Voy a ir poniendo, en viernes sucesivos, algunos relatos duros «sobre niños», o relatos sobre niños en situaciones duras. Comienzo con El niño del ingenio de azúcar, del brasileño José Lins do Rego, una novela con acentos autobiográficos sobre un protagonista que, dice de sí mismo, abandona la infancia con el alma ya... Leer más
Una autora danesa: Cecil Bødker. Un libro suyo que me gustó, tiempo atrás, fue Leopardo: un relato ambientado en Etiopía que ahora no lo encuentro disponible en librerías. Uno de sus libros más famosos, que publicó Noguer y leí hace años pero que no me atrajo mucho entonces, es Silas (1967), sobre un niño que vagabundea, encuentra personajes curiosos, y tiene una flauta con la que consigue cualquier clase de sonido. A lo mejor después de Ilustratour 2012 vuelvo a echarle un... Leer más
Novelas o colecciones de relatos que más me han gustado de los últimos meses: Un marido bueno, un buen marido. Alexander McCall Smith. La confesión. John Grisham. Un simple vestido de fiesta. Christian Bobin. Katrina. Sally Salminen. El Sunset Limited. Cormac McCarthy. La librería ambulante. Christopher Morley. Una puerta que nunca encontré. Thomas Wolfe. De poesía: Poemas de guerra. Wilfred Owen. Libros de no-ficción: ¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes? Nicholas Carr. Roy Campbell. “España salvó mi alma”. Joseph Pearce. Piero della Francesca. Bernard-Henri Lévy. Manual de redacción. Luis Ramoneda. La aventura sin fin. T. S. Eliot. Plan B. 25 actividades gratuitas para... Leer más
Libros infantiles que más me han gustado en los últimos meses: La historia de Nycteris y Photogen. George MacDonald. La casa del Ángel de la Guarda. Kathy Clark. El lobo rojo. Friedrich Karl Waechter. Una vaca, dos niños, trescientos ruiseñores. Ignacio Sanz. Libros juveniles: Reyes de la basura. Andy Mulligan. Un destino por descubrir. Clare Vanderpool. Luka y el fuego de la vida. Salman Rushdie. El santuario del pájaro elefante. Heinz Delam. Ciudad de huérfanos. Avi. El secuestro. John... Leer más
Los mejores álbumes para prelectores leídos en los últimos meses: Un libro. Hervé Tullet. ¿Negro? ¡Blanco! ¿Día? ¡Noche!: el libro de los opuestos. Laura Vaccaro Seeger. La campeona mundial de mantenerse despierta. Jimmy Liao y Sean Taylor. Conducir es fácil. Fernando Pérez Hernando. Para primeros lectores: La Ardilla Miedosa por la noche. Mélanie Watt. Art y Max. David Wiesner. Henri viaja a París. Saul Bass y Leonore Klein. El oso y la solidaridad. Paz Rodero y José Morán. El tigre y la tolerancia. Jesús Gabán y José Morán. El dragón Zog. Axel Scheffler y Julia Donaldson. Para lectores más mayores: Luna llena. Antoine Guilloppé. Reflejo. Jeannie Baker. Soy feliz. Jimmy Liao.... Leer más
Chesterton hacía notar que alguna gente que piensa y escribe acerca de la educación no suele pensar y escribir sobre los niños reales. Decía que un niño es más débil que un hombre si se trata de pelear o de conocer el mundo, pero que de ningún modo es más débil en su voluntad o en su deseo. Por eso, a quienes sostienen que no hay que señalarles lo malo sino hacerles atractivo lo bueno les hacía notar que eso, dicho así, no tiene mucho sentido: los niños tienen más vida que nosotros, lo que no tienen es ley. Lo que tenemos que decirles a los niños es que si rompen la flor no crecerá de nuevo. No necesitamos tanto enseñarles a admirar la flor como enseñarles el mal de romperla. No necesitamos insistirles en que admiren el valor, pues ya lo admiran. Necesitamos enseñarles... Leer más
Un relato corto emocionante acerca del dolor de una niña: Celeste & Lálinha, de José Cardoso Pires. Para mí es un misterio que una novelita tan buena no se pueda encontrar ahora en las... Leer más
Todavía no había puesto aquí libros de Hazel Townson, como Pánico con lunares y El fantasma de la escuela, relatos infantiles de trastadas, de los que hacen reír con... Leer más
