La portada de Los problemas de Pingüino, de Lane Smith y Jory John, atrae porque no tiene título, que va en la contraportada, y en ella sólo vemos caras de pingüinos mirando de frente menos uno que mira de lado a su compañero; también porque el mismo Pingüino intenta desanimarnos al principio para que no leamos el libro. Empieza la historia con el protagonista despertándose y diciendo «¡Aaah! ¡Qué temprano es! / Tengo el pico helado»; a continuación vemos sus actividades de un día completo; al final exclama: «Tengo el pico helado. Qué temprano anochece». Son graciosas sus andanzas, sus quejas y sus dudas existenciales: «Parezco tonto cuando voy andando», tiene deseos de volar, una morsa con la que charla intenta que vea la belleza de la vida… Cada una de las... Leer más
Mamá va al cole, de Pauline Martín y Éric Veillé tiene como narradora, como se deduce del título, a la niña. En las imágenes la vemos llegar a ella con su madre la primera vez que va al colegio y nos dice: «¡lo que vi me horrorizó!». Explica que vio a una señora sonriente y a otra que decía llamarse Laura junto a niños y niñas llorando pues sus padres se habían ido. Así que la niña emplea todas las técnicas intimidatorias que conoce para impedir que su madre se marche: la de la lapa, la del bebé orangután, la del gato salvaje, la del murciélago, la del perrito atropellado. La madre cede y asiste a las actividades de su hija... Relato divertido con escenas y golpes visuales excelentes. Su perspectiva bienhumorada, como tantas veces ocurre, la apreciarán bien los... Leer más
Dos álbumes de Christian Robinson y Kelly Dipucchio: Gastón y Antoinette. En el primero conocemos a la señora Marilyn y sus perritas Fi-Fi, Fu-Fu, Oh-La-La, y su perro Gastón… que es diferente. En el parque conocen a la familia Buldog: la madre y sus cuatro cachorros, Rocky, Ricky, Bruno, y Antoinette… que es diferente. Se dan cuenta de que se ha debido producir una confusión: Antoinette se va con la madre y las perritas caniches, y Gastón se va con la madre y los perritos bulldog... En el segundo álbum vemos que Antoinette admira las cualidades de sus hermanos y le parece que no es como ellos. Pero cuando desaparece una hermana de Gastón, Oh-La-La, es Antoinette quien la busca y la encuentra. Son excelentes las ilustraciones en acrílicos: están bien compuestas y... Leer más
Hace tiempo hablé de La granja de dinosaurios, un álbum divertido de Frann Preston-Gannon. He leído ahora otro álbum de la autora, Pepper & Poe, que, a pesar de la calidad de sus imágenes, me ha dejado mal sabor de boca. Pepper es el gato, o gata, «rey de la casa». En varias dobles páginas de presentación se nos cuentan sus costumbres de cada día de la semana y se ve que comparte casa con un perro al que le toma el pelo. Un miércoles algo cambia: llega Poe, un gatito blanco, pequeño, que causa celos y molestias a Pepper, y todo va de mal en peor aunque Poe parece incombustible… Pero, cuando cometen un desastre juntos, encuentran la forma de reforzar su amistad y de irse felices y contentos, echándole al perro la culpa de todo. Son atractivas las ilustraciones... Leer más
Pequeño gato nocturno, de la alemana Sonja Danowski, sorprende por la extraordinaria calidad y riqueza de sus dibujos acuarelados. El protagonista es un niño llamado Toni del que sabemos que vive con su madre, que trabaja o colabora con una sociedad protectora de animales. Toni dona sus peluches para un sorteo y, cuando regresa a casa, se siente solo. Pero se acaba conformando con otro gato de peluche antiguo, que fue de su madre. Al volver del colegio al día siguiente le está esperando, en su casa, un gato real llamado Valentín. La dulzura y calidez de la historia están muy subrayadas no sólo por el argumento sino también por los rostros amables y atractivos de todos los protagonistas —niño, madre, animales…—. Las imágenes tienen profundidad y contienen multitud de... Leer más
