He leído rápido dos libros periodístico-históricos interesantes y bien escritos de David Grann: Z, la ciudad perdida y Los asesinos de la luna. Los dos tienen una estructura semejante: el foco se pone sobre todo en un personaje del que se acaba contando toda su vida; se habla también de aquellos que se relacionaron con él, en algunos casos con extensión; y ambos tienen páginas dedicadas a la investigación del autor, en el primer libro entreveradas con la historia y en el segundo en una sección final, que siempre añaden algo más a lo que ya se sabía de su tema de investigación.
En Z, la ciudad perdida, el protagonista principal es Percy Harrison Fawcett, el gran explorador del Amazonas. Se comentan sus relaciones con novelistas como Rider Haggard y Conan Doyle. Se habla de las investigaciones arqueológicas impulsadas por la Royal Geographical Society de Londres y de su trabajo con vistas a cartografiar el mundo por completo. Se presenta la biografía de Fawcett, cómo llegó a ganarse la fama de ser un explorador de leyenda y de ser un personaje que provocaba adhesiones inquebrantables pero también odios furibundos. Y, finalmente, la expedición de 1925 al Amazonas en la que desapareció, junto con su hijo, y en la que pretendía descubrir una civilización perdida: el mítico El Dorado, la ciudad de Z.
En Los asesinos de la luna, subtitulada «Petróleo, dinero, homicidio y la creación del FBI», el héroe acaba siendo Tom White, un agente veterano del recién creado FBI a quien su joven jefe Edgar Hoover encarga descubrir el origen de muchas muertes, unas violentas y otras aparentemente no, en el condado de Oklahoma donde vive la comunidad india de los osage. A los indios osage, desplazados de Kansas a Oklahoma en 1870, se les adjudicaron tierras que, muy pronto, se descubrió que ocultaban grandes depósitos de petróleo. Para mantener bajo control de la tribu ese patrimonio, las acciones que les daban la propiedad de la tierra sólo se podían transmitir por herencia. El relato empieza con las muertes de familiares de Mollie Burkhart, una mujer osage; explica la historia previa; y se centra después en la biografía y el trabajo que hizo Tom White. Un último apartado señala que, con todo, la investigación y descubrimientos de White fueron incompletos y los culpables de lo sucedido eran más, y algunos más encumbrados.
David Grann. Z, la ciudad perdida (The Lost City of Z, 2007). Barcelona: Penguin Random House, 2017; 410 pp.; trad. de Nuria Salinas; ISBN: 978-84-397-3288-4. [Vista del libro en amazon.es]
David Grann. Los asesinos de la luna. Petróleo, dinero, homicidio y la creación del FBI (Killers of the Flower Moon: The Osage Murders and the Birth of the FBI, 2017). Barcelona: Penguin Random House, 2019; 350 pp.; trad. de Luis Murillo Fort; ISBN: 978-8439734321. [Vista del libro en amazon.es]