Arthur Rackham es otro ilustrador de referencia. Igual que comentaba cómo Gustave Doré acierta de lleno en algunas ocasiones y fracasa, en otras, cuando su estilo teatral no refleja el espíritu del texto, también el estilo de Rackham es perfecto muchas veces y no es el mejor en otras: sus ilustraciones con siluetas son magníficas, su acierto para ilustrar algunas historias fantásticas es total..., pero a pesar de su deje irónico, a veces es «blando». A uno le sobra y al otro le falta fuerza. Y es que forma y fondo van siempre... Leer más
Una serie de álbumes espectaculares son los que componen El viaje de Anno, del japonés Mitsumasa Anno. Hace pocos meses leí Anno’s Spain, un libro aún no editado en España, no sé por qué, dado que al no tener texto la traducción no parece muy... Leer más
«El plantear preguntas es ya el deporte aristocrático de moda que nos ha llevado a la mayoría a la bancarrota. El signo de los tiempos es un signo de interrogación. Y la conclusión final es muy sencilla: ningún filósofo escéptico es capaz de plantear ninguna pregunta que no pueda preguntarse también un niño fatigado una calurosa tarde de verano. “¿Soy un niño? ¿Por qué soy un niño? ¿Por qué no soy una silla?” Un niño puede hacer esta clase de preguntas durante dos horas. Y los filósofos de la Europa protestante llevan planteándoselas doscientos años». Bien, cuando leí esto a Chesterton en «Shaw, el filósofo», artículo contenido en Correr tras el propio sombrero, recordé ¿Hay alguien ahí? (Hallo? Er det noen her?, 1996), de Jostein Gaarder, pues en su... Leer más
Los periódicos han hablado días pasados de la caza de focas a bastonazos que tiene lugar anualmente. Terrible, parece, aunque los habitantes de la zona (y se ve que los políticos que los pastorean) no lo aprecian así. Este tipo de noticias me recuerda siempre una frase de Claudio Magris en su magnífico libro El Danubio: «En el sótano más bajo, fundamento de todo el edificio que en lo alto ofrece un concierto de Mozart o un cuadro de Rembrandt, habita el dolor del animal, corre la sangre del matadero». Lo verdaderamente trágico, sin embargo, es que no es sólo la de los animales. Claudio Magris. El Danubio (Danubio, 1986). Barcelona: Angrama, 2004; 384 pp.; col. Panorama de narrativas; trad. de Joaquim Jorda; ISBN:... Leer más
Por si sirve para los lectores de, por ejemplo, Grímpow, sobre los Templarios, dice Regine Pernoud, existe un torrente de tesis, hipótesis e innumerables elucubraciones, que contrasta muchísimo con «los documentos auténticos, los materiales fiables, que conservan en abundancia nuestros archivos y bibliotecas». La literatura que se les ha dedicado, «en algunos casos, claramente demencial», no tiene nada que ver con los documentos, «tan sencillos, tan convincentes, tan tranquilamente irrefutables que constituyen su verdadera historia». Y, ya puestos, mencionaré más veces a la gran medievalista francesa. Regine Pernoud. Los templarios (Les Templiers, 1974). Está editado en forma de largo prólogo a Elogio de la nueva milicia templaria (De laude novae militiae ad Milites... Leer más
En el mundo de los best-seller (y en el de la política, pero eso es distinto) hay frecuentes ejemplos de gentes que, ya que no pueden deslumbrarnos con su inteligencia, dedican todo su empeño a sorprendernos con sus bobadas. He pensado en eso de nuevo al leer Los Illuminati y el Priorato de Sión, un libro que sería clarificador para los interesados en las novelas de ocultos complots, tan de moda. De todos modos, contra la estupidez hasta los dioses luchan en vano (Schiller, creo). Massimo Introvigne. Los Illuminati y el Priorato de Sión (Gli Illuminati e il Priorato di Sion, 2005). Madrid: Rialp, 2005; 216 pp.; trad. de José Ramón Pérez Arangüena; ISBN:... Leer más
En unos consejos a un futuro escritor de libros infantiles, Astrid Lindgren decía: «Procura incluir también algo que divierta a niños y mayores, pero no se te ocurra poner nunca, en un libro infantil, algo que tú sepas que únicamente ha de resultar gracioso para los mayores. No olvides que no escribes para que te encuentren ocurrente y chistoso los críticos. Muchos de los que escriben para niños hacen un guiño a determinado lector por encima de las cabecitas de los pequeños. Buscan un acuerdo con los adultos y pasan por alto a la criatura. Te suplico que no hagas eso ¡nunca! Porque es una desfachatez para con el niño que debe comprar y leer tu libro». Astrid Lindgren. «Breve diálogo con un futuro autor de libros infantiles», en Mi mundo perdido (Samuel August frán... Leer más