La perrita detective, de Sara Ogilvie y Julia Donaldson, es, como cabía esperar de las autoras, una historia simpática con imágenes excelentes. La perrita Nina es capaz de resolverlo todo y cuando roban los libros en la escuela, ella se ocupa de resolver el misterio. El problema es, como les suele ocurrir a los relatos en verso de Donaldson, que no es nada fácil que la traducción al castellano suene igual que lo hace en inglés. Esta es la versión en castellano de unos versos: «Érase una vez una perrita, de olfato muy agudo, Detective Nina, así la conocía todo el mundo. ¡Snif, snif, snif! Una y otra vez, Nina conseguía resolver los crímenes con lucidez. ¿Quién ha tirado al suelo las avellanas? ¿Y quién ha robado la miel de las abejas?», Los versos... Leer más
El dragón bueno y el dragón malo, de Jens Rasmuss y Christine Nöstlinger, son los amigos de un chico llamado Florian. En realidad, los calificativos bueno y malo no tienen mucho sentido en este caso, lo que supongo que es algo buscado expresamente. Se nos dice que el dragón Malo no es un dragón malo salvo cuando tiene que defender a Florian de una niña espantosa que se enfada, araña, pellizca, escupe y muerde. Las ilustraciones presentan la vida ordinaria con dibujos coloreados en tonos suaves; en ella irrumpen los imaginarios dragones pintados en guache de marrón y verde, como si se quisiera decir que la imaginación es lo que llena de color y viveza la realidad. Las figuras son graciosas y los gestos de los protagonistas son expresivos. El relato en sí mismo tiene poca... Leer más
Bajo el mismo cielo, de Britta Teckentrup, presenta una sucesión de escenas con animales: unos ciervos, unos gatos, unos leones, unos pingüinos, etc. Como el mismo título anuncia, se trata de mostrar que todos vivimos bajo el mismo cielo, tanto en las ciudades como en los pueblos, ya seamos grandes o pequeños... Dan variedad al relato unos troquelados, con formas distintas, que permiten que una frase sirva para dos dobles páginas consecutivas. Así, con un troquelado con forma de corazón, leemos que «sentimos el mismo amor… / … en las noches más frías. / …en nuestra pradera favorita». Las ilustraciones con collages y recortes de la autora han sido comparadas, con acierto, con las de Eric Carle: son más apagadas y no tienen su colorido pero sí tienen iguales elegancia y... Leer más
El año 1945 Bruno Munari preparó una serie de álbumes cortitos para sus hijos. Desde hace poco más de un año se han publicado algunos: Nunca contentos, Buenas noches a todos, El ilusionista amarillo, El vendedor de animales, Tres pajaritos. Todos tienen la particularidad de que cuentan historias mínimas que avanzan paso a paso según se van desplegando solapas de distinto tamaño, a veces incluidas unas en otras, que responden a una pregunta o que aclaran algo planteado previamente. Tienen también el mérito de que en ellos vemos el origen de recursos narrativo-gráficos que se usarían en el futuro profusamente pero, como es fácil contrastar, no siempre con tanta categoría. En Nunca contentos vemos a distintos animales que sueñan con ser otro levantando una solapa que hay en... Leer más
El primer día de un colegio, de Christian Robinson y Adam Rex, es un álbum que tiene como protagonista al mismo colegio. Se nos muestra cómo se construye, cómo un conserje lo prepara y le habla de qué ocurrirá cuando abra sus puertas, y se cuenta lo que pasa el primer día que los niños llegan. Su nombre es Escuela elemental Frederick Douglass: «Me gusta ese nombre», se nos dice que pensó el colegio. Al final del día vuelve el conserje para volver a reordenar las cosas y el colegio está encantado de ser un colegio. Libro que, a ciertos lectores pequeños les puede hacer mirar las cosas desde un punto de vista en el que no habían pensado. La narración se sigue bien y son expresivas las imágenes de figuras humanas alargadas características del ilustrador. Se alternan... Leer más