Si alguien, en vez de animales humanizados prefiere personajes humanos en los libros para prelectores puede optar por Teo, de Violeta Denou, no tan antiguo como Miffy, pero sí de más edad que Maisy o el señor... Leer más
Cuentas La historia de mi estupidez llenaría muchos volúmenes. Unos estarían dedicados a la acción en contra de la conciencia, como el vuelo de una falena que, aunque lo supiera, igualmente tendría que alcanzar la llama de la vela. Otros se ocuparían de las maneras de ahogar la ansiedad, el murmullo que advierte pero que no es escuchado. Trataría de manera independiente la satisfacción y el orgullo, cuando era aquel que creía, así que avanzaba a paso victorioso sin sospechar nada. Y todo tendría como tema el deseo. Si fuese el mío propio. Pero no. Por desgracia, me alentaba porque yo quería ser como los otros. Sentía miedo ante lo que era salvaje y arrogante en mí. Ya no escribiré la historia de mi estupidez porque es tarde y se hace difícil... Leer más
Decía Chesterton que toda educación es religiosa y lo es especialmente si es una educación que pretende ser no religiosa. La razón está en que o se enseña una doctrina definida acerca del universo, lo cual es teología, o se da una por supuesta, lo cual es misticismo. Hay una atmósfera religiosa en todas las escuelas, y en todas las calles, y en todas partes: ni el alma ni el cuerpo pueden respirar en el vacío. Esto resulta claro si pensamos en que lo más básico en la educación es enseñarle al niño las verdades que creemos que son igualmente verdaderas cualquiera que sea su modo de ser. Es decir, enseñarle un código moral, que creemos que es aplicable a todos los niños, y enseñárselo a este niño concreto precisamente porque es aplicable a todos. Si ser un torturador o... Leer más
Una vez mencionadas algunas novelas juveniles distópicas, puede venir bien echar una mirada hacia atrás. El rasgo argumental más característico de Los juegos del hambre es el de ser un concurso televisivo, seguido con pasión por la gente, donde los protagonistas jóvenes compiten hasta la muerte. No pocos comentaristas han hecho notar que ya Stephen King basó dos novelas suyas antiguas —de las que publicó con el seudónimo de Richard Bachman— en lo mismo: La Larga Marcha y El fugitivo. Ambas tienen lugar en un mundo futuro dictatorial donde la televisión es un instrumento de control. En la primera no se indica el año y la segunda tiene lugar en 2025. Como suele suceder con las novelas de ciencia-ficción del pasado, se comprueba pronto que los avances técnicos que se... Leer más
El corredor del laberinto y Las pruebas, de James Dashner, son las dos primeras novelas de una trilogía de ciencia-ficción. En la primera un chico de dieciséis años llamado Thomas aparece, sin recordar nada de su pasado, en el Claro, un lugar rodeado por muros donde viven unas decenas de chicos que, como él, llegaron tiempo atrás, uno al mes, en sus mismas condiciones. Tom ve que cada uno tiene allí un trabajo adaptado a sus condiciones y que, algunos, los corredores, entran cada día en el Laberinto, un lugar fuera del Claro que cambia continuamente, para intentar hacer un mapa que les permita saber cómo escapar. Es un lugar peligroso pues allí han de hacer frente a los Laceradores, una especie de robots de lo más dañinos. Pero, poco después de la llegada de Tom, llega una... Leer más
Hay libros infantiles que algunos llaman «perturbadores»: los que, como tratan temas un tanto vidriosos, dependen mucho de los receptores; los que, aunque tengan calidad y sean interesantes, pueden causar problemas a lectores menos maduros. Un ejemplo de hace tiempo que a mí me parece valioso es Un toque especial, de Anne Fine, sobre una niña... Leer más