La cena de Emaús, pintado en 1628 por Rembrandt, es un cuadro de una inteligencia y originalidad que quitan el habla, dice Simon Schama. «La transformación que produce el conocimiento obtenido a través de los sentidos y la transformación de los sentidos producida por el conocimiento. El exagerado claroscuro no es simplemente una engreída exhibición técnica. “¿Caravaggio? Es verdad, pero fijaos lo que puedo hacer con ello”. El claroscuro es el tema. La luz de la oscuridad; las Escrituras reinterpretadas (una vez más) como un remedio contra la ceguera. El sanador apenas está visible, como en silueta, con el contraluz procedente de una fuente luminosa que estuviera justamente al otro lado de la cabeza de Jesucristo, imaginable como una especie de vela, pero declarándose en... Leer más
Después de mencionar, meses atrás, Gulag, de Anne Applebaum, y El vértigo, de Eugenia Ginzburg, se puede recordar Relatos de Kolymá, de Varlam Shalámov. Con un lenguaje limpio y sobrio, contando escenas variadas de la vida en los campos siberianos, el autor añade más losetas al mosaico histórico de unos tiempos terribles. La compiladora de todas estas historias, redactadas desde 1953 en adelante y publicadas por primera vez en 1978, cita a Solzhenitsyn en Archipiélago Gulag: «En los Relatos de Kolymá de Shalámov es donde tal vez el lector perciba de modo más fiel el espíritu despiadado del Archipiélago y el límite de la desesperación humana». Y, después, cuenta que una vez le preguntó al autor: «“¿Cómo vivir?”. Y él me contestó: “Tiene usted los Diez... Leer más
También en el mismo libro citado ayer, de Chesterton, hay un sensacional artículo titulado «El libro de Job», en el que comenta con cierta extensión la respuesta que da Dios a los comentarios de Job y sus amigos. Pero ahora traigo aquí un texto del entonces sacerdote Joseph Ratzinger, donde se indica que «la respuesta a Job no es más que un comienzo, un precavido anticipo de la respuesta que da Dios en la cruz y en la resurrección comprometiendo a su propio Hijo. (...) La respuesta de Dios no es explicación sino hecho. Responde padeciendo con nosotros, no con un mero sentimiento, sino en realidad. La compasión de Dios tiene carne. Se llama flagelación, coronación de espinas, crucifixión, tumba. Ha penetrado en nuestro sufrimiento personalmente. Lo que eso significa, lo que... Leer más
Chesterton: «Durante siglos la religión ha tratado de hacer que la gente se regocijara ante las “maravillas” de la creación, pero ha olvidado que nada puede ser completamente maravilloso mientras siga siendo sensato. Mientras veamos un árbol como un objeto obvio, creado natural y razonablemente para servir de alimento a las jirafas, no podemos nunca maravillarnos ante él. Sólo cuando lo consideramos una prodigiosa ola viviente que se eleva desde el suelo hasta el cielo sin ninguna razón particular, nos quitaremos el sombrero para perplejidad del guarda del parque. En realidad, todo tiene un lado oculto, como la luna, la protectora del absurdo. Visto desde el otro lado, un pájaro es como una flor que ha logrado romper la cadena del tallo, un hombre un cuadrúpedo que pide algo... Leer más
Y, en el mismo libro citado ayer, otro jugoso artículo dedicado a Lewis Carroll. Es útil, entre otras cosas, reflexionar en lo que afirma Chesterton sobre las consecuencias de que los libros sobre Alicia sean un clásico. Por un lado, afirma, eso implica estar condenado a ser alabado por personas que nunca lo han leído. Por otro, el pensar que «la alegría original que nació esa tarde de verano en la imaginación de un matemático (...), se ha endurecido hasta convertirse en algo casi tan frío y tan consciente como una tarea vacacional», hace pensar y exclamar a Chesterton: «“¡Pobrecita Alicia!” No sólo la obligan a asistir a clase, sino a dar clase a los demás... no es sólo una escolar, sino una maestra de escuela». G. K. Chesterton.... Leer más
