Cuando leí, hace años, Una arruga en el tiempo, de Madeleine L’Engle, decidí no incluirlo en Bienvenidos a la fiesta (libro) por la primera de las razones que indico en el comentario que hago. Ahora he decidido ponerla aquí porque, al margen de lo que yo piense, el libro tiene grandes cualidades y es una referencia para muchos: incluso he comprobado que varios lectores norteamericanos con los que hablé del libro no entendían mis objeciones, en especial la primera. Pero el motivo inmediato es que un buen libro del que hablaré mañana no se comprende sin esta historia.
6 febrero, 2013