En el país de la memoria blanca es una novela gráfica con texto de Carl Norac y unas extraordinarias ilustraciones del canadiense Stéphane Poulin, magníficamente armadas para construir la narración. Sin embargo, el argumento es un poco confuso y las palabras que acompañan las imágenes suenan grandilocuentes. La trama es que, en un mundo habitado y dominado por perros —que visten y se comportan como seres humanos—, los gatos actúan como terroristas y son perseguidos. Un personaje, llamado Rousseau, superviviente de un atentado, se despierta con la cara cubierta de vendas en un hospital y, con ese aspecto, vuelve a una inquietante vida cotidiana pero sin acordarse de nada, la «memoria blanca». Después de Maus no es un problema construir una narración seria y «realista»... Leer más
Uno de los personajes más populares entre prelectores es el cocodrilito señor Coc, de Jo Lodge. Sus libros están bien compuestos, son simpáticos, tienen solapas y desplegables, y tratan todos los temas que uno pueda imaginar. A la derecha, portada de uno de los álbumes que ha salido este año en... Leer más
Tarea En el temor y en el temblor pienso que cumpliría mi vida Sólo si me decidiera a hacer una confesión pública, Revelando el engaño, el mío y el de mi época: Nos estaba permitido hablar con el grito de enanos y demonios, Pero las palabras puras y respetables estaban prohibidas Bajo un castigo tan severo que si alguien se atrevía a pronunciarlas Ya podía considerarse perdido. Czesław Miłosz. En «Desde donde el sol sale hasta donde se pone» (1974), Tierra inalcanzable. Antología poética (2011). Barcelona: Galaxia Gutenberg – Círculo de lectores, 2011; 438 pp.; trad., selección y prólogo de Xavier Farré; ISBN: 978-84-8109-935-5 y... Leer más
Como en otras recopilaciones, entre los artículos que Chesterton publicó en The Illustrated London News entre 1923 y 1928, los hay sobre muchas cuestiones. Dedicó algunos al bolchevismo, cuyo ascenso preocupaba entonces a muchos. En uno insistía en que, a la hora de criticarlo, el argumento real era que no respetaba los derechos de los hombres, que hundía todas las ideas de justicia individual en un mar de materialismo y fatalismo impersonales: en definitiva, que trataba a los hombres como medios para fines y, por tanto, era una pura esclavitud (24 de febrero de 1923). Otro tema del momento era el de la Prohibición o Ley Seca. En uno de los textos la pone como ejemplo de cómo una moda moral puede ser impuesta por una minoría; además señala que los hombres tienen perfecto... Leer más
Otro libro norteamericano de fantasía sobre un mundo paralelo al nuestro que, tal vez porque me pareció más original y más sencillo, me dejó bastante mejor sabor que La puerta oculta, fue Fablehaven, de Brandon Mull. Es el primero de una serie y el único que he leído, pues son largos y, aunque me haya gustado, mi entusiasmo por lo que pueda venir es descriptible. En él se habla de dos hermanos, niño pequeño y niña mayor, que, debido a que sus padres se han de ir de viaje, quedan al cargo de su abuelo, que vive en Fablehaven, una casa grande con un jardín y un bosque propios, y con unos sirvientes de lo más misterioso. Una vez allí, el abuelo se comporta de manera distante hasta que Kendra y Seth averiguan que viven en «un refugio para criaturas místicas», o mágicas,... Leer más
Junto a las series de ciencia-ficción distópicas que mencioné, a las que volveré con otros ejemplos, otras series que plantean lo mismo de otro modo son las que hablan de que, a nuestro alrededor y en nuestro mundo, hay mundos mágicos paralelos. Un autor con famosas obras del primer tipo como El juego de Ender y sus secuelas, Orson Scott Card, acaba de comenzar una serie del segundo tipo con La puerta oculta. A mí me ha cansado un poco, por las razones que diré, pero es probable que, sin tantas lecturas del género fantástico detrás y si no esperase más del autor, mi reacción sería distinta, pues lo cierto es que sólo un escritor experto es capaz de fabricar un entretejido tan laborioso de muchos elementos ya conocidos y mantener la tensión narrativa. Tampoco me ha... Leer más
A veces viene bien poner en contraste relatos escritos para entretener y para ensalzar al héroe, como El secuestro, con relatos escritos para dejar constancia de los sufrimientos de una situación real y cercana, como Paso a paso, de la colombiana Irene... Leer más
