El primo Henry es una novela relativamente corta de Anthony Trollope, de su última época, que no debería pasar inadvertida: es una historia tensa, bien contada, sin derivaciones innecesarias y centrada en los mundos interiores de los tres personajes principales.
Estos son el tío Indifer, soltero, sin hijos y ya muy anciano, propietario de Llanfeare, una casa solariega en el condado del sur de Gales; su sobrina predilecta Isabel Brodrick, que vive con él, y a la que desearía dejarle su casa y sus tierras en herencia; y su otro sobrino, el primo Henry, el heredero natural de todo pues, para el viejo terrateniente, «era como un precepto religioso que una hacienda de Gran Bretaña debía pasar del padre al primogénito, y, a falta de un hijo, al primer heredero varón de la familia». El primo Henry resulta odioso para Isabel, que de ningún modo desea casarse con él como en algún momento le sugirió tu tío, y resulta molesto y antipático para todo el que le conoce, pues es un tipo cobarde y poco dotado para el trato social. Presentados los personajes, el conflicto estalla cuando, a la lectura del testamento del tío Indifer, que deja como propietario de su casa y sus tierras al primo Henry, dos personas afirman que hizo otro testamento justo antes de fallecer, con ellos como testigos. Pero ese testamento no aparece.
Algunos lectores pueden tener problemas con esta novela: el hecho de que los tres protagonistas sean dubitativos puede cansar a los apresurados; el que los tres reaccionen de forma tan diferente a cómo lo harían hoy personas en situaciones parecidas puede causar extrañeza; que ninguno sea un héroe victoriano íntegro también puede chocar con las expectativas de otros. Pero todo esto da valor al trabajo de penetración psicológica que intenta el narrador, que nos hace ver lo que piensan los personajes unos de otros, lo equivocados que a veces están en sus juicios, las decisiones que toman para luego advertir que otras habrían sido mejores, o cómo se plantean cambiar de rumbo pero algún incidente ocurre y frena sus propósitos… Además, tiene la intención de ser justo con sus héroes y de ayudar al lector a que también lo sea —«esperamos que el lector sienta cierta compasión por el primo Henry» dirá en un momento—, igual que pretende aclarar que hay ocasiones en las que aferrarse a la norma puede traicionar su espíritu.
Anthony Trollope. El primo Henry (Cousin Henry, 1879). Madrid: Belvedere, 2017; 240 pp.; traducción de Miguel Ángel Pérez Pérez; ISBN: 978-84-937947-8-1. [Vista del libro en amazon.es]