He puesto datos de nuevas ediciones de Huracán en Jamaica, Mi vecino de abajo, Cinco semanas en globo.
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Nuevas ediciones (87)
Rectificaciones (nuevas ediciones, 2016-2017) ● Rectificaciones (nuevas ediciones) | 1 octubre, 2017
La Fantasía como género según Tolkien (8): Evasión
Autores de referencia: Tolkien ● Autores de referencia: Tolkien | 30 septiembre, 2017
El segundo gran valor de los relatos de fantasía es el de la Evasión, una palabra que, a los ojos de algunos, está desprestigiada. Es un caso en el que, dice Tolkien, «nos enfrentamos a un uso erróneo de las palabras y al mismo tiempo a una confusión de ideas. ¿Por qué ha de despreciarse a la persona que, estando en prisión, intenta fugarse y regresar a casa? Y en caso de no lograrlo, ¿por qué ha de despreciársela si piensa y habla de otros temas que no sean carceleros y rejas? El mundo exterior no deja de ser real porque el prisionero no pueda verlo. Los críticos han elegido una palabra inapropiada cuando utilizan el término Evasión en la forma en que lo hacen; y lo que es peor, están confundiendo, y no siempre con buena voluntad, la Evasión del prisionero con la huida del desertor».
Estos críticos «aplican la etiqueta de su desprecio no sólo a la auténtica Evasión, sino a la Deserción y a sus frecuentes camaradas: el Hastío, la Angustia, la Reprobación y la Rebelión. No sólo confunden la fuga del prisionero con la huida del desertor; da la impresión de que prefieren la aquiescencia del colaboracionista a la resistencia del patriota». Estas frases de Tolkien, a las que se aplican los comentarios ya citados de John Garth, continúan así: «Hay cosas más tenebrosas y terribles de las que escapar que el ruido, la pestilencia, la insensibilidad y la extravagancia de los motores de combustión interna. Están el hambre, la sed, la pobreza, el sufrimiento, la tristeza, la injusticia y la muerte. E incluso, aunque las personas no tengan que enfrentarse a estas penalidades, quedan todavía antiguas limitaciones para las que los cuentos de hadas ofrecen una cierta salida, y viejas ambiciones y anhelos (en contacto con las raíces mismas de la fantasía) a los que ofrecen cierta satisfacción y consuelo».
Así, por ejemplo, existen deseos íntimos, «como el de comunicarse con otros seres. En este deseo, tan antiguo como el pecado original, se basa en gran medida el hecho de que las bestias y los animales hablen en los cuentos de hadas y, sobre todo, el hecho de que comprendamos mágicamente su propio lenguaje. Esta es la razón última, no la “confusión” mental que se atribuye a las gentes de un pasado ya perdido, esa pretendida “carencia del sentido de diferenciación entre nosotros y los animales”. Desde muy antiguo se tiene conciencia de esta diferencia; pero también se tiene la convicción de que fue traumática: sobre nosotros recae la culpa y un extraño destino. Las criaturas son como reinos con los que el hombre ha roto sus relaciones y sólo los contempla ahora desde el exterior, a distancia, y se encuentra en guerra con ellos o mantiene un difícil e inestable armisticio. Hay algunos que tienen la fortuna de realizar un corto viaje al extranjero; otros han de conformarse con los relatos de los que viajaron».
J. R. R. Tolkien. Árbol y Hoja (Tree and Leaf: incluye el cuento Hoja de Niggle y el poema “Mythopoeia”, 1988); Barcelona: Planeta-Agostini, 2002; 152 pp.; prólogo de Christopher Tolkien; trad. de Julio César Santoyo, José M. Santamaría y Luis Domènech; ISBN: 84-395-9786-X.
Bienhumorado y sensato
Sociedad (convivencia) ● Sociedad | 29 septiembre, 2017
Como ayer, varios párrafos tomados de lecturas de Josep Pla de estos meses pasados, esta vez relativos a su modo irónicamente bienhumorado y sensato de afrontar la vida:
—«En los pueblos vale más no tener ninguna idea que cambiar de opinión. Esto último no lo perdonan ni los amigos». (El cuaderno gris)
—«Yo comprendo todas las utopías sociales, todas las ideas, las que sean. El anarquismo, sin embargo, me ha producido siempre una sensación de molestia física, de barullo desagradable –de llegar a la cama y encontrar y que aún no está hecha». (El cuaderno gris)
—«A mí me gusta coincidir con todo el mundo siempre que la coincidencia pueda producirse sobre calidades probadas y ciertas. Se me hace difícil, en cambio, sumarme a la opinión de los demás si de lo que se trata esencialmente es de contribuir a densificar el entontecimiento general». (Viaje en autobús)
—«Cuando uno piensa en esto que se ha llamado la vida moderna, se da cuenta de que lo que quizá la caracteriza de una manera más acentuada, son estos dos hechos: la baja calidad de sus obras y el despilfarro del tiempo». (Viaje en autobús)
—«Socialmente, señora, lo natural es malo. Es mucho más natural no lavarse la cara que lavársela». (Viaje en autobús)
Josep Pla. El cuaderno gris (El quadern gris, escrito en 1918-1919 y publicado en 1966). Madrid: Unidad editorial, 1999; 575 pp.; col. Millenium; trad. de Dionisio Ridruejo y Gloria de Ros; prólogo de Carmen Rigalt; ISBN: 84-8130-157-4. Otra edición en Barcelona: Destino, 2016; edición para Kindle ASIN: B01FN32XDA. [Vista del libro en amazon.es]
Josep Pla. Viaje en autobús (1942). Madrid: Austral, 2015; 272 pp.; col. Booklet Austral Básicos; ISBN: 978-8423349036.[Vista del libro en amazon.es]
Del esfuerzo literario
Literatura ● Literatura | 28 septiembre, 2017
De unos meses acá he leído varios libros de Josep Pla. Pongo a continuación unas notas que tomé de su diario El cuaderno gris acerca de cómo entendía Pla la literatura: —«La magnitud del esfuerzo literario no es, a veces, correspondiente a la autenticidad humana del fondo. Es la montaña pariendo un ratón». —«El drama literario es siempre el mismo: es mucho más difícil describir que opinar. Infinitamente más. En vista de lo cual todo el mundo opina». —«El planteamiento del problema literario (…) debe consistir en limitar, concretar, precisar (…). Extraer del espesor de la vida informe la línea graciosa o dramática de una melodía, el perfil viviente de una vida humana, una forma. En definitiva, es una lucha contra la desmesura —contra el... Leer más