El ilustrador belga Tom Schamp aclara bien su forma de trabajar: «el principio de “menos es más” no va conmigo. Yo soy más del tipo “más es más”. Me gusta el minimalismo en el trabajo de otra gente, pero no es mi estilo». Por eso no es extraño que su álbum El libro más divertido del mundo esté abigarradísimo. Al principio se presentan, en la página izquierda, unos personajillos que irán apareciendo en las ilustraciones: un osito llamado Otto, sus padres, otros familiares y distintos amigos y animales; y, en la derecha, el índice, cuya disposición y multitud de tipografías ya nos anuncian el caos informativo que llegará en cada doble página. Los primeros capítulos se titulan «La casa», «¡A la mesa!», «De compras», «Preciosa Primavera»… Se propone al... Leer más
Botoncito, de Chiaki Okada y Yoko Ogawa, es un relato más acerca del afecto entre un niño y sus juguetes o, mejor, en este caso, del afecto que los juguetes toman al niño. Pero el protagonista no es juguete: se llama Botoncito y está en la mejor blusa de la niña, Ana. Un día Botoncito se cae, rueda por el suelo, acaba detrás del cajón de los juguetes, y allí encuentra, llorando, a Sonajero, a Babero, al oso de peluche… El relato es, en sí mismo, algo dulzón, pero tiene un buen planteamiento, distinto a otros: el del afecto de unos juguetes que tienen claro, o acaban teniendo claro, los para qués de sus vidas, como el sabio Botoncito les explica. Otro mérito del álbum son las imágenes realistas, en lápices de colores y carboncillo, parece, que transmiten calidez y... Leer más
Todo tipo de coches es el primer álbum del ilustrador sueco Carl Johanson. Es como un gran catálogo bromista en el que presenta dibujos de multitud de coches reales e imaginarios: en cada doble página hay diez o quince vehículos. La mayoría de los coches son puros inventos, algunos delirantes: el coche mermelada, el coche dinosaurio, el coche ovni… Algunas dobles páginas contienen coches de un tipo único: camiones y grúas; coches propios de una mina; ambulancias; tractores y cosechadoras… La estética colorista y contundente me ha recordado a la de Tipos duros. El interés del libro está en que, sencillamente, hace pasar un rato divertido. Carl Johanson. Todo tipo de coches (Carls billexikon, 2015). Madrid: Maeva young, 2017; 32 pp.; trad. de Carmen Montes Cano; ISBN:... Leer más
Tres pequeños monos, de Emma Chichester Clark y Quentin Blake, comienza presentando a Hilda Snibbs, una mujer que tenía tres pequeños monos: Tim, Sam y Lulú. Por cuatro veces ocurre algo parecido que se inicia con una doble página que contiene seis escenas: en la primera se ve a Hilda que sale de casa y advierte a los monitos que se porten bien, en las demás se ve a los monitos haciendo de las suyas; y en la siguiente doble página se ve cuando Hilda vuelve y encuentra su casa hecha un desastre. Pero la quinta vez, cuando Hilda regresa, todo está en orden y los monitos no aparecen. Álbum con una historia graciosa —en línea de otras de Blake con seres estrafalarios como protagonistas— y una realización gráfica muy eficaz, que presenta muy organizadamente a unos... Leer más
Este comentario sobre tres álbumes de Akiko Miyakoshi, junto con el pequeño video que lo acompaña, da mucha idea del encanto y la gran calidad que tienen sus ilustraciones a carboncillo. La merienda en el bosque tiene como protagonista a Kiko, una especie de Caperucita, a quien su madre manda junto a su abuela: al atravesar el bosque acaba en una casa con toda clase de animales, que le dan pasteles y la ayudan a llegar a casa de su abuela. Concierto de piano trata sobre un concierto escolar en el que una niña, Momo, vestida de rojo, debe tocar el piano: pero está nerviosa mientras llega su turno y una ratoncita la llama para que toque ante un público de ratoncitos… Regreso a casa presenta a un pequeño conejo que, cuando vuelve con su madre a su casa, cansado de jugar, al final... Leer más