En el reciente libro de artículos de Chesterton, Correr tras el propio sombrero, uno particularmente interesante se titula «Defensa del absurdo». En él, Chesterton explica por qué piensa que Edward Lear es no sólo anterior sino superior a Lewis Carroll. Habla de que la vida de Carroll sugiere la «idea de escapatoria a un mundo donde las cosas no están horriblemente fijadas en una eterna corrección, donde las manzanas crecen en los perales, y cualquier tipo raro con el que uno se encuentre puede tener tres piernas», de que él era un hombre con un pie en el mundo de la lógica y otro en el mundo del humor, la postura perfecta para el absurdo moderno. Lear, en cambio, «introduce un nuevo elemento, el elemento de lo poético e incluso de lo... Leer más
Hablando de Georg Hallensleben y su álbum Cierra los ojos, hace unos días mencioné Buenas noches, luna, con texto de Margaret Wise Brown e ilustraciones de Clement Hurd. Es un álbum también clásico, de finales de los cuarenta, que fue publicado en España hace dos o tres años... Traigo este comentario aquí, también, porque con ocasión de la edición norteamericana que conmemora los 60 años del álbum, los editores retocaron la foto, en la que aparecía el ilustrador fumando, para que no se viera el cigarro. «Smokeless version», titulaba el The New York... Leer más
Otra cita de Tarkovski: «Nunca me ha preocupado la cuestión de si soy un artista popular o no. No tendría demasiado sentido para mí. Lo que sí tiene sentido es trabajar respetando mi dignidad y la de los espectadores. Ante ellos nunca finjo ser más inteligente o más estúpido de lo que soy, porque no me tengo ni por más listo ni más tonto que ellos. En esto no me permito concesiones. Cuando algo me resulta a mí poco claro, pienso que lo mismo le sucederá al espectador, así que busco aclarármelo tanto a mí como a ellos. Tampoco me considero un intelectual con la cabeza en las nubes ni un marciano, al contrario: siento muy claramente mis vínculos con la tierra y con los otros hombres. La única diferencia que me distingue de los espectadores es que yo pienso en imágenes y... Leer más
Días atrás titulé una nota como «aprender a conversar». Que la gente joven no aprenda es lógico, cuando el ejemplo de diálogo que ven a diario en tantos sitios y en los medios de comunicación continuamente les recuerda el chiste judío que cuenta Steiner en Lecciones de los maestros: «¡No me hables mientras te estoy... Leer más
Cuando vi un thriller de hace unos años titulado Conspiracy, protagonizado por Mel Gibson y Julia Roberts, quedé sorprendido por las referencias explícitas a El guardián entre el centeno y por los paralelismos entre los argumentos de la película y de la novela. Así, los dos protagonistas son listos y entrañables pero, a la vez, tienen un lado plasta y desequilibrado; los dos tienen como referencia una chica inocente que corre peligro y a la que intentan proteger; quienes amenazan a la chica, sin ella saberlo, son los culpables del estado mental actual del protagonista... En otro nivel, es sorprendente (no digo significativo porque, para ser sinceros, no sé bien qué puede significar) que los asesinos de John Lennon y de Ronald Reagan fueran unos obsesos del libro de Salinger...... Leer más
Wayne Booth no puede disimular su admiración por Jane Austen. Incluso afirma cosas como esta: «podemos encontrar escenas de amor en casi todas las obras de cualquier novelista, pero solamente (en las novelas de Austen) podemos encontrar una mente y un corazón que pueden darnos claridad sin simplificación excesiva, simpatía y romance sin sensiblería, e ironía mordaz sin cinismo». Por supuesto, un gallego nunca firmaría el «solamente» y si acaso lo sustituiría por un «quizá en casi ningún sitio como en ellas». Wayne C. Booth. La retórica de la... Leer más
