-5-5.... Leer más
Entre los álbumes excelentes que tienen como hilo conductor un paseo en el que van ocurriendo cosas recuerdo ahora La sorpresa de Nandi y Letras robadas. A ellos ha de sumarse otro reciente, argumentalmente muy distinto de los citados, que es magnífico: Un camino de flores, de Sydney Smith y JonArno Lawson. Es un relato sin palabras en el que vemos a una niña y a su padre paseando por la ciudad. Mientras el padre habla por teléfono su hija va recogiendo florecillas de colores que ve brotar en distintos sitios: junto a un poste, en un muro, entre las baldosas del suelo, al pasar un puente y un túnel… Al principio todo lo vemos en blanco y negro salvo el abrigo rojo de la niña. Luego el color llega con las flores y, poco a poco, va surgiendo en más sitios: en un puesto de... Leer más