Álex y el ratón de cuerda, de Leo Lionni, es un relato que se puede alinear con los que hablan de las relaciones entre los juguetes y sus dueños pero su argumento va más lejos. Cuando hablan y comparan sus modos de vida, el ratón Álex siente cierta envidia de Guille, el ratón mecánico, tan querido por Ana, la niña de la casa. Guille también le cuenta que hay un lagarto que puede transformar a un animal en otro diferente y Álex va a verlo con la intención de pedirle que lo convierta en un ratón como Guille. El lagarto le dice que, para eso, ha de conseguirle una piedra morada y Álex la consigue. Pero entonces ve que a Guille lo han colocado en una caja de juguetes viejos para tirar… Álbum compuesto con collages alegres y coloristas, como es habitual en el autor, y... Leer más
Otro libro que Kalandraka vuelve a publicar en una excelente edición: El libro de los guarripios, de Arnold Lobel. Contiene treinta y ocho limericks sobre cerdos y cada uno se acompaña de una ilustración que, a veces, es una sola imagen pero, en otras ocasiones, se compone de dos o tres en secuencia vertical. Aunque no sea el mejor de los libros del autor, sin duda sus imágenes sí son comparables con las de otros y Lobel sabe hacer que los cerdos en imágenes sean siempre chistosos. Sin embargo, los limericks son desiguales en gracia, un asunto que, en este caso, no es achacable a la excelente traducción al castellano. Tal vez, el hecho de que sean siempre cerdos limita las posibilidades: algunos limericks podrían estar protagonizados por otros animales y no se notaría la... Leer más
Tomi Ungerer publicó, en los años sesenta, varios álbumes sobre animales poco habituales en los libros infantiles. Uno de ellos fue Rufus, el murciélago que adoraba los colores. El protagonista, al ver los colores brillantes en una película al aire libre, se propuso quedarse despierto para ver los colores del día, pero tiene problemas e incluso le disparan. Un bondadoso coleccionista de mariposas, el doctor Tarturo, le acoge. La intención del autor, aparte de la dar cabida en la LIJ de su tiempo a seres que con frecuencia resultan menos simpáticos, era también la de avivar la comprensión hacia quienes son diferentes. Pero estamos ante un libro infantil: no hay que sobreinterpretar ni esa cuestión ni alarmarse porque aparezcan pistolas y rifles en una imagen. Lo más... Leer más
Secreto de familia, de Isol, es un divertido álbum de hace años que no había puesto aquí todavía. Es una historia que captura pensamientos que pueden cruzar por la mente de un niño cuando ve algo que no espera, y que le asustan tanto que no se atreve a confesarlo en alto. La niña narradora empieza diciendo: «tengo un secreto: mi madre es un puercoespín, en realidad». Llega a esa conclusión cuando un día ve a su madre por la mañana, toda desgreñada. Además, también se atemoriza cuando un día ella misma se mira en el espejo recién levantada. En fin, se siente aliviada cuando su amiga Elisa la invita a su casa pero, una vez allí, hace otro descubrimiento que la espanta… Las figuras y escenarios aparecen como esbozados, lo suficiente para sugerir al lector cómo han... Leer más
Joseph Fipps, de Geneviève Godbout y Nadine Robert, se puede poner como ejemplo de buen álbum —por la calidad de sus ilustraciones y porque refleja bien algunas reacciones de un niño y su madre—, que no está conseguido del todo: su argumento se parece al de Donde viven los monstruos pero no tiene su elegante concisión y resulta menos concluyente y satisfactorio. Joseph, de cinco años, hace una pequeña trastada, que vemos en varias ilustraciones consecutivas, y luego leemos este comentario suyo: «Esta mañana, mamá ha vuelto a llamarme “monstruito”. Cada vez que hago una trastada, grita: “¡Menudo monstruito!”. Papá, el abuelito y Nana también me llaman así. Pero yo no me llamo “monstruito” de verdad. Me llamo Joseph Fipps”». Así que Joseph, igual que... Leer más
