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En el principio era el sentido
Educación (sentido) ● ● Otros libros de no-ficción | Educación (sentido) | EnsayosCitas tomadas de una entrevista a Viktor Frankl. «Niego de forma categórica que el hombre busque original y principalmente la felicidad. Lo que el hombre quiere es tener un motivo para ser feliz. Una vez tiene el motivo, la felicidad llega por sí sola. Pero si en lugar de aspirar a un motivo para ser feliz, persigue la propia felicidad, fracasará en el intento y se le escapará». «Hace décadas, la gente se ruborizaba de pudor cuando se le preguntaba sobre su vida sexual. Hoy, tal como he podido comprobar repetidas veces, los pacientes se ruborizan de pudor cuando se les pregunta sobre su vida religiosa privada; sucede hasta en las aulas. Y esto tiene su sentido, porque el pudor no es ninguna manifestación moralista pasajera, por así decirlo. Como mostraron Max Scheler y Erwin Straus, el pudor se encarga de preservar lo más íntimo del ataque de lo público;…
29 enero, 2021El vendedor de felicidad
Álbumes (emociones adultas varias) ● 09 años: lectores niños | Álbumes (emociones adultas varias) | Álbumes ilustradosEl vendedor de felicidad, de Marco Somà y Davide Cali —los mismos autores del excelente La reina de las ranas no puede mojarse los pies—, es un buen álbum al que, como a muchos álbumes actuales, se le puede hacer un reproche que luego diré. La contracubierta presenta la historia como «una fábula contemporánea sobre la felicidad». Su protagonista es el señor Pichón, un vendedor ambulante que ofrece, de casa en casa, frascos de felicidad de tamaño pequeño, grande, o familiar. Lo que llama la atención del álbum son los personajes, todos ellos figuras de pájaros humanizados —la señora Codorniz, la señora Cucurucha, la señora Carbonero, la señora Abubilla, el señor Chorlito, el señor Estornino, el señor Faisán, la señora Petirrojo…—, y los ambientes —lugar boscoso, exuberantes casas en los árboles…—. Esa riqueza visual del álbum es notable. El reproche que dije es que el contenido de la historia no…
14 octubre, 2020La historia de Rasselas, príncipe de Abisinia
Fantasía (libros hasta principios del siglo XX) ● ● Otros libros de ficción | Felicidad | Novelas de fantasía y aventuras fantásticasUn libro antiguo que por fin he leído: La historia de Rasselas, príncipe de Abisinia, de Samuel Johnson. Es un apólogo sobre la felicidad escrito por el autor cuando existía la moda de los relatos de viajes a países exóticos. En él se habla de que Rasselas, príncipe de Abisinia, y su hermana Nekaya, deciden abandonar el Valle de la Dicha en el que viven y emprender un viaje para intentar averiguar si los hombres pueden o no alcanzar la felicidad. Se suceden encuentros e incidentes, a veces con un tono algo humorístico, y en boca de unos u otros van formulándose afirmaciones aventuradas o prudentes para considerar con calma. El libro como tal puede hacerse arduo, pero eso puede hacer pensar en algo que Chesterton decía: que una de las superioridades del siglo XVIII sobre nuestro tiempo era su capacidad para seguir discursos y razonamientos largos. Sea como sea,…
11 febrero, 2017Hilo sin fin
Álbumes (convivencia: varios) ● 06 años: primeros lectores | Álbumes (convivencia: varios) | Álbumes ilustradosUno de los mejores álbumes del año pasado pero que yo he leído ahora: Hilo sin fin, de Jon Klassen y Mac Barnett. Trata de que la generosidad, y la felicidad que crece alrededor de quien es generoso, no sólo no se agota nunca sino que aumenta y se expande cuanto más se cultiva.
3 marzo, 2014Hilo sin fin
KLASSEN, Jon ● 06 años: primeros lectores | Álbumes ilustradosTexto de Mac BARNETT. Barcelona: Juventud, 2013; 37 pp.; trad. de Teresa Mlawer; ISBN: 978-84-261-4013-5. [Vista del libro en amazon.es]
3 marzo, 2014Para poder juzgar la vida
Identidad ● Felicidad | Identidad | MuerteRobert Spaemann: «Un proverbio griego afirma lo siguiente: “a nadie hay que alabar como feliz antes de su muerte”. Esta afirmación se hace desde el punto de vista del contemplador. Para poder juzgar la vida, es preciso tenerla presente toda entera. Pero de ese modo sólo la puede considerar el que sobrevive, es decir, el otro. El hedonismo representa el extremo opuesto. Para un hedonista consecuente, sólo existen momentos placenteros sin antes ni después. De esa forma no cabe realizar la vida de modo perfecto, pues sólo pueden ser felices o infelices unidades monádicas de experiencia». Robert Spaemann. Felicidad y benevolencia (Glück und Wohlwollen, 1989). Madrid: Rialp, 1991; 285 pp.; col. Cuestiones fundamentales; trad., notas y estudio introductorio de José Luis del Barco; ISBN: 84-321-2689-6.