En Ilustratour 2012, el mes de julio, entrevistaré a Nina Christensen, una especialista danesa en literatura infantil. Así que, aprovechando la ocasión, pongo aquí a Ole Lund Kirkegaard, un autor del que, tiempo atrás, seleccioné dos libros: La aventura volante de Hodia y Tarzán de... Leer más
Una novela gráfica, casi sin palabras, excelente: La ventana, del taiwanés Sean Chuang. Es un relato a la vez duro y esperanzador, un alegato contra los conflictos bélicos pero sin darse aires de alegato, contado con ritmo tranquilo y de forma muy... Leer más
A Jiménez Lozano le parece «muy claro que el lenguaje de diseño de hoy está absolutamente reducido a instrumento y comunicación, y para él las imágenes y los símbolos no existen, y hay que repetir que no son comprendidos, si se los oye o se los lee. El lenguaje se torna cada día más abstracto y, por lo tanto, más fácil de manipular y de hacerle decir incluso lo contrario de lo que dice. Y, para comprobarlo, sólo es preciso pensar en el lenguaje políticamente correcto, del que ya decía Tucídides que se utilizaba para nombrar los crímenes de otro modo. Un lenguaje simbólico y lleno de imágenes no permite estos jueguecitos verbales o encubrimientos de realidades a veces terribles». Ese lenguaje simbólico y con imágenes es el propio de un buen relato, que «debe ser... Leer más
En un artículo sobre Ibsen decía Chesterton que la religión es una rara y definida convicción acerca de lo que nuestro mundo es realmente, mientras que la superstición es sólo la aceptación sensata de lo que obviamente es. Los campesinos cuerdos y los cazadores sanos son supersticiosos porque son sanos y están cuerdos: la superstición nace de un razonable temor a lo desconocido y, por tanto, puede ser vista como el lado creativo del agnosticismo. Mientras el hombre supersticioso ve con claridad que el universo es algo que ha de ser temido, el hombre religioso mantiene, paradójicamente, que el universo es algo en lo que podemos confiar. El temor es, ciertamente, la cosa más obvia y, por eso, el temor de Dios es el comienzo de la sabiduría…, pero no el final. En otros... Leer más
Con los claros acentos autobiográficos de todas las narraciones de Thomas Wolfe, en Una puerta que nunca encontré se presentan cuatro textos titulados, cada uno, con una fecha: octubre de 1931, de 1923, de 1926, y abril de 1928. En el primero, el narrador está con un anfitrión rico, acerca del que ironiza y a quien le cuenta su vida en el barrio armenio de Brooklyn. En el segundo se centra, sobre todo, en su regreso a su ciudad natal cuando su padre ha muerto hace ya un tiempo. En el tercero habla del tiempo que vivió en Inglaterra y es el único de los relatos con acentos algo distintos y con momentos divertidos. El cuarto se corresponde con la época en la que vivió en una calle donde había un gran almacén al que llegaba y de donde partía cada día una flota de camiones. Son... Leer más
John Grisham terminaba el primer libro de Theodore Boone con el caso resuelto pero con el juicio en los tribunales a la espera. El secuestro no continúa con aquel caso sino que viene a ser un paréntesis. April Finnemore, la amiga de Theo, desaparece por la noche sin dejar rastro y después de una última conversación telefónica con él de la que no se deducía que pudiera suceder nada semejante. Donde la policía no acierta sí lo hará Theo, ayudado por su tío Ike y un compañero de clase. Para quien no hubiera leído el primer libro la narración contiene todas las aclaraciones necesarias sobre Theo, su familia y los ambientes en los que se mueve. Aunque no tenga una especial tensión, el relato es entretenido y quien esté atrapado por el estilo propio del autor y por su... Leer más
Julius Blom, del finlandés Bo Carpelan, es un libro con un protagonista característico de muchos relatos infantiles nórdicos: sereno, reflexivo, educado... Es como un estereotipo que supongo que será real e ideal al mismo... Leer más