Entrega especial, de Matthew Cordell y Philip C. Stead es un álbum con argumento y dibujos chispeantes. En la primera página leemos un grandísimo «¡Oye Sandi!», un grito de un chico a una niña que se marcha con un hilo en la mano, y cuando llegamos a la portadilla vemos que la niña va detrás de un elefante al que lleva sujeto por la cola... Resulta que Sandi va a enviar un elefante por correo a su abuela. Descubre, sin embargo, que necesitaría demasiados sellos por lo que busca otra opción: pide a un amigo su avión y allí sube al elefante. Pero se estrellan cerca de un río por lo que Sandi le pide a un cocodrilo que los conduzca… Historia loca muy divertida. Uno de sus motivos, el envío del elefante, se podría comparar con Lágrimas de cocodrilo; las situaciones que... Leer más
El atajo, de David Macaulay, es un extraordinario álbum: por la calidad de sus ilustraciones, que cambian de perspectiva con total naturalidad; por la fluidez con la que se suceden las imágenes, sin ningún alarde innecesario; porque tiene un argumento divertido, nada sofisticado, que además hace pensar en cómo nuestras pequeñas acciones influyen en otros, lo queramos o no; porque su estructura narrativa es muy hábil —el autor entrecruza bien lo que les ocurre a distintos personajes y obliga al lector a volver atrás para descubrir detalles que no había captado en la primera o segunda lecturas—. Los nueve personajes se presentan en la primera página: Albert y su yegua June, Paty y su cerda Perla, el profesor Tweet, una loca conductora llamada Sybil, la desconsolada... Leer más
El Caballero que no quería luchar, de Thomas y Helen Docherty, es Leo, un joven ratoncillo y caballero medieval al que sus padres incitan a luchar aunque él prefiere dedicarse a leer. Al fin hace caso a sus padres y sale a luchar, montado en su caballo Amigo, y llevándose con él una pila de libros. Encuentra primero un grifo, luego un trol y finalmente un dragón. Al principio son amenazadores pero cuando Leo les cuenta una historia o les da un libro apropiado, todos se amansan. Al dragón, por ejemplo, le dice que tiene «un libro alucinante lleno de miles de dragones impresionantes» y lo convence a la primera. Las ilustraciones son divertidas y el texto en verso también lo es, aunque no haya forma de trasladar la sonoridad del inglés a la versión española: «Leo was a gentle... Leer más
La niña de los libros, de Oliver Jeffers y Sam Winston, es uno de esos álbumes premiadísimos y elogiadísimos. Sin duda lo merece: Jeffers es un maestro de los álbumes y Winston es un experto tipógrafo y, por tanto, de su colaboración tiene que salir algo bueno o, al menos, algo que seguro que gustará a quienes siguen el mundo de los álbumes (como yo). Además, el libro habla sobre libros y lectura para gente a la que le gustan los libros y la lectura, así que tiene los aplausos garantizados entre quienes se dedican a los libros y a la lectura (como yo también)... El relato trata sobre una niña que, «a través de un mar de palabras» llega junto a un niño solitario y le anima a vivir aventuras a través de «los bosques de cuentos de hadas», de las «montañas de... Leer más
En Un lobito muy educado, de Matthieu Maudet y Jean Leroy, el protagonista sale a cazar al bosque por primera vez (nada menos que con un cazamariposas gigante). Como sus padres le enseñaron que «la última voluntad debe respetarse siempre», hace caso a lo que le piden sus dos primeras víctimas, un conejo y un pollo, pero comprueba con disgusto que ellos no cumplen su palabra, pues son unos mentirosos y huyen. Las cosas serán diferentes con su tercera víctima: un niño. Relato cuyo argumento recuerda un poco, al menos al principio, al de Voy a comedte, y que, como él, arranca la risa debido a los buenos golpes y a la simpatía de los personajes. Funciona como una tira cómica también porque los diálogos entre los personajes se presentan en globos. Contra los fondos de las... Leer más