Uno de los ilustradores decimonónicos de referencia es Gustave Doré. Es impresionante la fuerza de sus imágenes, por ejemplo cuando ilustra obras como El Quijote, o las Fábulas de LA FONTAINE, o El barón de Munchausen, o los Cuentos de PERRAULT... Sin embargo, su espectacular teatralidad, certera en novelas de fantasía, juega en su contra cuando pone imágenes a obras como La Biblia: las ilustraciones son técnicamente tan buenas como siempre..., pero no sólo no capturan sino que incluso deforman el espíritu del texto. Lo comenta de paso Chesterton en uno de sus artículos, no recuerdo dónde, y tiene... Leer más
Ahora que acaba de fallecer John Reynolds Gardiner, vuelvo a recomendar Stone Fox, un relato superabsorbente. Y también Alto secreto, aunque sea inferior, es un ejemplo de cómo escribir con garra para primeros lectores. Su autor afirmaba en sus memorias que no había leído un libro completo hasta los 19 años... O sea que sí se puede comenzar tarde a ser lector. Es una esperanza (en algunos casos muy pequeñita) pero que no compensa... Leer más
Un álbum no editado en castellano: I want to be an astronaut, de Byron Barton. Es un mini-relato que toca una interesante fibra: cómo se despierta y cómo crece dentro de un niño una futura vocación profesional. Y aunque sin duda la de astronauta es más espectacular que otras, es modélico cómo el autor sabe alcanzar el núcleo de la ilusión y golpear justo en el... Leer más
Andréi Tarkovski decía el año 1972: «El arte cinematográfico (...) se ha convertido en un arte conservador, pasivo. Constato que el noventa por ciento de las producciones persiguen objetivos comerciales, que tratan exclusivamente de agradar al espectador. (...) Los intentos de agradar al público, aceptando acríticamente sus gustos, sólo pueden significar que uno no tiene respeto por la gente, que uno quiere simplemente recaudar su dinero (...). . , los cineastas se sirven del tiempo libre de la gente honrada, de los trabajadores; se aprovechan de su credibilidad e ignorancia, de su falta de educación estética, para robarles espiritualmente y hacer dinero de esa forma». Rafael Llano. En el volumen I de Andréi Tarkovski: vida y obra (2002). Valencia: Generalitat... Leer más
Chesterton: «De acuerdo con la frase genial de un místico escocés, un buen crítico debería ser como Dios. George Macdonald dijo que Dios era fácil de agradar y difícil de satisfacer. En esa paradoja radica el equilibrio de toda buena crítica artística. Sin la primera parte de la paradoja la crítica perece, porque pierde el poder de criticar. La buena crítica, repito, combina el sutil placer de las cosas bien hechas con el placer sencillo de hacerlas. Combina la satisfacción del ingeniero científico al ver funcionar el engranaje con un fin determinado y el placer del bebé al ver girar las ruedas. Combina la satisfacción del dibujante ante el hecho de que las líneas del carboncillo, aunque trazadas con aparente despreocupación, mantengan una relación perfecta y... Leer más
Chesterton: «De todos los rasgos de la modernidad que parecen señalar una especie de decadencia, no hay ninguno más amenazador y peligroso que la exaltación de los asuntos más nimios y secundarios frente a los verdaderamente grandes y primordiales. Si hay algo peor que el debilitamiento moderno de los grandes principios morales es el reforzamiento de los pequeños principios morales». G. K. Chesterton. «Quedarse en la cama», en Correr tras el propio sombrero (On Lying in Bed and Other Essays). Barcelona: El Acantilado, 2005; 628 pp.; selección y prólogo de Alberto Manguel; trad. de Miguel Temprano García; ISBN: 84-96489-27-2. El artículo original está en Enormes... Leer más
La fascinación de las novelas de Jane Austen y de George Eliot está en con qué perspicacia e inteligencia nos presentan, desde dentro, los entresijos de unas maneras de ver y juzgar el mundo con unas perspectivas característicamente femeninas. De la primera decidí no seleccionar ninguna obra para Bienvenidos a la Fiesta, aunque tentado estuve, y estoy, de incluir Orgullo y prejuicio. De Eliot sí elegí El molino sobre el Floss, por ser un relato sobre la infancia de dos hermanos, pero sin duda es más poderosa Middlemarch, un prodigio de novela. Cientos de libros después sigo viendo esas novelas a siglos-luz de distancia del noventa y nueve por cien de las novelitas de asuntos femeninos de ahora. Y me alegra comprobar que las chicas listas que conozco también. Actualización:... Leer más
