Unas notas de Buscando un amo y otras aprensiones, una recopilación que se hizo de algunos artículos en prensa de José Jiménez Lozano:
—«La enseñanza antigua daba un gran importancia a la poesía porque aportaba el conocimiento necesario, a través del fulgor de la belleza, sobre la realidad del mundo y la frágil y perversa consistencia de la condición humana; porque, de otro modo, como decía Emerson, la mayoría de los hombres solo se percatará de ello un cuarto de hora antes de morirse. Pero los ojos de los bueyes, el vuelo de una garza, el lamento de una grulla, la choza y la cabaña en medio de la desolación misma de un paisaje, o del ánima de los hombres, siempre dicen la verdad. Y, sobre todo de las víctimas, y del amordazamiento que se hace a sus preguntas».
—«Estas continuas campañas a favor de la lectura o de celebraciones en honor de los libros ofrecen la sensación de que esta sociedad nuestra es una extraña tribu que ofrece un culto mistérico a los libros, a la vez que a enigmáticos “tótems” de hierro o de piedra que se sitúan en parques y plazas o avenidas de ciudades y pueblos».
—«Gilbert Murray, el gran helenista, especialista en Eurípides, decía, (…) algo muy humilde y sencillo, y es que, si de muchachos se han oído o leído escenas o palabras del “Nuevo Testamento”, y de Homero y los otros —las del pesebre de Belén, subrayan Nadejda Mandelstam y Sàndor Màrai—, ellas le acompañarán a uno siempre hasta la muerte, porque siempre estarán en los adentros y como confundidas con el torrente sanguíneo o las conexiones neuronales, aunque no se recuerden siquiera de manera exacta. Por la sencilla razón de que se ha tenido contacto con algo hermosísimo y perfectamente serio, y que a la vez conlleva una inmensa alegría; lo que nos debía hacer pensar, entre otras cosas, en la dramática necedad de las pedagogías y las campañas de lectura, que proclaman que lo importante es leer, sin que importe lo que se lea. Porque lo cierto es que siempre somos hijos de una palabra oída o leída, e importa absolutamente todo qué clase de palabra sea».
—«El aviso de Michael Burleigh acerca de nuestro tiempo: “El delicado tejido de la sociedad se va desintegrando poco a poco. Aumentan especialmente la grosería, la mentira, la embriaguez pública y el lenguaje grosero, junto a expresiones abiertas de una única falta de respeto a personajes públicos por parte de una chusma que se hace más omnipresente en los escenarios elitistas «democratizados”. Y estos son juegos peligrosos».
José Jiménez Lozano. Buscando un amo y otras aprensiones. Madrid: Rialp, 2017; 260 pp.; ISBN: 978-8432147630. [Vista del libro en amazon.es]