¡Qué aburrimiento!, de la ilustradora alemana Henrike Wilson, trata sobre un oso pequeño al que, durante siete dobles páginas consecutivas, lo vemos en el bosque, en distintas situaciones, manifestando con palabras y con sus gestos y posturas que se aburre. Hasta que, finalmente, hay cosas a su alrededor que le llaman la atención. Las imágenes son pictóricas y atractivas: el oso, que puede recordar un poco a Winnie the Pooh, es amable a pesar de su tono quejoso. No sé hasta qué punto el álbum servirá para transmitir, a los lectores pequeños, la idea tan aprovechable que hay detrás de la historia: que los momentos de «aburrimiento» son propicios para poner en marcha la imaginación, la reflexión, la observación y el descubrimiento del mundo… Desde un punto de vista... Leer más
Pregúntame, de Bernard Waber y Suzy Lee, es uno de esos grandes álbumes que dan seguridad al niño y que presentan de modo genial su descubrimiento del mundo. En él vemos a un padre y a su hija pequeña —muy parecida a la niña de otros álbumes de la ilustradora— dar un paseo y atravesar un parque mientras la niña le pide a su padre que le pregunte qué cosas le gustan, qué cosas le gustan más, por qué le gustan, etc. La conversación, que viene y va entre la niña y su padre de un modo sobrio, sin blandura ni falsa poesía, atrapa bien los modos de decir insistentes de la chica y la paciencia del padre que se pliega sin más a los requerimientos de su hija. Es una forma de animar al niño lector a preguntar cosas y a preguntarse cosas; es una forma también de mostrar... Leer más
Búscame, de Ana Palmero Cáceres, es un álbum de los que juegan a estimular el espíritu de observación del lector, confeccionado con los mismos patrones que Cuéntame. Esta vez las dobles páginas están compuestas a base de repetir muchas veces la figura de un animal —un armadillo, un pez volador, una pata, un mono sin cola y un mono de cola larga, una iguana, un escorpión, etc.—, formando diseños geométricos que bien podríamos ver en telas o alfombras, y en cada una se le propone al lector que busque alguno que no encaja bien, porque tiene otra forma, o está en otra posición, o tiene otros colores. Ana Palmero Cáceres. Búscame (2017). Barcelona: Ekaré, 2017; 28 pp.; ISBN: 978-980-257-383-7.... Leer más
Si las manzanas tuvieran dientes, de Milton y Shirley Glaser, es un álbum de 1960 que se acaba de publicar ahora. Los autores buscan expandir la imaginación de los lectores de un modo sencillo y eficaz: se ven una serie de imágenes que ilustran, con la claridad y buen diseño que uno espera de los autores, unos textos que podría firmar Edward Lear. Por ejemplo: «Si las manzanas tuvieran dientes / te devolverían los mordiscos», «Si le pones sal a una serpiente, / parecerá una rosquilla crujiente», «Si al colegio te acompañara un canguro, / llevar los libros no sería tan duro». A veces el humor descansa en la posibilidad que se plantea; otras, en la simpatía de la ilustración; y otras, en que el mismo pareado es gracioso. Milton y Shirley Glaser. Si las manzanas tuvieran... Leer más
Ojo con los números, de Aleksandra Mizielińska y Daniel Mizieliński es un álbum en cartoné sin palabras para que jueguen niños curiosos, pacientes y perseverantes. En él se suceden dobles páginas repletas de figuras de todo tipo. En cada una hay un número, del 1 al 10, en la parte superior izquierda. En cada una son muchas las figuras que la pueblan y, según se indica y el lector puede ir comprobando, hay siempre diez grupos de tantos elementos como indica el número, del 1 al 10, que hay en la parte superior izquierda. Hay también otros grupos, como a simple vista se aprecia, que pueden despistar. Aleksandra Mizielińska y Daniel Mizieliński. Ojo con los números (Mam oko na liczby, 2013). Barcelona: Ekaré, 2017; 22 pp. en cartoné; ISBN: 978-84-944959-5-5.... Leer más