Uno de los autores de fantasía que hoy tiene más prestigio es Philip Pullman. Poco tiempo después de las novelas de Harry Potter, publicó su trilogía de teología-ficción La materia oscura, serie muy elogiada con unas tesis claramente anticristianas. Pero Pullman es un buen escritor cuando no se deja llevar por su animadversión hacia C. S. Lewis o por sus afanes propagandistas, como se puede ver en sus obras para primeros lectores Lila y el secreto de los fuegos y ¡Yo era una... Leer más
Dice Michael Ende que la literatura y la mentira están hechas de la misma sustancia, la ficción, que puede ser «una medicina o un veneno, dependiendo de las manos en las que caiga», que puede darnos la vista o volvernos... Leer más
Una de las ilustradoras históricamente más importantes es Kate Greenaway. Que yo sepa, sin embargo, nunca se ha editado en castellano su versión ilustrada del poema de Robert Browning El Flautista de Hamelín. A ver si alguna editorial se anima (bilingüe,... Leer más
Me asombra el caso que se les hace a muchos deportistas. Con frecuencia me viene a la cabeza lo que cuenta Nick Hornby de que hay tipos para los que correr por un campo de fútbol con el uniforme de jugador es la mejor manera de impedir que los expulsen del estadio. Nick Hornby. Fiebre en las gradas (Fever Pitch, 1996). Barcelona: Ediciones B, 1996; 301 pp.; col. Tiempos modernos; trad. de Miguel Martínez-Lage; ISBN: 84-406-6321-8. Nueva edición en 2008; 352 pp.; col. Panorama de narrativas; ISBN:... Leer más
«En los EE.UU., en los últimos cuarenta años, ninguno de los programas dirigidos a resolver un problema social mediante la acción del gobierno ha producido resultados significativos. Pero los organismos no lucrativos independientes (y en especial los que están en manos católicas, dice también Peter F. Drucker) han conseguido resultados impresionantes». Peter F. Drucker. En «A la ciudadanía por el sector social», La sociedad... Leer más
Una novela norteamericana más de conflictos juveniles, de las que siguen el camino abierto por Huck Finn y por Holden Caulfield, es Vida de este chico, de Tobías... Leer más
«Dickens (como Shakespeare), percibió y expresó «que hay idiotas sin remedio que con mucha frecuencia tienen un verdadero don y entusiasmo por las letras. El señor Micawber (personaje de David Copperfield) amaba la elocuencia y la poesía con toda su alma inmortal: las palabras y las imágenes visionarias le mantenían con vida, a falta de comida y de dinero, como podrían haber mantenido a un santo ayunando en el desierto. Dick Swiveller (de Almacén de antigüedades) no citaba de manera inimitable a Moore y a Byron sólo por el gusto de hacer frívolas digresiones, sino porque amaba una gran escuela poética. El sincero amor por los libros no tiene más que ver con la inteligencia o la estupidez que cualquier otro amor sincero. Es una cualidad del carácter, una frescura, una... Leer más
Me han interesado muchas cosas del libro Little Nemo 1905-2005 – Un siglo de sueños, sobre Winsor Mckay y su personaje. Pero es una pena que la maquetación no sea mejor, y más aún teniendo en cuenta qué clase de libro es, y que no incluya más historietas completas del personaje, pues de eso se trata. Además, le sobran algunos sesudos comentarios intelectuosos, como el que habla de «la cama como lugar privilegiado de la actividad onírica»... En fin, lo que al final importa son las tiras del Pequeño Nemo, un prodigio de imaginación y de calidad gráfica. Little Nemo 1905-2005. Un siglo de sueños (2005). Volumen colectivo coordinado por Bênoit Peeters. Madrid: Sinsentido, 2005; 104 pp.; trad. de Lorenzo F. Díaz y Julio Reija; ISBN:... Leer más
Existe una clase de literatura o, mejor, una clase de libros que podríamos llamar nutritivos. Y, como con los alimentos, no sólo nos nutre lo que nos gusta, sino que, más aún, lo que nos gusta mucho puede no ser lo que más nos alimenta e incluso puede ser lo que más daño nos hace. Esto también se aplica en el caso de los libros para niños: no es necesario que todos sean geniales, pero sí es importante que todos sean... Leer más