1 marzo, 2009El viaje de Pedro el Afortunado y El pájaro azul
12 años: lectores adolescentes | Teatro | TeatroEl otro día mencioné El cartero del Rey, una obra teatral infantil de Tagore. No sé mucho de teatro infantil pero, en su momento, sí procuré leer las obras teatrales más importantes e influyentes dentro de la literatura infantil, como El viaje de Pedro el Afortunado, de August Strindberg, y El pájaro azul, de Maurice Maeterlinck. Ambas hablan de la felicidad que buscamos tantas veces de modo equivocado y, por tanto, aunque no sean ni mucho menos libros para dar directamente a niños, sí merecen ser conocidos por los adultos y encajan bien con un día de regalos como el de hoy.
6 enero, 2009Felicidad y realidad
Felicidad ● FelicidadSi el domingo pasado mencionaba una especie de cuento infantil dentro de una conferencia de Robert Spaemann, he aquí una especie de resumen de un relato de ciencia-ficción dentro de una entrevista: «Hoy se confunde a menudo la felicidad con un estado de ánimo. Pero la felicidad es más que estar happy o que encontrarse bien. De lo contrario, el hombre más feliz habría de ser aquel al que se le mantuviese narcotizado durante un par de decenios, dejándole en un estado de euforia artificial a base de suministrarle sustancias estimulantes mediante hilos conectados al cerebro. Pero ¿quién de nosotros querría cambiarse por él? Nadie. Preferimos la vida real. Pues la felicidad tiene que ver con la realidad y eso es exactamente lo que la ética pone de relieve». Robert Spaeman. Texto modificado de una entrevista del año 1999 contenida en Ética, política y cristianismo (2007). Madrid: Palabra, 2007; 299…
5 octubre, 2008Apuntar a la belleza
Felicidad ● Felicidad«La poesía es un vehículo de moral, verdad y belleza, pero el poeta no apunta a esas cosas, sino sólo a la fuerza verbal interna. El poeta en cuanto tal sólo intenta escribir un poema y, por regla general, no es el artista sino el ego del artista, el que se aleja de la obra que le es propia para lanzarse a la zaga de fuegos fatuos seductores». Y sigue Northrop Frye: «La belleza en el arte es como la felicidad en la moral: puede acompañar al acto, pero no puede ser el fin del acto, del mismo modo que uno no puede “buscar la felicidad”, sino sólo algo que pueda darla. Apuntar a la belleza produce, en el mejor de los casos, lo atractivo: la cualidad de belleza representada por la palabra “encantadora”, cualidad que depende de una elección cuidadosamente circunscrita tanto del tópico como de la técnica. Un…
5 julio, 2008Una dulce ilusión
Felicidad ● Autores de referencia: Charles Dickens | FelicidadNo había leído antes un comentario como este: «¿Cuál es la esencia de la obra de Dickens? ¿Por qué es tan grande este novelista que a primera vista es un simple narrador de melodramas? El secreto está en que en su obra ni los malos son tan malos. Más bien hacen de malos, así se lo marca el guión. Dickens es el Orígenes del mundo moderno. En su obra reconocemos fácilmente a un adepto de la apocatástasis origenista. El lector entiende que en Dickens todos se redimen al final porque todos se van a arrepentir previamente. Todo acabará bien. Lo malo y los malos sólo han sido apariencias pasajeras. La apocatástasis —el secreto de la obra de Dickens y de su inmenso y sorprendente éxito— no es ortodoxa. La Iglesia la condenó hace mucho. Por su culpa Orígenes no se ha sumado a las filas de los santos. Pero sigue…
27 junio, 2008Selma y Sencillamente tú
Álbumes (emociones adultas varias) ● 15 años: lectores jóvenes | Álbumes (emociones adultas varias) | Álbumes ilustradosDel mismo modo que podríamos comparar Emigrantes o Desencuentros con novelas de texto extensas, hay álbumes como El hilo de la vida que son equiparables con relatos cortos. A este tipo de álbumes, que pretenden mostrar emociones adultas, pertenecen dos que firma Jutta Bauer. Uno es Selma, una ovejita que intenta responder, a su modo, en qué consiste la felicidad. En este mini-relato, publicado hace tiempo por Zambón Iberoamericana y recuperado ahora, lo importante es la idea y la realización gráfica se pone a su servicio: imágenes a la derecha y texto en la página en blanco de la izquierda; imágenes recuadradas para la vida ordinaria y sin marco para cuando la ovejita sueña. Otro es Sencillamente tú, con texto de Heinz Janisch, donde se muestran de modo a la vez poético y gracioso los altibajos que puede pasar una relación entre un gato y una gata… Los dibujos, tan…
17 junio, 2008Un mundo rico y nuevo