Entre los álbumes excelentes que tienen como hilo conductor un paseo en el que van ocurriendo cosas recuerdo ahora La sorpresa de Nandi y Letras robadas. A ellos ha de sumarse otro reciente, argumentalmente muy distinto de los citados, que es magnífico: Un camino de flores, de Sydney Smith y JonArno Lawson. Es un relato sin palabras en el que vemos a una niña y a su padre paseando por la ciudad. Mientras el padre habla por teléfono su hija va recogiendo florecillas de colores que ve brotar en distintos sitios: junto a un poste, en un muro, entre las baldosas del suelo, al pasar un puente y un túnel… Al principio todo lo vemos en blanco y negro salvo el abrigo rojo de la niña. Luego el color llega con las flores y, poco a poco, va surgiendo en más sitios: en un puesto de... Leer más
Después de Abeja y Abejas llega El abejoso, de Nadia Shireen. A su protagonista, un joven oso llamado Norman, lo que más le gusta es la miel; así que decide disfrazarse de abeja y asistir a la escuela con las demás abejas; todo es un poco raro pero Norman es amable y acaba siendo aceptado por todas. Lógicamente, llega un momento en el que su trampa se descubre. La historia es simpática, el protagonista cae bien por más que sea tan glotón, las imágenes son graciosas, y el argumento tira del lector hacia delante según las cosas van complicándose para las abejas y para Norman. Pero, eso sí, en un mundo como el nuestro no falta quien interpreta el relato como una parábola que nos enseña que todos podemos escoger nuestra identidad y ser lo que deseamos ser y no lo que otros... Leer más
Otro álbum con un protagonista que es y se siente pequeño frente al mundo y a los demás: Pequeña en la jungla, de Marta Altés. Pequeña es una monita a la que gusta vivir en la jungla pero a la que se le hace un problema ser tan pequeña en una selva tan grande. Hasta que «un día tomó una GRAN decisión. Una decisión muy valiente»: trepar hasta la copa del árbol más alto. Las figuras son simpáticas y los escenarios tienen la exuberancia que cualquiera imagina de la selva. Pero el álbum es claro y legible al presentar la vegetación y los personajes sobre fondo blanco, al colocar adecuadamente los párrafos de texto, y al poner el foco en la heroína. Además, la narración tiene una estructura, semejante a la de El paseo de Rosalía, que comunica tensión al relato: un... Leer más
Última parada de la calle Market, de Christian Robinson y Matt de la Peña, es un álbum de ambiente muy propio de ciertos barrios de algunas grandes ciudades de Norteamérica. Su protagonista es Jackson, un chico negro que, al salir de la iglesia, vuelve a su casa con su abuela Nana. Se suceden incidentes que provocan preguntas del chico y respuestas de su abuela: cuando su amigo Colby, blanco, se va en coche, «¿por qué nosotros no tenemos coche?», «¿para qué lo queremos? Tenemos un autobús lanzallamas y al señor Dennis, que siempre te enseña un nuevo truco de magia»; y a continuación los vemos subirse al autobús… En las siguientes escenas la abuela va enseñando buena educación al chico —se asegura que salude a todos y dé las gracias— y le hace ver el lado... Leer más
Aunque son más frecuentes, como algunas veces he dicho, los álbumes que tratan del afecto entre madres e hijos o hijas —he citado recientemente Mi amor y Lucy Goosey— que los álbumes que tratan de lo mismo entre padres e hijos (o hijas), también entre los últimos hay algunos excelentes —que recuerde ahora Mi papá, Adivina cuanto te quiero...—. Uno notable de hace poco es Tú y yo, yo y tú, de Miguel Tanco, una historia sencilla pero ilustrativa: en escenas de la relación cotidiana entre padre e hijo, este va diciéndole a su padre cuántas cosas aprende gracias a él: «te hago las preguntas más difíciles…», «te llevo a lugares que nunca has visto…». Normalmente comienza con una frase que abre: «te enseño a jugar…», y sigue con otra que cierra: «y a... Leer más