He leído La batalla por Skandia y El hechicero del norte, de John Flanagan. Son dos libros amenos que continúan la historia iniciada con Las ruinas de Gorlan, El puente en llamas y La tierra del hielo, y que tienen iguales rasgos, defectos y cualidades que los que ya comenté.
La batalla por Skandia termina el argumento iniciado en las tres primeras novelas. Primero, en capítulos alternos, por un lado sigue la recuperación de Will, cuidado por Evanlyn, que se interrumpe cuando a Evanlyn la capturan y Will ha de salir en su busca; y por otro cuenta la entrada de Halt y Horace en Skandia. Pasados ocho capítulos se encuentran y, juntos, entran en contacto con los escandianos, que les proponen que sean ellos quienes lideren la estrategia para rechazar la inminente invasión del ejército temujai, de los pueblos de las estepas.
El hechicero del norte, aunque sea un libro más de la serie Aprendiz de Guardián, comienza cuando Will ya no es un aprendiz sino un Guardián, y es enviado a un territorio del norte. Allí resuelve con gran habilidad una invasión de escandianos que van por libre. Luego lo mandan a otro territorio pero no con la autoridad que le otorgaría presentarse como Guardián sino disfrazado de juglar para investigar unos extraños rumores de hechicería. El libro no termina: las aventuras de Will y su joven compañera Alyss —que termina prisionera en una torre como una nueva Rapunzel— continuarán, no sé por cuántos libros más. Antes, Will protagonizará un episodio muy semejante a uno que resolvió igual de bien el Príncipe valiente, una serie con la que la historia tiene claros parecidos.
El narrador va dando todas las explicaciones necesarias para recordar las cosas que ocurrieron en libros anteriores o para dejar claro que la misión que tienen los guardianes es la de ser representantes del poder central del rey frente a los intereses particulares de los barones o señores de cada territorio. También se van explicando con calma, según van sucediendo las cosas, las habilidades particulares de los guardianes: su facilidad para el camuflaje y para moverse sin ser vistos, su destreza en el tiro con arco y en el manejo de las armas, su gran trato con los animales, sus dotes para la observación y para la negociación.
John Flanagan. La batalla por Skandia (The Oakleaf Bearers, 2008). Madrid: Hidra, 2019; 365 pp.; trad. de Guiomar Manso de Zúñiga; ISBN: 978-84-17390-64-8. [Vista del libro en amazon.es]
John Flanagan. El hechicero del norte (The Sorcerer in the North, 2008). Madrid: Hidra, 2019; 351 pp.; trad. de Guiomar Manso de Zúñiga; ISBN: 978-84-17390-65-5. [Vista del libro en amazon.es]