Felicidad ● Felicidad«Las palabras, en el lenguaje cotidiano, se vuelven una rutina, se banalizan, se automatizan. ¿Qué hace el poeta? Singulariza la palabra para infundirle la fuerza de producir una sensación: renueva la percepción desgastada y revitaliza la facultad de la palabra para sacarla de su letargo. La fe actúa de la misma manera. Nos redescubre el mundo, los hombres y la vida y nos saca de la amargura, del tedio y del aburrimiento. Renueva y revigoriza, lo mismo que el arte del poeta o del pintor. Nuestra capacidad de descubrir lo bueno y lo bello se vuelve de repente poderosa. Ahora el amor vence las barreras de la indiferencia y del recelo, derriba los techos y los muros que nos encierran en un egoísmo eternamente herido e irritado. De repente las percepciones —tanto las morales, como las sensibles— se intensifican vertiginosamente. El mundo es otro para el creyente embargado por la…
9 marzo, 2008Cuáles son los verdaderos deseos
Felicidad ● FelicidadMichael Ende: «La mayoría de la gente sólo cree que sabe lo que desea. Uno piensa, por ejemplo, que le gustaría ser un médico famoso, o profesor de universidad, o ministro, pero su verdadero deseo, que él no conoce en absoluto, es ser un simple y buen jardinero. Otro piensa que le gustaría ser rico o poderoso, pero su verdadero deseo es ser payaso de circo. Mucha gente piensa, también, que desearía de verdad que a todos los seres humanos del mundo les fuera bien, que todos pudieran ser felices y vivir contentos, que todos fueran amables con los demás, que triunfara la verdad y reinara la paz… Muchos de ellos se asombrarían si conociesen sus verdaderos deseos. Sólo creen que desean todo eso porque les gustaría verse a sí mismos como personas virtuosas o buenas. Pero el que les guste no significa obligatoriamente que lo deseen de verdad. Sus…
14 agosto, 2007Los dos extremos de una cadena
Felicidad ● FelicidadEn su relato El estudiante, Chejóv cuenta el día en que Iván Velikopolski, seminarista e hijo del sacristán, vuelve a casa un día de frío, Viernes Santo. «A su alrededor todo estaba desierto y mostraba un aspecto especialmente sombrío». Piensa en la pobreza y el hambre y la ignorancia y la soledad y el sentimiento de opresión de los campesinos, existente desde siempre «y aunque pasaran otros mil años la vida no mejoraría». Pasa junto a unas mujeres que se calientan en una hoguera. Y, al arrimarse también él para calentarse, comenta cómo en una noche igual a esa el apóstol Pedro también se calentó las manos…, y recuerda su negación de Jesucristo. Observa entonces cómo las mujeres se conmueven. Luego se marcha y empieza a pensar que si se han conmovido no fue porque él lo hubiera contado muy bien, sino por la relación que aquel episodio tenía con…
6 abril, 2007La función de los libros
Felicidad ● Felicidad«Los libros o la música en que creíamos que se ocultaba la belleza nos traicionarán si confiamos en ellos. Pero realmente no está ni en aquellos ni en ésta, tan sólo se revela a través de ellos. En realidad, los libros y la música sólo aumentan el deseo de poseerla. (…) Si se confunden con la cosa misma, se transforman, no obstante, en ídolos mudos que rompen los corazones de quienes los adoran. No son, pues, la cosa misma, sino el perfume de una flor no hallada, el eco de una armonía jamás oída, la noticia de un país desconocido». C. S. Lewis. «El peso de la gloria» (1941), en El diablo propone un brindis (Screwtape proposes a toast and other pieces). Madrid: Rialp, 2002, 4ª impr.; 152 p.; col. literaria; prólogo de Walter Hooper; trad. de José Luis del Barco; ISBN: 84-321-2935-6.
3 diciembre, 2005Felicidades a los Franciscos
Felicidad ● FelicidadAuden decía que Oscar Wilde era un conversador innato y no un escritor innato, «un maestro de la palabra improvisada a tenor del estímulo del momento». Son conocidas muchas de sus frases ingeniosas, por ejemplo la de que «como mi querido San Francisco de Asís, estoy casado con la pobreza. Lo malo es que, en mi caso, no es un matrimonio que vaya bien. Detesto a la novia que se me ha entregado». Wilde, que siendo joven no se convirtió al catolicismo porque, dijo, «convertirme al catolicismo equivaldría a sacrificar mis dos máximos dioses, el dinero y la ambición», lo hizo sin embargo poco antes de morir, cuando esos dioses le habían probado de sobra hasta donde podía llegar con ellos. San Francisco se dio cuenta mucho antes. W. H. Auden. Prólogos y epílogos (Forewords and Afterwords). Barcelona: Península, 2003; 237 pp.; col. Ficciones; trad. de Miguel Martínez-Lage; ISBN: 84-8307-558-X….
4 octubre, 2005Descontento
Felicidad ● FelicidadSancho a Altisidora: «Los diablos jueguen o no jueguen, nunca pueden estar contentos, ganen o no ganen». Don Quijote de la Mancha. Capítulo LXX, 2ª parte.
25 enero, 2005