Robert Spaemann: «Un proverbio griego afirma lo siguiente: “a nadie hay que alabar como feliz antes de su muerte”. Esta afirmación se hace desde el punto de vista del contemplador. Para poder juzgar la vida, es preciso tenerla presente toda entera. Pero de ese modo sólo la puede considerar el que sobrevive, es decir, el otro. El hedonismo representa el extremo opuesto. Para un hedonista consecuente, sólo existen momentos placenteros sin antes ni después. De esa forma no cabe realizar la vida de modo perfecto, pues sólo pueden ser felices o infelices unidades monádicas de experiencia».
Robert Spaemann. Felicidad y benevolencia (Glück und Wohlwollen, 1989). Madrid: Rialp, 1991; 285 pp.; col. Cuestiones fundamentales; trad., notas y estudio introductorio de José Luis del Barco; ISBN: 84-321-2689-6.